Luego de los regaños por parte del doctor por fin se quedaron solos, la herida en su mano era la más profunda de todas por lo que necesitó tres puntos de sutura, sin problema vendaron luego de eso, el pie sólo necesitó un apósito, la cabeza tenía un pequeño parche. El doctor simplemente le dio instrucciones de no dejarlo solo en las últimas veinticuatro horas para vigilar algunos signos de alarma en caso de una conmoción cerebral.

Nikolai mordió su labio inferior y cruzó las piernas apoyando la espalda en una almohada, estaba nervioso.

— ¿Cómo estás?

— Bien, mañana retiran los puntos ¿Qué pasó? — preguntó obviamente refiriéndose a todo el desastre en la sala de estar, Nikolai se encogió de hombros.

— Tengo algunos problemas, pero no es algo que no pueda solucionar.

— Dijiste que no mentías — recordó arqueando una ceja, Nikolai mordió su labio inferior.

— No quiero parecerte más patético de cómo debo verme ahora. 

— No me pareces patético.

— ¿En serio? — Nikolai resopló con una sonrisa — Vine a casa, enojado hice una rabieta, rompí varias cosas y terminé haciéndome daño yo mismo, soy un completo estúpido.

Tristán suspiró y aferró los dedos al material del asiento en el que estaba sentado, manteniendo una distancia prudente de Nikolai, porque lo único que quería hacer era ponerlo entre sus brazos y consolarlo.

— ¿Por qué estabas tan enojado?

— Quizás pierda la empresa de mi padre, es lo único que me queda de él, yo ni siquiera debía estar en ese puesto, pero volví una vez supe que mi abuelo intentaba venderla, no puede hacer nada si yo no estoy de acuerdo, se la cedió a mi padre y ahora me pertenece — Tristán se peinó hacia atrás.

— No es lo único que te queda de él.

— Ni siquiera puedo ver fotos de ellos.

— Tú estás aquí todavía, no te hace falta verlos, puedes recordarlos aún ¿verdad?

— Si, pero en algún momento terminaré olvidando incluso eso.

— No lo harás, seguirán contigo siempre — Nikolai se echó a reír, aunque no se veía nada divertido, pretendió mirar hacia él.

— ¿Es tu forma de decirme que me rinda con la empresa?

— No, no te pido eso — murmuró, Nikolai arqueó una ceja.

— Sabes que tu abuelo intenta tenerla ¿no?

— Keyler me dijo.

Luego de esa última frase los dos guardaron silencio, el primero en romperlo fue Nikolai con una suave sonrisa.

— Pregúntame lo que quieres saber.

— ¿Por qué sabes que quiero preguntarte? — Nikolai ladeó la cabeza levemente.

— Has venido aquí por algo, han sido los diez días más largos y silenciosos de mi vida, no sabes cómo se siente volver a escucharte.

— Empecemos por el accidente de hace tres años ¿Por qué lo hiciste? — Nikolai dejó salir una exhalación y decidió contestar.

— Acababa de perder a mis padres, esto también ocurrió — dijo tocando sus ojos — Y estaba desesperado — admitió — Envié a Vladimir a investigar, me llevó muchas pruebas que involucraban a tu abuelo con el accidente y perdí la cabeza.

— A mi abuelo, ¿qué hay de mi padre? — Nikolai negó.

— No fue tu padre, todo este tiempo se trató de tu abuelo.

— ¿Estás diciendo que mi padre es inocente? — Tristán no quería escuchar la respuesta porque había estado odiando a Albert por muchísimo tiempo, obviamente esto no borraba ninguno de los maltratos hacia él, pero cambiaba algunas cosas.

— Sí, tengo todas las pruebas en la caja fuerte, el código es el mismo que el de la puerta.

Tristán se puso de pie y fue hacia la caja fuerte detrás de la gaveta, tecleó el número viendo las carpetas, las alcanzó, esta vez se sentó en la cama y sacó algunos documentos.

— ¿Qué es todo esto? — murmuró leyéndolos.

— Quería vengarme, lo admito, pero nunca se me pasó por la cabeza matarte, no sabía sobre ti, se suponía que en ese auto iría Philip, nadie más, fue un error — Tristán levantó la cabeza de los archivos a tiempo para ver a Nikolai formular su pregunta — ¿Me crees?

— No sé si lo hago — murmuró — ¿Supiste todo el tiempo mi identidad mientras estaba en la cabaña?

