𝟶𝟸𝟽 𝙈𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣

Escuché a alguien llamarme desde la distancia.

Yuki....

¿Estoy despertando? Pero espera, todavía hay muchas cosas que no sé sobre esto; apenas estaba empezando a aprender algo importante.

Yuki...

¿Y si no vuelvo a soñar con esto? Necesito saber cómo usar eso de “que el dolor sea compartido” por el bien de los demás.

Yuki.

Sólo dormiré un poco más; sólo un poco más.

Yuki.

Al menos quiero terminar este sueño.

— ¡Yuki! — desperté luego de reconocer la voz; era Genya quien me estaba llamando.

— ¿Qué sucede?

— ¿Te sientes bien? Estabas toda agitada mientras dormías.

— Estaba teniendo un sueño; era sobre algo importante.

— Lo siento, es que ya es de noche; tenemos que ir a investigar. — miré hacia el cielo. El sol ya se había metido y estaba completamente oscuro.

— Bien, vamos.

Los lugareños habían puesto una cerca alrededor de esa sección de sus cultivos, la cual tuvimos que pasar para entrar allí. Empezamos a caminar y adentrarnos más en el lugar mientras poníamos atención a nuestro alrededor en silencio.

— Y... ¿sobre qué era tu sueño?

— Lo que soñaba no tiene relevancia en este momento.

— Está bien, está bien. — se quedó callado y asumí que ya no diría nada más. — Está demasiado oscuro aquí... por cierto, ¿es idea mía o aquí no parece que hayan desaparecido personas?

— Tienes razón, no hay rastros de sangre, ni de ropa, ni de nada.

— Como si se hubieran desvanecido en el aire.

— El suelo.

— No, estoy seguro de que sí se dice “en el aire”.

— No, mira el suelo. — le señalé. — ¿Ves los cultivos?

— Están secos, lo cual es obvio porque nadie ha venido a cuidarlos.

— Pero mira esto. — me agaché. — La forma en que está sobre la tierra me da a entender que fue replantado varias veces, y por la falta de agua que parecen tener, diría que han estado así durante al menos dos semanas. Sin embargo, la parte que más me inquieta es que no se ven bien plantadas, y las raíces se ven muy maltratadas; como si las hubieran arrancado del suelo. No han recibido nada de nutrientes y están prácticamente muertas, pero no tiene sentido; dos semanas no es suficiente para dejarlas así.

— Yuki, no tenía idea de que supieras tanto sobre agricultura.

— Yo tampoco.

— Ah... ¿no puedes oler sangre ni nada? ¿Eso funciona así?

— Eso es lo más extraño, sí puedo. Es un olor muy fuerte, pero no veo sangre por ningún lado. — y ahí fue donde uní los puntos en mi cabeza. — Ya lo resolví.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? No entiendo nada, me perdí desde que empezaste a hablar sobre las técnicas de agricultura.

— El suelo, el olor a sangre, los cultivos, todo tiene una sola explicación; está debajo de nosotros.

— ¿El demonio está debajo de nosotros?

— Probablemente sale de la tierra a llevarse a los humanos que vienen aquí y luego los lleva de vuelta abajo. Cuando llegaban otros agricultores, veían un desastre y tenían que replantar todo una y otra vez, pero luego se los llevaban a ellos también.

— Tu razonamiento es veloz.

— No me gusta presumir.

— Pero espera, ¿por qué nosotros no hemos encontrado el desastre de cuando se llevaron a los últimos que vinieron?

— Debe estar por aquí en algún lado, y cuando lo encontremos, habremos encontrado al demonio.

— Oye, ehm, ¿te molesta si...? Bueno, si llego a estar muy herido y necesito curarme, ¿te importaría dejarme...? Tú sabes...

— No, no lo sé.

— Bueno... tú entiendes...

— No entiendo.

— Si por alguna razón me hicieran mucho daño y necesite curar mis heridas, tú sabes cómo tendría que hacerlo, ¿y te molesta... ya sabes... ayudarme con eso? — traté de analizar sus palabras.

— ¿Lo que quieres decir es que quieres adquirir los poderes que tengo para curar mis heridas como demonio y que para eso tendrás que consumir de mi carne y te incomoda preguntarlo? Pues de ser necesario, no me molesta.

— Por favor, no analices cada palabra que digo de esa forma, pero sí, eso era lo que quería decir. Creo que es más sencillo que tratar de comerme al demonio al que tenemos que matar.

— Tu lógica es razonable, así que sí, reitero lo que dije anteriormente, no me molesta.

Bueno, no hay mucho que contar después de eso; no ocurrió nada interesante. Pudimos eliminar al demonio sin ningún tipo de inconveniente, y lo único que puedo recalcar de esa experiencia es que Genya y yo nos volvimos algo cercanos; él es alguien con quien puedo entenderme, es lindo.

Ah, con eso me refiero a su personalidad, que al principio no me parecía linda. Eso tampoco se oyó bien; no estoy diciendo que físicamente esté mal, pero quería decir que es una persona agradable con la que me puedo llevar bien.

Regresé a la finca mariposa, donde me volví a encontrar con los chicos entrenando como si sus vidas estuvieran dependiendo de ello, lo cual técnicamente es cierto porque no podrán defenderse si no entrenan.

— ¿Qué están haciendo? — les pregunté una vez estuve cerca.

— Ah, Yuki, ¿ya volviste? — me preguntó Tanjiro. — Hemos estado practicando y entrenando para usar la respiración de concentración total a toda hora, ¿quieres acompañarnos?

— Literalmente acabo de llegar, y no gracias, pero ya sé hacer eso. Aprendí leyendo los escritos que habían guardados en mi antigua casa.

— Espera, ¿qué tan adelantada a nosotros estás?

— Es probable que no tanto como piensas.

— Ah, por cierto, ¿con quién tuviste que hacer tu misión, ahora que lo pienso? Habías dicho que no recordabas antes de irte.

— Al final era ese otro chico de la selección final, al que casi le rompes la muñeca.

— Eh... ¿no fue muy incómodo para ti?

— Sólo al principio, pero logramos llevarnos bien; fue lindo convivir con él. Hablamos de muchas cosas, y nos conocimos un poco más.

— ¿O sea que te agradó? Eso es bueno, y pareces muy feliz.

— ¿Ves felicidad en eso? — se acercó a preguntar Zenitsu.

— ¿No la estás viendo? Jamás la vi tan llena de vida; ella está casi sonriendo.

— No lo está.

— Su mirada refleja toda su emoción.

— Yo la veo igual que siempre.

🌀 Hoy no sé por qué me dieron ganas de maquillarme y traté de hacerme un delineado por primera vez en la vida; no salió tan mal, y luego decidí que quería ponerme un labial morado, y luego recordé que tenía que usar mis lentes, y me sentí bonita. No sé por qué les cuento JSAHAJSJA perdón.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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