𝟶𝟺𝟼 𝘼𝙢𝙖𝙣𝙚𝙘𝙚𝙧

No hice nada más durante ese día; quise dormir pero tampoco lograba conciliar el sueño después de lo que escuché. Es que era cierto; no pensé en lo que pasará más adelante porque Genya seguirá creciendo y yo pareceré de 15 años por siempre.

Gruñí y suspiré al darme cuenta de que no podría dormir hoy; quizás me deba levantar para hacer algo... pero ya es muy tarde y podría molestar a la gente que sí esté durmiendo. Bueno, en ese caso me quedaré aquí; no falta tanto para que amanezca.

Volví a ir a tratar de dormir por un rato, sin tener éxito alguno,  hasta que alguien entró a la habitación.

— Yuki, — vi a Genya susurrar, pero ¿qué demonios hace despierto? — ¿estás despierta?

— ¿Pasó algo?

— Nada malo, pero ven conmigo un momento. — decidí hacerle caso y empecé a seguirlo hasta afuera.

— No sueles actuar de forma tan misteriosa. — hablé una vez que estuvimos afuera.

— Quería... bueno, estuve pensando y me siento mal por tener que hacerte ocultar que salimos, así que pensé que te lo podría compensar de alguna forma...

— Eso no es necesario; no me siento mal por eso, así que no hay nada que compensar en realidad.

— Por lo menos déjame hacerlo o me sentiré peor después.

— Bien, si tanto insistes... pero no debería estar afuera a estas horas; falta muy poco para que amanezca.

— Es precisamente por eso que te traje; recordé que siempre que amanece te escondes y me dijiste que no has visto un amanecer jamás, ni siquiera cuando aún eras humana, así que pensé que podría mostrarte uno.

— Pero eso...

— Se puede hacer, mira. — tomó una de mis manos y otra vez empezamos a caminar; no estoy segura de lo que estaba buscando, pero estuvimos así por un rato. — Aquí. — nos pusimos justo detrás de un árbol. — Desde aquí se puede ver el amanecer y la sombra del árbol va a evitar que te dé el sol.

— ¿Estás seguro de que es una buena idea?

— Créeme, es completamente seguro. — no soltó mi mano, y eso por alguna razón me transmitió su seguridad.

Cuando todo empezó a estar un poquito más claro, me alarmé un poco, pero él también estaba tratando de que estuviera calmada y sujetó mi mano con un poco más de fuerza.

El sol empezó a salir, era demasiado brillante y el entorno se llenó con un sinfín de tonos, anaranjados, rojos y amarillos; el lugar comenzaba a iluminarse con esos colores que le daban una especie de aura dorada al entorno. La verdad es que jamás había visto nada igual, y no podía apartar la mirada de la manera en que el sol se elevaba cada vez más alto; ver el amanecer me hizo sentir calidez en mi interior, similar a la calidez con la que se llenaba el ambiente debido a la luz solar.

— Es... — quise decir algo para hacerle saber que realmente me encantaba el amanecer, pero me quedé sin palabras.

— ¿Te gustó? — sólo alcancé a asentir con la cabeza; quité la vista del paisaje para poder hablarle a Genya.

— Gracias por habérmelo mostrado.

— No es nada... — se veía algo avergonzado, o quizás eran las luces del sol detrás de él lo que hacía que pareciera que estaba sonrojado. — me alegra que te haya gustado; la verdad es que... tenía ganas de hacer ésto contigo. — ahora era yo la que estaba con la cara roja.

— Entonces me alegra que me hayas convencido de venir. Estaba un poco decaída, pero esto me ayudó mucho, así que gracias.

Empezamos a acercar nuestros rostros poco a poco; estaba casi segura de que él se sentía tan nervioso como yo, a pesar de que no es la primera vez que nos besamos, pero me pone muy feliz estar con él y... y a la vez tengo algo de miedo de arruinarlo, pero él no parece pensar que lo vaya a hacer.

Y justo cuando estábamos cerrando los ojos para besarnos...

— Oigan, chicos. — Tanjiro apareció de... quien sabe de dónde y nos separamos de inmediato. — Ups, ¿interrumpo algo?

— ¡Sí, sí interrumpes! — Genya se veía enojado con él de nuevo; después de todo es la segunda vez que nos interrumpe. — ¡¿Qué quieres?! ¡Vete!

— Los vi a la distancia, pero luego pensé en decirles que... bueno, que Yuki no puede estar afuera por el sol y sin algo para cubrirse no va a poder regresar, pero se veían tan tranquilos...

— ¡¿Y por qué interrumpes entonces?! — otra vez, Genya realmente esta enojado. — ¡Justo ahora estábamos en medio de algo!

— Lo siento, no fue mi intención.

— Pero- ¡es la segunda vez que lo haces! ¡¿Por qué lo sigues haciendo?! ¿Y qué demonios haces despierto a esta hora? ¡Literalmente acaba de amanecer!

— He estado entrenando cerca de aquí; no he comido nada.

— ¡No me importa eso, sólo vete de aquí!

— Lo siento otra vez; no era mi intención interrumpir.

— ¡Dije que te vayas al carajo!

— Ya íbamos a regresar, y aquí tengo mi capucha. — le hablé a Tanjiro para que estuviera tranquilo y pudiera irse antes de Genya lo golpee o algo así.

— Ah, está bien, entonces me voy. Nos vemos luego.

— ¡No regreses jamás! — vimos a Tanjiro alejarse. — Siempre hace lo mismo.

— Lo ha hecho dos veces y ambas fueron accidentales. ¿Por qué te molesta tanto?

— Me molesta que me hable como si fuéramos amigos; no somos amigos.

— Esa es sólo la forma de ser de Tanjiro; es amigable con todos.

— Sí, pero es molesto.

— Y también sabes que no se va a rendir, ¿cierto? Creo que está bastante decidido y no se detendrá hasta que ustedes sean amigos.

— Lo que sea, hay que volver.

— Cierto. — me quedé en silencio un momento, lo miré y luego me acerqué para besarlo. Él se sorprendió, pero tampoco pareció molestarle. — Listo, ya hicimos lo que queríamos hacer; ahora vamos.

— Por cierto, ¿por qué estabas decaída? — me preguntó mientras empezábamos a caminar.

— Ah, eso... no creo que debas preocuparte mucho; yo me siento así casi todo el tiempo.

— ¿De verdad?

— Sí.

— Claro... de todas formas, puedes decirme si algo te está molestando.

🌀 Sí, bueno, todo este capítulo es porque quería hacer una referencia a Mavis y Johnny de Hotel Transilvania porque... no sé, en mi mente era bonito.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top