21💗
Tristán se despertó directamente con la erección de Nikolai entre sus piernas, él lo estaba abrazando por la espalda y en algún momento de la noche dejó que utilizara uno de sus brazos como almohada.
Suspiró cuando Nikolai recorrió su abdomen con la mano que dejó a su alrededor, el pene entre sus muslos se movió suavemente.
— ¿No estás cansado?
— No — mencionó deslizando la mano hacia abajo y agarrando su erección con fuerza, Tristán jadeó estremeciéndose contra él, el rastro pinchoso de la barba de Nikolai picó en su mejilla.
— Nikolai, tienes que ir a trabajar — Nikolai mordisqueó su cuello, los músculos de todo su cuerpo se relajaron y contrajeron repetidamente, fueron dominados por el placer de su mano y los dientes hincándose.
— ¿Qué hora es? — preguntó, Tristán se quedó mareado mientras repetía la pregunta en su mente intentando juntar las palabras para darles sentido, Nikolai mordió la concha de su oreja.
Tristán estiró un brazo hacia la mesilla y encendió su teléfono, sus labios apenas lograron pronunciar que eran las siete de la mañana, Nikolai volvió a mecerse contra él arrancándole un gemido.
— Entro en dos horas y tú en la tarde, tenemos tiempo — la mano de Nikolai en su pene se detuvo haciéndolo quejarse, pronto sus dedos le tantearon el trasero, Tristán se contrajo sólo pensando en tenerlo de nuevo en su interior — ¿Qué tan lejos está el lubricante?
— No lo suficiente — gruñó tomándolo de la gaveta, Nikolai se echó a reír quitando su mano y extendiéndola, Tristán dejó el envase junto a un preservativo.
— Puedo notar que no eres tímido cuando quieres algo.
— Ujum, ahora pon tus dedos — Nikolai quitó la sábana que los cubrió en la noche, sacó el brazo bajo su cabeza y entonces dejó caer lubricante en su mano.
Nikolai lo colocó bocarriba y separó sus muslos con las piernas, un beso llegó derritiéndolo por completo mientras los dedos tanteaban.
— ¿Cómo se siente?
— Increíble, sigue haciéndolo.
Su vientre tembló con el estímulo, Nikolai se tragó su gemido, parecía contento con la situación, Tristán no podía más que gemir y doblar los dedos de sus pies con fuerza arrugando la sábana cada vez que presionaba.
Tristán se estremeció y Nikolai mordió su labio inferior, los dedos acariciaron más rápido, un punto en específico fue estimulado varias veces haciéndolo incapaz de pensar en algo más que en correrse.
Tristán lo abrazó con fuerza, sus muslos se endurecieron y su cadera se arqueó, la mano en su erección se manchó igual que sus cuerpos, Tristán quedó levemente confundido por un momento, el suficiente para perderse a Nikolai mientras se colocaba el condón ya que algo estaba tratando de abrirse paso en su interior.
Un suspiro salió de su cuerpo cuando empezó a ponerlo poco a poco, el estímulo justo después de correrse lo hizo torcer los ojos, aun no se recuperaba de su orgasmo y estaba a punto de tener otro.
El pene fue hasta el final y luego volvió a salir lentamente, Tristán lo vio arquear una ceja como si no estuviese satisfecho con la situación, su corazón latió como loco por la idea, pero cuando una de sus piernas fue estirada hasta el límite dejó de pensar por completo, su próstata fue presionada haciéndolo temblar.
Nikolai gruñó presionándose contra él, sus pezones aun sensibles por la ronda anterior se frotaron contra el pecho de Nikolai haciéndolo calentarse más, justo como si tuviese fiebre.
Su pene deambuló profundamente en su interior, sus bocas volvieron a encontrarse, las lenguas se enredaron y en menos de un segundo fueron un desastre jadeante, apenas podía separarse anhelando más.
Tristán jadeó envolviendo los brazos alrededor de su torso mientras mordía su labio inferior, el cuerpo de Nikolai se estremeció y empujó más rudo que antes contra él, el placer se extendió, acumulándose en su bajo vientre.
En poco tiempo, lo único que quedó, fue la sensación de placer luego del clímax, los jadeos en la habitación y la agradable sensación de Nikolai contra él.
Nikolai se separó haciéndolo extrañar el calor al instante, él comenzó a salir de su interior suavemente haciéndolo jadear, su cara estaba sudorosa, el cabello negro pegándose a su frente, la sombra de su barba, definitivamente era una imagen erótica que no le molestaría ver cada mañana.
— ¿Estás bien? — preguntó quitando el látex y amarrándolo, Tristán se echó a reír.
— ¿Me preguntas eso ahora?
— Bueno, quiero asegurarme de tu estado — Tristán se sentó, su trasero ardió con la quemadura.
— Satisfecho.
— ¿Dónde…? — Nikolai obviamente estaba preguntándose donde desechar el preservativo, Tristán se puso de pie y lo hizo caminar hasta el baño, Nikolai lo siguió sin problema, él apretó su mano.
— Tristán, ve más lento.
— Si, lo siento — dijo abriendo la puerta e instándolo a entrar.
Tristán cogió el preservativo de su mano y lo desechó, luego tiró de él hacia la ducha y abrió la llave, el agua cayó mojándolos, llevándose todo el rastro de lo que estuvieron haciendo minutos antes, Nikolai estiró un brazo y se aferró a la pared, no se veía seguro.
