ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 𝟷𝟶| 𝑳𝒂 𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂
“Pensé había caído preso en el vals de la desesperanza, cómo una marioneta que sólo sabe dar tres pasos eternamente. Eso pensé... hasta que me sedujiste y adentraste en este tango macabro, uno que sólo guía a la obsesión. Uno que estaré complacido de bailar, si es contigo.”
—Park Edurn.
.
.
.
[Taehyung's poit of view]
Si me preguntaran lo que más odio en el mundo, habría una tremenda lista de personas, cosas y lugares, expresando con detalle mi repudio por todas y cada una de las que estén anotadas.
Pero entre todas esas cosas que odio, la que estaría a la cabeza son dudarlo es lo que estoy haciendo como un mismo demente por todo el psiquiátrico: correr.
—Maldita sea, tengo que apresurarme.
Ya no sabía como acelerar más, el aire disponible en mis pulmones se agotaba a medida que seguía. Hasta el punto de sentir mis piernas quemar por el esfuerzo.
Pero esa mierda ahora mismo no podía importarme menos. Yeonjun estaba al otro lado del hospital y si no llegaba a tiempo podría encontrarme con algo que jamás podría perdonarme a mi mismo.
Ese mocoso y Yoongi son lo único que me queda. Si alguien les hace algo los mataré.
Sin pensarlo.
Pasé rápidamente por el patio y todos los pasillos. La alarma partiendome los oídos sólo me recordaba que me estaba quedando sin tiempo.
Varios guardias y pacientes se movían para no chocar conmigo seguramente por mi fama de paciente peligroso. En estos momentos no podía estar más agradecido por ello.
—¡¿A donde vas tan rápido, 111?! —Gritó al verme uno de los guardias del ala central, pero su compañero le tapó rápidamente la boca negando con la cabeza atemorizado.
¿Por qué hizo... No, concéntrate Park Taehyung, Yeonjun es primero.
Seguí corriendo, hasta el punto de que veía borroso del sudor que bajaba de la frente hasta mis párpados. Y sin darme cuenta, ya había llegado.
[15 minutos antes, Yeonjun's point of view]
—¿Que estás esperando, niñato, no ves que el tiempo corre? Apresúrate.
Mi ceño se frunció al mismo tiempo que mis labios formaron un puchero. ¿Quién se cree este? Sólo Taehyungnie y Yoonginie pueden decirme niñato.
No, vamos, concéntrate Jeon. Estás aquí por tu amigo.
Vi las cartas en mi mano, un par de nueves y una jota. Incluso si era un buen juego, no lograba confiarme por completo.
Un paso en falso y perdería mi única oportunidad de hablar con Yoongi por. Meses.
—¿Y bien? Muestralas ya —Incitó uno de los que estaban en la mesa. Había tirado un triple de sietes y por su sonrisa socarrona, seguro el tarado ya se sentía ganador.
No entendía porqué tenía este irritante sentimiento en mi ser. Uno que decía lo mejor era escapar... ¿Cómo terminé en esto?
El abuelo con el que juego ajedrez por las tardes me dijo que esto sería sólo un simple e inofensivo juego de cartas. Y si ganas la partida, tu premio es entrar a la cámara del paciente que quieras.
—Ya no podemos esperarte más tiempo, septimo... —Dijo el dealer*, dándome la más aterradora sonrisa que haya visto—. Voltea las putas cartas de una vez o después de hacerlo yo mismo te rompo las manos con las que juegas. ¿Te gusta la idea? ¿No? —Yo sólo negué en pánico—. Entonces, ya sabes que debes hacer.
Mi pierna derecha comenzó a temblar por inercia. Mis palmas sudorosas y las cartas quemando entre mis dedos. Pero incluso con todo eso las personas a mi alrededor sólo me veían impacientes o alegres.
¿Qué sucede conmigo, que sucede con esta gente?
La tristeza comenzó a inundarme en el peor momento. ¿Dios, por qué tenía que ser ahora?
El temblor de mis manos pasó a estar presente en todo mi cuerpo y la primera lagrima cayó por mí mejilla.
—N-No puedo... Hacer esto —Susurré. para mi propio pesar, no era tan fuerte Como Taehyung o tan estratégico como Yoongi.
Tan sólo soy un mocoso inútil.
