CAPITULO 15

-No me mires así. -Me cruzo de brazos y enfrento a mi amiga. Hace cinco minutos llegamos al apartamento y no me dirigió la palabra desde que salimos de la pizzería.

-Hiciste exactamente lo que ella quería. -Pone los ojos en blanco.

- ¿Y qué esperabas? Me empapó de gaseosa.

-Efraín te ofreció su chaqueta.

-Yo no pertenezco ahí Mei, además te acompañé, no me puedes reprochar nada.

-Por el contrario, tendría mucho que reprocharte, me vas matar de un disgusto. Si alguien como Efraín mostrará la mitad de interés que él tiene en ti, caería redondita a sus pies.

-Pues asunto arreglado, quédate con él y a mí déjame en paz.

¿Cuál es tu maldito problema? _Expresa molesta. -A veces eres tan estresante. -Chilla como loca moviendo los brazos sin control a los lados.

-Actúas como una loca. -Le recalco.

-Oh sí y tú tan cuerda.

-Mei no vamos a discutir por esto, me iré a la cama, así que buenas noches.

-Ohhhhh no, no, de ninguna manera, no te escaparás tan fácilmente.

-Besaste a Glenn. -Me veo diciéndole. No sé por qué lo hice, quizás para cambiar el tema.

- ¿Qué? -Arquea una ceja. - ¿De qué carajos hablas?

-La otra noche, cuando salimos con Verónica me preguntaste si habías hecho algo indebido y te dije que no, pues mentí.

-Explícate. -Tenía toda su atención.

-Estabas tan ebria que no podías caminar, no lo recuerdas, pero Glenn me ayudó a llevarte al parqueo, cuando intentaba subirte al coche lo besaste, y no fue un beso de periquito, juro que vi tu lengua sumergida en su boca, y cuando terminaste, lo alabaste por lo bien que besaba.

-Mientes. -Me señala. -Me estás diciendo eso para que no te siga regañando por lo de hace un rato.

-No me crees, pregúntale a Glenn. -Le sonrío sin ganas.

-Lo haré.

-Es un buen chico, y no sé mucho de relaciones ni esas cosas, pero parece que le gustas.

-Ya tengo novio. -Me recalca.

- ¡Mike! por favor. Después de la muerte de mi hermano no has hecho más que rodearte de perdedores. Al menos Glenn estudia, es una persona que trabaja para pagar sus estudios, eso dice mucho de él, en cambio, Mike. -Pronuncio su nombre con total desprecio. -Es un oportunista sin futuro.

-Cuidado. -Me advierte Mei achicando sus ojos. -Te estás metiendo en mi vida privada.

-Oh sí, pero la mía si es de dominio público ¿No es así?

-Has lo que quieras. -Se aleja con dirección a su recámara, cierra la puerta con brusquedad.

Si antes me sentía mal, ahora estaba peor, a qué hora accedí ir a esa estúpida celebración. El sonido del timbre me sacó de mi contemplación. Otra vez el conserje dejó pasar a alguien sin avisarnos.

Cuando me asomé por el pequeño agujero de la puerta, casi me da un infarto, era Efraín. Me quedé analizando si le abría o no, pero qué estaba haciendo aquí, la curiosidad pudo más y le abrí.

-Hola de nuevo. -Me saluda.

-No deberías de estar con tus amigos. -Sostengo la puerta sin dejarlo entrar.

-Crees que pueda pasar, es algo extraño conversar en lados opuestos.

Me vi haciéndome a un lado y él ingresó.

- ¿Y Mei? -Consultó.

-En su cuarto.

- ¿Podemos hablar?? _Me dijo, parecía nervioso.

-Estamos hablando. -Observo.

-Tammy. -Me llamó.

-Antes de que continúes, me permites quitarme esta ropa, se siente pegajoso al contacto con mi piel.

-Claro, esperaré.

Me fui a mi habitación, tomé unas bermudas y una blusa con dirección al baño, me metí bajo la ducha, retiré los residuos de la bebida y me apresuré a vestir. Cuando llegué a la cocina él estaba recostado en el desayunador con un vaso de agua en la mano.

-Estoy lista, te escucho.

- ¿Por qué eres tan cortante conmigo? ¿Te he hecho algo que te moleste?

-Ehhh no. -Enmudecí, jamás pensé que preguntaría eso.

-Tammy me agradas, pero no me dejas acercarme, a veces pienso que eres inalcanzable.

