23💗
Cinco días más tarde Tristán se encontró revisando su teléfono por sexagésima vez en el día, no recibió llamadas de Nikolai y él tampoco llamó, fueron los cinco días más largos de su vida a pesar de que él mismo terminó buscándoselo.
Tenía el día libre y mucho tiempo para pensar en cada cosa que hizo mal, él tuvo parte de la culpa, la mayor parte ya que estaba siendo sincero consigo mismo, concluyó que sólo una cuestión de orgullo lo mantuvo lejos de hablar con Nikolai.
Suspiró sentado en el sofá, de alguna manera terminó fumando más en las últimas horas que en toda su maldita vida, estaba perdiendo el control como un desquiciado por ese hombre.
Aunque era mejor alejarse Tristán se sorprendió a sí mismo caminado hacia la entrada y tomando su chaqueta, necesitaba arreglar esto de alguna manera así que empezaría por ir a su casa, nada de llamadas.
Tristán suspiró en cuanto estuvo frente a su puerta, nunca algo le pareció tan intimidante como esa enorme puerta y quien podía estar del otro lado, no sabía que actitud tendría Nikolai, pero estaba completamente seguro de que no sería buena.
Luego de los minutos suficientes para armarse de valor Tristán llamó, nada se escuchó así que volvió a hacerlo, el silencio volvió a responderle, se llevó una mano al pelo intentando pensar en la razón de por qué Nikolai no estaría en su casa y no la encontró.
Con un suspiro se retiró y de alguna manera terminó en la barra justo frente a Darek, Noah no estaba en casa, su primo, Keyler simplemente no era una buena compañía ahora mismo.
— ¿Te gusta tanto el trabajo que estás aquí en tu día libre?
— Vine como cliente — murmuró colocando el teléfono en la barra, Darek arqueó una ceja.
— ¿Qué debo servirte?
— Sorpréndeme.
— Apuesto a que sé cuál es tu veneno.
— ¿Eso crees?
— Mmm… no creo que sea difícil — dijo colocando un vaso corto de boca ancha frente a él con rocas de hielo, Tristán se echó a reír cuando lo vio agarrar una botella de Vodka y dejó caer el líquido — ¿Estoy equivocado?
— No, estás en lo correcto — dijo agarrando el vaso y tomando un sorbo.
— Tienes cara de tener el corazón roto ¿Así que la pelea de ese día fue mucho más importante de lo que pensamos?
— Sí, sí que lo fue — admitió, Darek asintió haciendo lo mismo que hacía él regularmente con sus clientes cada vez que se sentaba con ellos.
— ¿Y dónde está él?
— No tengo idea, su casa está completamente vacía.
— ¿No lo has llamado?
— Tengo miedo de la respuesta.
— Bueno, yo tengo una respuesta para ti, justo ahora — llegó Lex metiéndose en la conversación, Tristán arqueó una ceja, estuvo escuchándolos a escondidas y eso le molestaba muchísimo, no tuvo problema para decirlo.
— Es de mal educación escuchar conversaciones ajenas — Lex torció los ojos con molestia.
— ¿Cómo no hacerlo cuando estás prácticamente lloriqueando en todo el bar?
— Eres un grosero.
— Y tú, un completo idiota — gruñó colocando una revista contra su pecho, Tristán lo fulminó con la mirada y colocó la mano sobre ella, Lex se retiró en cuanto la revista estuvo en su poder.
Darek estaba curioso y Tristán sinceramente no quería ver, tenía un mal presentimiento sobre esto, colocó la revista sobre la barra, la imagen de Nikolai con Diana estaba en la portada, era el chisme más candente luego de que lo besara.
Tristán frunció los labios, tomó aire intentando no desmayarse, aquí estaba él sintiéndose miserable por toda la situación y Nikolai saliendo en la portada de una revista con nada más y nada menos que su mujer.
— ¿Obtuviste tu respuesta? — peguntó Darek con una mueca de complacencia, Tristán tomó su teléfono.
