Todos se levantaron temprano ese día, la boda se llevaría a cabo en el jardín de los Kim. Iba a ser una ceremonia sencilla pero todos estaban seguros de que sería hermosa y que los novios la recordarían felices siempre.

Young tomó la cesta de dulces y la llevó a la mesa, la boca se le hacía agua al ver la crema de éstos pero aun no podía probarlos. No hasta que el festín comenzara.

Se dio la vuelta y vio a Jimin junto a TaeHyung intentando arreglar las luces, sonrió al ver al pelirrosa haciendo muecas mientras agarraba la escalera para que el menor no cayera. Tae logró que todo quedara en su lugar y se bajó, corrió hacia ella cuando la vio.

— Youngie — sonrió amplio y miró la mesa llena de aperitivos. Tomó uno de los dulces y se lo puso en los labios a su novia — Es tu preferido.

— Tae — rió — Estuve aguantando las ganas de comerme uno y vienes así tan fácil y me lo pones en la boca.

Young tomó el dulce y le dio una mordida, algo se sintió asqueroso. No sabía mal, al contrario, estaba delicioso. Pero la pelirroja sintió asco al probarlo.

— ¿Que pasa? — preguntó Tae al verla hacer una mueca.

— ¿Está malo? — Jimin se acercó de brazos cruzados — A ver — tomó el pedazo que quedaba en la mano de Young y se lo comió — Sabe bien.

— Sí — la chica contestó — Voy a por agua.

Dijo y entró a la casa seguida de Tae. El pelinegro se paró a su lado mientras su novia tomaba agua. La vio tener una arcada, también la había notado muy pálida.

— Youngie, ¿estás bien? — preguntó preocupado.

— Estoy bien — contestó ella.

Se sentía mareada y con náuseas pero estaba bien.

Los invitados pronto llegaron. Young entró a la habitación donde se encontraba Allison. La chica se veía hermosa con ese vestido.

— Estoy tan nerviosa — habló moviendo sus manos tratando de calmarse.

La coreana se acercó y tomó sus manos.

— Tranquila, todo saldrá bien — sonrió amable — Hacen una pareja hermosa, se aman y serán muy felices.

— Tú y Tae también son preciosos juntos — Allison miró a Young a los ojos — He escuchado por lo que han pasado, solo quiero decirte que nunca se den por vencidos. No se separen, su amor es hermoso.

La chica asintió con una sonrisa. Ambas salieron y Young dejó a la novia con su padre quién la llevaría al altar. Buscó a Tae con la vista y se sentó a su lado para ver la ceremonia, el chico unió sus manos y besó la mejilla de ella.

Todo salió perfecto y ahora los invitados y los novios estaban disfrutando de la fiesta.

Tae y Young estaban abrazados mientras jugaban con Yeontan. El pelinegro alzó su vista y vio a una castaña entrar al jardín. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Riu... — pronunció y se separó de Young para caminar hacia ella.

— TaeTae — la muchacha sonrió y abrazó a su amigo.

Ambos se abrazaron mientras sus lágrimas caían, él la había extrañado tanto y ella estaba tan feliz de volver a verlo.

Young los observó con una sonrisa aunque su corazón se sintió oprimido por alguna extraña razón.