𝟶𝟶𝟼 ¿𝙕𝙚𝙣𝙞𝙩𝙨𝙪 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙥𝙚𝙡𝙚𝙖𝙧?

Continuamos buscando después de lo que sucedió. Zenitsu evidentemente no estaba en las condiciones emocionales para pelear, y mientras siguiera así toda la responsabilidad caía sobre mí. De hecho, él estaba tan asustado que me tomó la mano y no la ha querido soltar por más que lo intenté; para eso si tuvo fuerza.

— Disculpen. — Zenitsu se sobresaltó al escuchar al menor, que ahora sé que se llama Shoichi, llamarnos y gritó.

— Avísame. — le dijo mientras temblaba. — Avísame antes de hablar; no empieces de golpe. Casi se me sale el corazón por la boca.

— Lo siento. — en su cara se veía que estaba igual o más cansado que yo de tratar con Zenitsu.

— Si hubiera pasado ahora serías un asesino, ¿entiendes? — le insistió.

— Es que entre tu sudor, tu respiración y tus temblores...

— ¿Qué más quieres? ¡Me estoy esforzando!

— Lo siento, pero es que me transmites tu miedo.

— ¡Ay, lo siento!

— No te preocupes; — le hablé al menor. — no le hagas mucho caso a Zenitsu. Tener miedo en una situación como ésta ésta completamente normal; en especial si alguien te está transmitiendo el miedo, pero no podemos dejarnos dominar por el temor.

— ¿Tú también tienes miedo? — me preguntó.

— Sí.

— ¡No lo parece en lo absoluto! — me dijo Zenitsu. — No tienes ninguna expresión en tu rostro que diga que tienes miedo; ¡ni siquiera sonríes!

— No hay nada de qué sonreír en mi vida.

— ¡Detén eso!

— El punto es, — ignoré a Zenitsu para seguir hablando con el niño. — que ser fuerte y valiente no se trata de no tener miedo; se trata de saber actuar a pesar de sentirlo. Has aguantado mucho hasta ahora y comprendo cómo te sientes, y te prometo que haré todo lo posible para mantenernos a salvo, así que necesito que seas valiente y nos acompañes para que podamos salir de aquí; me aseguraré de que salgas ileso de éste lugar. ¿Puedes hacer eso?

— Sí... gracias.

— No te separes ni te quedes atrás. Además, Zenitsu... agradecería que sueltes mi mano.

— No me puedes culpar; ¡este sitio es aterrador! ¡No me siento seguro si te suelto la mano!

— No puedo creer que un niño sea más maduro que tú. Esa es la mano con la que sostengo la espada; si no la sueltas y nos encontramos con un demonio, entonces hay una gran posibilidad de que no podamos defendernos.

— Eso no importa; mejor deja ese tema de lado. Si hablamos mucho, nos podría encontrar algún demonio. Por eso deberíamos mantenernos callados, ¿entiendes?

Algo apareció detrás de nosotros, y al voltear me di cuenta de que se trataba de un demonio con una lengua muy larga arrastrándose por el suelo.

— Niños. Seguro que sabrán bien. — afirmó.

— ¿Qué te dije? ¡Ahí está! ¡Ahí está! — Zenitsu me regañó.

— Quédense atrás. — lo hice soltar mi mano a la fuerza, tomé mi espada y me preparé. Este estilo de respiración hace que todos los músculos de mi cuerpo se empiecen a tensar, así que tengo que tener cuidado. — Lo mataré, pero no vayan a moverme o si no-

— ¡No hay tiempo! ¡Hay que correr! — Zenitsu me tomó del brazo y salió corriendo conmigo y el niño. Sentí el hueso de mi brazo romperse en ese momento.

— ¡Auch!

Esto me da vergüenza, pero no pude hacer otra cosa más que huir mientras el demonio nos perseguía.

— ¡No te acerques! ¡No te acerques, por favor! ¡No! ¡Te aseguro que no estaré rico! Y, siendo sincero, éste niño está muy delgado para ser sabroso.

