La princesa y el Villano
La prometida de Minami era Lady Valery Griffin, hija única de la duquesa Lady Lilith Griffin a quien el rey nipón tuvo el gusto de conocer en una fiesta, a la que por supuesto con las estrictas reglas que Minami tenia que seguir no asistió.
—Valery te he educado con todos los principios de una dama para asegurar tu futuro, ya tienes quince años, pronto buscare a un buen partido digno de estar a tu lado —exclamo Lady Lilith aquel día antes de que comenzara la fiesta.
—Lo se madre como prima de la reina Isabella II conoces a varios duques Omegas y seguramente uno de ellos se convertirá en mi esposo —respondió Valery suspirando.
—Oh mi niña dime ¿no te gustaría ser una princesa? —exclamo Lady Lilith sonriendo.
—Madre la mayoría de los príncipes son Alfas y seguramente ya escogieron a su Omega y si existiera algún príncipe disponible para mi en el mundo, las reglas de las razas impedirían nuestro matrimonio, conoces las reglas un Alfa no puede casarse con otro Alfa —Exclamo Valery desanimada.
—Vale en el mundo puede existir de todo, puede ser que exista un príncipe Omega que esté interesado en ti.
Valery recupero las esperanzas y solo se limitó a asentir.
Con ayuda de su sirvienta Madeline al anochecer estaba vestida, arreglada y peinada lista para asistir con su madre a aquella importante fiesta de la reina Isabella II a la que asistirían reyes, príncipes, princesas, duques y duquesas como ella.
Aquella noche en un descuido, la reina de Japón choco con Valery, quien cayó al piso
—Oh disculpe, fue un accidente —se disculpó la reina
Valery hizo una reverencia, pues sabía muy bien que estaba ante la presencia de una reina y exclamo
—No se preocupe majestad lamento haberme puesto en su camino.
—¿Qué sucede querida? —le pregunto el rey a su esposa al ver tal escena.
—No es nada es solo que...
Pero Lady Lilith la interrumpió
—Mil disculpas majestades, lamento interrumpir y no presentarme mi nombre es Lady Lilith Griffin duquesa de Inglaterra y ella es mi hija Valery, lamento mucho si le causo problemas majestad.
—No se preocupe Lady Lilith su hija no me causo ningún problema simplemente cometí un descuido y choque con ella —explico la reina
El rey miro fijamente a Valery y luego exclamó
—¿Dígame Lady Lilith su hija es una Alfa?
—Así es majestad es una de las pocas chicas de la nobleza Alfa.
—¿Cree que podría platicar con usted un momento Lady Lilith? —pregunto el rey.
—Oh claro majestad será todo un honor —exclamo Lady Lilith.
Valery se quedo hablando con la reina, mientras el rey sostenía una conversación con Lady Lilith
—Sabe por desgracia mi único hijo el heredero a la corona es un Omega, por lo que he considerado que debe contraer matrimonio con un Alfa, y su hija parece un buen partido para él.
—Oh majestad me honra saber eso ya que he educado a Valery con todos los principios sobre ser una dama de su clase.
—Pues bien, que le parecería arreglar su matrimonio, no creo que Valery tenga algún inconveniente de ser princesa y la próxima reina de Japón, y sobre mi hijo no se preocupe el aceptará.
—Me parece una oferta única en su clase y maravillosa claro que aceptare gustosa entregar a Valery como la prometida de su hijo.
—Muy bien, entonces tenemos un trato, ambos se conocerán dos días antes de su matrimonio que se celebrara cuando yo crea conveniente que mi hijo este listo para el matrimonio.
Y así aquella noche Valery se convirtió en la prometida de Minami, cuándo lo supo ella se puso rebosante de alegría púes había conseguido convertirse en la prometida de un príncipe, pero para Minami el echo de que su padre escogiera a su prometida por él no le gustó para nada.
Minami se encontraba afuera del palacio junto a sus padres listo para recibir a Lady Lilith y a su hija.
Valery llego finalmente junto a su madre justo a las diez de la mañana, ambas bajaron de la limusina, Valery estaba vestida con un yukata, mientras que su madre vestía las ropas tradicionales de Inglaterra, ambas realizaron una reverencia al ver a los reyes y al príncipe nipón.
