Nikolai lo había engañado como si fuese un niño pequeño, dijo que escucharía la historia al día siguiente y fue Tina la que tuvo que informarle que Nikolai no estaría por los próximos tres días.

Lo había jodido todo llevando las cosas tan lejos.

Tristán suspiró mirando el techo, no podía creer lo cerca que estuvo y lo lejos que estaba ahora, terminó ahuyentándolo por completo cuando eso era lo que menos quería.

Si lo pensaba con más detenimiento esto era lo mejor, sólo debería irse y dejar en paz a Nikolai, por dios, Nikolai era un hombre indudablemente atractivo, no por nada lo tenía pensando en él todo el día, pero también era un hombre al que su padre le hizo daño y por ello Tristán sentía que se aprovechaba.

Era un gran egoísta manteniéndose cerca de él cuando sabía lo mal que lo pasaría cuando supiera quien era. Tristán se sentó de repente escuchando los toques en la puerta, luego de contestar Nikolai abrió la puerta y lo miró, su mano se aferró al pomo con fuerza.

— ¿Cómo has estado?

— Supongo que bien — murmuró, Nikolai arqueó una ceja de forma imperceptible, fue tan leve que Tristán estaba sorprendido de haberlo notado.

— ¿Puedo pasar?

— Adelante — dijo esta vez con más firmeza, Nikolai por fin entró y se apoyó en el respaldo del asiento mirando hacia él.

— ¿Estás enojado?

— ¿No puedes verlo por ti mismo?

— ¿Por qué estás enojado? — Tristán torció los ojos, no debería estar enojado por esto, sólo estaba siendo un inmaduro al respecto.

— Si no querías repetirlo sólo debías decirlo, no era necesario dejar de venir.

— No miento, eso es algo que deberías saber sobre mí, te dije que vendría, lo sé, pero se presentaron algunos problemas familiares, siento no haber venido, pero le dije a Tina que te informara.

— ¿Estás hablándome en serio? — Nikolai asintió suavemente.

— Si.

Tristán tragó mientras lo miraba, Nikolai estaba usando de nuevo un traje, esta vez era beige, la camisa blanca complementada con una corbata negra, parecía haber dejado la chaqueta fuera.

— ¿Qué pasa?

— ¿A qué te refieres?

— Has guardado silencio por un tiempo — Tristán frunció los labios, lo mejor era dejarlo ir, cometió un error al abalanzarse sobre este hombre sabiendo bien lo que él representaba.

Tenía que dejar de ser un egoísta e irse de una vez a vivir su planificada vida lejos de esta casa que tanto le gustaba, dejar en paz a este hombre por el que aún seguía vivo.

— Creo que es hora de que me vaya.

Nikolai arrugó la frente, teniendo en cuenta su gesto estaba completamente desconcertado.

— ¿Estás tan enojado?

— No, siento que estoy aprovechándome de ti — Nikolai por fin dejó de apoyarse en el respaldo del asiento y rodeó la silla, él tanteó un poco la cama y por fin se sentó a su lado, lo suficientemente cerca como para poder besarlo, sólo si se arqueaba un poco hacia él.

— No me molesta tenerte aquí.

— Gracias, pero…

— ¿Cuál es el verdadero problema? — preguntó interrumpiéndolo.

— Nikolai…

— Si es por lo que pasó… — murmuró mirando a un lado, Tristán puso una mano sobre la suya y acarició levemente.

— No, no tiene nada que ver. Esto es lo mejor para ambos — murmuró, Nikolai giró su mano y atrapó la suya, él deslizó la yema de su dedo pulgar por los nudillos, la pequeña caricia lo hizo suspirar.

— ¿Has recordado algo?

— …yo… no hablemos sobre eso.

— Bien, a mí también me gustaría olvidar mi pasado, no tenemos que hablar de ello si no quieres.

— Aun así, debo irme.

— ¿Fue decepcionante? — preguntó, Tristán lo tomó de las mejillas y lo miró.

— De ninguna manera, me gustaría repetirlo, pero ese no es el problema aquí.

— Entonces dímelo.

— No puedo.

Nikolai resopló y quitó sus manos.

— Te dejaré ir una vez estés completamente curado, tus costillas aún están rotas, tu muñeca igual, el tobillo…

— Mañana me quitan la férula del tobillo, estoy mejorando, esto no es limitante — dijo levantando su antebrazo para enseñar la inmovilización.

— No.

— ¿Por qué no quieres dejarme ir? — preguntó bajando el brazo y tocándole la mejilla con la mano sana, Nikolai cerró los ojos por un momento.

— Ya te dije que cuando estés curado.

— ¿Me tendrás aquí tres meses en el mejor de los casos?

— Si es necesario.

Tristán le besó la mejilla y después acarició con su nariz hasta llegar a la oreja, Nikolai se estremeció visiblemente.

— ¿Te gustó lo de ese día, por eso no quieres dejarme ir?

— Tris… — Nikolai lo agarró de los hombros y lo alejó, un pequeño rubor se extendió por sus mejillas, Tristán sonrió.

