Epílogo

Les dejo la canción que bailan Kylian y Nicole en su boda. Así me los imaginé mientras estaban en su mundo.

☆☆☆

Dos semanas después...

Dublín- Irlanda.

Día de la boda.

El acontecimiento más importante para un mafioso, acababa de llegar a Irlanda. Las personas más relevantes para la mafia irlandesa se encontraban en la catedral de la ciudad. De la misma manera en la que se casó Maksym, por todo lo alto, así mismo lo hizo Kylian. El hotel The Shelnourne, Autograph Collection, fue el encargado de recibirlos a todos. Era absurdamente costoso quedarse una noche ahí, pero bueno, cada quien gastaba su dinero como quería. El salón de fiesta fue adornado con girasoles, las favoritas de la escocesa y muchas flores moradas y verdes, para mezclar los dos mundos. Kylian pidió un cuento de hadas para la boda con Nicole, y eso tuvo.

Entre flores, luces que marcaban sus nombres, una cantidad increíble de comida y centros de mesas con diamantes incrustados en sus iniciales, Kylian anunciaba que había encontrado a su alma gemela. Él iba vestido con traje de pingüino, de un diseñador nuevo y Nicole, bueno, zapatillas casi de cristal y vestido de novia de princesa.

Pero el lujo de pie a cabeza.

Kylian vió a entrar a su novia, quien caminaba con su padre mientras sonreía. Su cabello rojo fue recogido en un moño con una tiara de diamantes, que tenía en la parte de atrás pequeñas perlas preciosas. Su maquillaje era sencillo en comparación con todo lo exagerado del matrimonio. No era el gusto por completo de Nicole, pero Kylian la veía como a una princesa.

—Te entrego a mi hija una vez más. Por favor, si dejas de quererla no me la lastimes. Entregámela que yo siempre la amaré. Cuídala y no olvides la promesa que te hice hace meses. Nunca me obligues a entrar a tu casa —le dió la mano y le entregó a Nicole.

—Ella también se convirtió en mi tesoro más preciado —le respondió, vió a Nicole y le susurró—. Estás tan hermosa que me es difícil respirar.

—Entonces no respires —bromeó ella.

—Ni nos hemos casado y ya quieres ser viuda. Quien te viera, sin vergüenza —le contestó, bromeando también.

El sacerdote tuvo que carraspear para dar inicio a la boda. Las mujeres de la mafia parecían un mar de lágrimas. De todos los integrantes del Sacerdocio, Kylian era el más puro psicópata, pero un perro enamorado. Comprensivo y amable. Era un perfecto Zeus. Un animal que te causaba terror con solo verlo, pero cuando lo conocías de verdad terminabas babeando por ellos.

—Las alianzas, por favor —pidió el sacerdote.

Por supuesto, está vez no fueron los niños que llevaron los anillos. Era Zeus, vestido como su dueño. Un saco estilo pingüino, corbatín verde y un pequeño sombrero que lo hacía ver como un perfecto caballero.

—¿El perro es el paje?

—Se llama Zeus —la pareja corrigió al sacerdote.

El pequeño cachorro, como le decía Kylian, le entregó a su dueño la almohadilla con los anillos y se fue a echar hacia el lado de Nicole.

—Pueden decir sus votos de amor —le entregó el micrófono a Kylian.

—Sinceramente, todo te lo dije en nuestro viaje es verdad, pero aquí delante de todos nuestros seres queridos... bueno, ni tan queridos —las risas se escucharon al fondo—. Yo, Kylian Rónán Byrne Murphy, te acepto a ti, Nicole Caroline Morrison Reid, como esposa, para amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad por el resto de mis días. Prometo serte fiel y espero sinceramente que me termines de educar.

Los presentes volvieron a reír y Nicole solo hacía pucheros para no llorar.

—Yo, Nicole Caroline Morrison Reid, te tomo y acepto a ti, Kylian Rónán Byrne Murphy, como esposo, para amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad por el resto de mis días. Prometo serte fiel y darte la cuenta de lo costosas que son mis clases. 

—Una moneda por cada uno de tus pensamientos —la interrumpió.

