DEVOCIÓN - Parte I
DEVOCIÓN, La leyenda del Shinigami y Konchuu Megami
Parte I
DISCLAIMER: Este three shot pertenece al reto #HabíaunavezGiyuuShino creado en el grupo de whattsap GiyuuShino, en el cual participio. / Demon Slayer o Kimetsu no Yaiba pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable.
Del mismo modo la imagen que utilicé para la portada y separadores de este reto pertenecen a la artista Camexllia.
TEMÁTICA: El mito de Hades y Perséfone
PAREJA: Giyuu Tomioka x Shinobu Kochou
NOTA DE AUTOR: Un reto muy interesante que se formuló en el grupo de Whattsap donde participo, en el cual debíamos elegir un cuento y adaptarlo a este maravilloso ship. En este caso yo elegí el mito griego de Hades y Perséfone, sin embargo, para no contradecir el contexto de los personajes, lo adapté dentro de la mitología japonesa en lugar de la griega. Espero que lo disfruten.
DEVOCIÓN, La leyenda del Shinigami y Konchuu Megami - Parte I
ÉL MÁS JUSTO
Su pobre abuelo no dejaba de retorcerse en el lecho, embargado por el dolor. Sudaba frío y apenas podía respirar.
Kanae llevaba en vela más de tres noches, vigilando la agonía del hombre. Había utilizado ya todos los remedios y medicinas que conocía, pero ninguna hacía efecto en el anciano. Inevitablemente, en cualquier momento, se apagaría.
Y la frustración de no poder hacer nada para retenerle a su lado desesperaba a la pequeña Shinobu. No podía irse y dejarlas solas, amaba tanto al sabio viejito que con amor infinito había cuidado de las hermanas desde que puede recordarlo.
No le importa de qué forma, solo desea que siga luchando para permanecer los tres juntos.
Meditaba qué otras alternativas podían intentar cuando de pronto, la puerta de la habitación se abrió y entró en ella un hombre desconocido. Era alto, joven y vestía de negro, arrastrando con él una extraña katana desenvainada.
De entre los acompañantes que oraban alrededor de la cama, nadie parecía notar su presencia salvo ella y su hermana mayor, quien; al girar su rostro en dirección del visitante, le reconoció y lágrimas traviesas resbalaron por sus mejillas.
-Buenas noches, Tomioka-sama. -murmuró acongojada. -Te tardaste un poco, ¿no crees?
-Todavía no era el momento. -respondió cortante el extraño, mientras avanzaba hasta la cabecera del lecho donde el abuelo reposaba.
La niña pensó que era una falta de respeto las libertades del sujeto se tomaban en un momento tan delicado, paseándose por la habitación como si fuese el dueño de la casa. No tenía idea de quién era ni de dónde Kanae lo conocía, pero no toleraría sus groserías.
Se levantó de su lugar dispuesta a correrlo cuando su hermana la retuvo tomándola de la mano y observó con pavor como el visitante se hincaba junto al abuelo y le ayudaba a sentarse en el futon, apoyando su calva cabeza sobre el hombro del joven.
¿Acaso se trataba de un médico o un curandero?
Él movió sus labios, pronunciando palabras que no llegó a escuchar y sorprendentemente, el viejito le respondió del mismo modo, cerca del en el oído y en aparente silencio.
Supuso que estaba consolándole en un acto de piedad y melancolía... pero sorpresivamente, Tomioka levantó su katana y hundió el filo del arma en el pecho del mayor, a la altura de su corazón.
Apenas dio suspiro antes de cerrar sus ojitos.
-¡Deten...! -intentó frenarlo Shinobu pero fue silenciada por su hermana, quien le cubrió la boca.
Los presentes echaron a llorar ante la muerte del sacerdote mayor del templo. La tristeza se apoderó del recinto.
El hombre recostó el cadáver con delicadeza donde había estado y a paso lento, emprendió su huida.
«¿Acaso nadie detendrá a ese asesino?», pensaba la pequeña, forcejeando por soltarse del agarre de Kanae.
Finalmente; cuando el desconocido se marchó, fue liberada pero antes de que la joven pudiera explicarle lo que ocurría, ella salió corriendo velozmente, persiguiendo al varón.
-¡Shinobu-chan, espera! -intentó retener en vano. Su hermanita era tan joven aun que no podía comprender la sabiduría de la naturaleza humana.
La chiquilla atravesó los salones del templo buscándole, gritándole que apareciera, pero él, por ningún lado se dejaba ver. Cuando llegó a las afueras de la estancia, por fin reconoció su oscura silueta internándose en el bosque.
Con todas sus energías se propuso alcanzarle.
