Capítulo 19

Todos fueron informados por Kylian de que Nicole había despertado. La habitación se había llenado y la alegría de cada una de las personas, al verla despierta y viva, hacía sentir a Nicole muy querida. Sus tíos lloraron por un rato, las chicas la abrazaron con cuidado y el doctor revisó a Nicole para saber su estado en ese momento. Afortunadamente, ella no tenía más que golpes, moretones y su pierna recién operada. Es poco, en comparación con el resto de los pasajeros de su vuelo.

—¿Sabes lo mucho que me asustaste? —dijo Selene, al entrar a la habitación—. No dormí desde que supe lo que te había sucedido. Nunca vuelvas a desaparecer, Nicoleta. Fue una pesadilla lo que nos tocó pasar.

Ambas se abrazaron y lloraron en silencio. Aysel y Alice se unieron y entre las cuatro empezaron una conversación ajena a los chicos y tíos de Nicole. Los últimos tenían que hacer los trámites para pagar y llevarse a Nicole.

—Cariño, ¿volverás a Escocia? —le preguntó su tío, rompiendo el momento de las amigas. A Kylian casi se le tuerce el cuello con eso que escuchó. 

—Disimula tus ganas de matarlo. Es el tío y sus padres están en ese país. No te olvides que ella no pertenece a tu territorio —le murmura Sasha en tono de broma. 

A Kylian no le hizo gracia ni un poquito. A penas la había recuperado del accidente, se había despertado hace menos de dos horas y ya estaban planeando sacarla de su vista. Si ella estaba planeando irse, Nicole sería llevada a la fuerza a Irlanda y encerrada en su casa hasta que se diera cuenta de que su lugar estaba con él.

—Mi trabajo fue movido a Irlanda. Así que no creo que me pueda ir mucho tiempo a Escocia —respondió, mirando con mucho cariño a sus tíos—. ¿Mis padres no pueden venir unos días a casa? Tengo que buscar en donde vivir aquí y...

—Puedes vivir en la mía. Es bastante grande y creo que se puede arreglar uno de los anexos para que estés ahí. Si quieres pagar alquiler con gusto lo acepto —la interrumpió Kylian.

—¿Le vas a cobrar alquiler? —Selene, Aysel y Alice lo miraron mal.

—Bueno, son negocios y es dinero que no tengo actualmente —dijo obvio.

—¿Eres pobre? —Nikolas le preguntó.

—Ahora entiendo por qué no te bañas —aseguró Sasha.

—Podíamos haberte dado unos cuantos centavos estos días —esta vez fue Mak.

—No te avergüences, ser pobre no es malo —señaló Fabrizio—. Entendemos tu economía precaria.

—Por eso parecías un vagabundo —culminó Nicole, haciendo que todos se rieran.

—Ahora hacen chistes juntos —murmuró con orgullo Selene.

—Nicole, no vayas por ese camino. Son insoportables —se quejó Aysel.

—Pero menos amargados —se rió Alice.

—Hablaremos con tus padres, cariño. Lo importante es que estés bien ahora —dijo su tía.

El ambiente era agradable, Nicole había momentos en los que se quedaba en silencio y sus ojos se llenaban de lágrimas, pero era normal. Su situación no había sido fácil. El doctor le dió unos calmantes para relajarla y aliviar el dolor en su cuerpo. Kylian estaba sentado a su lado, acariciando cada vez que podía los dedos o mano de Nicole. La observaba sin que se diera cuenta y estaba pendiente de algún movimiento o deseo de su chica.

Era la versión humana de Zeus. 

La puerta fue abierta, dejando entrar a un hombre rubio, de tez blanca y ojos verdes. Tenía el rostro demacrado y su vestimenta azul estaba desaliñada. Era demasiado decir que no era piloto.

—Me alegra tanto verte despierta. Selene me lo dijo hace un rato, pero estaba esperando el momento para entrar —dijo el hombre—. Vi salir a tus tíos. Hemos hablado un poco, pero no pensé que todavía tendrías visitas.

—No te preocupes, también estás pasando por una mala situación —le restó importancia—. ¿Cómo está Lucia? —el chico se acercó a Selene y aceptó que ella abrazara su torso.

—Mis padres se están haciendo cargo de todo. Será tratada aquí y dependiendo de como vaya avanzando iremos buscando más ayuda médica —le informó—. Doy gracias a Dios de que pudieron salir con vida. Quería darte las gracias por despertar. Todos los que hemos tenido el privilegio de volar contigo nos sentimos felices de que pudieras salir de eso.

—Tu hermana saldrá de eso, Axel —Nicole estiró su brazo para que él la tocara—. Lucia es fuerte y así como yo, una de las azafatas más queridas de todo Emirates.

El carraspeo de Kylian al fondo de la habitación, específicamente, en la sala, se escuchó al ver como su mujer tocaba a otro hombre.

—¿Eres el novio de Selene? —le preguntó, el hombre soltó la mano de Nicole y se giró hacia el dueño de la voz.

—Sí... nosotros estamos saliendo desde hace varios meses —dirigió su mirada a la griega, que lo soltó también.

—¿Entonces eres el papá del bebé que está en su vientre? —preguntó Nikolas sin ningún tipo de filtro.

—¿Qué? —frunció el ceño—. ¿Estamos esperando un bebé, Selene? 

