🌼9-Necesitamos información exacta.🌼

A veces nos acostumbramos a estar rodeados de tantas personas que cuando tenemos un momento a solas con uno mismo, nos cerramos hasta el punto de no saber que hacer. Las personas creemos que moriremos el día en que nos dejen solos, ese día en el que nuestro único amigo o compañía sea uno mismo. En ocasiones, logramos crear una dependencia extrema de la gente sin saber que eso poco a poco nos causará daños.

Es difícil vivir en soledad y apreciar tu propia compañía, pero es aún más difícil hacerlo cuando tu vida y tu mundo entero gira alrededor de tus amigos y de la compañía. Solo porque le tienes miedo al hecho de quedarte solo, y de que tus pensamientos te atosiguen sin que puedas hacer nada, porque cualquiera distracción que encuentres se ve eclipsada con tus mayores miedos y temores. Pero cuando aprendes a vivir y disfrutar la soledad es cuando realmente te darás cuenta de que no hay mejor compañía que tú mismo. Aprendes a conocerte mejor, a amarte, a valorarte y a darte cuenta de que tienes más virtudes que defectos de lo que tú creías.

Yo aprendí a valorarme después de estar en una relación que había sobrepasado la toxicidad y que me había llevado a muchos callejones sin salida. Había sufrido y había hecho sufrir a otros solo para darme cuenta de que no es necesario tener a alguien a mi lado para ser feliz, de que no se necesita mendigar amor ni que es necesario dejar que otros te amen de una manera que no mereces.

Las personas que son amadas sienten que tienen el cielo en sus manos, las personas que aman lo hacen porque adoran cada parte de su pareja, ya sea que tenga defectos o imperfecciones, porque esas pequeñas cosas pasan a segundo plano cuando tienes a la persona destinada para ti frente a tus ojos.

Es por ello, que ahora solo me tomo mi tiempo, aprendo a esperar pacientemente, a amarme tal cual soy para que alguien más no sienta que tiene derechos sobre mí solo por darme amor y atenciones.

Ya no espero un príncipe azul, ni siquiera un caballero de brillante armadura. Ya me tengo a mi y eso es más que suficiente. Nadie podrá darme amor como yo misma me lo doy, porque sé lo que necesito y sé lo que merezco. Y definitivamente no necesito un amor a medias, ni migajas, ni malos tratos; al contrario, merezco el cielo, merezco ser amada con la misma intensidad con la que yo amaré a quién de verdad este hecho para mí.

En estos momentos me siento cómoda con mi soledad, soy plena y vivo feliz. No tengo a nadie que me arruine mi paz mental con quejas, peleas y dramas que sobrepasan al de las telenovelas. Es por eso, que Chiara por más que intente no ha logrado hacerme salir con alguien en casi unos cuatro meses. Sin contar con mi cita del sábado que terminó en desplante.

Y que ni se le ocurra a mi amiga volver hacer algo como lo de ese día, porque no habrá ningún trato que me haga aceptar y que la haga a ella salvarse de mí.

Camino hacia la cocina y busco entre los gabinetes un paquete de cotufas para microonda, un paquete de doritos y uno de papas. Tomo las palomitas y las meto en el microondas, marco los minutos que me indica las instrucciones y mientras la cuenta regresiva se cumple tomo dos tazones grandes, en uno vacío los paquetes de doritos y papas, y el otro lo dejo para las palomitas. Abro la nevera y agarro dos latas de refresco coca cola, llevo todo hasta la sala y lo coloco en la pequeña mesa que hace de centro, me regreso a la cocina y espero que los últimos segundos terminen para echar las palomitas en el tazón restante. Vuelvo a la sala y me siento en el sofá tomando el control remoto y buscando las películas de romance que Chiara había guardado en un pendrive que dejó conectado en el televisor.

Me siento cómoda y coloco el tazón de cotufas entre mis piernas para comenzar a ver mi maratón de noche de películas de amor aunque yo aún no quiero que eso vuelva a llegar a mi vida.

