"¡Terminó la primera batalla!, ¿ves las alas de Altaria? ¡Dormir en ellas luego de entrenar son lo mejor! Un día de estos iré a Pueblo Par para que lo pruebes también".

En efecto, las majestuosas alas del tipo volador daban ganas de querer echarse en ellas por el resto de un día. Sin embargo, lo que Hop observaba más que nada de la foto era la alegre sonrisa de Gloria, quien además hacía la seña de la paz. La joven campeona había agarrado la costumbre de enviarle fotos de todo lo que hacía en el día a su amigo de la infancia y este las recibía sin rechistar, pues era el único modo de verla a raíz de la falta de tiempo por los trabajos de cada uno.

— Me pregunto cuándo dejarás de admirar sus fotos y al fin declararte. — el moreno se sonrojó al escuchar la voz de Sonia a unos pasos de él, quien estaba buscando un libro en su estante.

— ¡S-sonia! No sé de qué hablas. — mintió, aunque él mismo era consciente del nerviosismo en sus palabras.

— Te conozco desde que prácticamente eras un bebé, Hop. — refutó la pelinaranja — Así que, ¿cuándo?

— Yo... no sé — se sinceró — solo sé de ella ahora por medio de mensajes, es tan linda con lo que escribe y envía... no creo que me vea como algo más.

— Nunca lo sabrás si no se lo dices. — el chico asiente, levemente apenado por la cruel verdad — Por cierto, ¿tú también le envías fotos?

— ¿Qué? ¡No! ¿Por qué haría eso? — exclamó él, sonrojadísimo

— Pues ella lo hace, no veo lo malo... a no ser que estés pensando enviarle "otro" tipo de fotos — ante el "¡Sonia!" de un Hop aún más sonrojado que antes, esta ríe divertida. — Venga, inténtalo — se acerca a él y le da una palmadita en el hombro — Puede que le haga ilusión.

Hop, ante la mirada expectante de la profesora Pokémon, se toma una foto y le da a enviar. Sonia aplaude y se dirige a preparar té para los dos. El chico entonces piensa qué es lo que dirá Gloria cuando vea la foto, esperando que le guste tanto como a él le gustan las suyas.

— Tan linda... — suspira y vuelve al trabajo.

Mientras tanto, en Ciudad Artejo, Gloria bebía un poco de agua luego de tener una batalla contra Lionel. De pronto su celular suena, dándose con la sorpresa de la foto de Hop. En ella, él está sentado en una silla sonriendo, guiñando un ojo y con las mejillas rojas.

"Tomándome un descanso de las investigaciones, espero que estés teniendo un buen día".

La muchacha se quedó en blanco.

— Gloria, ¿qué te parece si para la siguiente batalla...? ¿Gloria?— El pelimorado se quedó perplejo al ver como, después de unos minutos de silencio, la campeona yacía gritando de la emoción y con la cara rojísima mientras observaba su teléfono con mucha alegría. — Supongo que el mensaje es de Hop — sonrió, alejándose para no interrumpir a la chica.

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Palabras: 500
Intenté hacer algo de comedia, a ver si resultaba. Es una pareja muy bonita de los juegos que quisiera explorar más.
Nos leemos mañana