Sentía la nieve caer directamente sobre mi piel; mis rodillas estaban en el suelo. No recuerdo nada y mi visión está borrosa. Sólo siento frío, y... veo siluetas, ¿de quiénes son? No lo recuerdo, pero... no son sólo siluetas; son cadáveres.

Tres en total; dos adultos y un adolescente. Su sangre estaba por todas partes y manchaba el blanco paisaje frente a mí, que apenas era iluminado por la tenue luz de la luna; ellos eran... no puedo recordar, pero siento era importante. ¿Qué es esta sensación? Hay algo diferente en mí; algo ha cambiado, pero ¿qué es? Me siento rara, como si no fuera yo misma; ¿qué me sucede? ¿Cómo llegué aquí? ¿Acaso yo... maté a estas tres personas?

No, yo no los maté; mi ropa está manchada de sangre, pero mi manos están limpias, y no traigo ningún arma conmigo. Alguien los asesinó, pero ¿quién fue? Tengo que recordar... sin embargo, mientras más pienso... por alguna razón, sólo siento ira. No tiene sentido; no tengo razones para estar enojada, entonces ¿por qué?

Tengo frío, tengo tanto frío que me quema; es como si mis pulmones estuvieran ardiendo, y aún así... ¿por qué no reacciono? No sé cuánto tiempo he estado así, pero debería haber bastado para al menos dejarme inconsciente; ¿por qué no ha pasado nada? ¿Por qué aún estoy viva?

No siento nada más, ni siquiera lástima por estas personas; sólo puedo sentir ira y no sé la razón. La ira es tan sofocante que quiero gritar, pero no me sale la voz; quiero llorar y desahogarme, y aún así... es como si estuviera aquí congelada.

No entiendo nada, pero me siento distinta; ¿por qué siquiera estoy afuera siendo de noche? De noche hay demonios y no es seguro salir.

Demonios...

Esperen, demonios... gente muerta... ¿un demonio los mató? ¿Y por qué yo sigo con vida? ¿Por qué un demonio me dejaría vivir? Nada de esto tiene ningún sentido.

Al darme cuenta de ello, mi cuerpo por fin reaccionó y me pude levantar del suelo a duras penas; me tambaleé un poco al estar de pie, pero no volví a caer. Vi a las tres personas que estaban frente a mí con detenimiento; parecían ser una familia, pues el chico se parecía mucho a quien parecía ser el padre, y la mujer tenía la cara desfigurada, por lo que era imposible reconocerla. Inspeccioné mis manos; estaban intactas y limpias, sin una sola herida.

Eso era muy raro; lo que sea que haya pasado aquí debió ser suficiente para dejarme mal herida. De hecho, fijándome bien mi ropa esta rasgada y rota, pero no hay rastros de una herida que justifique la sangre en toda mi vestimenta; tampoco hay manera de que yo haya causado todo ésto. ¿Qué fue lo que pasó aquí? Mi ropa parecía ser elegante y ahora estaba completamente destrozada, lo cual era una lástima.

Miré mis manos, y noté que mis uñas eran muy largas por alguna razón; estaba mareada. Al pasar mi lengua alrededor de mi boca, sentí mis dientes estar afilados, y de pronto... me entró algo de hambre. Debería buscar comer algo, pero... ¿por qué no puedo dejar de ver a éstas personas; sólo me está dando más hambre.

¿Por qué...? No, esto está mal; siento como si algo se estuviera apoderando de mí. Es como un instinto, y por algún motivo... estas personas... por un momento, me parecieron el alimento perfecto... ¿qué está pasando conmigo? Los únicos que comen humanos son... los demonios.

El hambre... la ropa rasgada sin ninguna herida... los colmillos afilados... la sed de sangre... quiere decir que...

¿Me he convertido en un demonio?

No, esto no me puede estar pasando; me niego a comerme a éstos humanos. Pero tengo tanta hambre... pero está mal, ¿qué hago? No me puedo controlar; siento que voy a enloquecer si no muerdo algo pronto.

Busqué con la mirada a mi alrededor; mi respiración comenzó a agitarse por el esfuerzo que estaban haciendo por controlar mis impulsos. A lo lejos había una cesta y... unas manzanas; eso me debería servir por ahora ¿no? Aunque sea para calmarme un poco, incluso si no las pudiera comer y tuviera que escupirlas después. Cualquier cosa estaba bien, pero no quería devorar humanos; me negaba a hacerlo incluso sabiendo que ellos ya estaban muertos.

Corrí lo más rápido que pude hasta la cesta y tomé algunas manzanas; mordí la primera quizás con demasiada fuerza, pero sentí que me había ayudado, así que repetí el proceso una y otra vez. De alguna forma aún podía digerirlas, así que seguí comiéndolas hasta que me quedé sin nada; al menos fueron 20 manzanas para calmar mi hambre, tal vez más. Llegué a la conclusión de que fue por la glucosa; la sangre humana contiene cierta cantidad de glucosa dependiendo de la alimentación de la persona, y uno de los alimentos que proveen más cantidad de glucosa son las frutas. Es probable que eso me haya permitido reemplazar la sangre con la glucosa concentrada en las manzanas.

Miré hacia el cielo; el amanecer iba a llegar pronto. No puedo quedarme aquí; necesito encontrar una manera de refugiarme del sol y luego...

No sé a qué se debe pero a pesar de estar en medio de esta situación; aunque no recuerde nada y haya acabado de descubrir que me convertí demonio, aún así, yo... sé exactamente qué es lo que tengo que hacer. Es como si los recuerdos aún estuvieran guardados muy dentro de mí, pero simplemente no llegan; sólo terminan manifestándose como sensaciones.

Entré a la casa que estaba apenas a unos metros de allí; estaba todo desordenado y varias cosas estaban rotas. Me dirigí hacia un cuadro colgado en la pared, que milagrosamente había sobrevivido a la masacre, y lo quité de su lugar; había un agujero en la pared, y ahí había algo guardado.

Varios libros y algunos pergaminos; todos hablando de lo mismo. Los cazadores de demonios y un estilo de respiración que podría utilizar; eso era lo que tenía que hacer.

Aún sin saber lo que estaba sucediendo; sabía que esta era la forma para obtener respuestas.

Tenía que aprender esto y convertirme en cazadora de demonios.

🌀 Siento que quedó mal narrado, ay, pero lo reescribí varias veces y eso fue lo mejor que pude hacer; espero que se haya retratado bien lo que quería expresar.

Siento que esta historia va a ser re larga, pero si lo hago bien, quizás valga la pena.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.