Comienzo viendo una de esas películas cliché escolares, no entiendo por qué a Chiara le gustan tanto pero para ser sincera es realmente entretenida. La película se llama "10 cosas que odio de ti", trata sobre dos hermanas, una más linda y amigable que la otra. Un día un chico nuevo llega a la escuela y se interesa en la menor de las hermanas, pero para su desgracia el padre de la chica no le tiene permitido tener novio antes que su hermana mayor, por lo que el chico idea un plan para que el badboy de la escuela logre salir con la hermana mayor gruñona, y es así como ambos protagonistas se conocen. Pero vamos, que todo se trata de un trato donde el chico malo aceptó solo porque recibe dinero del chico que ideó el plan.

Todo esto terminará mal, ya lo vi.

Es que los hombres nunca aprenden. A veces sale a relucir más su lado idiota e imbécil que el inteligente -si es que tienen-.

Jamás de los jamases deberían hacer una apuesta donde una chica este de por medio. ¿Es qué a caso no ven películas? Las apuestas así siempre terminan mal.

Si quieren ganar dinero trabajen y ya. Dejen de usar a las mujeres como juguetes con el que pueden divertirse por un tiempo determinado y dejen de apostar, nosotras no somos un objeto al que se le puede poner un precio con el que ustedes saldrán ganando porque al final pasará todo lo contrario. En la vida las personas conocemos algo llamado como «Karma» o «Justicia Divina», por lo que de alguna u otra manera las cosas malas que haces se regresarán e irán por ti, incluso mucho peor de lo que lo hiciste.

Mucho antes de que se acabe la película mi tazón de cotufas se terminó, tomo una lata de refresco y me la bebo para alejar un poco lo salado de las palomitas.

Suspiro y sonrío porque al final de la película los protagonistas pudieron resolver sus conflictos y todo quedó resuelto. Típico final de historias clichés y sin embargo logré amar muchísimo la historia. De ahora en adelante tendré una nueva ídola en una película.

¡Dios! Amé la forma de ser de esa chica.

Cuando estoy a punto de colocar la siguiente película mi celular suena varias veces indicándome que tengo varios mensajes de whatsapp. Lo desbloqueo y leo de quién es.

Mamá:

Hola, cariño.

¿Cómo estás?

Sé que es un poco tarde y quería saber si seguías despierta.

Tu padre y yo queremos hablar contigo.

Últimamente con tu trabajo y el de nosotros se nos ha hecho difícil comunicarnos.

Extraño hablar con mi pequeña bebé.

Leo los mensajes con mi corazón arrugado como una pasa, el último que envió hizo que una lágrima rebelde escapara de mi ojo y recorriera mi mejilla hasta perderse en mi mentón.

Yo:

Hola mamá, dame cinco minutos y te marco.

Yo también los extraño a todos.

Necesito una de esa charlas entre madre e hija :(

Le doy a enviar y corro rápidamente hacia la habitación de Chiara. Busco entre los cajones de su mesita de noche hasta dar con su laptop. La tomo y salgo de vuelta a la sala, tomo mi posición de antes en el sofá y enciendo la laptop, espero unos segundos a que encienda y busco la aplicación de Skype, marco enseguida a mi mamá y al cuarto tono ella por fin responde.

-¡Hija! -chilla de felicidad al verme. Sonrío y estrujo mis manos para no echarme a llorar.

-Mami... -mi voz flaquea un poco pero me recupero- ¿Cómo han estado? ¿Cómo se porta papá?

-Estamos bien, hija. Extrañándote cada día y tu padre... Pues... ¿por qué no mejor se lo preguntas?

Veo como ella hace unas señas antes de agarrar a papá por el brazo y jalarlo hasta hacerlo sentarse a su lado.

Mamá es una mujer aguerrida y muy determinante. Papá suele ser más pasivo y complaciente. Son tal para cual, se complementan el uno al otro.

