A la mañana siguiente el sonido de su teléfono sonando despertó a Otabek, quien somnoliento y bostezando lo contesto.

—¿Um si bueno?

—Lamento despertarte tan temprano Otabek —Exclamó Viktor disculpándose.

—N-no, no te preocupes Viktor ¿Qué sucede?

—Tengo algo muy importante de lo que platicar con Yurio y contigo, así que espero verlos más tarde, a propósito ¿Ya volvió a la normalidad Yurio?

—Oh si ahora mismo está durmiendo plácidamente, aunque dudo que se quiera levantar.

—Bueno entonces los espero a ambos en el *Pacific Hotel.

—Si, ahí estaremos —Dijo Otabek despidiéndose y colgando el teléfono.

Otabek se levantó, le dio un pequeño beso en la frente a Yurio y se fue a dar una ducha.

Mas tarde Yurio también se levanto con un horrible dolor en las caderas y en su hombro, bostezó y luego vio a Otabek entrar a la habitación con un plato de comida.

—Toma, hice lo que pude con lo que encontré en la mansión, cuándo termines de comer deberías ir a darte una ducha, por cierto, te compré ropa nueva y cuándo estés listo nos iremos, Viktor tiene algo importante que decirnos —dijo Otabek sonriendo.

Yurio asintió e hizo lo que su pareja le había dicho.

Cuando finalmente ambos estaban listos, tomaron un taxi que los dejo justo enfrente del Pacific Hotel, buscaron la habitación donde se hospedaban Viktor y Yuuri, y tocaron la puerta.

—Oh finalmente llegaron, adelante pasen —dijo Viktor quien los invito a que tomarán asiento en los sofás restantes.

—Y bien ¿Qué era eso tan importante de lo que querías hablar? —preguntó Otabek.

—Otabek tal vez tu no sepas esto y cuándo te enteres te tomará por sorpresa, pero es necesario que lo sepas, Yuuri está esperando un hijo de Yurio.

—¿Q-que que? —exclamó Otabek sorprendido mientras volteaba a ver a su pareja.

—Y-yo yo no lo recuerdo —dijo Yurio aterrado.

—Paso un día en que estabas en celo y estabas bajo el efecto de aquella droga que tomaste —dijo Yuuri, mientras acariciaba su vientre.

—Bien ya no importa como paso ni porque, lo hecho, hecho esta por eso necesitamos llegar a un acuerdo con ustedes —Exclamó Viktor.

—¿Qué tipo de acuerdo? —pregunto Otabek.

—Miren no quiero que Yuuri aborte a su primer hijo solo porque haya sido un error, por eso he pensado que si el bebé se parece a él yo estoy dispuesto a cuidarlo a pesar de que no sea mi hijo, pero si el bebé se parece a Yurio seria muy sospechoso para el reino así que ¿Estarían dispuestos a cuidarlo ustedes? —Preguntó Viktor.

Otabek se quedó dudando un rato y cuándo estaba a punto de dar su respuesta Yurio lo interrumpió.

—Yo estoy dispuesto a cuidarlo, despees de todo fue mi culpa y debo afrontar mis errores.

Otabek puso una mano en el hombro de Yurio y exclamó.

—Si esa es la decisión de Yura entonces yo también la aceptaré, nos haremos cargo del bebé si se parece a Yuri.

Y así se estableció aquel acuerdo, por supuesto que los cuatro príncipes decidieron quedarse en Korea hasta que el bebé naciera.

Pero a pesar de todos los cuidados y el esfuerzo de Yuuri para sobrellevar el embarazo, desgraciadamente antes de que llegará a los cinco meses tuvo un aborto espontaneo, el cuál según la doctora fue provocado porque el cuerpo estaba expulsando al feto por si solo al ver que en su ADN había una combinación de dos gametos de Omega, y aquello fue algo que sin duda afecto a Yuuri y a Yurio emocionalmente.

—Amor no fue tu culpa, las cosas pasan por algo, se que era tu primer hijo, pero estoy seguro que algo como esto no se volverá a repetir cuándo tengamos a nuestros cachorros —le dijo Viktor a Yuuri para tratar de calmarlo, pues le dolía verlo triste a diario.

—Tienes razón Viktor, el no querría ver a su mamá así, volvamos a Rusia, todos nos esperan ¿no? —exclamó Yuuri mientras se limpiaba las lágrimas y se recargaba en el pecho de su Alfa.

—Si Yuuri, todo saldrá bien la próxima vez, cuándo te recuperes de esto tendremos un lindo bebé.

Yuuri sonrió y beso a su pareja para luego decir.

—No se que seria de mi vida si tu no estuvieras.

