𝟶𝟸𝟸 𝙋𝙧𝙪𝙚𝙗𝙖𝙨

Nos llevaron hasta la finca mariposa, donde no respondió nadie y rodeamos el lugar hasta jardín.

— Podrías caminar tú solo. — la persona que estaba llevando a Tanjiro se quejó.

— Lo siento, es que me duele todo el cuerpo. — miró a su alrededor. — La sede era muy grande, pero esta finca también.

Las mariposas empezaron a rodearnos a medida que nos acercábamos al jardín. Había una chica ahí; sólo estaba ahí parada observando a las mariposas. Esto me resulta familiar... ¿ella no estaba en la selección final? Sólo sonreía; de hecho ahora también sólo sonríe.

— Hay alguien. Hay alguien ahí.

— Esa es... Ah, sí, es la Tsuguko. ¿Cómo se llamaba?

— ¿Tsuguko? — preguntó Tanjiro.

— Es Kanao Tsuyuri.

— Estaba en la selección final.

— No recuerdas que anoche te pisoteó, ¿verdad? Los Tsuguko son los herederos de los pilares; sólo eligen a aquellos con más talento. Es una chica increíble.

— Discúlpenos, señora Tsuyuri. Venimos por la orden de la señora Kocho. ¿Podemos entrar a la casa? — ella permaneció en silencio. — ¿Podemos? — siguió sin decir nada en absoluto; sólo sonreía. — ¿Podemos, señora?

¿Así se sentían los demás cuando fingí ser muda? Aunque no fue intencional. Ella no es muda, ¿cierto? Espero que no.

— ¿Quiénes son ustedes? — una voz detrás de nosotros nos sorprendió; era otra chica.

— Este...

— La señora Kocho...

— ¿Son parte de los Kakushi? Veo que traen a un herido. Síganme.

Bueno, yo técnicamente ya no estaba herida, pero igual terminaron llevándome con ellos. Incluso afuera de la habitación se podían escuchar los quejidos de alguien que no quería tomar su medicina, y por alguien me refiero a Zenitsu.

— Sigue armando escándalo. — la chica de antes mencionó con algo de molestia en el tono de su voz. — ¡Silencio! Ya te lo expliqué mil veces. Si no te controlas, te ataré a la cama. — él estaba temblando demasiado. — Cielos. — se fue.

— Zenitsu. — Tanjiro llamó su atención. — ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? Viniste a la montaña, ¿no?

— Tanjiro, Yuki. ¡Ustedes! ¿Saben qué? Me picaron unas arañas apestosas y el veneno dolía muchísimo. — lloró. — Además, esa chica no deja de gritarme.

— Eso es porque te lo merecías; no debes gritar tanto en un lugar así.

— No sé por qué te cuento las cosas; eres demasiado fría. Por eso no tienes novio.

— ¿Eso qué tenía que ver? Yo sólo estoy diciendo la verdad.

— Zenitsu, ¿no eres más pequeño que antes? — Tanjiro cambió el tema.

— Estuve a punto de convertirme en araña; por eso mis extremidades son tan cortas.

— Vaya. ¿Viste a Inosuke o a Murata?

— No sé quién es Murata, pero Inosuke está a mi lado. — no lo noté en todo éste tiempo; está inusualmente callado.

Bueno, eso de hecho no es malo, pero no es usual.

— ¡Es verdad! No me di cuenta de que estaba ahí. — Tanjiro se cayó justo después de decir eso. — Me alegro que estés a salvo. Me alegro mucho; — empezó a llorar. — siento no haber podido ir a ayudarte.

— Tranquilo. No importa.

Habló demasiado bajo.

— Esa voz... ¿seguro que es Inosuke?

— Por lo visto, se lastimó la garganta. — Zenitsu nos explicó. — No sé qué pasó, pero parece que lo ahorcaron y al final se puso a gritar y terminó de arruinarla. — entonces sí sabes qué fue exactamente lo que pasó. — Supongo que es porque está deprimido, pero es gracioso verlo tan tranquilo. — se empezó a reír.

