𝟶𝟺𝟸 𝙇𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤

La aldea es un lugar bastante tranquilo, aunque tengo la sensación de que la gente aquí tiene sus dudas sobre mí. Aún así, creo (y espero) que estaré bien. Quizás me haga falta relajarme o algo así; oí que aquí hay unas aguas termales, aunque... no quizás no debería ir. Siendo sincera, creo que no tengo muchas ganas de nada justo ahora.

Estaba pensando eso cuando vi a alguien frente a mí y me asusté por un momento; es Genya. No pensé encontrarlo aquí, ¿y qué está haciendo aquí? Dije que le diría lo que pensaba la próxima vez, pero por alguna razón no me siento lista para eso; me pone muy nerviosa. Ahhh, ¿qué hago? Quizás no me ha visto todavía; tengo una oportunidad para escapar, pero técnicamente esta es la vez en que dije que le diría; no puedo evadirlo si juré que iba a hacerlo.

...Bueno, quizás a la próxima.

Con eso en mente, me escabullí con cuidado de que no me viera, pero no esperaba encontrarme con alguien más. Creo que esa es la pilar que estaba en el juicio esa vez... Mitsuri Kanroji, pilar del amor, si no recuerdo mal; me miró con clara confusión debido a lo acelerada que iba.

— Oh, ¿no eres tú esa demonio del juicio? ¡No esperaba verte aquí!

— Sí... yo tampoco.

— Quería decirte que te apoyo; escuché que tú también estuviste en esa pelea contra una luna superior, y es algo increíble que hayas sobrevivido y protegido a los humanos. Además, eres muy linda y es difícil pensar mal de ti; creo que eres buena. — notó que estaba distraída. — ¿Por qué tan apresurada?

— Ah... es que... yo... — no se me ocurrió qué decir.

— Un momento... — me miró con detenimiento. — estás nerviosa y parecías haberte sonrojado hace un momento. No será... ¡¿estás enamorada de alguien y te lo encontraste aquí?! — vaya, ella es buena.

— Por favor no grite; no sé si él sigue cerca y podría escuchar. Además, todavía no estoy muy segura... pensaba que sí, pero los sentimientos son confusos. — lo pensé por un segundo. — Tal vez usted pueda ayudarme.

— ¡¿Necesitas consejos de amor?! ¡Cuenta conmigo! Dame todos los detalles; un demonio enamorado de un humano es algo que no había visto jamás, ¡y es tan romántico! — parecía más emocionada que yo.

— Bueno... ¿cómo puedo estar totalmente segura de que estoy enamorada? Es decir, sé que no me siento así con nadie más y... es lindo estar con él, me hace sentir algo cálido en el pecho, y me gustaría que él fuera feliz.

— Si estás enamorada, probablemente también pienses que él es genial y que se ve lindo y que te gustaría poder abrazarlo y besarlo. — me puse especialmente nerviosa con lo último. Ahora que lo pienso, técnicamente jamás he besado a nadie. — ¿Te sonrojaste? ¡Que linda!

— Es sólo... creo que sí pienso todo eso... a veces. Realmente creo que él es increíble, y su cicatriz se le ve bien.

— Las cicatrices son lindas, ¿no?

— Pero no estoy segura del asunto de abrazar y besar; aunque tal vez, sienta que pueda hacerlo si es con él... no sé... estoy más confundida.

— No te preocupes, yo lo sé, eso definitivamente es amor; ¡debes decírselo! ¿Quién es, por cierto? ¿Cómo se llama?

— Genya Shinazugawa; aunque no creo que lo conozca, pero es el hermano del pilar del viento.

— ¡¿En serio?! ¡Eso es aún mejor! Apuesto a que ustedes harían bonita pareja. Creo que no deberías y huir y se lo debes decir la próxima vez que lo veas.

— Eso pensé yo, pero siempre termino escapando por los nervios.

— Supongo que eres tímida... pero si no tomas la iniciativa, ¿quién lo hará?

— ¿Y si.... y si él no siente lo mismo que yo? — por un momento, ella pareció compadecerse de mí.

— Es un miedo completamente normal, pero no te preocupes; estoy segura de que te irá bien. Creo que a él antes lo vi escapando de ti, por cierto; quizás los dos son muy tímidos y por eso no toman la iniciativa... eso lo explicaría todo.

Me sorprende que sea tan amable, pero también me alegra; al menos pude pedirle un consejo a alguien y ella pareció disfrutarlo. Creo que por algo es el pilar del amor.

— Muchas gracias por su ayuda; creo que seguiré el consejo.

— No tienes que ser tan formal como para tratarme de “usted”; ¡me puedes tratar normalmente!

— Ah... está bien.

— Y mucha suerte.

— Gracias de nuevo.

Entonces sí, está decidido; se lo voy a decir la próxima vez que lo vea y esta vez no voy a escaparme.

El día siguiente, me di cuenta de que Tanjiro también está por aquí; dijo que tenía que hablar con el herrero que hace su espada por un asunto complicado o algo así, pero la verdad es que no le presté mucha atención.

Decidí que realmente tengo que tomar la iniciativa, así que... voy a tratar de dejar los nervios a un lado y se lo voy a decir; según lo que me dijeron... debería estar justo en esta habitación.

