𝟶𝟹𝟻 ¿𝘿𝙤́𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖́ 𝙕𝙚𝙣𝙞𝙩𝙨𝙪?

— ¡A un lado! — Inosuke empujó a las personas en el camino.

— ¡Lo lamento! — me disculpé rápidamente mientras iba detrás de él.

— ¡No escaparás! — entró a una de las habitaciones, donde había dos mujeres y las apartó del camino antes de derribar una de las puertas.

— ¿Qué pasa?

— Lo siento mucho. — seguí tras él. No sé qué trata de hacer, pero voy a tener que dar muchas disculpas por él.

— ¡Ahí! — Inosuke quiso golpear una pared, pero no contaba con que un cliente aparecería de la nada y terminó golpeándolo a él contra la pared.

— ¡Lo golpeó! — las dos mujeres que estaban ahí gritaron.

— ¡Lo siento mucho! ¡Lo siento mucho! — fui tras él mientras escapaba del desastre que causó.

— Maldita sea, me cuesta detectarlo; lo perdí. ¡Maldita sea! ¡Fue porque se entrometieron!

— Inosuke, no actúes tan descuidadamente. — le susurré. — Sé cuál es nuestro objetivo aquí, pero si no actúas con cautela, nos van a descubrir. Yo tendré que ofrecer muchas disculpas en tu lugar por lo que pasó allá, ¿sabes?

— Cállate, tenemos cosas más importantes que hacer; lo perdí porque se entrometieron.

— Entonces la próxima ten cuidado. Si hubieras pensado un poco más las cosas, quizás hubieras dado con una mejor estrategia. — suspiré. — Sé que tú eres el que sabe de rastreo y esa cosa se mueve rápido, pero por favor, trata de tener un poco más de prudencia.

— ¡Inoko! — la señora llegó con la intención de regañar a Inosuke, pero él estaba... bueno, en una posición algo extraña tratando de localizar al demonio. — ¿Qué estás haciendo?

— Lo siento mucho, señora; sé lo que va a decir. — me apresuré a disculparme con una reverencia. — Inoko es muy descuidada, pero le ruego que perdone su error; yo le pediré que se tranquilice. Le ofrezco una disculpa por lo que sucedió más temprano, pero le aseguro que ella no es mala. — la señora suspiró pesadamente.

— Realmente eres una hermana cariñosa, tomando la responsabilidad por los errores de tu hermana pequeña. Está bien, pero que no se vuelva a repetir; sería una lástima que una chica con tanto potencial como tú sea castigada por algo que hizo alguien más.

— No pasará de nuevo, señora.

— Espero mucho de ti, Yuki. — es algo raro oírla decir eso, pero lo importante es que dejará pasar las locuras de Inosuke por un rato.

Más tarde, nos reunimos con Tanjiro y Uzui; Zenitsu no aparecía.

— ¡Te digo que hay un demonio donde nosotros estamos! — le dijo Inosuke a Tanjiro.

— Pero...

— ¡Te digo que hay un demonio tal que así! — hizo gestos con sus manos.

— Sí, ya... pero espera un poco.

— ¿Así lo entiendes mejor? — usó sus dos manos para hacer un sólo gesto que yo no entendí.

— Uzui y Zenitsu llegarán pronto.

— Es así. — continuó explicando. — Sé perfectamente lo que digo.

— Sí, sí.

— Inosuke explica las cosas de forma muy extraña, pero a pesar de eso, es el único de nosotros dos que de hecho ha conseguido algo. — me sentí algo mal por eso. — La señora ha estado cargándome de cosas y casi no tengo tiempo para investigar. Además, ya no aguanto ni un minuto más ahí; juro que si escucho a alguien más decir que me parezco a Inosuke o que soy una buena hermana mayor... voy a enloquecer.

— Tú también la has tenido difícil, pero estoy seguro de que el hecho de que estén centrados en ti le ha ayudado a Inosuke para no llamar la atención mientras investiga.

— Supongo que es una forma de verlo, pero como no puede hablar, tengo que ofrecer muchas disculpas en su lugar cada día. Y el trabajo que me dan no es nada fácil, pero la señora sigue insistiendo en que “puliendo mis habilidades ascenderé de inmediato”; no sé cuánto más pueda tolerar así, y se me están acabando las excusas para comer sólo manzanas, ¿y tienes idea de lo difícil que fue explicar mis dientes afilados? Tuve que decir que son herencia familiar y se lo creyeron apenas, pero no me dejan sonreír mostrando los dientes.

— Sabía que siendo un demonio esto iba a ser difícil para ti, pero... eso es demasiado complicado...