Me quedé con la boca abierta, yo inalcanzable, él lo era, yo solo era, yo.

-No sé a qué te refieres.

Efraín deja el vaso en el lavado y se acerca a mí, hasta tenerlo a escasos centímetros.

-Quiero una segunda cita. -Me pide.

- ¿Por qué pierdes tu tiempo conmigo? Kelly saldría contigo con gusto.

-Pero no es con Kelly con quién quiero estar.

-Y conmigo sí. -Añado incrédula.

-La interrogante aquí Tammy Whitman es ¿Por qué no?

Bueno, si íbamos a ser sinceros que así sea.

-Efraín mírate, eres atractivo, te codeas con la crema y nata de la universidad, una estrella deportiva, simpático, cualquier chica moriría por estar a tu lado. Eso me hace cuestionar ¿Qué puedes ver en mí? Soy todo lo contrario a las cualidades que he mencionado de ti, ni siquiera me gusta hacer ejercicio.

-Creo que no te valoras lo suficientemente, como mujer tienes todos los atributos que un hombre busca.

- ¡Oh por favor! -Exclamo cruzándome de brazos.

Él se aproxima peligrosamente.

- ¿Qué crees que haces? -Me veo retrocediendo.

-No me conoces. -Me indica. _ ¿Cómo puedes saber qué clase de mujer me gusta?

-Detente. -Le advierto. Mi corazón se acelera, la situación está tomando un rumbo inesperado.

-¿Y si quisiera besarte?

Mis ojos se abrieron como platos, me asusté ¿Acaso lo decía en serio?

-Tammy. -Me tomó de la cintura y me pegó a su cuerpo. -Ahora no puedes escapar.

-Efraín no. -Pero era tarde, me estaba besando, Efraín me besaba. Sus labios se movieron con delicadeza sobre los míos, no tenía muy claro qué hacer, pero imité sus movimientos. Cuando su lengua rozó la mía, el estómago me dio un vuelco, un vacío se incrustó, y entendí el término " mariposas en el estómago" mis piernas se aflojaron, y me dejé invadir por el mar de emociones que se disparaban en mi organismo.

Siguió acariciando mis labios y ya no supe de mí, debí separarlo, pero a quién engaño, deseaba que no se detuviera.

-Tam. -Susurró cerca de mi oído, causando un escalofrío. -No sabes cómo esperé este momento. Por favor no me rechaces más, dame una oportunidad.

Mi respiración era irregular, abrí los ojos para encontrarme con su turquesa mirada.

-Yo.... -Quise hablar, pero él se volvió apropiar de mi boca, aunque no duró tanto como anhelaba. -Dame tiempo, por favor, esto es demasiado para mí.

-Es sencillo, sólo permíteme entrar a tu corazón, prometo no lastimarte.

-No prometas lo que no puedes cumplir.

-Sólo digo que podría funcionar.

-Oh sí por supuesto. Y yo soy el tipo de persona con la que acostumbras salir.

-En realidad no. -Me sorprendió su respuesta. -Tienes razón en algo, Kelly es el estereotipo con el que me he relacionado anteriormente, pero quizás me apetece algo diferente.

-Y yo seré tu experimento, ni al caso.

-Sé que te intereso, no me rechazaste cuando te besé, y también sé que lo disfrutaste tanto como yo.

Era verdad, no podía negarlo.

-No me rendiré, y tampoco me iré de aquí, hasta acordar la segunda cita.

-Allá está el sofá. -Le señalo. _Porque no pienso contestarte.

-En ese caso. -Va al sillón y se acomoda.

- ¿Qué haces? -Lo cuestiono.

-Me espera una larga noche, así qué. -Se encoje de hombros.

- ¡Por el amor de Dios! El sábado ¿Te parece?

-Genial. -Una inmensa sonrisa se dibuja en su cara.

-Es el cumpleaños de Kelly, dijiste que irías.

-Y qué, no le di seguridad. A las 7:00 p.m. paso por ti. ¿Cine? ¿Teatro?

-Prefiero teatro.

-Sin problema, teatro será. -Debo irme, me esperan en la pizzería, buenas noches.

-Buenas noches.

Se acerca y me roba un beso, maldito embustero, qué digo, me ha encantado que lo haga. ¿En qué te estás metiendo Tammy Whitman? Te estás enamorando y era precisamente lo que evitabas. Sé que me arrepentiré, algo me dice que así será.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top