— Eres tan lindo.

— No puedo creer que estés diciéndome eso — resopló mirando hacia la ventana.

Tristán quería quedarse, por supuesto que lo quería, no tenía nada de su agrado esperando por él, tenía un cargo que no quería, una casa en la que tendría que vivir en contra de su voluntad, un abuelo que actualmente lo odiaba, un padre asesino.

No valía la pena regresar.

Acarició el cabello negro de Nikolai tratando de llamar su atención, él lo miró de vuelta, sus ojos grises con tonos de azul lo vieron directamente, Tristán perdió el aliento bajo el poder de su mirada.

Quería irse porque sabía que le haría daño a este hombre, pero una vez lo veía de esta forma terminaba arrepintiéndose de esa estúpida decisión.

Sólo quería quedarse y ser su esclavo si debía serlo.

— ¿Qué haces?

— ¿Puedo besarte? — Nikolai sonrió de medio lado.

— ¿No querías irte?

— Dijiste que no me dejarías ir.

— No lo haré.

— Entonces déjame besarte.

— Bésame — Tristán lo agarró por la parte posterior del cuello y tomó sus labios.

Nikolai estaba frío contra el contacto, sus labios se movieron suavemente al inicio buscando seguirle el ritmo, era como si estuviese besando por primera vez, estaba nervioso a pesar de haberlo permitido.

— ¿Quieres que me detenga?

— No, lo siento — Tristán volvió a besarlo y deslizó la lengua en el interior de su boca, Nikolai aferró los dedos en sus hombros con más fuerza de la necesaria.

Tristán se arrodilló en la cama sin deshacer el contacto y lo empujó hasta acostarlo, Nikolai se relajó levemente deslizando una mano por debajo de su camisa, tocando su abdomen.

— Espera — dijo tomando su mano, Nikolai enseguida quitó su mano.

— Lo siento.

— No te disculpes — Tristán cogió su mano y la colocó directamente en su erección, Nikolai abrió los ojos como platos — ¿Puedes sentirlo? — preguntó mordisqueando su oreja — No hay nada de qué avergonzarse, sólo quería acomodarnos, aun no estás por completo en la cama.

Nikolai lo miró.

— No llegaremos hasta el final — Tristán se echó a reír y palmeó a un lado.

— Decide eso más tarde, sube.
Nikolai se quitó los zapatos y se acostó, Tristán se sentó a horcajadas sobre sus muslos y sonrió.

— Hoy podemos quitarnos la ropa ¿verdad?

— No — dijo testarudamente, Tristán mordisqueó su oreja.

— ¿Por qué no?

— Si quieres hacer algo adáptate a mis reglas — Tristán suspiró y desabrochó su pantalón, Nikolai tragó con nerviosismo.

No sabía cómo hacerlo relajar, por lo que podía notar todo lo asustaba, los besos, las caricias e incluso quitarse la ropa, no lo entendía en absoluto.

— ¿Hay algo que quieras que sepa?

— No.

— ¿Puedo seguir, quieres tomar tú el mando?

— Si.

— Bien — murmuró saliendo de encima y acostándose a su lado, Nikolai cerró los ojos unos segundos y se arrodilló sobre la cama, él deslizó su mano derecha por el colchón hasta chocar con su muslo, luego acarició.

Tristán lo dejaría ir a su ritmo, lo dejaría acomodarse a él.

Nikolai por fin decidió colocarse a horcajadas sobre él, aun se veía extremadamente nervioso a pesar de tener todo el control de la situación.

Sus manos se deslizaron del tercio superior de sus muslos hasta llegar al borde del pantalón, él quitó el broche y bajó la cremallera, Tristán tragó cuando acarició su erección por encima de la ropa inferior.

— Nikolai… — Nikolai bajó su ropa interior por fin liberándolo de su castigo y acarició suavemente al principio.

Tristán jadeó y le bajó la cremallera del pantalón, Nikolai detuvo sus caricias, pero sólo por un momento, bajó su ropa interior, también acarició.

— ¿De verdad no podemos llegar al final?

— No — gimió deslizando un dedo por la punta, Tristán jaló su brazo haciéndolo apoyarse contra el colchón, Nikolai suspiró y lo acarició con la punta de su nariz.

Sus labios se acercaron lentamente, podía sentir su cálido aliento contra sus labios deseando el contacto, cerró los ojos y por fin juntó sus labios en una caricia silenciosa.

Tristán mordió sus labios, saboreó pensando en la sensación exorbitante que sentía cuando estaba con este hombre, el sabor dulce de su saliva estaba mareándolo por completo.

Quería tocarlo, sentirlo por completo contra él.

Tristán frotó sus penes juntos y le besó el cuello, Nikolai movió las caderas contra él y volvió a besarlo.

— La camisa — jadeó, Nikolai se detuvo — Por lo menos quitémonos eso — Nikolai mordió su labio inferior, Tristán se sentó y quedó mirándolo directamente, él mordisqueó su cuello haciéndolo estremecer — No me importan las cicatrices si es lo que te preocupa.

— Yo… yo…

— ¿Qué pasa?