—Bienvenidas señoritas Griffin, Valery te presento a mi único hijo el príncipe Minami Kenjiro.
—Es un placer conocerlo alteza —dijo Valery haciendo una reverencia.
—El gusto es mío señorita Griffin —Exclamo Minami mientras le extendía su mano.
Valery y Minami a petición de los reyes pasaron momentos a solas y al atardecer ambos fueron a la copa japonesa del patinaje artístico para ver la rutina de los príncipes kazajo y ruso.
Minami se encontró con Yuuri antes de que fuera su turno, le presentó a Valery y le deseo suerte.
Yuuri realizo su programa libre con la melodía Suite No.1 Prelude, vestido con el traje que Viktor le había hecho, el programa libre de Yuuri era el favorito de la audiencia y los comentaristas, pues no se cansaban de decir que era la viva representación de la elegancia y el porte de un verdadero príncipe.
Minami estaba encantado con las rutinas de Yuuri y no podía ocultar el brillo de sus ojos al verlo en la pista, para Valery aquello era algo nuevo y le pregunto a Minami
—¿Te gusta mucho el patinaje ártistico sobre hielo verdad?
Minami asintió y se puso a aplaudir cuando el programa de Yuuri termino.
Pero, aunque esta vez Yuuri había agregado nuevos saltos a sus programas, Yurio esta vez gano el primer puesto, tal y como le había prometido a Otabek y a si mismo.
—Felicidades Yuri-kun, después de perder dos veces ante mi te recuperaste nos vemos en el Grand Prix Final, en Francia —dijo Yuuri.
Yurio asintió y se fue con Otabek para celebrar su victoria.
La boda del príncipe Minami se llevo a cabo dos días después de aquella competencia de patinaje, Valery era tres años menor que Minami, pero aún así fue valiente y acepto el echo de que su prometido había sido forzado a aceptar el matrimonio arregaldo.
Los príncipes rusos y kazajos estuvieron presentes en la boda, a Yurio le toco el ramo de la novia y rio junto con Otabek.
—Vaya parece que me casaré de nuevo —dijo entre risas.
—Podemos volver a repetir nuestra boda —Bromeo Otabek.
Al día siguiente de la boda, partieron hacia Francia para celebrar por fin el Grand Prix y quien lo ganó fue Yuuri Katsuki.
Viktor tenía un importante trabajo que hacer, por lo que no pudo asistir para verlo, pero esto no desanimó al príncipe ya que regresaría a Rusia con su primera medalla de Oro.
En cuanto a Yurio, le hubiera gustado ganar una segunda medalla de oro, pero no fue así ya que obtuvo la de plata por quedar en segundo lugar, aquel seria su último año, ya que después tendría que esperar tres años para volver a las competencias de patinaje.
Otabek le regalo un tigre de peluche, lo abrazó y le dijo que había hecho su mejor esfuerzo y que estaba orgulloso de él, que no podía esperar para verlo convertido en la madre de sus hijos algo que conmovió mucho a Yurio y le prometió pasar todo un día con el recorriendo París después de la fiesta del banquete.
En la exhibición de gala de los patinadores Guang Hong hizo su presentación con la canción You Ready Ready, Yuri Plisetsky con Welcome to the Madness y finalmente Yuri Katsuki con Le Rois Du Monde.
Otabek le dijo a Yuri que iría a recogerlo después del banquete, pero con la ausencia de Viktor Yuuri se puso a tomar de felicidad hasta ya no saber de si mismo, al igual que Yurio quien se bebió todas las copas que le ofrecían.
Ninguno de los dos pudo hacer locura alguna ya que, aprovechando el estado de ambos príncipes, un par de hombres disfrazados de los guarda espaldas de Yurio se llevaron a ambos príncipes.
Otabek regresó más tarde por Yurio para llevárselo a la residencia, tal y como lo había prometido y al ver que no estaba por ningún lado preguntó por el y lo que el encargado y demás patinadores le dijeron fue que estaba tan borracho que sus guarda espaldas se lo habían llevado junto con Yuuri.
Otabek se quedó tranquilo con aquella respuesta, regreso a la residencia donde se hospedaba junto con Yurio y decidió esperar hasta la mañana siguiente para ir por el a la residencia de Yuuri, pues creyó que seguramente ahí se encontraba.
