𝟶𝟷𝟷 𝙉𝙚𝙯𝙪𝙠𝙤

Estuvimos en silencio por unos pocos segundos, hasta que Zenitsu se levantó y se quedó sentado.

— Tanjiro, ya que nadie lo menciona, preguntaré yo. ¿Por qué llevas a un demonio contigo?

Ah, sí, me había olvidado de eso.

Tanjiro imitó su acción y se sentó.

— ¿Protegiste la caja aún sabiéndolo? Eres muy buena persona, gracias. — el escuchar eso, Zenitsu se sonrojó y empezó rodar en su lugar mientras sonreía.

— No ganarás nada alabándome.

— Tengo buen olfato. — Tanjiro dijo, mientras se señalaba la nariz. — Supe desde el principio que eras amable y fuerte. La expresión de Zenitsu cambió completamente.

— No soy fuerte; no te inventes cosas. No olvidé que impediste que Shoichi viniera conmigo. —mientras Tanjiro se veía un tanto... avergonzado por el enojo de Zenitsu, la caja que había quedado en una esquina de la habitación se empezó a mover, y Zenitsu se alejó como reflejo inmediato. — ¡Está intentando salir!

— No te preocupes.

— ¡¿Cómo no voy a preocuparme?!

— Baja la voz; es de noche.

Ahora que lo pienso, me pregunto cómo será el demonio que hay en esa caja; tal vez sea amable y por eso Tanjiro lo quiere proteger o algo así... sigo sin entender eso de “más importante que la vida”. Sentí mucha curiosidad, así que me levanté para ver cómo resulta esto.

La caja se abrió.

— ¡¿No está cerrada?! — exclamó Zenitsu. — ¡Protéjanme, por favor! — empezó a correr. — ¡Tú mismo, Inosuke!

— ¡No te acerques! — Inosuke lo pateó lejos, justo enfrente de la caja y justo cuando una mano se asomó por ahí.

— ¡Salió! — corrió lo más rápido que pudo en busca de un escondite en un armario. — ¡Tengo que esconderme!

De la caja salió una chica, una muy pequeña de ojos rosados cuya ropa le quedaba algo grande, además de un pedazo de bambú que tenía en la boca como bozal. A decir verdad, el demonio más adorable que he visto.

— Nezuko. — Tanjiro la llamó.

Nezuko de pronto se hizo mucho más grande al salir completamente de la caja, y sí tenía razón, es un demonio adorable.

Ni siquiera me había dado cuenta de que Zenitsu dejó de gritar.

— Zenitsu, Yuki, Nezuko es mi-

— Tanjiro. — Zenitsu lo interrumpió. — Eres...

— ¿Zenitsu? — definitivamente lucía muy molesto por alguna razón.

— Eres... eres muy afortunado, ¿eh? — preguntó con sarcasmo, viéndose aún más furioso. Nezuko también se acercó un poco. — Así que viajabas con una chica así de linda; viajabas felizmente día tras día con una belleza como ella.

— Zenitsu, no-

— ¡Devuélveme la sangre que derramé! ¡No protegí la caja para que te divirtieras con una chica! ¿Para eso dejé que me golpeara y me pateara ese jabalí?

— Cálmate, Zenitsu. ¿Qué te pasa?

— ¡No nos hacemos asesinos de demonios para divertirnos! ¡Hay que purgar a los que son como tú! — sacó su espada. — Además, impediste que me casara y dejaste que Shoichi se marchara. ¡Llegó tu hora! ¡No subestimes a los cazadores de demonios! ¡Eres horrible!

— ¡Detente, Zenitsu!

— ¡No subestimes a los cazadores de demonios! ¡Te enviaré al infierno! ¡Que envidia!

Unas horas más tarde, Nezuko volvió a salir de su caja.

— Nezuko. — la llamó Zenitsu mientras le sonreía. — ¡Nezuko! — se acercó más a ella, quien trató de alejarse de inmediato. Sin embargo, él seguía persiguiéndola. — ¡Nezuko! ¡Nezuko! — Tanjiro se puso en medio.

— ¡Ya basta, Zenitsu! — pero en vez de enojarse, Zenitsu volvió a sonreír.