“— ¿Sabes, Yeonjun? —Dijo Yoongi, a la vez que hacía burbujas con un soplador que había robado de objetos perdidos. Miré en su dirección desanimado, incluso con los ojos hinchados. Si no le devolvía la mirada seguro me golpea—. Mi madrastra solía darme tremendos sermones cuando decía que era inútil. Incluso cuando yo respondía que me dejara en paz no lo dejaba. ¿Y sabes que era lo que siempre decía?
—¿Qué? —Pregunté sin ganas.
—Las personas inútiles no existen. Tan sólo son almas tan dolidas y lastimadas que ya no saben como más justificar las heridas que han colocado los demás en su corazón.
Sin darme cuenta, un montón de esas burbujas de jabón fueron sopladas en mi cara, haciéndome cerrar los ojos y mover las manos tratando de explotarlas.
—¡Yoongi, en mi cara no-
—Cuándo te llames a ti mismo inútil, recuerda esa sensación y así como con las burbujas evade todo sentimiento de inferioridad. No hay nadie a quien tú tengas que demostrarle que eres o no eres. Sólo a ti mismo —Con delicadeza, luego este puso su mano en mi cabello, dando varias palmaditas—. Y en caso de que lo olvides, siempre estaremos Tae y yo para hacértelo saber. ¿Está bien, mocoso?
Las lágrimas comenzaron a caer una vez más por mis mejillas, pero con ella sentí una repentina alegría.
A lo lejos, vi cómo Taehyung venía de la nada, arrastrando consigo al tipo que antes me había llamado inútil. Este venía todo golpeado y a punto de caer desmayado seguro para disculparse conmigo.
No pude evitar sonreír al verlos—. Sí, está bien, Hyung.”
—Yo puedo hacerlo. Tengo qué... —Alcé el rostro decidido, inhalando todo el aire posible a mis pulmones.
Es lo menos que puedo hacer por todo lo que me han protegido antes mis dos mayores.
—¡Muestra las putas cartas ya! —Solté el aire, dejando las cartas sobre la mesa en ese instante.
Todo fue silencio por varios segundos. El dealer comenzó a voltear las cartas, una por una, lentamente.
Crucé los dedos de mis manos y pies. Sí lograba conseguir que los nueves fueran tres y hubiera otra jota, ganaría seguro.
Por favor, que salgan un nueve y otra jota. Se los suplico, por favor.
—Un rey, un cinco, un ocho... —Qué salgan un nueve y otra jota. Por favor—... Nueve y jota.
—¡ESO! —Exclame eufórico, abrazando a otro de los jugadores, incluso si este obviamente rechazó el contacto.
Podré decirle a Taehyung que nos conseguí una palabra con Yoongi. El me ayudará a pensar en una estrategia allí. Lo sacaremos rápidamente. Podremos también conseguir lo curen. Podremos estar juntos pronto y podremos...
—Con un doble de sietes y un rey, gana el paciente 496. El próximo juego será dentro de un mes.
¿Qué?
Vi rápidamente hacía el dealer. Tenía la misma sonrisa en el rostro de antes. La sonrisa qué decía que estoy condenado.
No pude evitar sentir un nudo en la garganta.
—Debe haber un error. Mi mano es mucho mejor que la ganadora. Yo tengo un triple de nueves y dos-... —Todas las cartas fueron recogidas. No había nada en la mesa que respaldara mi jugada—... Jotas.
—¿Un triple de nueves? Recordaría esa combinación —Mencionó el "ganador" del juego, con tintes de burla en su voz—. Debió haber sido tu imaginación, séptimo.
Frunci el ceño rápidamente, mis puños se apretaban con fuerza. Le quiero dar un puñetazo en la cara—. Esas eran mis cartas, que tu no lo vieras es algo muy distinto. ¿O no lo hicieron todos aquí?
Silencio. Las frías miradas de todos a mi alrededor hablaban más no articulaban sílaba alguna.
Y así fue como la verdad cayó sobre mi como un balde de agua fría.
Ninguno aquí estaba dispuesto a darme la razón. No me iban a dejar ganar la partida desde un principio.
Yo... Incluso antes de empezar, falle.
—Así es el juego, niño. A la próxima, ¿por qué no traes a uno de los tuyos? Al 903 por ejemplo. Quiero jugar con ese maldito egolatra. Oh, pero... ¿el no fue puesto en la cámara hace unas horas? Que lástima. Pero era de esperarse, la basura debe ir donde pertenece.
—Tú eres la única basura aquí... —¿Qué dije justo ahora?
—¿Cómo mierda me llamaste, niñato? —Preguntó él rápidamente.
