"Dieciocho"
La habitación estaba en silencio. Star miraba a Tom con un deje de desconfianza sentada enfrente suyo. Mientras mas preguntas y dudas nacían en su cabeza.
Había tomado como 20 minutos en que Tom le explicará todo lo ocurrido y por que aquel adorable niño le había nombrado con a quel apodo.
Y a pesar de que hayan pruebas inegables, la rubia todavía no quería aceptar aquel hecho que le parecía poco creíble.
No es como si ella no quisiera tener un hijo (a), pero para ella fue como demasiado rápido para haberlo tenido.
-Amor, nuestro hijo nos esta esperando. - dijo Tom mientras le sonreía seguro.
-T-Tom... no se que hacer. ¿Okey? No es tan fácil aceptar que eres madre tan rápido. Tú ya no me atraes como antes. Y esto es... muy nuevo para mí. - dijo la rubia algo avergonzada.
-Star no tienes que preocuparte tanto. Entiendo que estés muy molesta conmigo, que me odies y que no sepas como manejar esto, pero por el bien de nuestro hijo tienes que tratar... Se que soy un estúpido compulsivo celoso. Pero yo te amo. Y quizás no sea suficiente para ti... pero juro que te mostraré lo feliz que te he hecho durante estos años en que estabas bajo el efecto, y que nuestro amado hijo vive muy feliz junto a nosotros.- explicó el pelirrojo mientras tomaba con delicadez las suaves manos de la rubia, quien sólo se sonrojo ante todo esto.
-Tom... yo s-se q-que eres un buen hombre... creo, pero... aquel amor que mes has dado, en esos momentos yo no estaba del todo consiente con lo que pasaba. Así que se me hace difícil aceptarte. A tu amor y todo esto. Incluso a mi hijo... aunque sé que lo querré mucho pero... Es sólo que... Es complicado. - dijo mientras sus ojos se cristalizaban por la tristeza y decepción que sentía en esos momentos.
Tom la veía tierna, como un pequeño y adorable conejo el cual tenía que proteger.
-Por lo menos quiero que te dejes mostrar... que yo te enseñe todo lo que ha ocurrido, dime que quieres ver o a quien, que quieres saber y te juro que yo te lo mostraré. - su sonrisa era ahora cálida y cariñosa, haciendo sentir a la rubia segura.
Se miraron a los ojos, perdiéndose en aquellos brillosos bordes del otro.
-Por favor Amor...
-Está bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top