Mis ojos se cristalizan al ver a mis padres a través de la pantalla. Los extraño demasiado, la distancia y las pocas veces que charlamos debido a nuestros trabajos están haciendo estragos en mí. Extraño que mamá me cocine su famoso pollo al horno y que papá me consienta preparándome uno de sus deliciosos chocolate caliente.

-¡Pequeña mía! -saluda papá con esa enorme sonrisa de felicidad que tanto lo caracteriza.

-Papá...

-¿Cómo estás, abejita? -rio sin poder contenerme. Papá desde que era una bebé ama llamarme de esa forma, y ya tenía un par de semanas que no escuchaba ese apelativo.

-Bien. A Chiara y a mi nos está yendo muy bien en el trabajo. -expreso.

Ambos sonríen. Desde que comencé a trabajar para ayudarlos han estado muy atentos a lo que me sucede. Temen porque en el algún momento me arrepienta de mis decisiones o porque simplemente no me está yendo del todo bien en mi vida de adulta.

-¿Segura? -inquiere, mamá, quisquillosa. A ella nada se le escapa.

-Segura, mamá.

-Y dime, abejita. -interviene papá. Cambiando drásticamente la conversación porque sabe que mamá suele ser realmente intensa cuando no está conforme con alguna respuesta- ¿Ya conociste a algún galán por allá?

Si supieras, papá. Evito decirle porque sino la vena chismosa de ambos tomaría protagonismo.

-Claro que debió de conocerlo, Amadeus. -le dice mamá, demasiado convencida- ¿No ves que nuestra hija es preciosa como su madre? Por eso debe de tener una fila de pretendientes detrás de ella.

Niego rápidamente.

-No, mamá, no es así. Sabes que por mi trabajo no tengo tiempo de estar pendiente en chicos y tampoco es lo que quiero... -confieso- Pero sí, sí conocí a alguien.

Mis padres son tan abiertos y cariñosos que desde pequeña me dieron la confianza de hablar con ellos libremente y me encanta hacerlo porque me conocen perfectamente y saben lo que yo de verdad necesito, es por ello que siempre le cuento mis cosas (obviando efectivamente algunas cosas) y siempre me dan increíbles consejos.

-¿Quién es, abejita? -pregunta demasiado curioso.

-¿Es guapo? -me pregunta, mamá

-Debe de serlo. -le responde, papá- Mi abejita tiene buenos gustos, como su madre. No solo heredó tu belleza sino el buen gusto por fijarse en hombres así de guapos como yo.

Reí a carcajadas. Papá siempre con sus ocurrencias.

-Es muy guapo. -admito, un poco avergonzada. Mis mejillas se sienten calientes, agradezco al cielo de que a través de la cámara no se notan tanto- Más de lo que me gustaría admitir. Aunque siendo sincera tiene unos pequeños rasgos asiáticos, quizás tiene familia asiática.

-¡Uh! Un chico asiático, me gusta.

Sabia que ese pequeño detalle le parecería fantástico a mamá. Fue ella quién hizo que yo amara los dramas asiáticos y tuviera una corta inclinación por los hombres de ese continente, aunque especialmente con los coreanos, los tailandeses y los filipinos.

-Si por tu madre fuera ya me hubiese cambiado por un asiático.

-Lo haría pero no conocí nunca ningún coreano o filipino, siempre eran chinos y esos si nunca me gustaron.

Sí, soy como mamá. Ella y yo no solo nos parecemos físicamente sino que también tenemos muchas cosas en común. Yo vendría siendo como su copia más joven y menos alborotada.

-Cuéntanos de ese chico, abejita.

Se había tardado demasiado en hacer la pregunta.

-No sé mucho de él. -admito- Lo conocí hace apenas unos días, trabaja en la tienda del frente de donde yo trabajo y es alguien divertido y dulce pero no lo sé, necesito conocerlo un poco más.

-¿A quién vas a conocer? -la voz de mi hermano menor hace saltar del susto a mis padres quiénes estaban concentrados en lo que les decía.

Mamá le da un manotazo por el susto, alegando que si sigue así muy pronto le provocará un infarto.

