❦07.

Los planes de Itoshi Sae era hablarlo, avisarle a sus padres con anticipación y por mensaje de texto sobre que este fin de semana estaría libre, y que por lo tanto llevará a alguien para que lo conozcan. A pesar de que no dijo que se tratase de una pareja como tal, su madre apenas vio el mensaje lo llamó de inmediato para hablar las cosas por este medio.

Agradece que Shidou haya salido para arreglar unos asuntos con su equipo y no esté cerca escuchando.

A pesar de que se mantuvo con una voz tranquila y ensamble calmado al principio, con cada pregunta que hacía su madre se le dificultó continuar de esta manera.

—Hola, mamá, solo quería avisarte que voy a llevar a alguien a la comida familiar de la que tanto me has hablado.

—¡Oh, qué emocionante!— la escuchó exclamar del otro lado de la línea. En el fondo logra escuchar la voz de su padre murmurando algo hacia ella.— ¿Quién es esa persona? Nunca antes nos has hablado de alguien en especial.— agrega con intriga.

Sae suspira, no le sorprende que reaccione así, es normal considerando que nunca antes ha comentado con sus padres sobre alguien en particular, de hecho, prefiere aclarar las cosas de una vez por teléfono y no el mero día que lleve a Shidou y justo ahí hagan preguntas vergonzosas.

—Es alguien con quien estoy saliendo. Es mi...— aclara su garganta, es la primera vez que lo dice en voz alta o siquiera lo menciona, sus labios tiemblan ligeramente por mencionar la palabra.—pareja.

Con su madre no hubo silencio, solo un grito ahogado de sorpresa. A pesar de no verla, puede imaginar perfectamente su reacción.

—¡Tu pareja!¡Eso es maravilloso!— alega con entusiasmo, el Omega se siente avergonzado con tanta euforia y atención, además que cree que casi le rompe su tímpano.— ¿Cómo se llama? ¿Cómo lo conociste?¿Es Alpha u Beta?¿Hombre o mujer?

—Se llama Shidou Ryusei, es mi compañero de trabajo quién mencioné la otra vez, mi vecino de piso. —le recuerda a su madre.— Es una persona...— hace una pequeña pausa mientras busca las mejores palabras para describirlo sin que suenen a mentira pero tampoco que asusten a su mamá.—, que me toma muy enserio y está emocionado por conocerlos, es Alpha.

—¿Y cómo es él? ¿Es un Alpha fuerte y protector? ¿Te trata bien? ¿Es cariñoso contigo?

Sae se siente acorralado por las preguntas de su madre, entiende que ella esté preocupada e interesada en saber más de este hombre, pero pensar en las respuestas la hace recordar en sus días de celo y aquello le pone nervioso como avergonzado.

Tarda un poco en responderle a su madre, procesando las preguntas de estás. ¿Fuerte? Pero por supuesto que sí, ha visto al menos un par de veces sus rutinas de ejercicio, eso sin mencionar lo bien ejercitado que está su cuerpo, es grande, grueso y ancho, las veces que se ha acostado con él es prueba suficiente de haberlos tocado y cuando se flexionan son aún más vistosos y tentador de tocarlos.

En cuanto a protector no está del todo seguro. Shidou es atento, lo escucha y ha sido comprensivo con él, sobre todo cuando le dice sobre mantener su relación en secreto en cuanto a sus amigos y aún más para los medios, y sólo a veces si respeta sus límites y privacidad. De momento no han surgido situaciones de estrés, peligro o acoso como para que Shidou tome ese papel de "protegerlo".

Pero lo que sí puede afirmar sin duda alguna es que el Alpha es cariñoso con él, quizás hasta empalagoso como brutalmente honesto con él, no se muerde la lengua en decirle sus verdades ni se contiene en decirle alguna obscenidad como forma de "halago".

—Sí, es fuerte y protector, pero también es considerado conmigo. Me trata muy bien. Es alguien muy cariñoso, detallista...— hace una pequeña pausa, se lame sus labios pensativo y prosigue a buscar más palabras para describir como es él.— Es atento y sobre todo es muy dedicado a su trabajo, de hecho es alguien muy famoso, mamá. — agrega encogido de hombros.

Al ser un jugador reconocido y realmente bueno en Japón, es normal que sea famoso en el país.