— No, esa aún no es mi respuesta.
Marcó.
— ¿Qué quieres Tristán? — Tristán apretó la mandíbula escuchando el tono enojado de Nikolai.
— ¿De esa forma me saludas ahora?
— ¿Cómo debería hacerlo? — preguntó de vuelta, Tristán ignoró eso.
— ¿Dónde estás?
— ¿Por qué te importa?
— Deja de devolverme las preguntas y sólo contesta — gruñó, la molestia en la voz de Nikolai aumentó.
— Deja esa jodida actitud conmigo cuando deberías agradecer que contesté tu llamada.
— ¿Debería agradecer? — preguntó con una carcajada nada divertida.
— Si, luego de todas las estupideces que me dijiste considérame un santo por estar hablándote.
— Un santo ¿dónde? — preguntó irónicamente — ¿Te diviertes un rato conmigo y una vez peleamos te vas a cogértela a ella? Debe ser divertido ser tú.
— Noto algo de celos cuando obviamente no deberían estar ahí.
— ¿Por qué estás con Diana? — repitió.
Como era de esperar, no recibió respuesta, todo lo que podía oír era la suave respiración de Nikolai y su sangre corriendo alrededor de su cabeza, luego de un minuto de silencio cuando Nikolai notó que no cedería, contestó.
— Mi amante no debería estar preguntando la razón de por qué estoy con mi mujer.
— Hablemos sobre esto.
— No, sinceramente no quiero hablar contigo, adiós Tristán.
Colgó.
— Chico, eso fue terrible — dijo Darek cogiendo una copa, Tristán llevó las manos a su rostro.
— Lo sé, mierda, esa no era la idea.
— Deberían hablar en persona.
— Si, cuando sepa dónde demonios está — gruñó.
Tristán suspiró y tomó otro sorbo de su trago mientras veía a Darek mezclar whisky, Martini rosso y angostura en un vaso mezclador con hielo, Tristán arqueó una ceja.
— ¿Es un Manhattan?
Darek sirvió el líquido rojo en la copa que antes había preparado, decoró y lo dejó sobre la barra, Lex vino enseguida para llevárselo.
— Si, sabes mucho de tragos — dijo con una sonrisa, Tristán se encogió de hombros.
— Bueno, me los permití bastante en mi antiguo estilo de vida.
— ¿Te interesa aprender?
— No lo sé, nunca lo pensé — Darek se agachó detrás de la barra y sacó un libro, era grande y grueso.
— Aquí tienes, una vez arregles ese problema, léelo, es bueno y si no te gusta por lo menos sabrás como prepararle cócteles a tu hombre.
— Mmm… eso suena bien, gracias, ahora iré a buscar a mi hombre — dijo dejando un billete sobre la barra y agarrando el libro.
No tenía idea de donde estaba, sólo esperaría por él, en algún momento tenía que aparecer, Tristán apoyó la espalda contra la puerta y esperó.
—¿Esperabas a alguien? — Tristán levantó la cabeza de su libro y miró, Nikolai venía acompañado de un hombre, él estaba agarrando su mano, frunciendo el ceño se puso de pie, Sacha gruñó como loco fulminándolo con la mirada.
— Tristán, te dije que no quería hablar más contigo — pronunció suavemente, el acompañante era más bajo que Nikolai, el pelo rubio casi blanco, los miró de forma extraña, luego sujetó el brazo de Nikolai con más fuerza.
— ¿Quieres que me vaya o…?
— No, puedes irte, supongo que al final hablaremos — el hombre suspiró y soltó su brazo.
— Te llamaré más tarde.
— Si.
Nikolai se acercó, Tristán se quitó de su camino despejando el lugar para que pudiese abrir la puerta, él quitó la correa de Sacha a penas entrar y siguió su camino hacia la sala de estar.
