"Diez"
-Padres, ella es Star. Mi futura esposa. - anunció el pelirrojo dejando ver a la rubia quién sólo miraba con curiosidad a los... demonios.
Eran muy altos, incluso la mujer. Vestían de una manera elegante pero a la vez lujusa. Ambos la veían con una agradable sonrisa. Eran hermosos. Lo normal en los demonios. Criaturas excepcionales.
-Hola, un gusto. - saludó con una dulce sonrisa.
-Puedes decirme Marcus. - dijo el padre de Tom, un demonio de dos ojos color grises, piel verdosa y grisesa, con dos grandes cuernos parecidos a los de su hijo. Pelo oscuro y con grandes colmillos. Ambos se estrecharon las manos.
-A mi Teresa o también mamá. - dijo la mujer cariñosa. Poseía tres ojos color rosados/rojos, su pelo era largo y rojo, más oscuro que el de Tom. El mismo color de piel que su hijo. Y una cola de demonio.
-Star. - dijo ella misma.
-Y... Por lo que sé ustedes eran novios... hasta que, bueno... rompieron. ¿Ahora se casan?¿Qué fue lo que pasó exactamente?- preguntó Marcus.
-Tan sólo es es al amor padre. ¿verdad Star?
-Si. Lo amo mucho.
-¿Y que piensa tus padres sobre esto?
-¿P-Padres?.... - dijo la rubia algo temblorosa, como si aquella palabra no supiera su significado o no sintiera alguna emoción al pronunciar la. Pero lo había dicho nerviosa. Y no sabia la razón.
-Oh, olvide invitarlos a la boda. Pero estoy seguro que si ven a su linda hija feliz no habrá mucho problema.
-Cariño, voy arreglar mi peinado, luego vuelvo. - dijo Star depositando un tierno beso en la mejilla de su futuro esposo quien sonrió ante tal gesto de su hermosa amada.
-Bien amor. - contestó el pelirrojo.
-Tom. Dinos... ¿Qué es lo que pasa? No digo que no te cases, admito que me sorprendió ya que tienes apenas 17 años y eres aún joven. Nunca pensé que te casarias tan pronto y que Star tampoco aceptará.... ¿Qué es lo que realmente ocurre?- dijo su padre un tanto preocupado.
-Mi niño, yo solo quiero que vivas feliz con la persona que amas. - dijo su querida madre con una sonrisa amable.
-Star es la persona que amo, ella es para mí. - contestó con sencillez.
-¿Y ella... te ama?- preguntó su padre dudoso. Enfureciendo a su hijo.
-¡Claro que sí! ¡Ella me ama! ¡Me quiere! ¡Yo soy suyo y ella mía! No se cual es el problema...
-Bueno, sólo espero que esta boda no cause algún problema entre reinos. Me retiro. - dijo el hombre y se alejó.
-Y dime hijito... ¿Vas a darme nietos?- preguntó la madre insinuando cosas y guiñando le a su hijo.
-el pelirojo sonrió y soltó una leve carcajada. - Claro ma', a mi igual me gustaría tener unos minis Tom jugando por el castillo. Pero aún es pronto para eso.
-Haha, como digas.
Varios minutos después, la principal ceremonia daría por comienzo.
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