-Deja de ser tan exagerada mamá. -le dice, lo que hace que se gane esta vez un pellizco. Mi hermano hace un mueca del dolor- Oli, por favor, necesito que vayas a la sede policial más cercana y denuncies a mis padres por maltrato infantil.

-¿Qué es eso de maltrato infantil, Bastian? Si ya tienes 18 años, eres mayor de edad. -le recuerda papá, mientras rueda sus ojos.

-Bueno, entonces por retenerme en este lugar en contra de mi voluntad.

-¿En contra de tu voluntad? -mamá enarca una ceja, divertida- Estas aquí porque quieres. Es más, ahí esta la puerta, puedes irte cuando quieras.

Mi hermano se cruza de brazos mientras hace pucheros.

-Ya no quiero.

Río a carcajadas.

-¡Dios, Bastian! ¿Cuándo dejarás de ser todo un chico mantenido consentido? -le pregunto sin dejar de reír.

Bastian me mira y se encoje de hombros.

-Cuando logre graduarme de la universidad, pueda ejercer mi carrera y así los mantendré a todos.

-Lo que quiere decir que nunca. -murmura mamá entre dientes pero todos pudimos oírla.

-¿Oíste eso, Olivia? -me pregunta acercándose a la cámara para darme una de sus miradas de cachorrito regañado- Me dueles, mamá. Que poca fe tienes en mí. -reprocha, haciendo uno de sus dramas.- Pero en fin, no estábamos hablando de mí sino de Oli así que cuenta, hermanita. ¿A quién vas a conocer?

Blanqueo los ojos. Todos los integrantes de mi familia son unos chismosos de nacimiento. El chisme fue lo único que pudimos heredar de mis abuelos y bisabuelos.

-Un chico, chismoso. -se queja, papá, dándole un manotazo en la cabeza a mi hermano quien se queja al instante.

-¿A caso hoy es el día de pegarle a Bastian? -indaga, indignado- Además, les recuerdo que antes de que yo llegara ya estaban chismoseando con Oli.

-Eso no se llama ser chismosos. -lo contradice mamá. Mi hermano enarca las cejas mientras le pregunta qué entonces como se le llama a eso- Tan solo es querer saber información que tenga que ver con nuestra hija.

-Bueno, entonces yo también quiero saber sobre esa información que tiene que ver con mi hermanita. -comenta y se voltea nuevamente a la cámara para dirigirse a mí- No es digno, Olivia. -dice sin más.

-¿Cómo que no es digno? -le pregunta papá sin entender- Si ni siquiera lo conocemos.

-No es digno y ya. -espeta encogiéndose de hombros- Nadie lo es.

Sus palabras hicieron que mis ojos volvieran a llenarse de lágrimas. Puede que mi familia sea peculiar y demasiado loca pero aún así amo a cada uno de ellos sin importar cuán chismosos sean.

-Tienes razón, Bastian. -concuerda, papá.

A veces mi hermano menor suele ser más sobre protector que incluso papá, y todo desde lo que sucedió con Nat. Para Bastian le fue difícil ver como yo poco a poco perdía mi brillo y mi luz en el camino. Él y yo siempre fuimos muy unidos, yo era la hermana mayor alegre y divertida que siempre lo cuidaba, por eso él sufrió al verme cambiar de manera tan drástica solo para complacer a alguien que no lo merecía.

-Aún así, la niña igual necesita conocer personas, incluidos nuevos chicos. -argumenta, mamá- Olivia es demasiado joven y bella como para quedarse toda una vida sufriendo por un idiota que nunca la mereció.

Le di una sonrisa de boca cerrada porque si decidía abrir mi boca posiblemente terminaría llorando. Papá y Bastian le dieron la razón totalmente, aunque mi hermano seguía diciendo que ese chico y cualquier otro no eran dignos de tener mi amor.

-¿Y Brant? -inquirí luego de un rato. Intentando cambiar el rumbo de la conversación.

