Ese día en particular se había levantado con más ánimos. Vago por la gran cocina desde muy temprano admirando cómo los chef preparaban el desayuno para sus reyes y él, devoró los alimentos quedando meramente satisfecho, sabía que ese día en particular comenzarían a llegar los invitados al banquete por lo que no dudó en pedir su mejor atuendo para lucir impecable y atractivo. A pesar que no se encontraba sentimentalmente bien, pensó que al menos tendría la oportunidad de elegir a alguna agradable mujer, al menos trataría de evitar estar con una dama que se pareciera a su madre o algo por el estilo. Fue cuestión de unas cuantas horas para que al medio día comenzaran a llegar los primeros carruajes siendo mujeres demasiado hermosas que bajaban con una total delicadeza viéndose totalmente presentables. Aquel comportamiento por alguna razón le recordó a JiMin, el que este siempre trataba de verse impecable para dejar una buena impresión, sacudió su cabeza ante el pensamiento, debía de sacarse a ese hombre de la cabeza por un momento al menos.

—¿Estás nervioso?— NamJoon a sus espaldas se acercó hasta él, observando de igual forma la llegada de algunos carruajes. Ambos hombres se encontraban en la planta superior en uno de los pasillos en particular que mantenía una ventana medianamente grande que daba vista hacía la entrada del reino. YoonGi ante la pregunta se encogió de hombros, extrañamente no sentía nerviosismo alguno, pero sí podía percibir un sentimiento distinto.

—Se que no podré enamorarme de la dama que elija, aún así me gustaría que esta fuera al menos agradable.— NamJoon giro su cabeza para verle directamente la expresión y cada detalle que hubiera en el rostro de su querido y único hijo. YoonGi sintió unas manos en sus hombros que lo hicieron que dejara de ver por la ventana para que prestara atención a la persona que tenía ahora frente a él. Se sintió confundido ante la acción.

—Escúchame bien. Pareciera que en este mundo con estas reglas no pudieras tener la felicidad que uno desea.— NamJoon apretó sus labios entre sí pensando en lo que diría correctamente. —Yo te tuve y gracias a ello pude conseguir mi felicidad al doble cuando pude unirme a SeokJin. A pesar de lo qué pasó con tu madre le agradezco que me diera la oportunidad de hacer realidad mi vida soñada.— YoonGi arrugo la nariz enseguida al escuchar que su padre hablaba de su progenitora, algo que no hacía normalmente. —Lo que quiero decir con todo esto, solo ten un heredero al trono y busca tu felicidad sin importar qué. Nadie podrá decirte que no, ni siquiera los de la mesa redonda, nadie. Solo ten un heredero.— Sintió a su padre palmear sus hombros y por muy sorprendido que estuviera le regalo un beso en la frente. Un acto cariñoso que lo sintió tan extraño ya que no solía mostrarse así con él. —Te amo, siempre estaré orgulloso de ti y siempre serás el mejor de mis regalos que esta vida me dio. Perdón por no ser un buen padre para ti.— Al menor le picaron las manos casi enseguida queriendo abrazar al contrario, pero se detuvo sintiendo que no debería aprovecharse de la situación para tocar a su padre. NamJoon le sonrió para después alejarse por completo dando unos cuantos pasos por el pasillo queriendo bajar a la primera planta. —Iré recibiendo a los invitados, te espero en el gran salón.— Y sin más YoonGi solo aprecio la silueta alejarse hasta desaparecer cuando doblo a la izquierda. Soltó un gran suspiro llevando su mano a su pecho palpando el lugar en donde se encontraría su corazón.

—Yo también te amo, padre.— Fue un simple susurro pero muy significativo para él, aunque por desgracia no se lo hubiera podido decir al mayor. Se quedó alrededor de unos veinte minutos curioso por ver a todos los que iban llegando, tanto princesas cómo príncipes iban apareciendo además de unos cuantos reyes. Para su suerte o desgracia, no sabía cómo sentirse con ello, Busan aún no llegaba a Daegu. Era el momento para que él hiciera acto de presencia en el lugar.

Bajo a la primera planta sin problema alguno, cruzó por un costado del jardín e iba a doblar a la derecha para seguir el pasillo hasta el gran salón pero chocó de frente con un pecho haciéndolo retroceder unos cuantos pasos. —¿Estás bien, te hiciste daño?— YoonGi elevó una de sus manos acomodando la pequeña corona y observo al chico que le hablaba con preocupación.

—Estoy bien. Apareciste en mi camino de un momento a otro que no me dio tiempo de esquivarte.— El chico sonrió apenado e hizo una reverencia percatándose que no había hecho alguna en presencia del mismísimo príncipe de Daegu.

—Mi nombre es Taehyung, príncipe de Gumi. Tú debes de ser YoonGi, me han hablado mucho de ti.— El chico sonrió amigablemente y YoonGi quiso fruncirle el ceño para después chasquearle la lengua, pero en vez de todo ello trato de imitar la sonrisa queriendo verse amigable o al menos un poco menos desagradable.

—Es un gusto, me gustaría saber cómo es que mi persona es un tema de conversación.— YoonGi hizo una pequeña reverencia, una demasiado pequeña.

—El gran atractivo príncipe a sido tema de conversación en todo el camino hacia Daegu, tu cambio de actitud a cautivado a muchas personas.— Cambio de actitud, aceptaba que había algo diferente en el, dejando de lado el hecho del sexo, aceptaba que su actitud había mejorado, aunque no le faltaban ganas para hacer un alboroto por su mal humor que tenia en ocasiones.

—Gracias por el "atractivo".— YoonGi enfatizó aquella palabra. —No soy tan atractivo, pero gracias.— Taehyung al escucharlo sonrío divertido. Era obvio que el chico pálido era demasiado atractivo y encantador.

—A mi me gustas.— El príncipe de Gumi en automático golpeó su boca al soltar aquello sin pensarlo mucho. —Quiero decir...— Un evidente nerviosismo apareció por completo en todo su ser. Unos pasos se detuvieron detrás de Taehyung, YoonGi dejó de ver al chico que se hacía un manojo de nervios para ver a la nueva persona que había hecho acto de presencia, casi ahogándose con su propia saliva al ver a Park JiMin.

Su precioso JiMin.

—Es un gusto poder volver verlo príncipe de Daegu.— Una sonrisa triste fue lo que le regaló y YoonGi no supo reaccionar a ello. Quiso llorar al sentir los sentimientos que alguna vez vivió al visitar al palacio de Busan, él cómo su corazón se rompió gracias a ese perfecto no tan perfecto hombre.

—JiMin.—

Hola.<3

Pregunta.
¿Tienen alguna serie favorita?