— Nunca lo supe, te dije la verdad ese día cuando nos encontramos, escuché tu voz y te identifiqué como Tristán Archer, la persona que estuvo en la cabaña conmigo, Vladimir tampoco lo supo hasta que las revistas comenzaron a presentar tu rostro y él no me dijo creyendo que nunca nos encontraríamos.

Tristán dejó los documentos sobre la cama y los apartó, necesitaba escuchar lo más importante.

— ¿Qué pasó ese día Nikolai? Recibí mensajes tuyos — Nikolai arqueó una ceja.

— ¿Estás seguro de que eran míos? No mentí al decir que Sacha no conoce ese lugar, no podía llamarte, sólo pensé que el comando de voz de mi teléfono estaba fallando.

— Los mensajes me parecieron algo extraños, pero…

— ¿De verdad crees que yo envié a ese hombre, que intenté matarte? — preguntó extendiendo una mano hacia él, descansó sobre su pecho y luego acarició hasta llegar a su mejilla — ¿Por qué lo haría? No tengo motivos para eso.

— Para desquitarte por lo de tus padres, para que Albert y mi abuelo lloraran a alguien — dijo colocando su mano sobre la de él, Nikolai acarició la piel con el dedo pulgar y negó.

— No, las cosas no funcionan así para mí, tu abuelo lo hizo y fue a él a quien quise ver muerto, nunca a ti.

— Lo que más quiero es creerte — replicó, Nikolai tragó.

— Entonces créeme.

— ¿Y si vuelves a intentarlo?

— No fui yo — repitió, Tristán mordió su labio inferior.

— ¿Entonces quién y por qué te culpó?

— Tu abuelo fue quien, y es porque intenta destruirme por completo, quiere que estés lejos de mi cuando todo explote de una vez.

— ¿Crees que mi abuelo intentó matarme? — Nikolai negó con la cabeza.

— No, sabes bien que no rozó nada importante, fue una herida tan limpia que hasta es sospechoso, él simplemente me culpó y nos alejó, ya te tiene de vuelta ¿no?

— Sí, estoy de vuelta ¿Culpó a mi padre?

— Si, ahí están las pruebas.

— Si tienes esto ¿por qué no has filtrado estas pruebas? — Nikolai bajó su mano y suspiró.

— Porque nunca se me ocurrió enviarlo a prisión, era una venganza personal.

— ¿Y ahora?

— Estaría dispuesto si es lo que quieres, si me dices que lo olvide, no lo haré — Tristán resopló, viendo todas estas pruebas nunca le pediría algo como eso, además, Albert no era santo de su devoción, pero no merecía estar mucho más tiempo encerrado por un delito que no cometió.

— Hazlo, de esa forma tu empresa podrá salvarse, matarás dos pájaros de un solo tiro.

— ¿Aun estás enojado, mantienes tu palabra de no querer verme otra vez? — Tristán gateó hacia él y se sentó aún más cerca, acarició sus mejillas y luego dejó un pequeño beso sobre sus labios.

— ¿Qué has hecho conmigo, por qué me siento de esta forma contigo? — Nikolai colocó las manos sobre las suyas y sonrió ligeramente.

— No lo sé, sólo puedo decirte que me siento igual respecto a ti ¿Me crees?

— Te creo, por esto no quería escucharte — murmuró.

— ¿Por qué?

— Porque no importa que tan loca fuese tu excusa iba a creerla de todas formas, soy un completo masoquista cuando se trata de ti — Nikolai lo besó, fue dulce y luego juntó sus frentes.

— No pretendo hacerte daño — Tristán se echó a reír.

— Dicen que el amor suele golpearte de vez en cuando, lo suficiente como para que prestes atención y te des cuenta de que esa persona en realidad te importa — Nikolai mordió su labio inferior.

— Me alegra escuchar que te importo — murmuró — Siento mucho lo del auto, tratarte con tanta indiferencia cuando nos vimos, maltratarte y humillarte, aunque esa no fue la intención — él sonrió levemente — Te juro que estabas volviéndome tan loco que ni siquiera pensé que lo interpretarías de esa forma.

— Ambos nos equivocamos, creo que es justo decir que estamos a mano.

— Si, dime que vas a estar a mi lado — Tristán lo besó.

— Si, estaré aquí para ti, te ayudaré con la empresa, en el lío con mi abuelo, con todo.

— Gracias.

— Por cierto, tienes que llamar a Keyler y divorciarte de una vez.

— Si, eso haré.

— No vuelvas a hacer esto, la sala de estar es un desastre y tú también.

