ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 𝟷𝟷| 𝑳𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒈𝒆𝒏𝒊𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒂


Si me preguntas por un pensamiento suicida, te diré simplemente, que cuando se trata de las llamas, prefiero mil veces arder al instante... Que extinguirme con la llegada del crepúsculo.

—Min Yoongi.

.

.

.

—Sáquenme, mierda. ¡D-Déjenme salir!por lo qué más quieran, déjenme... Ir... —La voz ya rota del de cabellos plateados, daba un toque melancólico a la habitación blanco perlado en la que se encontraba.

Los guardias escuchaban desde afuera, burlándose en susurros del joven. Aún cuando en el camino hasta la camara este había gritado sin cesar que estar en un lugar cerrado podría matarlo, no le hicieron el mínimo caso a sus quejas.

Nadie allí se tomó en serio el sufrimiento de Min Yoongi al ser claustrofobico.

El de ojos marrones contaba primero los segundos, luego minutos y antes de darse cuenta su mente no le servía lo suficiente para las horas.

La falta de aire aparecía cada cierto tiempo, haciéndolo perderse en sí mismo.

Con cada inhalación, todas sus fuerzas, sus esperanzas... Se nublaban de forma silenciosa. Y con cada exhalación sus deseos de matar al primero que abriera aquella puerta crecían sin intención de detenerse a ver quién era.

Pero era interesante para él, porqué al no pensar en donde estaba, incluso con aquella inmunda sensación rodeando su cuerpo, no podía evitar sonreír ante la idea de la tremenda golpiza que Park Taehyung le iba a dar al sacarlo de allí.

—Si, él vendrá pronto a darme lo que merezco... En unos cuantos minutos él...

De repente unos pasos inundaron toda la habitación.

Una voz nueva resonaba en los pasillos. Una que nunca antes había cruzado por sus oídos.

Y justo en ese instante, al escucharla, el de cabellos plateados olvidó todo a su alrededor y se dijo a si mismo la idea más fuera de lugar que se haya podido atrevido a decir en lo que lleva de vida.

—Que dulce suena.

Con aquella melodiosa voz retumbando en sus oídos, Yoongi se encontró a si mismo en calma, cerrando los ojos poco a poco por inercia misma... Cayendo rendido sin llegar a escuchar lo qué aquella voz junto a otras, comentaba en el pasillo.

[Taehyung's point of view]

Mis latidos se escuchaban por encima de mi propia respiración a medida qué caminaba por aquel interminable pasillo.

Mis pensamientos creaban un huracán al mismo tiempo que mis zapatos viejos pisaban el piso cómo si tuvieran la fuerza suficiente para partirlo en dos.

«¿Por qué, Edurn?»

En medio de mi desesperación, aquella pregunta no hacía más que devorar a su paso la poca fuerza de voluntad qué me quedaba, para así no estrangular al primero qué se me atravesara.

«¿Por qué, mierda, por qué?»

Edurn lo sabía, el sabía qué Yoongi y yo somos como hermanos.

—Y aún así dejó qué lo metieran en esa celda... —Susurré para mi mismo, al mismo tiempo qué llegaba a mi destino: La oficina de Edurn.

Justo en ese instante, frente a la puerta de cristal con su nombre grabado, todos los sucesos de hace unas horas llegaron a mi mente, congelándome.

Me sentí cobarde, me sentí un traidor, porqué a pesar de qué la clave para sacar a Yoongi de aquella cámara infernal se encontraba a una puerta de distancia, no me atrevía a entrar.

—Soy tan patético... —Una risa amarga salió de mis labios, al mismo tiempo que una lagrima se escapaba y rondaba por mi mejilla—. Demasiado patético.

Me gire sobre mis pies con dificultad, cómo si estos supieran mi necesidad de ir por otro camino.

Pero cuando traté de dar otro paso más, no podía caminar.

Por menos de un segundo, no entendí qué sucedía, hasta qué sentí la respiración mentolada de Edurn en mi cuello... y sus brazos apresandome entre su ser.

Taehyung —Me llamó, cómo sólo él ahora sabía hacerlo—. ¿Has venido a jugar conmigo?

Todas las posibles respuestas qué pensé en aquel instante quedaron muertas en mi garganta.

Tan sólo pude asentir cómo respuesta, consciente de qué me estaba adentrando a la boca del lobo.

—» Bien... Entonces juguemos a lo qué el genio desea. Yo seré el genio, y tú el qué quiere algo de mi. Para obtener lo qué quieres del genio, tendrás qué cumplir su deseo y obtendrás tres cómo recompensa. ¿Sencillo, no?