Cómo a cualquier par de padres que se enteran que su hijo o hija está saliendo con alguien, les interesa saber si ese alguien tiene metas, a qué se dedica y se le puede dar un prometedor futuro a su hijo.

—Oh, me alegro mucho por ti, hijo. ¿Cómo es su familia? ¿Qué hacen en su tiempo libre? ¿Están interesados en tener su propia familia en el futuro?

A pesar de que el Omega bien pudo expresar su irritación y vergüenza con aquella última pregunta sobre si han pensando en tener hijos próximamente, realmente hubo otra que le generó mayor intriga e interés.

Sae se maldijo internamente ya que nunca se había cuestionado así mismo sobre los padres de Shidou, no sabe si tiene contacto con ambos, si siguen vivos, que relación tiene con ellos ni mucho menos a qué se dedican o dedicaron.

No sabe nada de ellos, y en parte, no debería ser algo malo ya que apenas están empezando un algo, aún así, le sienta mal no haber tomado el suficiente interés antes para preguntarle al rubio sobre ellos y apenas se da cuenta solo porque su madre tocó el tema en llamada.

—No lo sé con certeza, mamá.— aclara pensativo.— Solo he hablado con él y de nuestros intereses mutuos y como nos sentimos al respecto. No he tenido la oportunidad de hablar con su familia todavía.— añade con seriedad.

—Bueno, espero que todo salga bien en la comida familiar. Asegúrate de decirle a tu pareja que estamos emocionados por conocerlo.— le señala.

—Lo haré, mamá. Gracias por ser tan comprensiva.

—Claro, hijo. Si necesitas algo, no dudes en llamarme.

—Gracias, mamá. Igualmente.

—Por cierto, tengo que hablarte con respecto a tu hermano. — menciona generando intriga en el pelirrojo quien había creído que ya iba a colgar luego de despedirse.

—¿Qué pasa con él?

—Se supone que el convivio familiar sería tanto contigo y con tu hermano junto a su esposo, pero, debido a que ellos igual tienen una agenda muy apretada, ya almorcé con ello hace algunos días y no creo que puedan volver a reunirse nuevamente para otro almuerzo en familia.— explica la señora.

A lo que Sae le parece perfecto, pero obviamente no lo dice, trata de demostrar lástima y pena ante la noticia. Piensa que al menos, Shidou no se sentirá incómodo o con esas ganas de pelear o cometer alguna locura que termine en homicidio con su hermano.

—Oh, está bien. No te preocupes.— asegura.— Entonces, ¿Cuándo y a qué hora iremos?— pregunta para anotar la fecha mentalmente.

—Mmm, ¿Qué les parece esté domingo? A las cuatro de la tarde.

—Me parece bien. — confirma Sae, hasta donde recuerda Shidou no tiene nada en relación al trabajo que hacer los domingos y mucho menos por la tarde.—Te quiero madre, hasta luego, salúdame a padre.

—Cuidate hijo.

La llamada se da por finalizada y Sae se siente extrañamente satisfecho como contento, se permite sonreír feliz aprovechando que nadie está ahí para verlo. Es demasiado raro que él se sienta así por estás cosas, se sigue cuestionando con respeto a qué siente y si está bien el camino que está tomando junto a Shidou.

Dejando lo anterior de lado; el Omega ahora tiene la misión de averiguar sobre los padres del Alpha, ya que no puede creer que está por presentárselo a sus propios padres y ni siquiera sepa algo tan esencial como los papás de él.

Ω Ω Ω

Rato después hasta que Shidou llega y el Itoshi lo recibe con un "bienvenido, ¿Has comido afuera?", Y este asiente, prosigue a decirle:

—Ya hablé con mis padres. Dicen que estan emocionados por conocerte.

—¿De verdad?—jadea asombrado y sonríe emocionado.—¿Crees que ya me quieran como su hijo?

—Tampoco te adelantes. — le responde sin tacto, pero en el fondo le causa cierta gracia los comentarios del más alto.

—No me rompas las alas.— añade tal cual un dramático, o al menos eso cree el pelirrojo.

Shidou se dirige hasta su habitación para cambiarse de ropa a algo más cómodo y holgado, regresa a la sala donde Sae le mira atento, ansioso por preguntar aquello que ha estado rondando en su cabeza todo este tiempo. 

