El viento pegaba en mi cara, algunos cabellos chocaban directo con mi cara pero no me importaba. Sentada en mi habitual roca frente al océano acompañando al amanecer, mi cuerpo se estremecía al sentir la brisa oceánica en mis piernas, las aves emprendían vuelo hacía el horizonte y yo solo les podía decir adiós con la mano.  

-Vete con el viento dolor - Susurraba para abrazarme a mi misma. -Dolor vete ya..

-Estás perdiendo la poca cordura que te queda Dalay - Se manifestó una voz varonil detrás.

- Aún así me quieres - Respondí con la mirada fijada al interminable océano. 

-Y volvemos a lo mismo - Se quejo Diecisiete - Me iré muy pronto y quiero asegurarme que estés bien.

- ¿Me prometes que pase lo que pase no dejaremos de ser amigos? - Me atreví a preguntar.

- Ja, que tonterías dices Dalay, sabes, es mejor que ya entres a casa o te vayas a caer con tu torpeza - Fue lo ultimo que dijo Diecisiete antes de alejarse volando.

¿Por qué la pregunta? 

Bueno desde hace algunos días noto a  Diecisiete muy extraño, nuestra relación no es la mejor pero nos escuchamos e intento apoyarle, esta vez fue muy diferente, su humor se apago y sus deseos de asesinar a Goku volvieron.

Él terminara la relación. 

Debes estar preparada, nunca te reconoció como una pareja, pero si estoy sola ¿Qué será de mi?, ¿Dónde podré ir? Nadie me querrá por mis inseguridades y mis miedos. 

La mañana transcurrió bien, viajaba a cuidad Satán en el Jeep que por fortuna encendió. Mucho tiempo paso guardado en el garaje,  y apenas pude aprender a manejar gracias a la ayuda del cuñado de Diecisiete, Krilin quien me explico paso a paso la reglas de un buen conductor. 

"Diecisiete será muy feliz en el futuro"

"Tú eres de otro mundo"

"Se arrepentirá por hacerlo"

"Tenía razón Dieciocho" 

 Y de nuevo aquellas voces sonaron dentro de mi, frene en seco intentando calmarme. Inhale y exhale fuertemente; las manos me temblaban, poco a poco el sudor se escurría por mi cara, llame la atención de algunos peatones los cuales ignore y seguí mi rumbo.

Termine de comprar los víveres para el inició de semana cuando la gente se comenzó asustar y a decir que era el fin del mundo, no entendía de que hablaban hasta que mire al cielo y vi tornarse negro con un agujero en el centro. 

-Diecisiete....

Corrí para el vehículo arrancando a toda velocidad a casa, un mal presentimiento me presionaba el pecho; me costaba respirar. Durante el camino oí una explosión y gente herida que huía por sobrevivir. Acelere lo más que podía, no estaba consiente del peligro al que me expuse solo deseaba llegar pronto a casa.

Al estar cerca de casa lo vi parado como de costumbre en la puerta principal. 

-Pensé que tardarías - Fue el primero en hablar.

-Todo fue muy rápido, y decidí traer el recaudo de la semana - Dije bajando las cosas del coche.

Entramos a casa, su actitud era mucho más extraña. 

-Tenemos que terminar - Soltó de una vez la frase.

-¿Alguna razón para que lo hagas? - Indagué apenas y queriéndolo mirar.

-Por la simple razón que ya no eres suficiente para mi -Respondió la interrogante - No me hagas esto más difícil, sabes que nunca logre amarte como tú lo hacías..

Sus manos temblaran, parpadeaba constantemente, me estaba ocultando algo más, algo tan terrorífico. 

Dragon Ball GT©
Arco argumenta perteneciente a -Dalay-

2019-Desconocido