— Eso no lo sabré si no los como. — nos atacó extendiendo su larga lengua hasta nosotros.

— ¡Que lengua más veloz! ¡Y rompió la vasija!

Tuvimos que pasar a la habitación de al lado. Más bien, Zenitsu nos empujó ahí en cuanto nos volvieron a atacar; un callejón sin salida.

— Zenitsu, levántate. — le dije.

— El 80% de mi miedo está ahora en las rodillas.

— ¡No digas eso!

— ¡Yuki, si vas a hacer algo, este es el momento!

— No puedo hacerlo; te dije que no me movieras y no hiciste caso. Mi brazo se rompió.

— ¡¿Qué fue lo que dije de romperse los huesos?!

¿Qué hago? Mi regeneración es muy lenta, y aunque no lo fuera, no puedo regenerar mi brazo frente a ellos. Podría intentar usar mi otro brazo, y a pesar el margen de error es relativamente bajo, sigue existiendo; no me puedo arriesgar a fallar en un momento como éste.

— Esto es un problema. — pensé en voz alta.

— ¡Déjenme atrás y huyan! — nos dijo Zenitsu.

— ¡No podemos hacer eso! — el menor opinó. — ¡Levántate!

El demonio entró en la habitación y nos miró mientras inclinaba la cabeza hacia la izquierda.

— Te sorberé el cerebro por las orejas.

Que asco, ninguno de ellos tiene modales. ¿Por qué por las orejas? Es repugnante; ¿acaso fueron criados por lobos cuando fueron humanos? Demonios incivilizados.

Por otro lado, Zenitsu se desmayó por el susto y tuve que sostenerlo para que no se cayera.

— ¡Zenitsu! — exclamó el menor. — ¿Zenitsu? Está durmiendo...

— Que gracioso. — mencionó el demonio mientras comenzaba a acercarse. Arrastramos a Zenitsu y retrocedimos hasta llegar a la pared; ya no había salida y no podía hacer nada.

— Oye, — llamé al menor. — en el peor de los casos; huye mientras está entretenido conmigo. — el más pequeño no parecía convencido, pero aún así asintió.

— ¡Muere! — esperé a que llegara el ataque del demonio y cerré los ojos mientras trataba de proteger al menor abrazándolo y usándome a mí misma de escudo.

— ¡Zenitsu, despierta! — el ataque del demonio nunca llegó. Al abrir los ojos, Zenitsu estaba de pie frente a nosotros y tomó su espada. — ¿Zenitsu?

— Respiración de rayo. Primera postura: Destello de trueno.

Al segundo siguiente ya le había cortado la cabeza. Sí, parece que quedé bastante mal luego de haber juzgado un libro por su portada.

Luego pareció haber vuelto en sí mismo y se asustó, como de costumbre.

— ¡Está muerto! — habló refiriéndose al demonio que él mismo mató. — ¡Murió de repente! Esto es una pesadilla. ¿Qué está pasando? — nos miró. — Yuki, Shoichi, no me digan que... — corrió hacia nosotros y me abrazó. — ¡Gracias! ¡Nos salvaste! Jamás lo olvidaré. Si eras ambidiestra y podías usar la espada con tus dos manos, debiste haberlo dicho. — siguió llorando y gritando un poco más.

— ¿Qué significa esto? — Shoichi estaba tan confundido como yo.

Parece ser que Zenitsu no es tan débil como parece, pero sólo cuando está dormido. Como sea, el punto es que Zenitsu puede pelear.

— ¿Dijeron algo?

— No...

— No es nada. — terminé de decir yo. — Vamos.

— Sí.

🌀 Nomás disculpen que Genya tarde tanto en salir; para eso me voy a saltar el arco del tren infinito porque ya me tiene cansada. No tiene nada de malo, pero ya tuve suficiente con la película, el manga y el anime; ya no más tren infinito por favor.

En un rato subiré un par de datos sobre el OC ahora que ya se saben su nombre; se me había olvidado que tenía que hacerlo antes jsahajsja

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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