𝟶𝟷𝟻 𝙎𝙞𝙜𝙪𝙚 𝙩𝙪́ 𝙨𝙤𝙡𝙖

No tardamos mucho en enredar los hilos de toda esa gente, aunque Inosuke parecía creer que era una especie de competencia; me sorprende lo paciente que estaba siendo Tanjiro.

— ¿Viste? ¡Yo lo envié más lejos!

— Sí, sólo queda uno.

— Por fin... — susurré.

— Lo repetiré, fíjate bien esta vez. — Inosuke se dirigió hacia el último de ellos.

— De acuerdo, pero no seas demasiado violento.

Los hilos se volvieron a mover, haciendo que las cabezas de todos dieran completamente la vuelta y matándolos en el proceso.

— Al final los mató a todos. — dijo Inosuke.

— Supongo que las vidas humanas valen tan poco para quien sea que lo haya hecho, pero me da algo de lástima por ellos. — Tanjiro se arrodilló frente al cadáver durante un momento.

Me dieron escalofríos de pronto, como si su aura hubiera cambiado por completo en un momento; dio una vibra espeluznante.

— Vamos. — habló una vez que se levantó.

— Sí. — ni siquiera Inosuke lo cuestionó.

Volvimos a correr a través del bosque, procurando apresurarnos antes de que algo más suceda y nos impida avanzar.

— Por aquí, estamos bastante cerca. — mencionó Inosuke.

Otra vez las malas vibras, pero esta vez son más fuertes, me da escalofríos.

— ¡Inosuke, Yuki! — Tanjiro trató de decirnos algo, supongo que lo mismo, que hay algo cerca.

— ¡Yo me percaté antes! — gritó Inosuke. — ¡Le cortaré la cabeza! — saltó.

— No debería apresurarse tanto. — hablé.

Y.... el demonio no tiene cabeza. Está bien, oficialmente lo he visto todo.

— ¡Le falta el punto débil! ¡No podemos cortarle la cabeza! ¿Cómo...?

— ¡Inosuke! — llamó su atención, pero él no lo escuchó.

— ¿Qué vamos a hacer?

— ¡Cálmate! Cortaremos en diagonal desde el cuello hasta la axila izquierda. — calculó con rapidez. — Es ancho y probablemente resistente, pero... — Inosuke salió corriendo por su cuenta. — ¡Espera! ¡Vayamos juntos!

No sólo terminó con algunas heridas, también lo habían atrapado las arañas y tuvimos saltar a su rescate para que no muriera porque no se podía mover.

— La próxima vez, piensa antes de saltar al peligro. — mencioné mientras cortaba los hilos que lo sostenían.

— ¡Peleemos y pensemos juntos, Inosuke! Colaboremos para vencer a éste demonio.

— ¡Deja de hacer que me sienta extrañamente satisfecho! ¡Estorbas!

Tanjiro arrodilló apoyándose en sus brazos.

— ¡Súbete a mí, Inosuke! — él hizo caso y cortó los brazos del demonio. — ¡Salta, Inosuke! ¡Yuki, síguelo tú también! — tuve que saltar yo también, luego Tanjiro cortó las piernas del demonio. — ¡Corten en diagonal, los dos juntos! — la verdad, todo pasó bastante rápido y relativamente fácil. Logramos cortar en diagonal y esa cosa empezó desaparecer. — ¡Lo vencimos! — Inosuke se quedó en silencio. — ¿Inosuke? — él corrió hacia Tanjiro, lo tomó y lo lanzó.

— ¿Y eso por qué fue? — le pregunté.

— ¡Así va a llegar al demonio! ¡Puedo hacer lo mismo que él!

— Tu lógica es bastante insólita, pero resultó eficaz al final.

— ¡No digas palabras que no entiendo! ¿Te burlas de mí?

— No, sólo digo que tienes una forma peculiar de razonamiento, pero de alguna manera no afecta tu eficiencia.

— ¡Deja de decir palabras raras! — no tiene caso discutir con él, sólo queda esperar a que Tanjiro regrese. Y para mi suerte, no tardó mucho; en poco tiempo ya estaba de regreso. — ¿Lo venciste?

— ¿Estás bien, Inosuke?

— ¡Te pregunté si lo derrotaste!

— Sí. ¿Cómo te encuentras?

— ¡Deja de preocuparte por mí todo el tiempo! ¿Lo entiendes ahora? ¡Puedo hacer lo mismo que tú! Y pronto tendré la cabeza tan dura como tú. Y entonces... entonces...

— ¿Para qué querrías eso? — le pregunté.

Tanjiro lo trató de ayudar a tratar sus heridas antes de continuar con nuestro camino hasta un río. La verdad, no sé qué tanto más tendremos que estar aquí; estoy tan cansada...

— Ese ruido... — habló Tanjiro de pronto. — ¿cayó un rayo?

— Ni idea. — contestó Inosuke.

— No huelo a nubes de tormenta, pero hay un olor muy fuerte y no estoy seguro. Inosuke, Yuki y yo vamos a ir por ahí.

— Haz lo que quieras.

— Tú sal de la montaña. — él lo miró. — Baja la montaña. — le repitió.

— ¿Por qué? ¡Muérete!

— Pero estás muy malherido, y Yuki está en mejores condiciones para seguir.

— ¡No tengo ni una herida!

— Mentiroso. — lo acusé.

— Inosuke, se mire por donde se mire...

Se escucharon pasos al otro lado; había una demonio cruzando el río.

— ¡Bien! — gritó Inosuke. — ¡Te partiré en dos, demonio! — ella salió corriendo. — ¡Espera!

— ¡Inosuke! — Tanjiro gritó al ver que corrió a perseguirla.

— Creo que tendré que correr también. — supuse.

— ¡Papá! — exclamó ella.

¿Esa vez en vi a un demonio sin cabeza y dije que ya lo había visto todo? Pues eso no se compara a ver a un demonio gigante con cara de araña.

— ¡No se acerquen a mi familia! — nos gritó, justo antes de dar un puñetazo directo al suelo.

— ¡Yuki! — Tanjiro gritó desde la distancia. — ¡Tú estás más cerca! ¡Corre tras esa demonio y nosotros nos encargamos aquí! ¡Estoy seguro de que puedes tú sola con ello!

— Eso no es muy reconfortante, pero está bien. — traté de escabullirme lo mejor que pude, aunque terminé cayendo en el río por un momento. — Rayos, ¿qué hago? — miré mi reflejo en el agua. — Éste no es momento para estar hablando conmigo, ¡corre! ¡Ah, detrás de ti!

Logré esquivar un golpe a tiempo al saltar, y con eso pude correr lo suficientemente rápido como para que ya no pudiera alcanzarme.

Ahora sólo tenía que preocuparme por encontrarla, en especial porque al parecer estaba perdida. Corrí en busca de la demonio que encontramos antes, y sólo tenía que asegurarme de encontrarla antes de que cause más desastre. Mi cuervo apareció de pronto en medio de la persecución; no me di cuenta de que seguía cerca.

— Chisei, vete de aquí, es peligroso; ve a un lugar seguro. — no se veía seguro, pero terminó por hacerme caso.

Después de un muy largo rato llegué a lo que, yo supuse, era su territorio. El lugar era un desastre de... bolas de telaraña, asqueroso. Ella me miró con odio, como si fuera una especie de plaga, pero no la iba a dejar hacer nada antes de atacar primero.

🌀 Quizás suba otro capítulo en un ratito, si me alcanza la batería, sino mañana.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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