La primera vez que le dijo <<te quiero>> fue durante una de sus caminatas habituales para llegar a la siguiente ciudad, donde tanto concursos como batallas de gimnasios los esperaban. Hacía frío, por lo que ella había decidido ir tomada de la mano de su ahora novio para que sus manos estén cálidas. Por supuesto, su corazón estaba más que resguardado del invierno por la emoción y alegría que era para la coordinadora estar junto al chico. Hablaban sobre temas sin mayor importancia durante el viaje hasta notar que la ciudad se hacía cada vez más visible para ambos, lo cual, hizo que esta se adelantara para tener una mejor vista, saltando de la alegría al pensar en que podrá descansar en una cama cómoda apenas llegar e imaginando ya la presentación que tenía planeada para el concurso. Volteó hacia el entrenador y esta vez tomó ambas manos de él, dándole ánimos para obtener su siguiente medalla. Él asintió, a pesar de parecer que quisiera decir algo en su lugar. Ella siguió hablando de todos los lugares que debían visitar apenas terminen de registrarse en el centro Pokémon con la emoción a flor de piel, por lo que no se esperó escuchar las palabras que el entrenador murmuró durante su cháchara.

- Te quiero.

Creyó haber oído mal, por lo que le pidió que repitiera la frase pero, al ver como él se negaba, supo que estaba en lo cierto. En la vida hubiese pensado que la primera vez que él le dijera eso fuera en un momento tan inesperado, pero no por ello la hacía menos feliz. Sus ojos se llenaron de vida y una sonrisa inmediata apareció en su rostro. Lo abrazó a pesar de las leves quejas de este y no se separó de su lado por un largo tiempo, diciéndole hasta el cansancio que lo quería también. Ella notaba que, a pesar del rostro serio de su pareja, este tenía la cara levemente carmesí y una efímera sonrisa apenas visible, pero suficiente para saber que estaba feliz pues ella sabía el esfuerzo que le tomaba a alguien que no mostraba mucho sus sentimientos lo que era expresarlos, sobretodo si eran de gran magnitud. Ya cuando estaban a puertas de la ciudad, ella quiso separarse de él pero, nuevamente, no contó con que él la abrazara, quedándose en esa posición sin importar que algunas personas que pasaban por allí los observaban con curiosidad.

- Gracias por siempre apoyarme, Dawn, te quiero, aunque a veces me cueste demostrártelo.

Ella podía morir ahí mismo de amor, pero no lo haría, ¡quería seguir viviendo más momentos así con él!

- ¡Yo también te quiero muchísimo, Paul! - se pone de puntillas y le da un corto beso en los labios - Me haces muy feliz.

Finalmente, ambos se vuelven a tomar de las manos y entran a la metrópoli, decididos a ganar sus respectivas competencias y a seguir amándose hasta donde se les permita.

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Palabras: 489

Ikari hermoso e infravalorado, no te dejaré de lado a pesar de los años (?)