-Está en su casa. -responde, mamá- Ya sabes que con todo esto del embarazo de Danna no se le despega ni por un segundo, salvo cuando tiene que trabajar.

Asentí, distraída.

Casi lo olvidaba.

Brant es mi hermano mayor, él a diferencia de Bastian y yo, ya decidió formar su propia familia. Danna es su esposa y está esperando a su primogénito, aún no nos han querido decir el sexo del bebé, estamos esperando a que solo le quede un mes para dar a luz y así poder saber si el primer bebé de la familia Jiménez Durand será una niña o un niño.

-Espero poder estar el día del baby shower.

Es lo que más deseo, llevo un par de semanas ahorrando para ese día, tanto para el pasaje de ida y vuelta al pueblo hasta para el regalo no solo del futuro bebé sino también para llevarle un pequeño obsequio a mi familia.

De mis hermanos fui la única que decidió trabajar en la ciudad y no en un lugar cerca del pueblo, por lo tanto, me es difícil estar cerca de ellos.

-Oye, pequeña. -Papá capta mi atención, haciendo que aleje todos mis pensamientos.

-¿Sí?

-¿Piensas algún día retomar tus estudios?

Sé que no lo pregunta por mal, sino porque de verdad está preocupado por mí.

-No lo sé, papá. Quizás más adelante.

Siendo sincera es lo que más quiero, pero es realmente difícil, mis padres ya no pueden ayudarme como antes así que yo misma tendría que cubrir todos mis gastos.

Decidí dejar la universidad hace mas de un año para ayudar a mis padres con los gastos de la casa debido a que papá en ese tiempo sufrió una caída que lo dejo en reposo por varios meses. Mi hermano mayor intentó convencerme de que siguiera estudiando ya que él ayudaría a mis padres pero al verse la situación completamente dura por la falta de empleo y la despedida de él de su antiguo trabajo, no me quedó más opción que dejar la universidad por un tiempo indeterminado mientras buscaba un trabajo de tiempo completo en el que la paga no fuera tan mediocre. Fue ahí cuando Chiara y yo conocimos a la señora Mónica, ella estaba en busca de dos chicas que la ayudaran con las ventas de su tienda y ese trabajo a mi amiga y a mi nos cayó como anillo al dedo. Chiara al igual que yo tuvo que dejar su carrera desde la muerte de su padre, ella es la hermana mayor de entre tres hermanos y necesitaba ayudar a su madre con la colegiatura de sus dos hermanos menores.

-Sé que te preocupa el dinero, abejita. Pero tu madre y yo podemos ayudarte, ambos estamos trabajando y... -no lo dejé siquiera terminar de hablar.

-Y no deberías, papá. Recuerda que la caída te dejó secuelas, no puedes estar haciendo esfuerzo. -le recordé.

-Lo sé, abejita. Pero tampoco puedo quedarme postrado en cama toda la vida.

-Sabes como es tu papá, hija. No puede estar un segundo quieto.

Eso lo sabia perfectamente. Ese hombre podría sufrir tres caídas seguidas y aún así buscaría la forma de levantarse y hacer algo por si solo, no le gusta tener que depender de los demás.

-Lo sé, lo sé. Es solo que me preocupo por ustedes.

-Lo sabemos, hija. Pero estamos bien. -mamá intenta hacerme convencer- Tenemos que irnos. Esperamos verte pronto, te extrañamos.

Suspire pausadamente. No podía llorar frente a la cámara, ellos no podían verme tan vulnerable.

-Y yo los extraño a ustedes. Los quiero.

Mamá terminó la llamada después de Bastian se despidiera como unas tres veces, obligándome a prometerle que él conocería personalmente a ese chico que conocí. Él necesitaba darle el visto bueno y ver si de verdad valía o no la pena. No quería que yo diera un paso sin él antes saberlo. A veces suele ser muy protector, pero lo amo a pesar de eso. Sé que solo intenta cuidarme aunque yo sea la hermana mayor entre los dos.

🌼🌼🌼

Nuevo capítulo Florecitas. ❤️❤️❤️

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