09


—Para un poco.— El príncipe de Busan se quejó al sentir sus labios adoloridos además de sentir un pequeño malestar en la mandíbula. No sabía por cuánto tiempo exactamente había estado besando al príncipe de Daegu pero creía que para que se sintiera adolorido era porque ya era bastante. —Necesito tomar un respiro.— YoonGi al perder la calidez del contacto gruñó suavemente, lo que llamó un poco la atención del de cabello platinado, a veces no podía creer que consideraba que habían cosas tiernas en Kim. Unas manos pálidas y traviesas toquetearon el firme pecho desnudo, aún se sentía raro por lo diferente que resultaba estar con un hombre, con el príncipe de Busan definitivamente era mucho mejor que cualquier sirvienta o mujer.

—Pareces primerizo en esto.— Ambos habían decidido cambiar de lugar, no querían ser descubiertos estando en un sitio en donde alguna persona pudiera interrumpirlos. YoonGi decidió que lo mejor era que fueran a la habitación que se le fue asignada a Park, ahí nadie los interrumpiría.

—Lo soy, nunca había besado a otra persona y mucho menos estar en una situación tan comprometedora.— Bien, YoonGi consideraba que no era tan malo aquello, en cierta parte una felicidad extraña se formó en su pecho al saber que los primeros labios que tocaba eran los suyos. Por otro lado quiso burlarse del chico. El príncipe de Busan al ver la sonrisa burlona del pálido hizo una mueca de fastidio, se apoyó en sus rodillas dejando de inclinarse hacia adelante. En ese instante Kim dejó de sonreír al ver que tomaba distancia. Ambos se encontraban desnudos del pecho hacia arriba y aún cubiertos de la cadera para abajo, JiMin se encontraba sobre YoonGi comiéndole la boca mientras Park se sostenía de sus brazos a los costados de la cabeza del príncipe de Daegu. Bueno, al menos era así hasta hace algunos minutos.

—Debes de estar bromeando, ¿ni siquiera un beso?— A pesar de que YoonGi se distraía brevemente por lo sexy que resultaba la desnudez del chico contrario, y que extrañamente para él le hacía mantener una erección entre sus piernas, quiso saber más del porqué Park no había siquiera intentado tener un beso en el pasado.

—Te dije que me dediqué a cumplir con las expectativas de los reyes de Busan, no tenía tiempo para prestarle atención a un amorío.— YoonGi se removió suavemente sobre la cama, el pantalón que llevaba le resultaba de lo más incómodo en ese momento. JiMin bajo la mirada ante tal movimiento percatándose por primera vez de la erección de Kim.

—Para ser primerizo lo estás haciendo bastante bien, aunque la posición no me llega a complacer del todo. Quiero estar arriba.— El evidente alago lo sorprendió, se miraba que el blanquecino no era de los que iban por ahí repartiendo buenas palabras. El príncipe de Busan se movió bajándose de la cama, él también tenía su corazón acelerado y sus manos sudaban levemente por el nerviosismo, ver la erección en el chico contrario solo lo hizo titubear sobre lo que estaba haciendo.

—Paremos aquí, necesito hacer algunas cosas.— YoonGi rápidamente se sentó en el medio de la cama. Absolutamente nadie en un pasado lo había dejado con un problema entre sus piernas, Park JiMin tenía que resolver lo que había provocado. ¿Verdad?

—¿Por qué quieres parar?— JiMin se puso de pie correctamente buscando su vestimenta superior para colocársela. Kim se movió por la suave superficie sentándose en la orilla de la cama mirándolo con una ceja alzada. Si no se equivocaba parecía que el príncipe de Busan quería escapar de él. Lo cuál no iba a permitir. —Hey, no te vayas. Esta es tu habitación, ¿a dónde piensas ir?— El príncipe de Daegu bajo su mirada por el atractivo cuerpo del contrario, mordió su labio inferior cuando se percató del bulto entre la pierna de Park. Era obvio que él también estaba en la misma situación que él. —¿Te da miedo estar con un hombre?— JiMin detuvo sus movimientos alzando su cabeza para mirarlo algo sorprendido.

—No me da miedo, es algo nuevo pero no me da miedo estar contigo.— Y era cierto. Pensar en estar con algún otro hombre no era de su incomodidad, menos aún cuando se le venía a la mente YoonGi. Era solo que no estaba listo para hacer algo que no fue una de sus enseñanzas principales, además que tenía que tener en cuenta que poseía una comprometida y era de mal gusto que ya hubiera estado con alguien más besándose. Se había convertido en alguien que fue cegado por la tentación, por el deseo. —Iré por ahí, no intentes buscarme, necesito estar un rato solo.— Cuándo JiMin sintió que se miraba medianamente presentable salió de la lujosa habitación dejando a YoonGi con las palabras en la boca. Se quedó unos minutos procesando el hecho de ser abandonado en tal situación, gruñó algo molesto e hizo un pequeño berrinche.