-¡Tú! -gritó por fin cuando se encontró a pocos metros de distancia de la criatura, haciéndole voltear para verla. -¡Devuélveme a mi abuelo!
A Tomioka Giyuu le pareció el cuadro más particular que había visto en toda su existencia. En sus siglos de trabajo, nunca nadie se había atrevido a desafiarlo ni a reclamarle por el alma de un mortal. Hasta el más fuerte de los guerreros temblaba en su presencia y ahora... una escuálida niñita se atrevía a encararlo.
Furiosa, pequeñita y muy decidida. Apenas debía tener unos 10 años y aun así creía que podía jugar con él... que ingenua.
-No. -respondió con simpleza, dándole la espada para retomar su camino.
Ella respiró profundamente. Su ira crecía, estaba dispuesta a pelear con todo su poder si era necesario con tal de recuperar a su abuelito.
-Dije que me lo devuelvas -chilló levantando sus manos hacia el cielo y de las profundidades del bosque un enjambre de abejas apareció, zumbando peligrosamente, listas para atacarle.
Sin embargo; cuando arremetieron contra Giyuu, todas cayeron muertas en el suelo.
-¿Es todo?
-Vete a la mier... -intentó insultar ahogada en su rabia, dispuesta a comenzar otro ataque.
Pero antes de que pusiera hacer algo, varias ramas surgieron de la tierra, atrapándola de manos y pies.
Kanae apareció tras ellos.
-Por favor, perdona la imprudencia de mi hermana, Tomioka-sama. -dijo apenada, disculpándose.
-Neesan, él tiene el alma del viejo. ¡Tenemos que recuperarla! -protestó la niña, terca en seguir luchando.
Su espíritu combativo llamo la atención del hombre
-¿Qué es ella? -preguntó.
-Es una deidad menor, cuida de los insectos y se encarga de la polinización. Encarnamos de la misma madre. -respondió la mayor haciendo una reverencia. -Por favor, perdona si te importunó.
Tomioka las observó detenidamente antes de continuar su ruta sin responderles. Pero Shinobu no se rendiría fácilmente.
-¡Devuélvela! -insistió. -Por eso... ¡Por eso Todos te odian!
Los dos adultos callaron, sorprendidos por el comentario.
-No todos los dioses podemos hacer cosas buenas por la humanidad, Kochou. -susurró tristemente antes de desaparecer entre los árboles.
Cuando estuvo segura de que se marchó, Kanae decidió que era momento de intervenir.
-Shinobu-chan, los seres humanos no son como nosotros. Ellos nacen, crecen, llevan una vida de felicidad y tristeza y luego, inevitablemente mueren. Tarde o temprano les llega su momento. Tomioka-sama se encarga de darles ese momento, en la forma más pacífica que les sea posible.
La pequeña no podía creer la situación.
Muerte, hasta ese momento no había logrado entender la profundidad de dichas palabras. Ahora; la asociaba con despedida, con final, con desgracia y sufrimiento.
-Su labor es despreciable, Nee-san
-¿Viste como sufría el abuelo todas estas noches? Él jamás sanaría y si Tomioka-sama no hubiera venido, seguiría sufriendo dolores insoportables... Puede parecer doloroso, pero yo creo, que de todos los dioses; Tomioka-sama es el más justo, porque entrega paz y descanso. Alivia los dolores que yo no puedo curar.
Shinobu negó con la cabeza, no podía aceptar que el trabajo de llevarse almas pudiese ser un acto de justicia.
En un instante, las ramas que la tenían cautiva volvieron a internarse en la tierra, pero antes de que pudiera volver a perseguir al shinigami, es abrazada por su hermana.
-Cuando lo conocí, fue el día que vino para llevarse a mamá. Tampoco podía comprenderlo en ese momento, pero con el tiempo, entenderás cuan importante es su labor para la humanidad... Por favor, no vuelvas a ofenderlo con algo como lo que le dijiste.
-¿Mamá? ¿El día en que nací? ¿Fue ese desgraciado?
La mayor acarició la cabeza de la niña dulcemente, con un aire de maternidad.
-Era su momento... Tomioka-sama hizo lo que estaba destinado a ser. Algún día lo comprenderás.
CONTINUARÁ...
Hola a todos!!
Esta es la primera parte de Devoción, mi adaptación GiyuuShino de la Leyenda de Hades y Perséfone. Amo esa historia pero ciertamente fue un poco complicado trabajarlo por que en algunas versiones, Hades secuestra y engaña a Perséfone, mientras que en otras, ella acepta irse voluntariamente con él. La verdad no supe cual de ellas tomar.
Bien, mañana subiré la siguiente parte para poder concluir pronto con el desafío.
Espero que les haya gustado
Bye byee!!
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