—Siempre estaré a tu lado mi cerdito.

Pero la situación con Yuri no fue tan fácil, pues ni las palabras de Otabek lo hacían calmarse.

Estuvo callado, casi no comía y se la pasaba encerrado en la habitación culpándose de lo que le había pasado a Yuuri y de haberle arrebatado la oportunidad de tener su primer embarazo de Viktor.

Cuando Otabek y Yuri volvieron a Kazajistán, nada cambió en la actitud de Yuri, se encerraba en la biblioteca y sus damas, al igual que Penny se preocupaban por él.

Pero todo cambio al cabo de unas cuantas semanas de haber regresado a Kazajistán, pues todo comenzó un día en que todos estaban desayunando.

—B-Beka n-no me siento bien —dijo Yuri pálido y dejando la comida a un lado.

—¿Sigues deprimido? —preguntó Otabek.

Yuri negó con la cabeza y corrió hacia el baño, ante la mirada desaprobatoria de los reyes.

—¿Te duele el estómago? —preguntó Otabek.

—No, solo tengo nauseas es todo y siento el estómago revuelto —dijo Yuri mientras se limpiaba con una servilleta.

—Yuri no será que tu...

—¿E-estoy embarazado? —preguntó Yuri.

—Dime ¿desde hace cuánto no tienes tu celo? —dijo Otabek.

Yuri empezó a hacer las cuentas y al final llegó a la conclusión de que hacia un mes y medio que no tenía su celo.

—Creo que tienes razón voy a tener un bebé.

Otabek abrazó a su pareja quien había empezado a llorar, acaricio su mejilla y le dijo.

—Yura con mayor razón debes dejar de estar deprimido y comer bien, no quiero que pierdas a nuestro cachorro.

Yuri asintió limpiándose las lágrimas y dijo.

—Mañana iré a confirmarlo al médico ¿Me acompañarías?

Otabek asintió y ambos volvieron al comedor para contarle la noticia a sus majestades.

Penny preparo comida especial para alguien que esta embarazado y a la mañana siguiente Yuri y Otabek fueron al ginecólogo, para confirmar que efectivamente Yuri estaba en cinta.

Meses y días habían pasado, Viktor y Yuuri habían sido nombrados los nuevos reyes de Rusia, y al cabo de un mes Yuuri también estaba esperando un cachorro.

El nacimiento de la hija de Yuri fue todo un acontecimiento importante ya que era la primera princesa que había nacido luego de que en las anteriores generaciones solo nacieran niños.

—Felicidades por ser mamá —Exclamó Yuuri quién le dio un gato de peluche a la pequeña princesa como regalo.

—Tu también lo serás pronto he Yuuri —dijo Yurio aún algo débil por el parto.

—Si, ya quiero ver cómo será, por cierto, tu pequeña se parece mucho a ti ¿Cómo la llamarás?

—Ekaterina —respondió Yuri.

Otabek y Viktor llegaron después, Viktor le dio un collar a la princesa y Yuri se la dio a Otabek para que la cargara.

—Es tan preciosa amor —dijo Otabek mientras le daba un beso en la mejilla a su pequeña.

—Lo es, me alegra haberla dado a luz.

—Bueno creo que nosotros ya nos vamos, vendremos cuándo se celebre la fiesta de bienvenida para la princesa, que descanses Yuri —exclamó Viktor.

Durante la fiesta de bienvenida, duques, reyes y príncipes hablaban de la belleza de la princesa e incluso hacían sus especulaciones sobre quien sería su prometido.

Cuatro meses después de su nacimiento Yuuri por fin dio a luz a su cachorro, un hermoso niño muy parecido a Viktor al que le pusieron por nombre Mamoru Alik.

El tiempo avanzaba, tanto así que Seung se había recuperado de su estado de coma y cumplió su condena en la cárcel.

Como lo dictaba la tradición tanto el príncipe Mamoru, como la princesa Ekaterina fueron separados de sus padres al cumplir los tres años para ser educados como parte de la realeza.

Ekaterina nació como Omega, mientras que Mamoru como Alfa.

El consejo y los reyes kazajos se reunieron una tarde para hablar sobre el futuro de Ekaterina

"Yo pienso que su prometido debería ser Ichiro el hijo del príncipe Minami, no yo creo que debería ser el hijo del duque de Luxemburgo o el príncipe de Canadá Derek"

—¿Qué es todo este alboroto? —Pregunto Otabek quien entró a la sala de reuniones junto con Yuri.

—Oh altezas pasen estábamos discutiendo sobre quien será el prometido de Ekaterina, cada día es más bella y se parece tanto a usted príncipe Yuri —dijo uno de los ancianos del consejo.