— Tanjiro. — le tomó las manos, haciendo que Tanjiro se asustara y quisiera salir corriendo. — ¡No seas frío, Tanjiro! — y así comenzó la persecución.

Yo sólo veía todo desde una esquina.

— ¡Por favor, Zenitsu! ¡No te pegues a nosotros!

— ¡No digas eso! — ahora que lo pienso, ¿a dónde se fue Inosuke? Bueno, lo que sea. — ¡Esperen! ¡Espérame, Nezuko! — siguieron corriendo por todo el lugar.

Y de un pronto a otro, Inosuke entró y golpeó la espalda de Tanjiro con su cabeza.

— ¿Qué pasa? — obtuvo un grito como respuesta, y otra persecución comenzó. Tanjiro corría de Inosuke y Zenitsu iba hasta atrás, y Nezuko se quedó conmigo. — ¡Alto! ¡Detente, Inosuke!

— ¡Tanjiro!

Nezuko y yo nos quedamos en silencio; ella no hablaba y yo no sabía qué decir, pero a pesar de eso, no era un silencio incómodo. Creo que juntarme con estos tres ya es suficiente ruido por toda una vida.

Nezuko me miró de pronto; me pregunté si ella se sentiría igual que yo ante el hecho de estar junto a otro demonio, pero al menos agradecía que ella no parecía odiarme ni nada. Era sorprendentemente calmada, y eso era de alguna forma reconfortante porque quería decir que no estaba obligada a hablar con ella de un momento a otro.

Sin embargo, su mirada fija sobre mí me ponía un poco nerviosa, en especial porque no tenía idea de lo que ella estaba pensando. No estoy acostumbrada a que la gente me mire por tanto tiempo; quisiera saber qué es exactamente lo que busca con mirarme así.

Traté de mirarla, pero aparté la vista de inmediato.

Luego sólo sentí su mano sobre mi cabeza y dio un par de palmadas ahí, muy extraño, no sé por qué hizo eso, pero creo que le agradé; al menos eso me da a entender.

Eventualmente los chicos se cansaron de correr por toda la habitación en círculos; ojalá que no estemos demasiado tiempo aquí porque no sé cuánto más voy a soportar esto.

Un rato después, me di el tiempo de hablar con Tanjiro sobre su hermana.

— Parece que Nezuko te tomó cariño. — Tanjiro me dijo.

— ¿Eso crees? Me pareció algo extraño cuando ella dio palmadas en mi cabeza.

— Aún así, tenía el presentimiento de se iban a llevar bien. Después de todo, Nezuko tampoco ha comido a ningún humano; sabía que tenían mucho en común.

— Supongo. — respondí sin más. —...Estaba pensando, y creí que al ver a Nezuko iba a entender eso de “más importante que la vida”, porque me es difícil pensar en el porqué algo sería más importante que tú propia vida.

— ¿Y ya lograste comprenderlo?

— No del todo, pero creo que tiene que ver algo con que dijiste que Nezuko es tu hermana. Ella es tu familia, así que sientes que tienes que protegerla; yo no entiendo ese sentimiento porque no tengo familia. — lo que no me esperaba era que se riera.

— No necesariamente tiene que ser tu familia; puede que sólo tengas a alguien con quien no compartes lazos sanguíneos, pero es tan cercano a ti que quieres protegerlo.

— No lo entiendo.

— Creo que algún día lo harás, cuando conozcas a alguien a quien quieras mucho. De cualquier manera, me gusta ayudarte a entender tus emociones; no parece que sepas mucho sobre eso y a mí no me importa ayudar a una amiga.

— Al menos puedo decir que es un alivio que alguien me diga las cosas que no sé, o bueno, en el caso de Zenitsu sólo se dedica a señalar mis errores, pero eso de alguna forma también ayuda. E Inosuke es... bueno, a él no termino de entenderlo, y me desconcierta un poco que nos parezcamos físicamente.

— Creo que lo que tratas de decir es que te alegra tener compañía en vez de haberte quedado sola.

— Eso creo.

🌀 He estado pensando muchísimo en esta historia, creo que ya tengo el final bien planeado aunque puede que cambie sobre la marcha, pero en fin. Quiero ver si puedo actualizar un poquito más seguido; no quiero perder el hábito.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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