—Y-Yo... —Me dejé llevar por el enfado y dije lo que pensé en mi cabeza. Pero, ¿y si me llevan a la cámara como a mi Hyung, no sería eso buena idea? Sería más fácil salir de allí si estábamos los dos.
En mi desesperación, es lo único que mi cerebro puede maquinar. Sí, es la mejor opción. Entonces para conseguirlo debo golpear y dejar que me golpee este tipo.
—¿No dirás nada? ¿No te atreves a repetirlo, inútil de mierda?
...
Sus palabras se repitieron en mi cabeza como un disco rayado. Pero ahora sólo sentía ira.
Di varios pasos hacia el frente de punta, tratando de ponerme a su altura. Y con la peor cara que pude sacar, dije lo que seguramente Taehyung diría en estos momentos:
—Lo único inútil aquí es tu asquerosa existencia, basura de porquería.
Nos quedamos viendo, sin decir nada. Y sin pensarlo demasiado, sonreí. Ahora comprendo porqué Tae siempre dice lo que quiere. Debería intentarlo más se-
—... Agarrenlo.
Oh-ouh.
Rápidamente, dos enormes hombres se pusieron detrás mío, tomándome de los brazos con fuerza.
Volteé a los lados buscando a los demás jugadores o al que repartió las cartas, pero todos habían dado varios pasos hacía atrás. Por supuesto, me dejaron por mi cuenta. Antes de yo protestar ya el hombre frente a mi había sacado de su bolsillo una cuchilla.
» Voy a encargarme de limpiarte la boca a navajazos.
—[CÓDIGO 30011, ALTERCADO EN EL ALA OESTE. ORDEN DE RESCATAR AL PACIENTE 252. REPITO, RESCATAR AL PACIENTE 252.]
Al menos las alarmas ya sonaron.
Cerré los ojos lo más fuerte que pude. Debía soportarlo hasta que alguien nos separara o hasta que algún guardia me apresara. Sólo así podré ver a Yoongi.
—Sí es así puedo soportar-... ¡auch!
Haciéndome un corte en la mejilla, el idiota que comenzó todo esto me hizo abrir los ojos del dolor.
—Ya me tienes hecho mierda con tus estúpidos balbuceos. Te voy a cortar la lengua, para enseñarte cuando callar la maldita boca. ¡Aprietenlo para que no chille!
Mis párpados se cerraron una vez más, queriendo amortiguar el dolor con ello.
» Esto te va a doler bastante...
Debes soportarlo, Yeonjun. Hazlo por ti, por Yoongi. Tu puedes hacerlo. No eres un niño, tu puedes... Aunque una parte de ti, desearía ser protegido. Como lo has sido desde el principio. Por los que te quieren, por alguien cómo-
—¡SOBRE TU CADÁVER, TOCARAS A MI HERMANO, HIJO DE PUTA!
—¡Taehyung!
Las personas que me sostenían fueron a apoyar al que hace momentos estaba a punto de cortarme, porqué Taehyung lo había noqueado de un rodillazo en el estómago.
Los dos fueron tras Tae, tratando entre ambos de inmovilizarlo, pero este no se dejaba, dándole a uno un golpe que le hizo morderse a sí mismo la lengua al punto de cortarla, cayéndose esta de una forma totalmente asquerosa en el piso.
—Que horror —Dije, asqueado. Recordé rápidamente donde estaba. Si no paro a Tae podría terminar como Yoongi—. ¡No, Taehyung, espera! ¡No los vayas a ma-
—¿Dijsite algo, Yeonjunie?
—O-Oh, nada, olvídalo —Taehyung para ese momento ya los había noqueado a todos...
[...]
—No se en que estabas pensando, Jeon.
—¡Auch! —Me quejé del dolor. Creí que la cortada no había sido tan profunda, pero Tae al desinfectarla me hizo ver que no.
Nos encontrábamos en la enfermería, habían pasado unas dos horas de todo aquel problema. Taehyung sin embargo no había parado de recordarmelo.
Era como tener a un padre y madre a la vez, regañandome.
—Ojalá te duela más, para así recuerdes no haces esa clase de idioteces. ¿Para que jugaste con esa gente? ¿Sabes siquiera quienes son?
—¿Personas que les gusta jugar cartas... ¡Auch, me duele, TaeTae!
—Esas personas son los que entraron al psiquiátrico por problemas severos de adicción. El imbécil mayor es el que te iba a cortar. ¿Creíste que eran como los ancianos con los que juegas parques?