— Perdón por preocuparte — dijo suavemente.

Tristán se levantó, Nikolai tragó girando la cabeza hacia el movimiento.

— ¿Vas a irte?

— No, recogeré los documentos y me acostaré a tu lado — explicó recogiendo y colocándolo todo en la silla donde estuvo sentado, Tristán dio la vuelta y se acostó — Ven aquí.

Nikolai obedeció acostándose, la almohada quedó esta vez bajo su cabeza, el pelo negro haciendo un bonito contraste.

— ¿Por qué te has quedado callado?

— Estaba viendo lo hermoso que eres — murmuró sin pensar, una de las cejas de Nikolai se levantó.

— Te dije que no me gustaba…

— Shshsh… te diré lo que quiera, me gusta hacerlo — replicó colocando un brazo alrededor de su cintura, Nikolai agarró su brazo — No nos ocultemos nada más, esta será la última vez.

— ¿Estás seguro de querer volver a mi lado?

— Lo estoy.

— ¿No te importa que tu abuelo vaya a la cárcel? — Tristán tomó aire y luego lo dejó salir.

— No te diré que no me importa, aunque es terriblemente malo conmigo me sigue importando, fue él quien me cuidó de pequeño.

— ¿Por qué tu padre no lo hizo?

— Vi a mi padre de vez en cuando y ninguna de esas visitas fueron placenteras, de alguna manera terminó maltratándome así que no estoy muy emocionado con que salga de la cárcel — Nikolai giró su cuerpo hacia él, la mano que estuvo descansando sobre su brazo subió y acarició su pelo largo.

— Creo que desde que llegué a tu vida las cosas se han complicado muchísimo.

— En realidad ahora están tomando el lugar que deberían haber tenido desde el principio.

— Lo siento — murmuró un poco abatido, Tristán sonrió, tomó su mano sana y besó la palma.

— No hay nada que lamentar, soy yo quien debe disculparse por lo que mi abuelo te hizo, si no fuera por él, tú… — Nikolai lo interrumpió.

— Déjalo, no pienses en ello, yo no lo hago, ya terminé de alimentarme con todo ese odio, he aprendido a vivir de esta forma, no es placentera, pero estoy vivo, pude tener una segunda oportunidad.

— Tu abuelo…

— ¿Qué tiene?

— Pensé que se llevaban bien.

— No lo hacemos, desde la muerte de mis padres todo es distinto, creo que fue demasiado con lo que lidiar.

— Nikolai.

— ¿Mmm?

— Siento no haberte creído — Nikolai lo besó, esta vez la lengua recorrió el interior de su boca haciéndolo jadear, volvieron a separarse dejándolo con ganas de más.

— No importa, ahora todo está bien, estás aquí conmigo — Tristán resopló, no es como si eso arreglara algo, pero Nikolai se veía relajado, feliz si podía utilizar otra palabra — ¿Los médicos no te dijeron que no debías fumar? — dijo de pronto, confundiéndolo.

— No hablé mucho con los médicos.

— Eso retrasa la cicatrización, es malo — regañó, Tristán suspiró.

— Intento dejarlo, ya estoy fumando menos ¿Tengo un sabor desagradable otra vez?

— No es desagradable porque eres tú — dijo Nikolai con una sonrisa, Tristán frunció el ceño.

— Ahora voy a tener un poco más de motivación para dejarlo.

— ¿Y esa es?

— Creo que si no lo dejo me besarás poco y no quiero eso — Nikolai se echó a reír, una de esas sonrisas que tanto le gustaban, nunca se cansaría de ver esta imagen.

— Gracias por estar aquí otra vez, sé que fue difícil.

Tristán cerró los ojos, estuvo diez días sin verlo, pero no dejaba de pensar en él, cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo fue terriblemente doloroso, no tenía posibilidades ahora.

— No puedo estar mucho tiempo lejos de ti, mi lugar es aquí, a tu lado.

— Mañana no será un buen día — Tristán apretó la mandíbula y abrió los ojos viendo el estado nervioso de Nikolai.

— Vamos a estar juntos ¿verdad?

— Si — Tristán entrelazó sus dedos y se aferró con fuerza a su mano.

— Eso ya lo hace lo suficientemente bueno.

Nikolai sonrió otra vez haciéndolo terriblemente feliz, el mundo podría estar desmoronándose, pero estaba satisfecho sólo con estar a su lado, Tristán ya había perdido la cabeza por este hombre, era tarde para retroceder.

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