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Tristán escuchó parte de su nombre ser pronunciado varias veces del otro lado de la puerta, él dio permiso al acceso viendo por fin a Nikolai, había cumplido con su promesa de volver.

El cabello no estaba peinado de forma organizada hacia atrás y su ropa seguía siendo formal, Tristán ni siquiera tuvo recato mientras miraba su amplio pecho, la estrecha cintura y las piernas largas.

— ¿Cómo estás hoy? — preguntó Nikolai sin verlo realmente.

— Bien — Nikolai por fin giró la cabeza hacia él y sonrió suavemente.

Él se sentó en la silla y cerró los ojos por un momento mientras suspiraba.

— Ya estoy aquí como querías.

— Si, gracias por visitarme ¿Qué haremos hoy, pasearemos por la sala otra vez?

— No lo sé, podemos hacer lo que quieras, menos salir, no queremos que resbales con la nieve y termines con algún otro hueso fracturado — Tristán se echó a reír y miró por la ventana.

— No hay muchas cosas que hacer aquí.

— ¿Ya has leído los libros? — mencionó Nikolai mirando hacia el estante, Tristán asintió, tenía algunos en su casa y los que no, tuvo el tiempo suficiente para leerlos aquí.

— Si.

— Mmm… entonces podemos ir a la sala si eso quieres.

— En la sala tampoco hay nada ¿Puedo acercarme a ti? — Nikolai arqueó una ceja mirando en su dirección.

— ¿Por qué?

— Un hombre nunca me ha preguntado tanto porque quiero hacer algo.

— ¿Y qué te han dicho?

— Que sí — mencionó, Nikolai sonrió de medio lado.

— No soy como ellos.

— Eso parece.

— ¿Te gustaría leerme uno de los libros? — preguntó después de un vasto silencio, Tristán se quedó mirándolo por un momento, Nikolai pretendió ignorarlo a propósito mirando hacia los libros.

Tristán suspiró.

— Ya que pareces decidido a ignorar mis avances cederé — Tristán bajó de la cama y caminó hacia los libros, acarició cada uno de ellos sin saber cuál de ellos escoger ¿Cuál quieres que lea?

— El que más te haya gustado.

— Muy bien, entonces leamos este — dijo agarrando la novela de Orgullo y prejuicio, Tristán volvió a sentarse en la cama y lo miró — ¿No vas a opinar?

— ¿Por qué debería?

— A cualquiera le sorprendería mi elección — Nikolai se echó a reír.

— He leído cada uno de los libros en esta habitación y todos me fascinan, créeme cualquier libro que escojas lo escucharé sin problema.

— ¿En serio has leído una novela para señoritas?

— Si, eso parece sorprenderte.

— No diré lo contrario.

— No quiere decir que los hombres no puedan leerla, mi madre solía leer para mí. 

— ¿Y qué te pareció?

— ¿No deberías leerlo primero, o iremos directamente a hablar sobre el libro? — Tristán miró el libro y sonrió.

— No lo terminaremos de leer hoy, por eso quería escuchar tu opinión.

— Entonces lee el primer capítulo al menos y luego hablamos.

— Nunca tengo forma de ganar contigo — murmuró abriendo por fin el libro, Nikolai negó.

— Sólo léelo.

Tristán comenzó a leer, Nikolai parecía muy absorto en su voz, le gustaba la forma en que sonreía cada vez que escuchaba una parte de su gusto y aun así veía extrañas cada una de sus reacciones.

Nikolai solía tener lagunas, se perdía sus expresiones, era cuidadoso y a veces ni siquiera lo miraba directamente, Tristán no le preguntaría sobre ello, él podría tener algunas secuelas después del incidente con su padre.

Tristán dejó de leer cuando terminó el segundo capítulo y alargó una mano para tocar su mejilla, Nikolai le agarró la muñeca en cuanto las yemas de sus dedos le rozaron la piel, él arrugó la frente.

— Te dije que no me tocaras sin permiso.

— ¿Debo decírtelo aun cuando me estás viendo? — Tristán pensaba que había enviado las señales suficientes, pero obviamente este hombre estaba confundido por algún motivo.

Podía ser que Nikolai fuese despistado en exceso o no le gustara. 

— Si, siempre debes decirme cada cosa, si quieres tocarme o no y porque — Tristán mordió su labio inferior, Nikolai conseguía en sólo un instante lo que nunca consiguieron otros, lograba irritarlo bastante, suspiró.

— Está bien ¿Puedo besarte?