—¿D-Deseo? —La voz de Edurn retumbaba en mi mente, procesando lentamente lo qué escuchaba—. ¿Qué clase de deseo? —dije después de varios segundos.

Al pronunciar esa última frase, los ojos de Edurn de repente cubrieron mi ser, observándome detenidamente con esa oscura mirada, cómo si con ella tratara de decirme todo lo qué anhelaba: a mi.

—Mi deseo es qué te olvides de él —susurró, soltandome lentamente y dando tres pasos qué se sintieron cómo una eternidad, hasta quedar frente a mi—... Olvídate de Jimin y mírame, Taehyung.

En ese momento, me perdí por completo, un sentimiento qué no supe descifrar se apoderó de mi ser una vez más, llenando mis venas de sangre caliente.

«¿Olvidarme... De Jimin?»

Mis lágrimas tan sólo salían, pero ya no lograba saber qué querían transmitir. ¿Ira por cómo Edurn se aprovechaba del momento, tristeza porqué mi más grande amigo se encontraba encerrado y yo estaba aquí en brazos de quién era la llave para sacarlo, decepción hacía mi mismo por atreverme a pensar así sea por segundos si era lo mejor olvidar al más grande amor de mi vida... Afecto por la forma en qué este hombre me hacía sentir, anhelo... O tal vez, amor?

—» Olvídate de él así sea por unos segundos y mírame a mi... —Una suave respiración se acercaba a la mía, reclamandome. Aquellos brazos qué hace poco me apresaban ahora buscaban refugio en mis caderas. Los latidos de mi corazón ahora no eran la única sinfonía qué mis oídos lograban escuchar—... Sólo a mi.

La respuesta era borrosa, tanto que su único objetivo era nublar aún más el juicio en mi mente.

Pero algo estaba claro. Los labios de Edurn estaban a punto de posarse en los míos. Y si esta era la única forma de salvar a Yoongi y... De salvarme a mi de mi propio dolor, entonces haré lo qué el puñetero genio desea de una vez por todas.

Tienes treinta segundos —sentencie rompiendo el interminable silencio.

Una sonrisa se posó en los labios de Edurn, haciéndome posar sobre la puerta al este dar peligrosamente hacía mi varios pasos hasta acortar la poca distancia qué aún nos separaba.

—Eso... —respondió ensanchando más su sonrisa, girando al mismo tiempo el pomo de la puerta detrás mío,  abriéndola y después cerrandola con llave—Es más qué suficiente.

[Cámara de acondicionamiento N.29, pasillo tres]

Dos guardias y un joven caminaban por los pasillos cercanos a las cámaras. Siendo el último el único con un semblante relajado.

Al llegar al lugar de destino, el chico  recibió unas llaves en sus manos, junto con una mirada severa por parte de ambos hombres.

—Por ordenes del director Park, tienes la tarea de vigilar al paciente 903: Min Yoongi. Te encargarás de sus medicinas y cuidado. ¿Entiendes, novato?

El joven pelirrojo tan sólo asintió con una sonrisa. Su traje blanco de pies a cabeza, con el pequeño gorro en su cabellera roja, daba a entender su identidad.

—Sí, lo entiendo.

—Las puertas de la cámara abrirán apenas terminen de dormir a 903, así podrás ingresar —comentó otro guardia—, si se pone agresivo nadie va a ayudarte así qué disciplinalo mientras aún tenga algo de sedacion.

Una vez más, tranquilamente el joven nada más asintió a sus superiores. Esta vez agregando:—¿Ya puedo irme para comenzar con mis tareas?

Los hombres asintieron, viendo cómo el pelirrojo giraba sobre sus pies, dirigiéndose hacía la cámara del paciente 903.

Cuando este estaba a punto de entrar, el vigilante de turno lo miró con desagrado al mismo tiempo qué sacaba una carpeta, a modo de asistencia.

—¿Nombre?

El chico miró a través de la pequeña ventana disponible en la cámara, observando a su futuro paciente. A los pocos segundos, este volteó hacía el hombre, respondiendo a su pregunta.

—Jung Hoseok. Mi nombre es Jung Hoseok, a su servicio.

.

.

.

NA🌙: A qué pensaban qué había ☠️, pues no. JAJAJAJAJAJ.

Tan sólo estoy muy muy muy muy ocupada, soy una estudiante universitaria y me ha sido muy difícil poder hacer algo más qué estudiar.

También duré haciendo este capítulo por meses, porqué no sabía cómo abordarlo de la mejor manera.

Así qué disculpen por tan poco y gracias por tanto. 🥺🥺🥺

Espero les gustara el cap, el próximo no será en 29394949 días, se los juro.

¡Nos vemos pronto! Les quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top