— Genya, ¿estás ahí adentro? Tengo algo que hablar contigo, si no te molesta. — empecé a sentirme nerviosa de la nada otra vez, pero ya no podía arrepentirme.

Lo vi abrirme para que pudiera pasar.

—...Está bien. — no me miró, pero por lo menos me dejó entrar.

Una vez estuvimos los dos adentro, me senté frente a él y traté de buscar las palabras adecuadas para lo que tenía que decir.

— He pensado mucho en... cosas, y me di cuenta de algo. — le empecé a decir. — Todavía soy bastante inexperta en esto de las emociones, pero estoy bastante segura de lo que siento justo ahora y por eso quería que lo supieras. — él parecía querer decirme algo, pero lo interrumpí. — Antes de que digas cualquier cosa... realmente no es algo a lo que tengas que responder, pero quiero quitarme ese peso de encima y decírtelo. — no me había dado cuenta de lo nerviosa que estaba; sentía mi corazón latiendo rápido, mi cara estaba caliente, y no podía ni siquiera hacer contacto visual con él.

— Te... estoy escuchando.

Respiré profundamente.

— Me gustas.

Hubo silencio por un par de segundos y el pánico comenzó a invadirme.

— Yo-

— Espera, te dije que no tienes que responder; está bien si tú... no te sientes igual. Sólo quería que supieras cómo me siento porque nunca había sentido tanto en mi vida y... me hace sentir feliz.

— Yuki, está bien. — esta vez fue él quien no me dejó seguir hablando. — La verdad es que, creo que... yo siento lo mismo. Había estado evitándote porque me sentía nervioso y confundido y no quería que fueras a pensar mal de mí por esto, pero sabiendo que tú te sientes igual... supongo que está bien.

Me sentí muy feliz cuando dijo eso; tanto que me quedé sin palabras por un rato. Ninguno dijo nada en todo ese tiempo; ambos estábamos muy avergonzados y aún ni siquiera nos habíamos mirado.

— ¿Ahora... que se supone que hacemos? No sé mucho de éstas cosas.

—...No lo sé.

—...¿Nos besamos? — pregunté por la conversación que tuve el día anterior con el pilar del amor, cuando ella me habló algo al respecto.

— ¿Estás segura?

— Creo... sí, creo que sí.

Esta vez si lo miré, y me di cuenta de que él también me estaba mirando. Tenía algo de miedo porque jamás había besado a alguien antes, pero aún así, nos fuimos acercando poco a poco hasta juntar nuestros labios en un beso; ahí fue cuando todos mis nervios desaparecieron. Se sintió bien; sentí que estaba viva, y eso no pasa tan seguido, fue lindo y él pareció disfrutarlo también.

Sin embargo, justo después de que nos separamos, nos vimos a los ojos por un momento más y luego nos volvimos a avergonzar.

— Así que... ¿esto nos hace novios o...?

— ¿Tú... quieres que sea tu novia?

—...No me molestaría. ¿Qué hay de ti?

— Sería lindo... — se quedó callado un momento para luego volver a hablar.

— Espera, espera, ahora que lo pienso... ¿Qué va a pensar el resto de la gente de esto? — fijé mi mirada en él; nunca le ha importado lo que piensen los demás de él, a menos que...

— ¿Estás preocupado por lo que pensarán los demás o por lo que pensará una persona en específico?

— ¿Cuando aprendiste a leer las expresiones de los demás? Eres buena.

— Sólo saqué la conclusión lógica.

— Bueno... lo admito; me preocupa un poco lo que pueda pensar mi hermano. Quiero decir, él odia como a... todos los demonios, ¿y si se entera de que hay... algo entre tú y yo ahora y te quiere matar? Ya dijiste que no le agradabas en el juicio. ¿Qué tan mala impresión causaste?

— Le dije que su sangre daba asco. — recordé. — En retrospectiva, debería arrepentirme de haber dicho eso.

— Por lo menos no lo atacaste.

— No valía la pena, pero tampoco estaba molesta, aunque él sí parece odiarme.

— Lo siento, ¿te molesta que... no le digamos a nadie por el momento? No me quiero arriesgar a que alguien nos vea y le cuente.

— No tienes que preocuparte por mí; entiendo tu punto y es comprensible. Tu hermano sólo hubiera estado conforme si lo hubiera atacado, supongo.

— No digas eso.

— Fue un chiste. — le sonreí un poco y él sonrió de vuelta.

— Bien, trabajaremos en tu sentido del humor más tarde. Mientras tanto, podríamos... volver a hacer lo que estábamos haciendo hace un momento.

Entendí de inmediato lo que quiso decir, básicamente que quería que nos volviéramos a besar, y otra vez acercamos nuestros rostros hasta darnos un beso.

Sin embargo, dos gritos en la entrada de la habitación nos hicieron separarnos de golpe.

🌀 AY, TAN LINDOS MIS NIÑOS. ESTOY MUY FELIZ.

Amo el amor casi tanto como amo el drama... y la sangre.

No podía esperar a mañana para subir la parte donde se hacían novios, por eso el capítulo tiene como 500 palabras más de lo usual. ES QUE- QUE EMOCIÓN.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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