𝟶𝟶𝟾 𝙎𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚𝙣

Logré ganar algo de tiempo con eso; Zenitsu abrazó la caja para mantenerla a salvo y yo tuve que evitar que el chico cabeza de jabalí se le acerque mucho porque, siendo sincera, lo importante en ese momento no era el hecho de que descuidadamente utilicé que se supone que tenía roto.

El chico siguió quejándose porque no lo dejábamos acercarse ni usábamos las espadas para pelear durante un corto periodo de tiempo, puesto que Tanjiro intervino más pronto de lo que esperábamos.

— ¡Basta! — corrió, bastante rápido a decir verdad, hacia donde estábamos. — ¡Basta! — le dio un puñetazo de lleno en el abdomen, básicamente mandándolo a volar.

— ¡Le rompió los huesos! — dijo Zenitsu.

— ¿No eres un asesino de demonios? — Tanjiro le preguntó; creo que es la primera vez que lo veo enojado. — Deberías saber por qué Zenitsu no desenvaina al igual que Yuki. ¡Porque está prohibido que usemos las espadas contra otros asesinos! ¿Te divertiste lastimando a Zenitsu porque no se defendía? ¡Eres absolutamente despreciable!

Incluso alguien como Tanjiro se pone agresivo de vez en cuando.

Escuché al chico en el suelo toser y luego reír.

— Ya veo. Lo siento. — una disculpa falsa salió de su boca al escuchar las palabras de Tanjiro. — Peleemos sin armas, entonces.

— Creo que no entendiste nada, para empezar... — el chico se levantó del suelo ignorando a Tanjiro y corriendo hacia él para atacarlo. — no debemos pelear entre nosotros. — empezó a esquivar los golpes que le estaban lanzando. — No es cuestión de llevar armas o no, ¡escúchame!

Era increíble como esa persona se movía a pesar de tener las costillas rotas; aunque más que pelear casi parecía que estaban bailando, a mi parecer. Agradezco que los humanos no sean capaces de leer mi mente; ¿qué pensaría la gente de mí si se enteran de las incoherencias que cruzan mi cabeza?

Mientras ellos estaban en eso, Shoichi se acercó para ayudar a Zenitsu.

— Tanjiro también incumplió la prohibición. — mencionó mientras le limpiaban las heridas. — Le rompió los huesos.

— ¿Cómo están el resto de los niños? — recordé que se supone que uno de los menores estaba herido. — Shoichi, ¿cómo está tu hermano?

— Yo estoy bien. — respondió el niño en lugar de su hermano menor. — Tenía la pierna herida, pero ya está un poco mejor.

La situación parecía no tener fin, porque a pesar de que Tanjiro apenas estaba esquivando esos ataques, no había logrado contraatacar debido a... la extraña flexibilidad que tenía ese otro chico.

— ¿A que soy genial? ¿A que soy genial? — preguntó. — También puedo hacer ésto. — dobló su cuerpo hacia atrás hasta que pasó su cabeza bajo de sus piernas.

Luego dicen que los demonios somos los salvajes, pero estos humanos son demasiado zascándiles; ese chico parece un verdadero energúmeno fatuo.

— ¡No hagas eso! Especialmente con los huesos rotos. — lo regañó Tanjiro. — ¡Empeorarán!

— ¿Empeorar? ¡Por mí perfecto! — volvió a acomodar su cuerpo y corrió directamente hacia Tanjiro. — Pero, ¡nadie me detendrá en éste momento!

— ¡Piensa también en el futuro!

— ¡Ni hablar! — Tanjiro lo tomó por los hombros.

— ¡Cálmate un poco!

Le dio un cabezazo; he de admitir que me impresioné. Parece tener tener una cabeza muy fuerte.

Zenitsu volvió a entrar en pánico, como siempre.

— Ese ruido... ¿no le rompiste el cráneo? — mencionó él. El chico retrocedió unos pasos y se le cayó la... cabeza de jabalí, dejando ver su cara; un poco de sangre caía por su cabeza. Esperen, hay algo raro aquí. — ¿Es una chica? ¿Qué? ¡Tiene cara de chica!

Es cierto, se parece a una chica y eso me perturba. Me perturba porque las puntas de su cabello tienen exactamente el mismo color que el mío, y hace que nuestras caras se parezcan; díganme que esto no está pasando.

— ¿Qué pasa, eh? ¿Tienes algún problema con mi cara?