—Diez millones es mejor —ambos citaron la conversación que tuvieron hace meses en el bar de Kylian.

—Con el poder que me otorga la ley y la mafia irlandesa, los declaro marido y mujer. Lo que un día unió Dios, que no lo separe el hombre. Puede besar a la novia —anunció el sacerdote.

—Espera... ¿El sacerdote es parte de la mafia? 

Y antes de que ella saliera corriendo, Kylian la besó, como si estuvieran en una película. 

—Les presento a señor y señora Byrne. Una nueva reina se alza en la mafia irlandesa y el Sacerdocio —el sacerdote prosiguió.

Algo muy ilegal, pero bastante legal para Kylian y sus tratados con Irlanda y las organizaciones benéficas a las que su madre siempre asistía.

☆☆☆

Todo en el salón de fiesta estuvo preparado para la llegada de los novios. La canción instrumental Beautiful Things de Benson Boone, los recibió. Los aplausos y suspiros de los invitados era algo digno de ver. Tanta gente asesina babeaba por la pareja, pero es que así era Kylian. Amaba profundamente y era al único que se le permitía ser así. Cada mafioso tenía una personalidad y el único que creció con amor había sido él.

—Tengo una hermosa esposa que me tiene enamorado. ¿A dónde quieres ir de luna de miel? —le preguntó, dándole una vuelta—. Tienes rienda suelta para recorrer el mundo conmigo.

—Te recuerdo que soy sobrecargo ahora —lo miró con soberbia, haciéndolo reír—. A donde sea, pero contigo —la atrajo más hacia él—. No se lo digas a nadie, pero mi esposo se ve muy apuesto con corbatas verdes.

—No se diga más, desde mañana serán las unicas que usaré —besó sus labios—. Solo debo decirte algo. Al casarte conmigo adquieres un estatus importante en la sociedad. Soy mafioso, pero también tengo negocios y bueno, soy un empresario algunas veces. Serás invitada a fiestas y a compartir con gente de mierda, pero estarás con Alice, Aysel y Alessandra...

—¿Qué está mal en eso?

—Tu ropa será completamente sustituida por prendas de marcas. No tienes que preocuparte por el costo. Soy amigo de muchos diseñadores y de hecho, el vestido de novia fue casi un regalo porque...

—¿Cuánto por el vestido, Kylian? —él sonrió—. Dime...

—Que son tres millones, Nicole. Nuestra casa fue más cara.

—Me da miedo tu sentido de la economía.

—Te amo, bonita —besó sus labios—. Revisa el anillo.

Ambos dejaron de bailar para ver el anillo. Era de oro blanco con pequeñas incrustaciones de diamantes verdes. Las iniciales de —K y N— dentro de un trébol de cuatro hojas.

—No tengo palabras para explicar lo mucho que te amo, Kylian.

Y volvió a llorar, mientras era abrazada por su hombre.

☆☆☆

Un año después...

El Sacerdocio estaba haciendo acto de presencia para el cumpleaños de Mak en Polonia. Era una celebración bastante especial. Desde que los mafiosos se casaron aprendieron a disfrutar de los momentos simples de la vida. Obviamente, la organización fue hecha por las mujeres porque ellos tendían a poner todo patas arriba. La casa del mafioso polaco estaba llena de niños gritando y peleando por sus juguetes. Todos eran egoístas con los de afuera, pero eran bastante unidos entre ellos mismos.

Kylian y Nicole no estaban preparados para tener un bebé después del matrimonio, pero Liam se atravesó hace cinco meses y ahora la pareja esperaba a su primer hijo. La familia de Kylian amaba a Nicole y la familia de ella, amaba al mafioso. La primera Navidad fue en Escocia y era difícil ver a tanta gente elegante conviviendo con pasteleros y granjeros.

Zeus y Ezequiel no pararon de pelear nunca. Es más, Zeus le quitó unas plumas al avestruz, y Ezequiel había picoteado a Zeus en un costado mientras dormía. 

No pregunten, solo sucedió.

—¿Por qué no vas a saludarla si la vas a seguir viendo así? —le preguntó Kylian a Nikolas.