— ¿Otra vez con eso? — preguntó soltando su muñeca, Tristán estuvo a punto de tocarlo nuevamente, pero dejó su mano a unos centímetros recordando que no tenía permiso.

— Si, no lo he olvidado.

— ¿Cuándo lo harás? — Tristán sonrió.

— No lo haré hasta que me digas que si de una vez.

Nikolai miró hacia abajo y negó.

— ¿Sólo un beso y te olvidarás de ello? — murmuró.

— Si.

— Está bien.

Tristán pestañeó un poco sorprendido con su aceptación, Nikolai se quedó viendo al frente, al parecer estaba esperando por él, Tristán se puso de pie y se apoyó en los brazos del asiento, su acompañante tragó con nerviosismo, estaban peligrosamente cerca y Tristán no se echaría atrás ahora.

— Voy a tocarte — Nikolai asintió y Tristán tomó su mejilla suavemente, él cerró los ojos a penas su mano se puso en contacto con su piel dándole la misma impresión de antes, como si fuese un gato pidiendo cariño.

Tristán dejó salir el aire con nerviosismo y luego bajó la cabeza juntando sus labios con un ínfimo toque, Nikolai pareció tensarse y querer alejarse de repente así que Tristán le dio espacio para detener la situación si así lo quería.

— ¿Puedo seguir? — murmuró deseando que Nikolai cediera, él lo tomó del frente de su camisa y asintió.

Tristán mordió sus labios suavemente y su lengua penetró hábilmente entre ellos. Estaba sosteniéndose sobre sus brazos y la posición era incómoda, pero siguió adelante, un gemido se escapó de los labios de Nikolai, su entrepierna reaccionó al instante al estímulo sonoro.

Tristán lo empujó haciendo que apoyara la cabeza en el respaldo del asiento, fijándolo mientras su lengua, que se introdujo con bastante brusquedad en su garganta, recorría cada rincón de su boca con ahínco.

Nikolai se las arregló lo suficiente para enredar su lengua con la suya mientras un gemido escapaba de sus labios, Tristán se deleitó con su sabor tanto como podía, una vez notó lo desesperado que estaba haciéndose se alejó ligeramente lamiendo sus labios.

— ¿Puedo tocar algo más que tu mejilla? — preguntó esperando que Nikolai se hubiese animado a mucho más que el espectacular beso que acababan de compartir.

Nikolai abrió los ojos, sus negras y pobladas pestañas se levantaron dejándole ver el gris con azul, lamió sus labios llevándose los restos de saliva.

— ¿No era sólo un beso? — Tristán acarició sus labios con el pulgar, ahí estaba Nikolai de nuevo tratando de alejarse, sólo tenía que hacer que este hombre se olvidara de su sensatez por un momento.

— Esto no fue suficiente — admitió con un suspiro, Nikolai alejó su toque quitando su mano, la conexión por fin se rompió así que Tristán se incorporó y lo miró directamente.

— No, fue suficiente — obviamente Tristán no estaba satisfecho.

— Nikolai…

— No podemos hacer más que esto — gruñó, Tristán ladeó la cabeza.

— No es tu primera vez haciendo esto ¿verdad?

— No — musitó alejando su mirada.

— Entonces deja de comportarte como un adolescente virgen.

— Tengo que irme — Nikolai se puso de pie, por lo que quedaron directamente frente a frente, Tristán tragó, estaba comportándose de forma grosera al presionarlo por esto, una persona que estaba ayudándolo.

— Lo siento, no quise decir eso, no te vayas.

Nikolai ladeó la cabeza y sonrió levemente, no parecía estar enojado a pesar de todo.

— ¿Por qué debería quedarme?

— Voy a comportarme esta vez, sólo hablemos — Tristán se sentó en la cama, frente a la silla donde Nikolai se sentaba, él no se movió por unos minutos, justo cuando Tristán pensó que se iría, decidió sentarse de vuelta.

Incluso la forma de sentarse le parecía atractiva, este hombre estaba acabando con sus nervios poco a poco, su lengua recorrió el labio inferior levemente y después decidió hablar.

— ¿Sobre qué quieres hablar? — Tristán ni siquiera debería querer hablar, después de todo estaba fingiendo su amnesia y podrían escapársele ligeros detalles que lo identificasen, escogiendo no hablar sobre él empezó por el tema más seguro.

— ¿Hasta cuándo son tus vacaciones?

— Actualmente son indefinidas, no planeo volver pronto — Tristán vio sus manos descansando sobre los brazos de la silla, incluso estaba notando la forma redonda impecable de sus uñas.