— Da asco. — le contestó Zenitsu. — Es raro ver un cuerpo tan musculado con esa cara de chica.

— ¿Tengo algo en la cara?

— ¡No! No estaba viendo. — Zenitsu se alejó rápidamente y se escondió detrás de los niños.

— No tengo ningún problema. — Tanjiro le habló. — Es pulcra y de un lindo color pálido; de hecho siento que de algún modo te pareces un poco a Yuki.

No lo digas Tanjiro, una cosa es que yo lo piense, pero otra muy diferente es que alguien más lo diga.

— ¡Te mataré! ¡Vamos, ataca!

— No, ya no te atacaré más.

— ¡Dame otro cabezazo!

— ¡No!

— ¡Hazlo!

— Siéntate, ¿estás bien?

— Te diré mi nombre, frentudo. Soy Inosuke Hashibira, ¡recuérdalo!

— ¿Qué caracteres son?

— ¿Caracteres? ¡Yo no sé leer! Aunque lo tengo escrito en los calzon-

Se quedó inmóvil.

De un momento a otro se cayó y empezó a... salirle espuma de la boca.

— ¡Se cayó! ¿Murió? ¿Está muerto? — preguntó Zenitsu.

— No está muerto; — contestó Tanjiro. — parece que tiene una conmoción. Debe ser porque le di un cabezazo.

— ¿Tú estás bien? — le preguntó la niña más pequeña.

— Sí.

— ¡Vaya! ¿Puedo tocarte la cabeza?

— Claro. — se agachó a la altura de la menor para que pudiera tocarle la cabeza.

— ¡Tienes la cabeza muy dura!

— ¿Tú crees?

Después de lo sucedido Inosuke se quedó en el suelo mientras nosotros empezamos a enterrar a la gente que murió aquí.

— Yuki, me parece que nos debes muchas explicaciones.

Entré en pánico al escuchar a Zenitsu decir eso, en especial porque los niños estaban viéndonos, pero traté que no se notara tanto.

— ¿Sobre qué?

— ¡No te hagas la tonta! ¡Todo este tiempo me has estado engañando! ¡A mí y a Tanjiro!

— ¿De qué hablas? — los tres menores parecían entretenidos con el escándalo que se estaba armando.

— ¡Ya basta de mentiras! Es hora de que nos confieses la verdad.

— Zenitsu, no creo que sea el momento ni el lugar.

— ¡Eres un demonio, ¿no es cierto?! ¡Por eso te cubres del sol con esa capucha y usas guantes! ¡También es por eso que tu brazo roto se curó tan rápido! ¡Lo sospeché desde el principio, pero ahora estoy completamente seguro! ¡Ya no puedes seguir ocultándolo! Tanjiro, dile algo.

— Por supuesto que ella es un demonio.

— ¡¿Ya lo sabías?!

— Tiene olor a demonio.

— ¿Por qué no habías dicho nada? Estuve tratando de ocultarlo. Además, eres un asesino de demonios.

— Es que me ayudaste ese día en la selección final, y desprendes un aroma muy triste como a melancolía y arrepentimiento. Pudiste habernos matado muchas veces, pero en vez de eso te la pasaste comiendo manzanas; pareces ser un demonio amable.

— Agradezco que tu criterio sea tan afable; no cualquiera sería así de benévolo e indulgente.

— Tienes... un vocabulario bastante amplio.

🌀 Cómo insultar a alguien con elegancia, tutorial por Yuki.
Paso 1: Dí palabras complicadas.
Paso 2: Haz un acento elegante.
Paso 3: Juzga con la mirada.

En mi mente Inosuke y Yuki sí se parecen físicamente, aunque no tienen exactamente los mismos rasgos, pero sus caras siento que se parecen, no sé.

Significados de las palabras que dijo Yuki por si no sabían:

Zascándil: Persona de poca formalidad, inquieta y enredadora.

Energúmeno: Persona poseída del demonio. (también puede significar furiosa, alborotada)

Fatuo: Lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula. O también, falta de razón o de entendimiento.

En otras palabras, dijo que Inosuke era como un animal salvaje.

Afable: Agradable, dulce, suave en la conversación y el trato.

Benévolo: Que tiene buena voluntad o simpatía hacia las personas o sus obras.

Indulgente: Inclinado a perdonar y disimular los yerros o a conceder gracias.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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