—Bien, tendré que buscar otra solución.— El príncipe de Daegu comenzó a caminar por la habitación buscando en las pocas cosas de JiMin. Cuando dio con vestimenta del contrario la tomó entre sus manos aspirando la esencia magnífica que Park, regresó a la cama recostándose en medio de esta en donde anteriormente había estado con JiMin, llevó la prenda a su nariz mientras cerraba los ojos y bajaba su ropa inferior dejando a la vista su erecto miembro. Dio un suspiro tembloroso, era demasiado patético lo que estaba y lo que iba a hacer, pero sabía que si corría a por una chica ella no podría hacer que llegara a su punto más alto.

A regañadientes tomó la base de su miembro con la mano que estaba libre mientras que con la otra presionó más la tela a su nariz. Principalmente  dejo que sus dedos se movieran suavemente por su zona baja, sintiendo un leve escalofrío por el contacto con su miembro. Su corazón se aceleró y su mente divagó en distintos escenarios en donde Park JiMin era el protagonista, fantaseó de distintas formas y distintos escenarios mientras dejaba que su mano recorriera su miembro dando sutiles caricias a su glande y extensión. Se imagino a JiMin estando entre sus piernas siendo él la persona que acariciaba su miembro con tal delicadeza, además que mantenía su cabeza gacha dejando que su lengua jugara con la hendidura de su miembro. Un gemido mezclado con un jadeo escaparon de lo más profundo de su garganta animándolo a hacer el movimiento de su mano más rápido, más firme.

—Escoria.— Sus labios se apretaron entre sí al imaginarse la humedad de la boca de Park envolviéndolo, se imaginó a si mismo tomándolo de lo cabellos para hacer un torpe movimiento con la cadera para embestir su cavidad bucal. Dio un apretón con su mano al sentir un suave tirón en su vientre a causa de la excitación, podía jurar que nunca antes había sentido tanto deseo y mucho menos tener que usar su imaginación para poder sentirse más caliente. Su respiración se aceleró junto con el bombeo de su corazón, cada minuto que pasaba era una muestra de lo desesperado que estaba por querer llegar al clímax, haciendo un gran esfuerzo, y rompiendo su imaginación un poco, abrió los ojos sintiendo su vista algo borrosa. Bajo la mirada hasta dar con su duro miembro sintiendo algo de molestia por tener que lidiar con eso en soledad.

Hizo movimientos más rápidos con su muñeca subiendo y bajando a gran velocidad, lo que le hizo tirar la cabeza para atrás, con su mano libre apretó aún más la vestimenta de Park sobre su nariz. Abrió su boca dejando escapar constantes gemidos, unos más altos que otros, cuando sintió que no le faltaba nada para llegar a su punto más alto, bajo la vestimenta restregándose contra ella torpemente hasta que su semen comenzó a salir manchando la fina tela. dejo de moverse y retorcerse cuando sintió que ya no podía más. —S...Soy un patético príncipe.— Tomo una bocada de aire tratando de regular su respiración. Dejando la ropa de Park a un lado se levanto con las piernas algo temblorosas de la cama yendo directamente al cuarto de baño en dónde trato de despejar su mente de lo que acababa de cometer.

Por otro lado JiMin se encontraba fuera de la habitación recargando su espalda en la puerta donde había podido escuchar todos los sonidos que había dejado escapar YoonGi de su boca, se sintió algo nervioso y podía notar que aquello le causaba excitación al moverse y sentir lo duro de su miembro. Miro por ambos lados del pasillo buscando que nadie estuviera de curioso por los alrededores, para su buena suerte nadie se encontraba por la zona. Había cuidado muy bien ese momento íntimo de YoonGi y se sentía bien por haberlo hecho, aunque mal por haber causado en gran medida esa situación. —Si los reyes se enteran te cortarán el cuello.— Se quejo en un pequeño susurro al recordar a sus progenitores. Por un momento odio el tener que ser príncipe y no poder hacer cosas libremente. A veces deseaba poder tener a unos reyes cómo los de Daegu en Busan, suspiró pesadamente.

—No vuelvas a repetir esa conducta Park JiMin, viniste a educarlo, no a seguirle el juego.—


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Hola. <3

Pregunta.
Si pudieran reencarnar, ¿qué desearían ser en su próxima vida?

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