𝟶𝟸𝟼 𝘿𝙤𝙡𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙖𝙧𝙩𝙞𝙙𝙤

— ¿Tú que piensas? — Genya me preguntó una vez que estuvimos frente a los cultivos de los que nos hablaron.

— Lo más prudente será esperar hasta que sea de noche. Si hay un demonio aquí, no saldrá hasta que se ponga el sol.

— Supongo que tienes razón; nos podemos quedar aquí mismo en vista de que quedan un par de horas.

— ¿Qué deberíamos hacer mientras tanto?

— Esperar, creo. ¿No tienes... hambre o algo así?

— Estoy bien, aquí tengo una manzana, pero no la voy a comer ahora. — miré hacia el suelo por un momento. — Por cierto, acabo de recordar algo.

— ¿Qué cosa?

— Me recuerdas al hermano adoptivo que tenía durante mi vida humana.

— ¿Y eso por qué?

— Según recuerdo, mi madre adoptiva era cazadora de demonios, y se suponía que él sería el siguiente de la familia en serlo, pero su cuerpo era muy frágil y no tenía talento para las respiraciones. Es por esa razón que se decidió que yo iba a heredar el estilo de respiración que usaba mi mamá, el cual... ahora me doy cuenta de que es el mismo que aprendí después de convertirme en demonio. Como sea, mi hermano y yo éramos cercanos porque él era lo más comprensivo que podía conmigo, y al mismo tiempo me ayudaba y  aconsejaba para avanzar, pero más importante que eso, me parecía admirable la forma en que se esforzaba para que mamá estuviera orgullosa. Incluso cuando no tenía talento, él quería enorgullecerla; por eso tú me recuerdas a él.

Noté que me estaba mirando fijamente, así que le devolví la mirada.

—...No pensé que pudieras relacionar tanto de tu vida conmigo.

— A veces pasa. ¿Te molesta?

— No, no es eso; es extraño lo amable que estás siendo conmigo. Se siente antinatural, aunque lo aprecio, pero igual se siente raro. — apartó la mirada. — Gracias por ser tan comprensiva.

— No es nada; estoy haciendo lo que cualquiera haría.

— No cualquiera diría que comer demonios vivos es increíble.

— Es que lo es.

— De verdad eres extraña. — se rió.

— ¿Extraña? Yo no diría eso. No muy común sí; poco convencional quizás, pero ¿extraña? — bostecé a mitad de lo que estaba diciendo. — Lo siento, estar afuera de día aún me da sueño.

— Podrías dormir, bueno, no estamos haciendo nada justo ahora.

— Técnicamente estamos en medio de una misión; no creo que sea lo correcto.

— Estará bien; de todas formas no íbamos a hacer nada hasta que anochezca. Mira, ahí hay una sombra, puedes ponerte por allá y dormir un poco; yo te despertaré cuando ya sea hora.

— Bien, pero sólo será un rato.

— Tienes que aprender a ser un poco más relajada; yo voy a ver si los del pueblo me dicen algo más, así no sientes que desperdiciamos tiempo.

Decidí, entonces, que dormir sería una buena idea. A decir verdad, a veces no soy consciente si mi estado físico no está en condiciones de seguir adelante; sólo continuó hasta que definitivamente no puedo más. Había estado evitando dormir porque no sabía si me iba a llegar un recuerdo de un momento a otro y eso sería tedioso.

Ah, pero no puedo evitarlo. Puedo sentirlo venir, y aquí viene, un recuerdo.

— Yuki. — mi madre me llamó. — ¿Quieres ver algo increíble?

— ¿De qué se trata?

— Es un pequeño adelanto del entretenimiento que te espera; ahora ven aquí, a esta habitación oscura.

— ¿Que la habitación sea oscura es completamente necesario?

— Tomando en cuenta que se llama “respiración de la oscuridad” creo que puedes suponer que sí. — nos encerramos en la habitación y ella comenzó a hablar de nuevo. — Ahora, ¿qué sientes cuando estás en medio de la oscuridad?

— Nada en especial; sólo sé que está oscuro y no puedo ver.

— Verás, la mayoría de las personas suelen tenerle miedo a los lugares oscuros, pero realmente no hay nada que temer. — tomó mis manos. — Sé que tienes problemas con las emociones, y sé que no entiendes bien lo que es sentir miedo, así que te daré un pequeño truco.

— No entiendo cómo todo esto se relaciona.

— Lo entenderás ahora. — me aseguró. — Cuando las personas están tristes, tienen miedo, sienten amargura, ira o dolor, se sumergen en otro tipo de oscuridad; la oscuridad interna, esa que todos llevamos en nuestro interior. La mayoría de las veces, esto resulta muy doloroso, y no sólo de forma física, ¿y sabes qué es lo que se hace cuando alguien está sufriendo frente a ti?

— No.

— No te pones a pensar: “¿Por qué se está sintiendo así?” o “No tiene sentido” o “No lo entiendo”. Tienes que ayudar a la gente que está sufriendo, y para eso es necesaria la empatía. Ahora, sé que no has conocido a nadie además de a nosotros, que somos tu familia, y jamás has visto necesario sentir empatía, pero aquí está el secreto para hacerlo.

— ¿Cuál es?

— No puede haber oscuridad sin luz, y algún día tú tendrás que ser esa luz de esperanza para alguien. Tal vez sea sólo una o pueden ser muchas personas, pero lo importante es que ese momento llegará. — apretó su agarre en mis manos. — Esto no es magia ni nada por el estilo, pero son las palabras que te está diciendo la persona que se encargó de criarte y que te ama mucho, mucho más que a cualquier otra cosa. Cuando no entiendas cómo se está sintiendo alguien, piensa en ésta frase: “Con éste enunciado establecido, que el dolor sea compartido”. Sí, sé que suena tonto porque la magia como tal no es real, pero, quiero que digas eso y te pongas en el lugar de los demás cada vez que no entiendas lo verdaderos sentimientos de las personas para poder ayudarlas.

— Eso no tiene mucho sentido.

— Sabía que ibas a decir eso, pero créeme, va a funcionar; piensa en ello como una promesa. Cuando seas capaz de entender la oscuridad de los demás, serás capaz de dominar la tuya; ese es el primer paso, y te lo digo porque no está en ninguno de los escritos. ¿Puedes prometer que lo harás? — no podía verla, pero sabía lo que ella esperaba que dijera, y también sabía que ella me estaba sonriendo.

— Lo prometo.

🌀 YA, PERO- VEAN ESTE DIBUJO QUE Ahbueno_ahbueno ME HIZO DE YUKI.
Es hermosa.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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