Yurio despertó en una cama lujosa parecida a la del palacio, el problema era que sus manos estaban atadas a la cama con una cuerda, no recordaba nada del día anterior, el bolso con sus cosas estaba al lado de la cama en la mesa de noche de la habitación, y su saco al igual que su corbata estaban en un perchero.
«Donde estoy y porque estoy atado a la cama» se preguntó Yurio.
En eso entro una joven Omega a la habitación quién le desató las manos y lo ayudo a levantarse, le ofreció algo de desayunar y luego le dijo que su jefe quería verlo y que si intentaba escapar ella misma se aseguraría de atravesarle el pecho con una daga.
Yurio aún confundido solo asintió y se quedo observando el tatuaje que tenia aquella chica, entonces le dieron unas nauseas horribles y corrió al baño de la habitación a vomitar, se limpio la cara y se lavo la boca, fue entonces cuando se dio cuenta en donde se encontraba, era nada más y nada menos que la cede de la organización "La Fleur Rouge".
Una vez que terminó de desayunar fue al lugar donde la Omega le había indicado.
—¿Yuuri? —dijo Yurio sorprendido al verlo también en aquel lugar.
—¿Tu también? —Preguntó Yuuri.
Pero antes de que siguieran hablando apareció el líder de "La Fleur Rouge".
—¡Seung Gil Lee! —Exclamarón Yurio y Yuuri sorprendidos.
—Bienvenidos a Korea —exclamo Seung mientras tomaba asiento en una especie del trono que había en el salón de la mansión en donde se encontraban.
—K-Korea p-pero que no estábamos en Francia —dijo Yuuri temblando de miedo.
Seung solo rio, tomo la copa que un Beta le ofreció y le dio un sorbo al contenido.
—Mis queridos príncipes todo fue planeado para que vinieran a Korea, no puedo creer que traerlos luego del banquete me iba a resultar tan fácil, Yuuri se emborracho sin que se lo pidiéramos y el hada rusa bebió todas las copas que mis hombres le ofrecieron, estaban tan ebrios que fue pan comido trasladarlos de Francia a Korea.
—¿Y que es lo que harás con nosotros? —Pregunto Yurio molesto.
—oh salvaje gatito no tienes porque molestarte conmigo ya que si se alían conmigo les devolveré a ti y a Yuuri lo que perdieron —respondió Seung.
—¿Y porque crees que haríamos eso? —dijo Yuuri tratando de desafiar a Seung.
—Porque si se alían conmigo ustedes dos podrán estar juntos de nuevo y seria pan comido destruir todas las monarquías constitucionales, solo piénsenlo ambos serían libres, Yurio se muy bien que odias ser llamado alteza y es que acaso no están hartos que le llamen al patinaje artístico el deporte de la realeza o el deporte real.
—¿Y cuál es la razón de que hagas eso? —Pregunto Yurio
—Es una larga historia, pero se las contaré de todos modos. Ustedes saben que la monarquía constitucional mantiene las tradiciones y sobre todo las reglas que regulan el comportamiento de las razas, como beta estoy cansado de esas reglas, los Alfas siempre son los que dominan todo, los Omegas son los sumisos y esclavos sexuales de los Alfas cuando están en celo y no tienen oportunidades más que las de procrear con ellos y finalmente estamos los Betas que somos los esclavos, los inferiores, la escoria de la sociedad, aquellos que nunca evolucionarán. Saben yo nunca pensé en volverme líder de una organización tan grande como "La Fleur Rouge", pues pensé que no encontraría a más gente con los mismos ideales que los míos, pero todo eso cambio y la cree por una razón, porque ustedes me inspiraron.
—¡Qué, que! —dijeron Yuuri y Yurio al mismo tiempo sorprendidos.
—Así es príncipes ¿Recuerdan su conversación en las aguas termales de Hasetsu? Oh claro que la deben recordar ya que ese día iniciaron su relación prohibida.
N.A: Por fin un capítulo largo esperó que les haya gustado, aquí les dejo las canciones que escogí para la presentación de gala por si las quieren oír.
https://youtu.be/t4_Tttf9-l8
Guang
https://youtu.be/4qcoF27iOr4
Yuuri: esta canción va a ser muy especial más adelante en la historia.
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