—Tenía un año sin rastro de ella... —apartó la mirada—. Parece feliz de estar con las chicas.

—Tu culpa por alejarla —habló Fabrizio—. ¿Qué te costaba seguir teniéndola en Grecia?

—O por lo menos casarte con ella si te gustaba —siguió Mak.

—A las esposas de nuestros amigos no se les mira con deseo —comentó Sasha—. Puedes quedarte sin ojos, Nikolas.

El hombre sonrió.

—Solo tengo siete amigos y sus esposas son mi familia. Me conformo con verla de lejos... por ahora.

Kylian negó con la cabeza y fue a donde su mujer, que estaba de pie comiendo pizza con piña. El mafioso sintió un profundo asco al ver lo que comía y era más piña que pizza.

—Se supone que la piña la debería comer yo —bromeó, besando su frente—. ¿La estás pasando bien?

Nicole asintió, mientras tragaba un jugoso pedazo de piña. La boca se le hizo agua y no podía estar más que satisfecha con lo que comía.

—Me hacía falta ver a las chicas —señaló a Selene—. No es feliz, pero la trata bien.

—Nikolas se deja llevar mucho por la hermana de Daphne —acarició el vientre de su esposa—. Venga, campeón, deberías tener mejores gustos por la comida. Tu madre anoche quería pastel con cebollas caramelizadas. Un ser humano debe tener límites.

Ambos se rieron, pero así, con ese sabor a pizza de piña, besó los labios de su mujer. Su vientre estaba abultado y cada día se ponía más hermosa. 

—¿Sabes lo mucho que te amo? —le preguntó la pelirroja, abrazándolo—. Tengo unas terribles ganas de hacerlo contigo en el estacionamiento...

Kylian soltó una carcajada.

—Por eso y muchas razones más, es que te amo, Nicole —se dejaron de abrazar y la miró con picardía—. Vamos a revisarte el carro. No quiero que sigas goteando aceite por mí.

Y así fueron a tener su dosis de amor en la casa de Maksym.

El amor entre ellos nunca fue complicado. Cuando somos personas sanas, damos relaciones sanas. El amor no se mendiga ni se da por migajas. Si debes pedir atención, un beso, un abrazo, una salida y que te dedique tiempo, lamentablemente, por más que tú ames a alguien, ese alguien no es para ti. El amor no se niega y solo se da si así lo sienten.

Iker y Kassia nunca le dieron eso a ellos.

Kylian aprendió con Nicole a amar sin problemas. A que las cosas podían fluir sin necesidad de desaparecer o hacer un escándalo. Nicole era alguien serena y tan sencilla, que sin dificultades le robó su corazón.

Nicole no había sido tan dañada como Kylian, pero también había sido herida. A veces las circunstancias problemáticas de otros, son una bendición para la persona correcta.

Kylian era su persona.

Nicole fue la libertad y ese golpe de suerte que Kylian necesitaba. Ambos eran perfectos y se complementaban al tener personalidades diferentes.

Kylian dejó de fingir y pudo recibir amor sin tener miedo.

Y una mala experiencia, lo llevó a encontrar al amor para su vida.

—Gracias por educarme, bonita —decía mientras le hacía el amor—. Te amo para siempre.

—Quien diría que educando al mafioso, me enamoraría así —gimió su respuesta—. Te amo para siempre.

Y vivieron felices día a día con su pequeña familia en formación.

Fin.

☆☆☆

¡Hola, hola! Quiero darle las gracias por llegar hasta aquí con nuestra hermosa historia. Hoy nos llega a su final y no saben lo mucho que disfruté hacer este libro para ustedes.

Lamentablemente, nos llegó a su final, pero eso no quiere decir que será la última vez que veamos a Kylian o a Nicole. Ellos volverán a aparecer en la historia de Nikolas y Selene.

Ya pueden encontrar el libro n°4 de la Saga Sacerdocio. Se encuentra publicado en mi perfil y lleva el nombre de: "La Obsesión del Mafioso".

Nos leemos pronto. 🍀💚🍀

Sra De Taker.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top