—¡Lo siento! Realmente no pensé sería tan peligroso. Yo sólo... Quería hacerlo y, realmente me imaginé lo lograría.
—¿Pero? —gruñó Taehyung, cruzando los brazos.
—Pero no pude. Fui muy impulsivo e infantil... Perdón por tener que venir a salvarme como siempre.
Me siento derrotado, incluso sin haber dado batalla. Falle en demostrarme a mi mismo mi valor. Tal vez en realidad si soy un-
—No tienes porqué pedir perdón. Es lo que Yoongi y yo prometimos hacer.
—¿Cómo?
Sin darme cuenta, fui acurrucado en los brazos de Taehyung. Y rápidamente, mi mente quedó en silencio.
Es muy cálido.
—Cuando llegaste al psiquiátrico, eras igual a un ciervo bebé sin mamá. Y Así cómo si nada, te metiste en la vida que Min y yo manteníamos. Desde ese día, prometimos cuidarte. Como hermano.
No sabía que decir. Cuando los conocí, pensé que simplemente aprendieron a soportar mi presencia y decidieron que sería mejor no echarme de su lado.
Jamás imaginé, me tuvieran un cariño tan grande como el que yo les tengo a ellos. Y eso, es un verdadero alivio.
» Así que no tienes nada que perdonar, Jeon Yeonjun. Sólo déjanos cuidarte. Es mi deber, después de todo... Además, si no lo hago terminaría yo sin lengua. Ya sabes como es el imbecil de Yoongi.
Me reí con ganas después de escuchar aquello. Asintiendo con la cabeza—. Sí, tienes razón.
Debo esforzarme, para algún día ser así de noble, como lo es Park Taehyung. Tal vez, en algunos años así sea.
—¿A todas estas, donde está Min? Voy a patearlo cuando lo vea. ¿Qué hubiera pasado si no llego a tiempo?
—¿Qué dijiste, Tae? —No es posible.
¿No se enteraron de lo ocurrido todos en el psiquiátrico? Ahora que lo pienso, ¿no estaba Taehyung en el consultorio? Allí se escuchan las alarmas fácilmente.
—Se quedó dormido, estoy seguro. Le daré una paliza por haberse perdido esto.
—Pero, Taehyung, ¿acaso no lo sabes?
Confundido, Tae volteó hacía mi, con una pequeña sonrisa—. ¿Saber que?
—Yoongi no está aquí porqué se haya quedado dormido o no escuchara la alarma.
—hm, ¿entonces por qué? Literal es lo único que le gusta hacer, holgazanear o dormirse. Aunque eso va después de quemar cosas... Pero el imbécil ya no lo hace, la última vez yo le di unos varios golpes para hacerlo entrar en-
—Yoongi está en la cámara, Taehyung.
El semblante de mi hyung se puso rígido, al punto de hacerme dudar si estaba respirando. Pensé reaccionaría molesto, preocupado o incluso furioso pero, no había ninguna emoción.
No, hasta que miré sus ojos. Aquella mirada casi siempre marrón brillante ahora se veía oscura. Sin vida.
» Y-Yo por eso jugué poker, para ganar el derecho a verlo en la cámara. Pensé podría darle alguna navaja o algo para él poder salir. Pero, fui engañado... L-Lo siento. De verdad lo intente, y-
—¿Hace cuánto se lo llevaron? —Sentí mis cabellos erizarse del miedo. La voz de por sí profunda de Tae se escuchaba escalofriante. Tragué fuerte, porqué mi voz pareció haberse ido de la impresión.
—C-Como unas seis horas. Aún no se ha dado ninguna noticia de cuanto va a durar allí. P-Pero, escuché de uno de los guardias que los miembros quieren un mes y por eso traté de apurarme... ¿Tae, a donde vas?
Justo en la puerta de la enfermería, mi hyung volteó por un momento. Sus ojos se notaban perdidos. Y cómo si de una sentencia de muerte se tratara, este dijo simplemente—. A charlar con el diablo para sacarlo de ese infierno, así yo deba tomar su lugar.
.
.
.
NA🌙: Holi, les habla su autora. Este capítulo es muy intenso, ¿no? Lo he hecho un poco más largo ya que es muy importante. Con este capítulo estamos a punto de acabar la "primera" fase de Edurn. Y dar inicio a otra.
Espero lo hayan disfrutado, aún nos queda un capitulo más pero pero, he decidido dárselos como regalo de navidad. Ya verán porqué pronto. Jijiji.
Los adoro mucho. ¡Nos estamos viendo! <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top