𝟶𝟷𝟹 𝙈𝙤𝙣𝙩𝙚 𝙉𝙖𝙩𝙖𝙜𝙪𝙢𝙤

— ¡Esperen! — Zenitsu nos detuvo cuando estábamos cerca de llegar. — ¡Esperen, por favor!

— ¿Qué sucede, Zenitsu? — le preguntó Tanjiro.

— ¡Tengo miedo! — contestó, sentado en el suelo mientras abrazaba sus rodillas. — ¡Nos acercamos al destino y tengo miedo!

— No te sientes ahí; eres repulsivo.

— ¡Habló el de la cabeza de jabalí! — se quejó. — ¿No perciben nada en esa montaña?

— Sentarte ahí no servirá de nada. — opinó Tanjiro.

— Repulsivo.

— ¡No soy repulsivo! ¡Soy normal! ¡Yo soy normal! ¡Los raros son ustedes!

— Tendrás que venir a menos de que quieras quedarte aquí solo en plena noche, y en dado caso sí estarías completamente indefenso. —le dije. — Darte por vencido tampoco es una opción.

Algo pareció captar la atención de Tanjiro en ese momento; un olor extraño según lo que él describió, y luego salió corriendo seguido de Inosuke y me decidí por dejar a Zenitsu ahí.

— ¡No me dejen solo! — bueno, por lo menos el miedo lo motiva... de algún modo y bajo ciertas circunstancias. — ¡No me dejen solo!

Avanzamos unos cuantos metros hasta encontrar a una persona tirada en el suelo, prácticamente arrastrándose y suplicando ayuda.

— ¡Lleva el uniforme de asesino de demonios! — observó Tanjiro. — ¡Aquí pasó algo! — volvimos a correr para acercarnos al desconocido. — ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

Y luego salió volando.

— ¡También se me pegaron a mí! — gritó. — ¡Ayuda! — fue lo último que escuchamos de él antes de que se perdiera entre los árboles.

Bueno, eso fue raro teniendo en cuenta que los humanos no vuelan. Demasiado inusual para mi gusto.

— Voy a ir. — declaró Tanjiro.

— ¡Iré yo primero! — se adelantó Inosuke. — Tú sígueme temblando de miedo. ¡Me rugen las tripas!

Creo que tengo un serio problema con no importarme si salgo viva o no, pero lo que sea, terminé por seguirlos a pesar de que dejamos atrás a Zenitsu, sin embargo, él en cierto sentido se lo buscó porque tuvo la opción de seguirnos.

Ah, este lugar me da malas vibras; es escalofriante.

— ¿Qué es esto? — Inosuke preguntó al ver sus manos llenas de telaraña. — ¡Está lleno de telaraña! ¡Que fastidio!

— Sí. — habló Tanjiro. — Inosuke.

— ¿Qué quieres?

— Gracias, me alegró oírte decir que vendrías conmigo. — le dijo. — Me estremeció un olor retorcido y siniestro que proviene de la montaña, así que gracias. A ti también, Yuki.

— De todas maneras, supongo que no importa si muero.

— No digas esas cosas.

— Es la verdad.

— Esperen, — se detuvo por un momento. — vamos. — había por los alrededores otro cazador de demonios que estaba haciendo... ni idea, pero parecía asustado incluso cuando Tanjiro se acercó a él. — Vinimos a apoyarlos. Soy Tanjiro Kamado, Mizunoto.

— Mizunoto... ¿Mizunoto? ¿Por qué no enviaron a un pilar? Enviar mil Mizunotos no servirá de nada. — recibió un golpe en la cara de Inosuke.

— ¡Inosuke!

— ¡Cállate! El que no sirve de nada eres tú. — lo tomó del cabello. — ¡Explícanos lo que sucede, debilucho!

— Los cuervos nos dieron la orden de venir. — relató, a la vez que trataba de librarse de Inosuke. — Éramos un grupo de diez. Poco después de entrar en la montaña... los demás comenzaron a pelear entre ellos. — nos interrumpió un sonido extraño.

— ¿Qué es ese ruido?

— Otra vez. — habló el mismo de antes. — ¡Otra vez ese ruido! Los demás comenzaron a pelear cuando oímos éste ruido.

— ¿De dónde procede?

Bueno sí, lo admito, en momentos como éstos sería bueno que esté Zenitsu aquí para que escuche cosas o haga lo suyo, no lo sé. Éste lugar da miedo.

Aparecieron de la nada lo que parecían ser los otros cazadores, los cuales empezaron a atacarnos sin razón. Definitivamente está pasando algo muy raro; me da una mala sensación estar aquí.

— ¡Son todos tontos! — exclamó Inosuke. — No saben que tenemos prohibido pelear entre nosotros.

— No es eso; se mueven de forma extraña. — observó Tanjiro. — ¡Los están controlando!

— Son como un montón de títeres, — mencioné. — pero mucho más escalofriantes.

— ¡Muy bien! ¡Acabaré con todos!

— ¡No! Algunos siguen vivos, y no podemos lastimar los cuerpos de nuestros compañeros.

— ¡Deja de decir que no a todo!

— Esto se volvió demasiado complejo; quisiera poder salir de aquí cuanto antes... — dije.

Fue poco después que mientras nos atacaban logramos descubrir cómo los estaban controlando después de Tanjiro usó su espada para cortar sobre la espalda de uno de ellos.

— ¡Los están controlando mediante hilos!

— Como dije, títeres, escalofriante, probablemente un demonio por ahí escondido en las sombras como una especie de ente maligno con una conspiración bien elaborada sobre el valor de la vida de los demás y cómo todos son sólo seres manipulables que pueden usar para su propio beneficio y otros propósitos. — sentí sus miradas sobre mí por un momento. — O tal vez sólo le parece divertido ver a los humanos sufrir, ¿yo qué sé?

— Yo... no sé qué decir. — habló Tanjiro. — Sólo iba a decir que hay que cortar los hilos.

— Sí, claro, supongo que podemos hacer eso.

— ¡Yo me percaté antes que ustedes! — exclamó Inosuke.

— No, espera, creo que Yuki tenía razón; no basta con cortar los hilos. Las arañas les engancharán más, así que-

Se detuvo al percibir un olor.

— Conque hay que aniquilar a las arañas. — habló Inosuke.

— Es imposible, son muy pequeñas y habrá muchísimas. Hay que encontrar al demonio que las controla. — pero él hizo caso omiso. — ¡Es imposible, Inosuke! Si eres capaz de encontrar al demonio de algún modo, ayúdame. Hay un olor extraño que me impide usar mi olfato.

— Supongo que yo no puedo hacer mucho tampoco, así que, en resumen, dependemos de Inosuke en este momento.

— Por otro lado, éste... — miró a la otra persona que encontramos antes.

— ¡Soy Murata!

— Murata, tú, yo y Yuki nos encargaremos de los asesinos de demonios. Inosuke, tú-

Fue interrumpido cuando apareció un demonio caminando sobre los hilos, o flotando, pero la primera opción es más lógica; estaba muy en lo alto. Es uno de esos demonios que dan malas vibras, escalofriante; siento que he dicho eso mucho pero es todo con lo que se puede definir la situación.

— No perturben a nuestra familia. — ¿desde cuándo los demonios tienen familias y yo no sabía de eso? — Mamá los matará enseguida.

Lo voy a recalcar por si no había quedado claro: Escalofriante.

No, debo tener un sinónimo mejor.... Espeluznante, bueno, es básicamente lo mismo.

🌀 A veces siento que soy un asco narrando, en especial peleas que la voy a tener difícil pronto.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top