— Zenitsu no vendrá. — Uzui apareció de la nada.

Me sorprendí, no hizo ruido en lo absoluto.

— ¿Qué quieres decir con que Zenitsu no vendrá? — preguntó Tanjiro.

— Siento lo que les hice. — se disculpó de pronto. — Parece que tomé varias decisiones equivocadas para salvar a mis esposas. Zenitsu desapareció; no se sabe nada de él desde anoche. Márchense del distrito; son de rango demasiado bajo. Si el demonio es una Creciente no podrán con él; doy por hecho que los desaparecidos están muertos. — se levantó. — A partir de ahora, me moveré en solitario.

— No, Uzui. Nosotros-

— No se avergüencen. — Uzui interrumpió a Tanjiro. — Gana quien sobrevive; distingan sus prioridades.

— ¡Espera, viejo! — pero para cuando Inosuke quiso detenerlo, él ya se había ido.

— Como somos del rango más bajo, le costará confiar en nosotros. — opinó Tanjiro.

— Es natural; me sorprendió que haya confiado en mí desde un principio. — continué yo. — Y es comprensible que piense así siendo que sus esposas desaparecieron.

— Ahora somos Kanoe. — habló Inosuke. — Ascendimos. ¿Recuerdas los rangos? Antes éramos Mizunoto, el rango más bajo; ahora somos Kanoe, el cuarto por abajo. Fíjate bien, muestra mi rango. — mostró su mano. — ¿Qué te parece? — pero Tanjiro no parecía entender nada. — Nos hicieron algo en la mano en la montaña de glicinas.

— Lo recuerdo vagamente, pero estaba demasiado cansado.

— Dicen que la marca de glicina reacciona al habla y los músculos.

— No sabía nada de esto. — se veía arrepentido y desanimado.

— Es la marca de los cazadores. — Tanjiro suspiró. — Anímate.

— Cierto, no hay tiempo que perder. Por la noche iré a la casa Ogimoto; ustedes espérenme, es peligroso actuar en solitario.

— ¿Por qué?

— Porque hoy terminaré de investigar mi casa.

— ¡Hay un demonio en la nuestra! ¡Ven ahora! ¡Eres muy tonto!

— No es verdad.

— Inosuke, ¿qué fue lo que hablamos sobre actuar con precipitación? Haz caso a Tanjiro y ten paciencia; no sabemos qué le pasó a Zenitsu ni dónde está, y lanzarnos a atacar no nos llevará a nada bueno.

— Uzui vigilaba el exterior por las noches. — mencionó Tanjiro mientras era golpeado por Inosuke. — ¡Ay, ay! Zenitsu desapareció igualmente y el demonio de su casa sigue escondido. Para ya de golpearme, por favor. — pero le hicieron caso omiso. — Creo que hay pasadizos ocultos en el edificio.

— ¿Pasadizos? — Inosuke paró.

— Sí, si no entra y sale de la casa, es muy probable que trabaje en ella. — explicó. — Cuando trabajan y se hacen pasar por seres humanos, se vuelven más precavidos matando, para que no los descubran.

— Eso... tiene bastante sentido. De no ser así, probablemente ya lo habrían descubierto, pero si se es lo suficientemente cuidadoso, es posible ocultar un asesinato; al menos para que nadie note que pasó, y así podría tener un lugar seguro donde sabe que puede matar sin preocuparse por el desastre que dejará. — pensé en voz alta.

— Ya veo, borrar el rastro de un asesinato es complicado. — dijo Inosuke. — La sangre no es fácil de limpiar.

— Aquí se vive de noche; eso favorece a los demonios, pero no en todo. — siguió Tanjiro. — De noche tienen que trabajar. Si desaparecen, sospecharán.

— Es verdad.

— Creo que Zenitsu y las esposas de Uzui siguen con vida, y actuaré en consecuencia. Los salvaré; espero que ustedes hagan lo mismo, y eviten morir a toda costa. ¿De acuerdo?

— Todo lo que acabas de decir... — habló Inosuke. — era justo lo que iba a decir yo.

— No pensé que diría esto jamás, pero ¿al parecer de pronto Zenitsu se convirtió en una prioridad? Como sea, supongo que habrá que hacer algo al respecto.

🌀 Las conversaciones de mi prima y yo be like:
Mi prima: Nezuko mi mujer.
Yo: Nuestra* 🤨
Mi prima: jsahajsja bueno, nuestra.
Yo: Diplomacia 🤝✨
No sé por qué me da risa la forma en que comparte tan fácilmente JSAHAJSJA

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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