—Oye, me di cuenta de que en estos meses estando juntos, nunca me has hablado de tus padres. ¿Están bien? ¿Hablas con ellos a menudo?— interroga bastante curioso e interesado en el tema, incluso su gesto habitual de siempre; serio y aburrido, cambia.

En realidad por varios minutos estuvo pensando sobre como empezar el tema de conversación sobre los padres de él, tuvo que omitir su duda de si siguen vivos o ya pasaron a la otra vida por la pregunta de "¿están bien?" para así sonar menos insensible.

Shidou un tanto asombrado pero de cierto modo contento de que está vez el Itoshi haya mostrado verdadero interés en saber más sobre él, sobre sus padres y su relación con ellos, le hace sentir especial, que Sae por fin lo está tomando enserio.

— Sí, mis padres están vivos y bien. Hablo con ellos con bastante frecuencia, en realidad. — contesta con una sonrisa relajada y nostálgica.

A pesar de que no lo comenté, todos los días cuando toma su celular para enviar mensajes y cada fin de semana cuando hace llamadas largas, no es porque esté perdiendo el tiempo distrayendo se en vez de entrenar, en realidad es por ellos.

—¿Los visitas a menudo?¿Viven cerca?¿Por qué antes nunca has mencionado algo sobre ellos? Pensé que era un tema delicado...— continuó preguntando el Omega y admitiendo que tuvo cierta incertidumbre en tocar el tema.

El rubio toma asiento a su lado, acomodándose mientras le comparte la mitad de una barra de chocolate blanco que había comprado de afuera hace rato, bastante buena y grande para los ambos. No resulta empalagosa.

—Ellos viven fuera de la ciudad y aunque no lo parezca, estoy muy en contacto con ellos. En ciertas fechas específicas como navidad, año nuevo o alguno de sus cumpleaños los visito. Si nunca te hablé de ellos es porque no quería ir demasiado de prisa y hacerte sentir presionado o algo por el estilo, pero ya que iré a conocer a tus padres, puede que pronto hablé con ellos sobre llevarte a conocerlos.— explica bastante cómodo y disfrutando del momento que comparte con su acompañante.

Ellos dos solos en el sofá, hablando de cualquier cosa, disfrutando de la compañía del otro mientras comen delicioso chocolate blanco.

Hasta Sae se siente relajado, tranquilo y cómodo con la compañía del Alpha, escucharlo hablar sobre sus padres le es interesante como curioso.

—¿Les has hablado de mi?— cuestiona con intriga y asombro.

—Por supuesto, ellos te conocen de lo mucho que hablo de ti. — sonríe despreocupado y sin pena.

El Itoshi se preocupa de que como habrá hablado Shidou de él. ¿Lo habrá descrito como un amargado que siempre parece andar de mal humor? Él no quiere que los padres de Ryusei tengan esa impresión de él.

Se siente ansioso de tan solo imaginar cómo serán ellos.

—Este chocolate...

—Esta increíble, ¿No? Es mi marca favorita, tiene variedad de diferentes sabores de chocolate.— comenta el moreno, bufando porque ya se acabó y no compró más.

Le da una pereza salir a comprarlos yendo de incógnito, porque si la gente lo reconoce es todo un fastidio y tampoco le gusta ser grosero con sus fans.

—Y tiene alcohol, ligeramente pero se siente. — agrega Sae al percatarse de este detalle.

—No es fuerte. Además la envoltura de la barra de chocolate trae advertencias de su contenido, no apto para menores de dieciocho años.— lee lo que dice para después arrugar la y encestar la al bote de basura desde el sofá.

—El olor es tan parecido a ti. — admite el Omega, sintiéndose reconfortante con ello. El sabor del chocolate queda en sus labios y paladar, le recuerda de inmediato a Shidou.

—¿El olor?

—Hueles como al chocolate que recién comimos.— señala y suspira al final, ahora quiere más chocolate para su extrañes.—Y es un aroma que resulta ser embriagante.

Quizás sea ironía, burla o cursilería, pero Sae sin estar en celo, quiere probar los labios de Ryusei para envolverse con su sabor, si aún conserva la exquisitez del chocolate grabado en su boca, quiere probarlo.

Siente el cosquilleo en sus propios labios y la mente le nublaba ante la idea de volver a besarlo.

