𝟶𝟶𝟷 𝙉𝙪𝙚𝙫𝙤 𝙄𝙣𝙞𝙘𝙞𝙤
Luego de haber encontrado aquella información, inspeccioné con más cuidado la casa en la que estaba. Me di cuenta de que el desorden no era al azar; parecía que alguien estaba buscando algo desesperadamente, y no al encontrarlo, es probable que se haya enfurecido a tal punto en que destrozó varias cosas a su alrededor.
Tuve que buscar en las otras habitaciones hasta hallar algunas cosas que me fueron útiles. Una capa, vieja y sucia, pero a fin de cuentas no estaba rota y me iba a servir para cubrirme del sol junto a unos guantes y ropa que me cubría toda la piel; la idea después de todo era que si mi piel tocaba el sol iba a morir, pero si la cubro toda debería estar bien.
También encontré una espada que me iba a servir para entrenar; era curioso que las personas que vivían aquí tuvieran esto. Quizás no eran personas normales.
De todas formas, también pude encontrar suficientes manzanas para sobrevivir sin comer humanos por un tiempo; eso era de lo más importante. Parecía que todo me iba a salir bien, al menos por ahora, y cuando el amanecer llegó comencé con mi entrenamiento por mi cuenta.
Cubrir completamente mi piel parecía servir, y comer manzanas me ayudaba mucho para calmar mi hambre de humanos; sentía que podía lograrlo. Así que, leía los libros y pergaminos durante la noche y entrenaba durante el día con toda mi fuerza, sin detenerme hasta que mis manos empezaran a sangrar de tanto sostener la espada. Era difícil; fue tan malditamente complicado entender la complejidad de las 11 posturas que tenía este estilo de respiración, pero cuando por fin logré comprender lo que estaba leyendo el proceso fue mucho más fácil y rápido.
Con el tiempo, noté que mis heridas se regeneraban bastante lento; las heridas que me hacía en mis manos tardaban unos 10 a 15 minutos a desaparecer por completo, y eso que eran heridas menores.
También me di cuenta de que la casa estaba en una montaña, cosa que no sabía y descubrí al explorar un poco los alrededores. Poco después de eso decidí enterrar los cadáveres que estaban afuera y tratar de rezar porque pudieran descansar en paz; ¿era raro que un demonio hiciera eso? Probablemente sí, pero en ese momento no me importaba.
Al cabo de unos dos meses logré dominar las once posturas del estilo de respiración que estaba aprendiendo, y sentí como si hubiera renacido; ahora que tenía este conocimiento y habilidades conmigo podría asesinar a otros demonios y evitar que más gente sufra. Ni siquiera sabía el porqué quería hacer eso, pero simplemente sentí que era lo que debía hacer.
Me enteré por medio unos papeles en una de las habitaciones sobre la existencia de varias cosas; entre ellas los pilares y la selección final. Llegué a la conclusión de que debía tener mucho cuidado a la hora de estar entre los cazadores de demonios, pues no lo pensarán dos veces antes de matarme, en especial si me encuentro con un pilar.
En cuanto a la selección final, iba a ser pronto, así que decidí asistir y si pasaba oficialmente me convertiría en una cazadora de demonios.
Me preparé todo lo que pude, y llevé una cantidad enorme de manzanas conmigo para evitar problemas, sin embargo... entré en pánico al llegar y ver el lugar rodeado de glicinas. Dudé mucho en si acercarme más o retroceder, pero al final decidí arriesgarme y, para mi sorpresa, no pasó nada; pensé que su olor iba a ser desagradable o que me iban a ahuyentar de alguna manera, pero eran como plantas normales.
Habían unas 20 personas en la selección final; había comido suficientes manzanas como para no sentir hambre ni querer comer humanos, así que me encontraba bien, pero para evitar tentar al destino decidí no hacer mucho contacto visual con nadie y traté de ignorarlos mientras dos... ¿niñas? No estoy segura de si ambos eran niñas, pero el caso es que se encargaron de explicarnos todo lo que debíamos saber sobre la prueba.
Logré sobrevivir los siete días requeridos con facilidad, pues mis heridas se regeneraban a diferencia del resto de personas. Cuatro sin contarme a mí lograron pasar la prueba; tan sólo una chica entre ellas.
Bueno, no sabía si era correcto sentirme así con respecto a un montón de extraños, pero... me dio lástima, porque ellos seguramente tenían una vida por delante; quizás lucharon valientemente hasta al final en su desesperación por sobrevivir, o quizás fueron unos cobardes que ni siquiera lograron huir.
— Moriré... seguro que me muero. — escuché a alguien susurrar; lucía bastante asustado. — Aunque sobreviviera, seguro que acabo muerto. — ah, este es uno de esos tipos que le tienen miedo a todo. No quiero ser grosera, pero siento que sería un fastidio pasar más de 5 minutos con él porque seguramente estaría llorando y gritando por ayuda siempre.
— Bienvenidos. — los dos menores de antes regresaron y se pusieron frente a nosotros.
— Felicidades. — habló la de cabello blanco.
— Nos alegra saber que están bien. — de éste dudo mucho sobre su género, pero en fin, tiene el cabello negro.
— ¿Qué hay que hacer ahora? — preguntó uno de los chicos. Tenía una cicatriz atravesando uno de los lados de su cara, y no parecía ser muy amigable. — ¿Y la katana? — también tenía ese tono de voz algo molesto y arrogante; daba mala espina.
— Primero les entregaremos sus uniformes.
— Les tomaremos las medidas y grabaremos su rango en ellos.
— Hay diez rangos en total.
— Kinoe.
— Kinoto.
— Hinoe.
— Hinoto.
— Tsuchinoe.
— Tsuchinoto.
— Kanoe.
— Kanoto.
— Mizunoe.
— Mizunoto.
— Actualmente ustedes son del rango menor: Mizunoto.
— ¿Y la katana? — repitió aquel chico, quien sinceramente me estaba comenzando a molestar.
— Hoy elegirán el acero tamahagane con el que se forjará su espada.
— La katana estará terminada entre 10 y 15 días.
— Que horror... — el chico estaba perdiendo su paciencia.
— Pero antes... — la de cabello blanco aplaudió dos veces, y varios cuervos vinieron hacia nosotros. Creo que es la primera vez que veo uno, y pareció pensarlo antes de acercarse a mí, pero al final se dio cuenta de que no le haría daño y se colocó sobre mi brazo. — Les otorgamos un cuervo kasugai.
— Los cuervos kasugai se utilizan principalmente como mensajeros.
— ¿Cuervos? — la persona que antes estaba susurrando aterrada habló. — Esto es un gorrión, ¿no?
Era cierto, tenía un gorrión en vez de un cuervo.
🌀 Se me va a descargar el teléfono, pero no aguanté hacer el siguiente capítulo jsahajsja
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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