Tristán cerró la puerta y se detuvo en el pasillo, Nikolai estaba con la cintura apoyada al respaldo del sofá, se veía furioso, dejó el libro sobe el aparador.
— ¿Desde cuándo estás aquí?
— Desde hace unas horas, no sabía dónde buscarte así que simplemente esperé.
— ¿No quedó lo suficientemente claro? — preguntó encogiéndose de hombros.
— No, sabes muy bien que necesitamos hablar sobre esto.
— Hablamos y sólo dijiste estupideces — recalcó con furia, Tristán suspiró, en eso tenía toda la razón.
— Lo sé, déjame intentarlo de nuevo.
— Vamos, habla, luego vete — su tono fue tan gélido que estaba sorprendido de no congelarse, sus manos temblaron y comenzaron a sudar.
— No te dije por una cuestión de orgullo, estaba avergonzado — Nikolai arqueó una ceja y sonrió de medio lado.
— ¿No dijiste que no querías que yo me avergonzara?
— Simplemente lo reflejé en ti, no quería tu ayuda porque… bueno… yo… — Tristán no supo cómo terminar, Nikolai no tuvo compasión.
— ¿Tu qué?
— Porque era embarazoso — admitió finalmente con un gruñido.
— ¿Dónde has estado viviendo?
— En casa de Noah — admitió, Nikolai se carcajeó como si realmente le causara diversión.
— O sea, que sigues prefiriendo a ese actor antes que a mí, simplemente perfecto.
— Noah es un amigo.
— Un amigo al que solías llamar novio y follar, bueno, tenemos algo en común, también solías follar conmigo, la diferencia es que no somos amigos.
Tristán negó, necesitaba hacer que viese su punto.
— ¿Por qué iba a meterte en mis problemas cuando ya tienes suficientes?
— Era cuestión de confianza Tristán, ni siquiera me hubiese importado que rechazaras mi ayuda.
— ¿No? — Nikolai resopló.
— Sólo quería una demostración de tu parte, algo que me dijera que no sólo querías que nos acostáramos.
— Te dije que quiero más.
— Y yo no te creo — el trato frío hacia él estaba haciendo que su pecho doliese.
— Nikolai…
— ¿De verdad era necesario que lo supiera de esa forma, que escuchara la forma en que intentaban humillarte? Eso me preocupa — gruñó por fin quitando su postura defensiva para frotarse al frente.
— Eso sólo pasó una vez.
— Y yo lo llevé a ti.
— Me protegiste, así que está bien — Nikolai negó.
— No lo está, nuestra relación es puramente física.
— Eso no es cierto, no lo hacemos cada vez que nos encontramos.
— Sólo un tecnicismo.
— Eres demasiado terco — replicó torciendo los ojos, Nikolai levantó una ceja de forma retadora.
— ¿Sólo yo? Porque has venido aquí diciendo que estabas avergonzado y no tenemos ese tipo de relación, ¿pero sabes que no escuché todavía?
— ¿Qué?
— Una disculpa por no decirme y ni siquiera escribirme un puto mensaje en cinco días, además tu llamada fue grosera — murmuró.
— Perdón por enojarme cuando te vi en esa revista compartiendo un beso con Diana — gruñó con exasperación, Nikolai arqueó una ceja.
— Diana está jugando contigo, lo hizo a propósito, esa estúpida foto debe ser de nuestra boda, fue el único momento en el que nos besamos.
Tristán suspiró sintiéndose un tonto.
— ¿La disculpa resolverá todo esto?
— No lo sé, inténtalo.
Tristán caminó hacia él y lo tomó de la cintura, Nikolai no dejó de tener esa actitud de suficiencia mientras juntaba sus frentes.
— Siento mucho no haberte dicho que trabajaba de camarero, no haberte contactado, llamarte para buscar problemas y también siento hacerte pensar que sólo te quiero para algo puramente sexual ¿Me perdonas?
