CAPITULO 31

No puedo dormir, debo admitir que ha sido hermoso entregarme a él, aun siento sus besos palpables en mis labios y caricias en mi piel. ¿Será posible que Efraín sí me ame? Y si mañana ni siquiera me habla, si su objetivo siempre fue acostarse conmigo y dejarme.

Deseché esto último, quería creer en él, por primera vez en mi vida un chico mostraba real interés en mí, no todos son Stewart Cyrus, Efraín es diferente, lo ha demostrado.

Pensando en él al fin me dormí, soñando con mi chico de ojos turquesa, que en poco tiempo robó mi corazón y a quién debo admitir, estoy profundamente enamorada, lo amo, ya no lo puedo negar.

La alarma me despertó, me levanté de un salto, corrí al armario, saqué toda mi ropa tratando de encontrar algo decente, quería lucir bonita para él, pero es una causa perdida, mi guarda ropas es un asco.

Golpee varias veces la puerta de Mei, me abrió con cara de pocos amigos, parecía un oso luego que lo despiertan de su hibernación.

- ¿Se puede saber por qué demonios me despertaste? -Bufó molesta. -O se te olvida que estoy suspendida y puedo aprovechar para levantarme tarde.

-Lo lamento, pero puedes prestarme una de tus blusas.

- ¿Y eso? -Arquea una ceja.

-Yo.... tu sabes.

-Ahhhhh. -Sonrió. -Entiendo, adelante.

Comenzó a sacar prendas y a descartar aquellas que no le parecían, al final eligió una en color negro.

-Está es la indicada, póntela. -Lo hice, pero no me agradó ver la mitad de mis senos al descubierto.

- ¿Tienes algo más conservador? -Consulto.

-Escúchame Tammy, Efraín y tú ya llegaron a tercera base, debes mantener viva la llama del deseo, y vestida como usualmente andas, no llamaras la atención, pero ni del conserje, y eso que tiene 60 años. ¿Ves mi punto?

-Sí, pero....

-Sin peros, estoy orgullosa de ti, haces lo correcto.

Mi celular suena y me falta el aire al ver su nombre en la pantalla.

-Es él. -Le indico a Mei.

-Pues contesta. -Se cruza de brazos.

-Hola. -Lo saludo.

-Buenos días, ya estás lista.

-Sí, ¿Por qué?

-Estoy afuera.

-Está afuera. -Le digo a Mei tapando el auricular.

Ella sonríe a sus anchas y con la mano me despide. Corro a buscar mis cosas, y salgo corriendo del apartamento.

-Voy bajando. -Le indico.

-Bien, aquí te espero.

Al llegar al lobby, Efraín estaba recostado a su vehículo, apenas me vio sonríe y observa mi blusa.

-Me gusta tu nuevo estilo. -Me abraza para luego besarme.

-Gracias, es para ti.

-Sí, que bueno. -Coloca un beso en mi cuello, que me eriza la piel.

Me abre la puerta del coche como todo un caballero, estoy tan feliz que tengo miedo, la vida no es color de rosa, ni un cuento de hadas, seguía siendo un sapo, y eso sería siempre.

De la mano ingresamos al centro educativo, las miradas estupefactas, no se hicieron esperar, somos la comidilla del día.

-Efraín ¿Qué significa esto? -Nos topamos a Kelly y casi muero.

-Tammy es mi novia. -Admite él, y el corazón se me desboca.

-Ah así, y el beso que nos dimos cuando me llevaste a casa, no significó nada para ti.

- ¿Qué? ¿De qué está hablando? -Suelto su mano.

-Tammy no es lo que crees. -Se defiende.

-No te lo dijo, por algo ha sido. -Se cruza de brazos fulminándome con la mirada.

Salí corriendo de ahí, como pude ser tan estúpida de pensar, que entre nosotros pudiera existir algo.

-Tam espera. -Lo oí llamarme, pero seguí corriendo, me sentí engañada, necesitaba

Narra Efraín:

Intenté ir tras de ella, pero Kelly me tomó del brazo.

-Déjala, ¿Cuál es tu capricho con la nerd?

-Suéltame Kelly. -Solicité molesto.

- ¿De verdad te interesa? -Arquea una ceja.

-Ése es mi asunto no el tuyo. Y a todo esto ¿Qué haces aquí? Estas suspendida.

-Mi papi habló con el director, él es egresado de esta universidad y uno de los que más aporta económicamente en la manutención del mismo. Lástima que la asiática no está aquí para restregárselo.

- ¿Cuál es tu maldito problema con ellas? -Espeto furioso.

-Ya te lo he dicho. -Coloca ambas manos a cada lado de su cadera.

-Tammy es más mujer de lo que tú nunca llegarás a ser.

- ¡Cómo te atreves! -Me abofetea.

Las curiosas miradas recaen sobre nosotros. Me acerco a su oído y susurro: -No estaría contigo, aunque fueras la última mujer en el planeta.

Intentó abofetearme otra vez, pero sostuve su mano en el aire.

-Supéralo Kelly. -La suelto y me alejo.

-Te arrepentirás de esto Efraín Lockwood, acuérdate de mis palabras.

La ignoré e ingresé al salón donde recibía clases con Tammy, para mi alivio estaba presente. Al verme quitó su mirada e hizo como si yo no existiera.

A los pocos segundos el profesor Harrison comenzó a explicar un tema del cual ni me di por enterado, mi mirada recaía en ella. Sabía que la ponía nerviosa, se notaba en sus facciones.

Cuando el timbre de cambio resonó, todos salieron menos nosotros, obvio no podía pasar sobre mí.

-Tengo otra clase. -Me dice de forma despectiva.

-Y yo no me moveré de aquí hasta que aclaremos este mal entendido.

-Sí, niega que la besaste.

-Así no pasaron las cosas, Kelly me besó, es cierto, pero no le correspondí. Es la verdad, solo lo mencionó para mortificarte y estás actuando como ella quiere.

- ¿Por qué no me lo contaste? -Me reclamó.

-Porque sabía que ésta precisamente sería tu comportamiento. ¿Le crees a ella y no a mí? Tammy una relación se basa en confianza.

-Mike engañó a Mei.

-Yo no soy el imbécil de mi primo y me duele que me compares con él.

-Déjame pasar por favor. -Insistió.

Resignado, salimos y ella huyó de mí, no la seguí. Tammy es la persona más insegura que he conocido, me exaspera su actitud.

Marco aquel número conocido y que sabía de memoria y la mujer responsable de esta situación contesta.

-Sí, veo que todo va bien entre ustedes. -Asevera.

-Nos acabamos de pelear.

-Dime que es broma. -Espeta enojada. - ¿Qué hiciste?

-Ha sido un error, lo solucionaré. -Afirmo.

-Lamento involucrarte en este rollo, pero le estamos haciendo un bien.

- ¿Lo estamos? -La cuestiono.

-Eso creo. -Deja ir no muy convencida. - ¿Qué sientes por ella?

-No lo sé, Tammy es un rompecabezas, anoche que estuvimos juntos, lo disfruté.

- ¿La amas? -Consultó.

-Es confuso. -Respondí con sinceridad.

-No debiste intimar con ella tan pronto, pero ya está hecho. -Me reprendió.

-Hablaremos luego. -Corté la comunicación.

Sabía a qué hora tenía su última lección, la esperaré para llevarla a casa, me ha costado demasiado ganarme su confianza para que Kelly lo arruine.

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