Nicole se quiso reír, pero no podía. Primero, porque se sentía adolorida y segundo, bueno, era muy imposible lo de Selene y Axel. Más que todo porque al piloto le gustaban más los hombres que las mujeres. Su mejor amiga solo estaba ayudando a ocultarlo de sus padres. Les iba bien en su relación y así también Selene se libraba de Nikolas.

—Tuve un retraso bastante largo. Mi ginecóloga dijo que podía ser estrés. Al inicio creía que estaba embarazada, pero como te lo comenté en casa, debíamos seguir esperando a que bajara el período —comentó, sin una pizca de nervios, pero sabía que en su interior estaba muerta del susto.

—Pues si está embarazada me haré cargo —miró a los chicos—. ¿Qué problema hay en eso? Selene es mi novia y si nos tenemos que casar, pues lo haremos. No será madre soltera, así que no se preocupen tanto por ella. Yo la cuidaré.

Los chicos se empezaron a reír como si el chiste más divertido hubiese salido de la boca del hombre. El tipo los estaba enfrentando sin temor a perder la vida.

—Axel... —dijeron Nicole y Selene al mismo tiempo.

—Nicole, Iker viene en camino para verte —recordó el piloto.

Y eso fue la gota que derramó el vaso.

—Deberías ir a ver a Lucia —le recomendó Nicole nerviosa, al ver que Kylian se levantó—. Mantenme informada de todo, ¿sí?

—Bien... —frunció el ceño al darse cuenta de que todos se pusieron tensos, besó la frente de Nicole con tanto cariño, que Kylian despertó a Zeus para que le gruñera a Axel—. ¡Mierda, es una bestia!

—No lo insultes, es apenas un cachorro y se llama Zeus —le advirtió Kylian.

—Lo siento, hermano, pero ese perro en dos patas es más grande que todos nosotros —dijo sincero, Zeus le volvió a gruñir y lo alejó de la cama. Kylian sonrió satisfecho.

—No soy tu hermano y no le agradas a Zeus. Deberías volver más tarde con Selene —se cruzó de brazos—. Es hora de que te vayas. Nicole debe descansar.

—Esto es de locos —susurró—. Vamos, Selene. Quiero que hablemos sobre el bebé y...

—Selene no se puede ir contigo —lo interrumpió Nikolas—. Ella debe cuidar de Nicole.

—Pero si acaban de decir que...

—Es para que solo te vayas tú —lo cortó Kylian—. Eres el único que estorbas.

Los chicos del Sacerdocio estaban muy divertidos ante la pelea que estaban teniendo dos de sus amigos, por mujeres que, literalmente, los están volviendo locos. Nicole suspiró y habló.

—Pueden irse todos. La verdad es que sí quiero descansar. Zeus se puede quedar conmigo. Es el único que no parece tener rabia —Nicole se recostó y cerró los ojos—. No veo como se van de la habitación.

Empezaron a salir como les había pedido la pelirroja, Zeus se sentó nuevamente a verlos con el hocico cerrado, satisfecho de haber hecho bien su trabajo de gruñir.

—Voy por tu comida —le susurró Kylian—. La cuidas bien —acarició la cabeza de Zeus—. Voy a traerle comida a Zeus. Aquí te dejo mi celular para cualquier cosa. Está desbloqueado y los números de los chicos están en la marcación rápida. Debo alimentar a Zeus, pero estaré con ellos —Nicole no quería abrir los ojos—. En serio, llámame si ves que no quieres estar con Zeus o algo te molesta —ella suspiró—. Por favor, déjame ver tus bonitos ojos, bonita. No me gusta verte dormida aquí.

—Te voy a llamar, lo prometo. Ve por la comida de Zeus —le dijo, abriendo los ojos y dándole una leve sonrisa—. Ven aquí —le hizo un ademán con la mano para que se acercara—. Deja de ser tan lindo conmigo y preocuparte. Estás dejando al mini tú y es igual de letal que su dueño.

—Zeus no come mierda —se burló, dándole un beso en su nariz—. Voy a seguir preocupado hasta que salgamos de este país. Quiero que estés en mi territorio.

—Nos iremos pronto. Ya, vete y por favor, no maten a Axel —acarició su mejilla, él la observó de cerca—. ¿Por qué me miras así?

—Porque me gustas más de lo que te puedes imaginar —besó sus labios y se fue.

Zeus se quedó con ella y le fue poniendo sus juguetes en la cama. Los chicos le habían comprado varios para que no se aburriera. Se los iba dejando cada vez que daba un recorrido por la habitación. Nicole estaba descansando con Zeus echado cerca de su cama, cuando la puerta se abrió.

—Al fin di contigo —Nicole abrió los ojos—. Te estaba buscando para darte las gracias, pero me temo que voy a tener que abrirte los ojos por haberme salvado.

—Zeus... —dijo Nicole, el perro se levantó y le gruñó a Kassia.

—Antes de atacarme, deberías escuchar quién es Kylian realmente y el Sacerdocio. Te matarán luego de usarte. Así hizo Kylian con su anterior pareja y Nikolas mató la de él porque no la pudo usar más. Escúchame y luego ve si quieres ser usada por el lugar que tampoco te pertenece.

Nicole sonrió y recordó a la mujer. 

—Bien, te escucho —respondió—. Zeus, veamos que tiene que decir, la señora.

Ella no sabía quiénes eran del todo los chicos y escucharía la versión de alguien que no era amigo de ellos. No estaría mal saber algo más de Kylian.

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