— ¿Desde cuando te ríes así? Das miedo. — me sorprende que haya sido Tanjiro quien lo dijo; aunque lo dijo mientras estaba sonriendo. — ¿Qué te pasa?

— Siento ser tan débil. — espera, ¿escuché bien? ¿Inosuke se disculpó y dijo que es débil, todo en la misma oración? No debería alegrarme por el sufrimiento de los demás, pero está demasiado tranquilo; no puede gritar y está siendo prudente.

— ¡Ánimo, Inosuke! — Tanjiro trató de alegrarlo. — No es propio de ti estar tan decaído.

— Hiciste lo que pudiste, ¡eres genial! — siguió Zenitsu.

— Que no hayas muerto ya es un gran logro.

— Yo me alegro de que estés vivo.

— Oye, ¿viste si me tomé la medicina esta mañana? ¿Alguien me vio? ¿Alguien me vio?

No hice más durante ese día, pero el día siguiente, cuando Shinobu sí estaba ahí y mientras Tanjiro e Inosuke iniciaron su entrenamiento restaurador, ella me pidió que la acompañara a otra habitación para hablar conmigo.

— Siento que hayas sufrido tanto con el veneno, pero al final recuperaste; considera que estás renaciendo luego de haber soportado ese dolor. — me dijo. — Tienes una apariencia bastante peculiar para ser un demonio, y tus heridas sanan algo lento. Mucho más rápido que los humanos, por supuesto, pero más que nada me llama la atención que pareces una humana todavía; quisiera hacer un par de pruebas contigo, ¿está bien?

— Sí, es lo menos que puedo hacer si me van a dejar quedarme aquí.

— Entonces, empecemos con una revisión física. — tomó mi cara. — Tus ojos lucen como los de un humano normal, y la complexión de tu rostro y color de tu piel no son inusuales para un humano; aunque eres bastante pálida, pero tampoco lo eres demasiado. — me hizo abrir la boca. — Lo único que puedo resaltar son éstos colmillos. Por cierto, pareces tener una buena salud dental. — después revisó mis manos — el tamaño de tus uñas también es normal, y tus manos están muy bien cuidadas. Mira hacia acá. — puso una luz deslumbrante justo frente a mí.

— Agh, mis ojos.

— Como esperaba, eres sensible a la luz. ¿Puedes ver?

— No. — traté de enfocar mi visión.

— En un momento deberías ser capaz de ver otra vez. Mientras tanto, contesta un par de preguntas. ¿Cómo haces para recuperar energía si no comes humanos?

— Las manzanas, creo, y a de vez duermo; aunque no tanto como Nezuko.

— ¿Tienes alguna habilidad especial que te identifique como demonio?

— No...

— Ya veo. ¿Y no has utilizado ninguna habilidad que tengas como demonio en batalla?

— No, sólo uso la espada.

— Es bastante curioso... es como si sólo fueras un demonio extremadamente débil y que no cambió su apariencia o una humana que puede curar sus heridas rápido; podría apostar a que sí te veías así cuando eras humana. Todo debe tener una explicación, pero no logro verla sólo con lo que me dijiste; deberías poder hacer mucho más. — pensó por un momento. — Extiende el brazo. — hice lo que me dijo y cuando me di cuenta sacó una jeringa y extrajo una muestra de mi sangre. — Voy a hacer un par de pruebas con ésto; quizás así sea más fácil llegar a una conclusión. ¿Está bien?

— Sí. — miré mi brazo.

— Eso es todo por ahora; si quieres puedes ir a ver a esos chicos tener su entrenamiento restaurador, o puedes usar el tiempo para conocer a Aoi o a Kanao; siento que ustedes se llevarán bien. Ah, por cierto, creo que tendrás que venir algo seguido aquí para seguir haciendo pruebas; además de que no estoy segura de cómo funciona tu salud física.

🌀 No sé qué decirles hoy, ¿ustedes cómo están?

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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