—Si eso es lo que dicen, casi no la he visto —dijo Yuri suspirando.

—Oh si porque nos ocurrió antes que les parece el príncipe Mamoru, el hijo de los nuevos reyes de Rusia, escuche que tienen la misma edad.

—Yo pienso que Ekaterina debería de elegir a quien amar —dijo Yuri mientras todas las miradas se posaban sobre él.

—Príncipe Yuri, usted sabe las reglas, las princesas y príncipes Omegas no tienen derecho a elegir su pareja, además usted es muy amigo del príncipe Yuuri y conoce a su hijo el príncipe Mamoru será un buen partido —dijo una mujer del consejo.

—Y está decidido arreglaremos todo para que se conozcan —dijo la reina.

Una semana después Yuuri y Viktor llegaron a Kazajistán para concretar aquella alianza.

—¿Majestad la princesa Ekaterina es bonita? —le pregunto Mamoru a su padre.

—Alik ya te dije que puedes llamarme papá cuándo no estemos frente a nadie más y si la princesa Ekaterina es muy bonita.

—Mami ¿Por qué debo ver a un chico? —le preguntó Ekaterina Yuri.

—Porque el será tu futuro esposo nena, así lo decidieron los reyes —respondió Yuri suspirando.

—¿Estas triste porque lo veré? —preguntó Ekaterina.

—Si mi niña, además porque me gustaría verte más seguido, pero eres la princesa y debes actuar como una.

—Vaya Ekaterina se ve muy linda hoy —Exclamó Otabek mientras abrazaba a su pequeña.

—Vamos nena —le dijo Yuri a su hija mientras tomaba su mano para ir a recibir a Viktor y Yuuri.

—Buenas tardes majestades bienvenidos a Kazajistán —dijo Otabek con formalidad.

—Gracias por tan cálida bienvenida les presento a nuestro único hijo el príncipe Mamoru Alik—exclamó Yuuri.

—Y ella nuestra única hija la princesa Ekaterina —dijo Yuri mientras quitaba su capa en donde se escondía la pequeña con timidez.

—Es un placer conocerla princesa —dijo Mamoru besando la mano de Ekaterina.

—El gusto es mío príncipe Mamoru —Exclamó Ekaterina haciendo una reverencia.

—Katy porque no vas y le enseñas los alrededores al príncipe mientras los adultos hablan —le dijo Otabek a su pequeña.

Ekaterina asintió y le indico a Mamoru que la siguiera.

—Cuánto tiempo he Yuri-Kun —Exclamó Yuuri.

—A si ha pasado bastante, la ultima vez que nos vimos fue cuándo Mamoru nació —dijo Yuri.

—Sabes he estado pensando y reflexionando sobre todo esto, las razas, los reinos, las reglas y he llegado a la conclusión de que algunas son necesarias y otras no —Dijo Viktor mientras se sentaba en una banca del jardín.

—¿Qué quieres decir Viktor? —Preguntó Otabek.

—Ahora que soy el rey tengo el poder necesario para eliminar la monarquía de Rusia y eso pienso hacer, Yurio y tu también deberían esforzarse para llegar a serlo antes de que se pierdan más años del crecimiento de Ekaterina —exclamó Viktor suspirando.

—Tienes razón desearía que todo esto despareciera, quiero pasar más tiempo con Katy que encerrado en un despacho —exclamó Otabek.

—Entonces ¿Qué les parece la idea de terminar con la monarquía rusa y kazaja cuándo ustedes sean reyes? —preguntó Yuuri.

—¿Por qué ustedes esperarían y no terminan de una vez con ella? —preguntó Yuri.

—Es por Ekaterina, si nosotros dejamos el trono, Mamoru dejará de ser príncipe y le buscarán otro prometido, ¿A caso prefieres que se enamore de un desconocido? —preguntó Yuuri.

Yurio negó con la cabeza y luego dijo

—Otabek y yo haremos nuestro mayor esfuerzo para conseguir ser reyes y destruir las monarquías por el bien de nuestra hija.

Y así se creo un trato que cambiaría todo cuanto habrían vivido.

N.T *Pacific Hotel: El Pacific Hotel,es un hotel de Corea reformado en 2017, está a menos de 5 minutos a pie del mercado de Namdaemun y a 5 minutos en coche de la torre N Seoul, una torre mirador ubicada en la montaña de Namsan.

N.A. No se espanten este no es el final aún, aún falta el Epilogo conde se aclarará si al final se destruyo la monarquía o no o si hubo un romance entre Ekaterina y Mamoru, aparte de que les tengo dos extras preparados, que publicaré junto con el epilogo.