— No es nada — dijo desamarrando su corbata y dejándola a un lado, también desabotonó la camisa y la dejó en el mismo lugar.

Tristán tragó viendo la blanca piel llena de pecas y lunares, las cicatrices no hacían nada por afearlo, se veía incluso más atractivo con ellas, besó la más cercana a su boca, Nikolai se aferró a sus hombros.

— ¿No te la quitarás tú?

— Si, lo siento — murmuró deshaciéndose de la camisa y dejándola a un lado, Nikolai suspiró y rozó su pecho con las yemas de sus dedos — Eres tan lindo — dijo mordisqueando su oreja, Tristán tomó el control esta vez acostándolo debajo de él, volvió a acariciar sus erecciones, el rubor de Nikolai aumentó.

Tristán los frotó juntos viendo el líquido pre-seminal en la punta facilitando el proceso, mientras sus lenguas se mezclaban sin parar emitiendo un sonido húmedo de fricción. La saliva corría por su mentón.

— Espera…

— ¿Qué quieres que espere?

Su cuerpo estaba ardiendo, Tristán frotó la nariz contra su pecho y luego su atención se desvió a los pezones expuestos, completamente erectos, chupó suavemente arrancándole un gemido.

Los dedos de sus pies se contrajeron y luego se extendieron de nuevo, sus ojos estaban cautivados por la expresión erótica de Nikolai, los labios finos semi-abiertos, su elegante mandíbula.

Tristán apretó los dos penes en su mano haciéndolos gemir, Nikolai encajó las uñas romas en su espalda buscando a que aferrarse, sus lenguas volvieron a mezclarse sin control.  Frotó hasta el punto en que su brazo dolió.

— No te preocupes, córrete si quieres hacerlo — Tristán mordisqueó su clavícula y luego fue dejando besos por su cuello, Nikolai gimió debido a la pequeña mordida.

Tristán suspiró sin dejar de mover su mano, trabajando con la erección de ambos, el roce lo tenía a punto así que mordisqueó nuevamente y apretó sus penes, Nikolai jadeó una última vez, se corrió manchándose el pecho, Tristán también lo hizo ensuciando su mano.

Tristán cogió su camisa y limpió las manos de Nikolai, luego las suyas, por último su pecho, Nikolai acotejó su pantalón, Tristán agarró su mano sólo en caso de que pensara hacer lo mismo de la última vez.

— No te vayas — Nikolai apretó los labios, pero finalmente cedió, él tanteó hasta dar con su camisa y la colocó, sólo abrochó los dos últimos botones y se acostó.

Tristán se acotejó y acostó también de lado para poder mirarlo, deslizó una mano por su mejilla y sonrió.

— ¿Quieres que lea algún capítulo del libro?

— No, hoy no, sólo quedémonos así un tiempo — dijo cerrando los ojos, Tristán suspiró viéndolo, sus pestañas eran bonitas, largas y curvas — Mis padres no murieron en un accidente — admitió de repente, Tristán se congeló, no quería escuchar esto, pero de todas formas se obligó a preguntar.

— ¿Entonces cómo?

— Los Archer y mi familia siempre han tenido sus peleas, pero nada fuera de lo común, hasta el último sucesor quien supuestamente colocó una bomba en nuestro auto, ellos murieron y yo quedé de esta forma — Tristán se acercó y dejó un beso en su frente.

— Lo siento.

— No lo sientas, no tuviste nada que ver, al menos ese hombre está donde debe, dime algo de lo que recuerdes.

— Mi madre se fue cuando era pequeño y fui prácticamente criado por mi abuelo.

— ¿Tu padre…? — murmuró con miedo de terminar, Tristán negó.

— Está bien, hasta el día de hoy lo está, pero no es una buena persona.

— Entonces estamos casi en la misma situación.

— Sí, creo que es así — murmuró, Nikolai se sorprendería si supiera cuánto.

Nikolai se giró y sentó, Tristán se preguntó que estaba mal esta vez mientras veía su espalda.

— ¿Puedes dejarme un momento a solas?

— Si.

Tristán caminó a la sala de estar y se tiró en el sofá ¿Qué estaba haciendo involucrándose con Nikolai de esta forma?

Estaba mal, absolutamente equivocado con esto, pero no podía detenerse, él no tuvo la culpa de lo que había hecho su padre, dijo la verdad, apenas tenía roce con él, sólo sabía regañarlo y gritarle lo inútil que era.

Quizás si Nikolai nunca se enterase de quien era podría quedarse aquí con él, sabía cazar y hacer algunas labores domésticas, no tendría ni siquiera que ir a la ciudad para nada.

Dios santo, no podía ser que siguiera pensando en engañar a Nikolai, esta vez incluso a largo plazo.

Lo mejor era decirle quien era.

¿Lo tomaría mal?

¿Lo echaría a patadas?

¿Intentaría matarlo?

No lo sabía, por lo tanto, no se arriesgaría con ello.

Tristán cerró los ojos y suspiró, se quedaría a su lado todo lo que pudiese, luego tendría que volver a la vida real.

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