El deseo de sentir sus labios contra los de él le consumen por completo

Cada vez que recuerda su último beso, la sensación de calor recorre su cuerpo entero, ansiando volver a embriagarse con el sabor de sus lenguas juntas y empapando se por la humedad de la saliva.

—Si tanto quieres besarme, solo hazlo, mi cielo~— canturreo el Alpha con una sonrisa pícara y de emoción, con esa mirada de "Cógeme" en sus ojos hermosos. Aquello fue suficiente para despertar al Itoshi de su ensoñación.

—¿Qué?— balbuceó avergonzado e incrédulo. ¿Cuándo fue la última vez que balbuceó? Él jamás hace eso. Sobre todo, se cuestiona como es que el Alpha sabe o adivina sus pensamientos, ¿Acaso le está leyendo la mente o solo atinó de pura suerte?

"¿Me quedé viendo por demasiado tiempo sus labios?" Piensa el Omega nervioso y haciendo muecas pensativas.

Shidou rió ante el despiste del pelirrojo, pensando que es todo un encanto.

—Por Dios, Sae, eres demasiado tierno — admite lanzándose sobre él hasta quedar encima suyo y el contrario cayendo de espaldas contra el sofá, irritado por la acción del rubio y las palabras de esté.

—¿Tierno?¿Te parezco tierno?— cuestiona indignado como haciendo muecas sorprendentemente expresivas que a Shidou les resulta de lo más graciosas.

Más que sentirse ofendido, en realidad está sorprendido, él no recuerda a uno de sus antiguos amantes haberle dicho por esa palabra.

O alguien en particular que no hayan sido sus padres cuando era todavía un crío de doce años cargando a su pequeño hermano luego de un día agotador, describirlo con esa palabra.

Porque para los medios, marcas, compañeros de trabajo, entrenadores y hasta sus propios fans, nunca ha sido el 'Omega tierno', ya que él es dominante, severo, serio y que siendo centrocampista es un monstruo, que se toma muy enserio su trabajo y siempre se exige todos los días en ser el mejor.

Cualquier persona que lo conozca le sería impensable pensar, creer y mucho menos decirle que es una persona tierna.

Ver a Shidou tan contento encima suyo, sobre su pecho descansando con una boba sonrisa, relajado y cómodo ahí como si no tuviera que soportar su maldito peso, le hace discrepar un poco.

Una parte de él quiere quitárselo de encima, ya sea por el contacto físico como su peso, otra parte de él disfruta de la cercanía y quiere estar en esa misma posición por un rato más, pero otra parte más quiere tomarlo de sus cabellos parados y jalarlos hasta que se quite de encima.

—¿Se te olvida que puedo oler a la perfección o que tus feromonas te delatan?— interroga el rubio cambiando de tema, dejando confundido al pelirrojo.

—¿Mis feromonas?— repite expectante.

Cariño, hueles a deseo y a que quieres que te devoré tu preciosa boca.

—No es verdad. Tu eres el que piensa en puras cosas pervertidas, mierda. — se queja para ahora sí empujarlo con todas fuerzas y que esté ruede hasta caer al suelo en un golpe seco y quejándose del dolor.—Iré a tomar un baño. — añade para ponerse de pie con el ceño fruncido. 

—¿Quieres que te acompañe para ahorrar agua?— le pregunta desde el piso, tomándolo de sus piernas para que esté caiga encima de él.— Hagámoslo~

—¡Pero por supuesto que no!

No hay día en que Shidou piense en otra cosa que no sea coger con él en cualquier lugar donde estén ellos dos juntos. 

Lo peor es que Sae tarde o temprano cree que caerá.








Ω Ω Ω


Palabras: 2,700
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación:Miércoles 10 de mayo del 2023
Au: Omegaverse
Nota del escritor:
Gente, estoy a esto 🤏 de cambiar el rumbo del fanfic.

Inicialmente este fanfic iba hacer dramático, tal vez funable y tocar ciertos temas "sensibles" y debatibles para la audiencia (o sea ustedes cómo lectores), pero cambie la idea y lo estoy escribiendo con un rumbo calmado sin drama.
Sin embargo aún estoy a tiempo para regresar al hilo original donde miedo a que me funen a uno o dos personajes jamás he tenido, así que me tomaré un tiempecito pensando cual de los dos caminos escojo🤔

Recuerden no romantizar las cosas que sucedan aquí!

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