Detalles a los que nunca prestó la más mínima atención, el dorso de su mano blanca, las venas gruesas que la adornaban, un estremecimiento se filtró por su columna vertebral al pensar en tener esas manos sobre él.

— ¿Algún motivo en especial? — preguntó de forma descuidada, Nikolai se aferró al brazo del asiento, su nerviosismo fue palpable.

— Ah… yo…

— Está bien, no tienes que decirme.

Luego de unos silenciosos segundos en los que no supo que decir Nikolai decidió responder.

— No quiero volver hasta que esté realmente seguro de que mi vida no corre ningún peligro — confesó, Tristán mordió su labio inferior, por supuesto que era por el suceso con su padre y no sabía si estaba bien preguntar al respecto, Nikolai levantó una ceja — ¿No vas a preguntar de nuevo?

— No creo que sea amable de mi parte seguir escarbando en un tema con el que obviamente no te sientes nada cómodo — dijo estirando su pierna y colocando su pie derecho entre los de Nikolai, Nikolai tragó, ni siquiera estaba tocando su piel, sólo estaba cerca.

— Simplemente estoy huyendo — respiro Nikolai suavemente, Tristán rozó sus tobillos juntos y deslizó el dorso de su pie por el interior de la pierna izquierda de Nikolai, suavemente hasta descansar la punta en su rodilla.

— Está bien tomarse un tiempo — murmuró, Nikolai agarró su tobillo cuando pretendió llegar más lejos, apretó ligeramente.

— Deja de provocarme, no va repetirse.

Tristán levantó una ceja.

— Todavía puedo hacer que cambies de opinión, después de todo acabas de dejar que te bese — dijo sintiendo el calor en su tobillo por el agarre, no le molestaría para nada que su mano siguiera desplazándose, acariciara su pierna, el muslo y llegase aún más lejos, Nikolai no la movió.

— Sí, creo que acabo de cometer un error de juicio.

— ¿Puedes soltarme? — Nikolai dejó de agarrarlo como si recién se hubiese dado cuenta de que seguía sosteniéndolo.

— Ya lo hice, ahora quítalo de…

La oración no fue completada debido al gemido de Nikolai, Tristán terminó de subir su pie y ahora estaba tocando la erección por encima de su pantalón, fue sostenido nuevamente.

— Eres persistente.

— Si, ese parece ser mi mayor defecto — suspiró moviendo sus dedos sobre el bulto, trataba de detenerlo, pero estaba tan excitado como él.

— No me involucro con desconocidos de esta forma — Tristán resopló.

— No tienes que convencerme de nada.

— No trato de hacerlo, sólo estoy diciéndolo para que te alejes, dijiste que te comportarías, pero me has demostrado todo lo contrario — Tristán suspiró moviendo sus dedos.

— No te has ido y esto es suficiente señal para que siga intentándolo — dijo flexionando sus dedos.

— Una erección no es prueba de nada.

— Esto prueba que estás lo suficientemente interesado a pesar de seguir diciendo que no — Nikolai arqueó una ceja por lo que acababa de decir, Tristán suspiró — ¿Sabes lo hermoso que eres?

De alguna manera esas resultaron ser las palabras equivocadas, Nikolai quien hasta ese momento mantuvo su pie cerca hizo más presión y logró hacer que se alejara.

— ¿Es por eso que quieres hacer esto? — preguntó de forma ruda, Tristán se estremeció sin saber que responder, estaba seguro de que respondiera lo que respondiera el resultado sería igual, Nikolai se marcharía.

— No, bueno si… al menos es uno de los motivos — Nikolai achicó los ojos con molestia, un resoplido salió de él.

— O sea, si tuviese algún tipo de defecto no querrías esto.

Tristán pestañeó con confusión tratando de descifrar las palabras.

— No es lo que he dicho, pero no importa ahora mismo, no tienes ningún defecto.

Nikolai finalmente se puso de pie, su esbelta figura imponiéndose, los anchos hombros rígidos, Tristán notó que su erección ya no estaba, la mirada más fría que había visto nunca se dirigió hacia él.

— Por esto digo que somos simples desconocidos — gruñó saliendo de la habitación.

Tristán tragó preguntándose lo que dijo para ofenderlo, sabía que se había pasado de la raya, pero hasta ahora Nikolai lo tomó bien, más que bien teniendo en cuenta que su pie estuvo acariciando su erección.

Se tiró a la cama suspirando, quitó el pelo que cayó sobre su frente, cometió un error del que no estaba al tanto aún y probablemente hizo que Nikolai se alejara indefinidamente.

Sólo esperaba que Tina no viniese en un rato diciéndole que tenía que irse en vez de traerle su comida.

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