Nikolai no respondió, Tristán movió su boca hacia su frente dejando un suave beso, luego por su mejilla, barbilla y lamió los labios húmedos en un movimiento lento, chupó sus labios arrancándole un jadeo.
Tristán lo besó profundamente sin darle oportunidad de separarse, no es como si Nikolai estuviese desesperado por eso ya que sus manos se aferraron a la parte de atrás de su chaqueta uniéndolos más, un pequeño gemido fue bloqueado por su boca.
Su lengua atravesó los labios abiertos y acarició, luego se enredaron sin siquiera pensarlo, esta vez Nikolai siguió, tomando el control completo, la saliva se mezcló.
Dios Santo, Tristán lo sintió como un beso increíblemente dulce a pesar de lo obsceno, podía escuchar el sonido húmedo, las respiraciones calientes de ambos que se mezclaron entre sus lenguas, fue lo más lento que pudo ser y lo dejó completamente sin aliento.
Nikolai se separó suavemente repasando sus labios con la lengua, saboreando, él por fin respondió la pregunta que quedó completamente en el olvido.
— No — Tristán jadeó.
— ¿No qué?
— Preguntaste si te perdonaba, esa es mi respuesta, no — Tristán suspiró dando un paso atrás, a pesar del increíble beso no estaba perdonado.
— ¿Y qué debería hacer?
— No sé lo que vayas a hacer, yo iré a darme un baño.
— ¿No quieres que te frote la espalda? — suspiró, Nikolai entrecerró los ojos con molestia, como si estuviese analizándolo.
— ¿Es en serio?
— No, sólo bromeo — dijo muy a su pesar, Nikolai fue directamente a su habitación asegurándose de cerrar la puerta.
Suspiró, al menos no lo había echado directamente como pretendía antes, Tristán no tenía idea de qué hacer, era demasiado temprano para la cena y muy tarde para el almuerzo, ni siquiera podía cocinar algo, aunque no estaba deseoso de que Nikolai probase su comida, aún no era buena.
Miró el libro que horas antes le dieron, lo tomó del aparador y se le ocurrió intentar hacer uno de los cócteles, no perdería nada y si salía bien quizás pondría a Nikolai de buen humor.
Tristán ojeó el libro en busca de una receta apropiada y lo dejó abierto mientras comprobaba que tuviese todos los ingredientes, rebuscó por el alcohol y cogió una botella de Vodka y otra de granada, al menos el alcohol lo tenía así que lo puso sobre la isla de la cocina.
Cogió el jugo de arándanos del refrigerador y buscó hojas de menta, Tina tenía la cocina bien provista.
— ¿Tristán? — Tristán ladeó la cabeza viendo a Nikolai salir de su cuarto, llevaba sólo el pantalón de pijama de seda, en serio no sabía lo que hacía al provocarlo, o lo sabía y sólo estaba buscando una reacción.
— En la cocina, ven aquí.
Nikolai obedeció y mientras caminaba hacia él agregó los ingredientes a la licuadora sin olvidar el jugo de limón, no era o normal, pero improvisaría con la licuadora a falta de una coctelera, Nikolai se sentó y apoyó los codos en la isla.
— ¿Qué haces?
— Preparo algo, pondré la licuadora así que no te asustes — Nikolai asintió y Tristán prendió el aparato.
Una vez listo tomó una copa alta de coctel, según el libro era la indicada para la labor así que sirvió, por último, adornó con una rodaja de limón, Tristán sirvió lo otro para él y probó antes de darle a Nikolai, estaba bien, bastante bien para ser su primera vez, deslizó la copa hacia él.
— Pruébalo, es un cóctel — Nikolai colocó una mano sobre la isla de la cocina y la deslizó hasta tocar suavemente la base de la copa, tanteó buscando la forma.
— No sabía que preparabas cócteles.
— Es mi primera vez — Nikolai arqueó una ceja ante la frase, Tristán recién notó lo que dijo.
— Eso es algo que me pone nervioso escuchar.
— Sólo haciendo cócteles — especificó, las esquinas de la boca de Nikolai se elevaron.
— Oh, lo sé, no tengo duda de ello.
Nikolai finalmente tomó un sorbo y tragó, Tristán miró un poco aturdido el movimiento de la nuez de Adam bajando y subiendo, sólo quería morderlo suavemente hasta hacerlo gemir.
— Es bueno ¿Cómo se llama? Nunca lo había probado.
— Flecha de Cupido — Nikolai se echó a reír en cuanto escuchó el nombre del cóctel, devolvió la copa a su lugar y se lamió los labios, Tristán no pudo más que verlo provocar.
— ¿Necesitas flecharme?
— Lo que sea para que me perdones — Nikolai dio varios golpecitos en el mármol con uno de sus dedos mientras hacía su siguiente pregunta.
— ¿Qué harás si funciona?
Tristán dio la vuelta y apoyó la espalda en el muro quedando justo a su lado, Nikolai ladeó la cabeza hacia el movimiento.
— ¿Qué debería hacer?
— Obviamente hacerte responsable de tus acciones — Tristán levantó su mano, con el dedo pulgar recorrió el labio inferior ligeramente más grueso que el superior, Nikolai jadeó.
— Una vez estés ahí sólo debes avisar y tomaré toda la responsabilidad.
— Aun no te…
Tristán se dobló más cerca y lamió sus labios llevándose un poco del sabor dulzón del cóctel, Nikolai abrió la boca dando su visto bueno, así que metió la lengua y la enredó con la contraria, el sabor fresco del coctel seguía ahí jugando con su paladar.
— ¿Aun no me has qué…? — pidió separándose, Nikolai jadeó contra su boca, su ceño se frunció.
— Eres un idiota.
Gruñó agarrando su pelo y juntando sus labios otra vez, Tristán deslizó una mano por su mejilla acariciando su mandíbula, la otra acarició su costado y terminó en la cintura.
Nikolai succionó su lengua mientras lo acariciaba, Tristán pellizcó un duro pezón y se separó jadeando.
— No sabes lo que haces conmigo caminando semi-desnudo delante de mí.
— ¿Qué hago? — preguntó de vuelta, Tristán tomó su mano y la hizo descansar en su entrepierna, Nikolai se echó a reír — Pero aún sigo enojado.
— Creo que puedo hacer algo con eso — susurró besándole el cuello, Nikolai puso los ojos.
— ¿Sexo, otra vez? Esa es tu manera de resolverlo todo.
— Nada de sexo Nikolai, voy a besarte hasta que sea la hora de la comida — dijo mordisqueando su labio inferior — Hasta que tus labios estén lo suficientemente maltratados para seguir diciendo que sigues enojado — chupó — Lo suficiente como para querer sexo, pero no lo obtendrás.
— ¿Crees que puedes hacer eso?
Tristán lo hizo ponerse de pie y lo acorraló contra la encimera, la espalda baja de Nikolai quedó contra el negro mármol mientras lo besaba otra vez, un gemido se filtró por sus labios, Tristán apretó su cintura y con la otra lo sostuvo por la parte posterior del cuello.
Nikolai gimió contra su boca y se aferró a su chaqueta chupando su lengua, la mano en su cintura frotó los huesos de su cadera suavemente, luego descendió acariciando el arco de sus nalgas, Nikolai mordió sus labios.
El beso se tiñó gradualmente de calor, la lengua se frotó y entrelazó suavemente con la suya. Estaba prácticamente sin aliento, Nikolai cerró los ojos y gimió cuando las erecciones se frotaron, Tristán apretó y soltó el trasero firme.
Nikolai jadeó, respirando profundamente.
— ¿Te quedan dudas al respecto? — murmuró contra su oído, Nikolai gimió.
— Eres…
— Ujum… — Tristán mordisqueó la concha de su oreja — Un idiota que va a besarte todo lo que queda de día.
Y entonces Tristán volvió a besarlo.
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