— No vas a caerte mientras yo esté aquí — murmuró besándole la sien y enroscando un brazo alrededor de su cintura, Tristán preparó la esponja y comenzó a frotar a Nikolai.
— Puedo hacer eso.
— Quiero hacerlo por ti ¿Me dejas?
— Si.
Tristán lo enjabonó por completo y enjuagó, tomó una de las toallas nuevas en el estante envolviéndolo con ella, hizo que se acomodara sobre el muro del lavamanos y volvió para bañarse.
— ¿Sabes? No soy un niño, no tengo que esperar aquí sentado — habló Nikolai con enojo, Tristán terminó de enjabonarse las piernas.
— Bueno, no conoces este lugar, hay que tener cuidado, además, te hice esperar ahí porque voy a rasurarte.
— ¿Qué? — Tristán subió la cabeza y dejó que el agua se llevara todo el rastro de jabón.
— Tina no está aquí así que lo haré yo — dijo envolviéndose la cintura en una toalla y saliendo, Nikolai ladeó la cabeza hacia él.
— Eso no es necesario.
— No te preocupes, es una cuchilla completamente nueva — murmuró rompiendo el paquete donde venían varias cuchillas, tomó una de ellas, Tristán se giró a tiempo para ver a Nikolai resoplar.
— Bien, has lo que quieras.
Tristán se echó a reír cogiendo la crema de afeitar y dejando todo a su lado, colocó el tapón en el lavamanos y lo dejó llenar.
— Voy a poner la crema — avisó dejándola caer en sus manos, luego acarició lentamente con las yemas de los dedos sus mejillas, debajo de la nariz, el mentón y su cuello, Nikolai tragó con nerviosismo.
Tristán se lavó las manos y tomó la cuchilla, suavemente la deslizó por la piel llevándose toda la espuma, sus dedos limpios tocaron la piel lisa y sonrió.
— Es suave, me gusta — Nikolai se echó a reír.
— O sea, antes no te gustó.
Tristán ronroneó.
— Mmm… me gusta cualquier cosa sobre ti, por eso lo menciono — dijo enjuagando y volviendo a deslizarla.
Nikolai se quedó quieto los minutos que le llevó terminar y para cuando lo hizo tenía una gran y dolorosa erección, otra vez, Tristán arqueó una ceja mirando la toalla levantada, su mano presionó ligeramente.
— Dime que no tienes esa reacción cuando Tina te hace esto.
— Diablos no, esto es por tu causa.
— Eso me alegra — Tristán se carcajeó — Baja, ven aquí, extiende las manos — ordenó, una vez lo hizo Tristán las colocó bajo el agua del lavamanos, Nikolai enjuagó su rostro dos veces y lo secó con golpecitos, finalmente le puso un hidratante — Estás como nuevo.
— Gracias.
— Aun tienes que ir a casa para ponerte un traje — dijo colocando las manos sobre su torso descubierto, Nikolai arqueó una ceja con diversión.
— Ya confirmamos que somos de la misma talla — Tristán mordió su labio inferior, luego suspiró.
— No es aconsejable, recién estoy aprendiendo a planchar.
Nikolai colocó las manos en su pecho, luego las deslizó por su cuello, finalmente deteniéndose en las mejillas, su sonrisa no pudo ser más brillante.
— No me importa, a cualquiera que pregunte le diré con orgullo que mi amante intentó plancharla para mí.
— No intentes endulzarme los oídos, aun estás casado con esa mujer.
— Diana no firmará el divorcio — dijo de repente, Nikolai lo soltó por lo que Tristán hizo lo mismo sintiéndose demasiado incorrecto.
— ¿Esa mujer te quiere?
— Si, nos conocimos antes del accidente, es un poco obsesiva — Tristán frunció el ceño y tomó su mano, lo hizo detenerse frente al armario donde tenía varios trajes planchados, al menos medio planchados.
— ¿No le has dado alas para eso?
— ¿Me estás culpando? — preguntó negando, Tristán cogió ropa interior nueva poniéndola en su mano, Nikolai puso la prenda sin problema alguno, así que le entregó uno de los pantalones.
— Bueno, en la fiesta, estaban muy juntos y…
— ¿Ahora quién es el celoso? — preguntó con una sonrisa, Tristán gruñó.
— No intentes liarme cuando ese era tu objetivo — Nikolai lo ignoró deslizando las piernas en él, sí que le quedaba bien y las arrugas casi no se notaban, luego la camisa.
Tristán lo vio abotonarla con una lentitud alarmante, sabía que lo hacía para molestar, lo había visto prepararse en menos de diez minutos, a medida que abotonaba una parte de su pecho dejaba de verse, nunca esperó excitarse al ver a alguien poniéndose la ropa en vez de quitándosela.
Nikolai ponía su mundo de cabeza, la corbata fue amarrada de forma impecable en su cuello, la chaqueta fue doblada y colocada en su antebrazo.
— Desayunemos — dijo Tristán jalándolo nuevamente, esta vez hacia la cocina.
A penas abrió la puerta vio a Sacha acostado en la alfombra de la sala de estar, Tristán no se perdió la mala mirada del animal mientras caminaban hacia la cocina.
Luego del desayuno Nikolai se retiró con Sacha, un taxi lo dejaría directamente frente a la empresa y aunque se preocupó por eso Nikolai lo calmó diciéndole que mientras Sacha estuviese con él no corría peligro alguno, llegaría perfectamente.
Tristán desempaquetó más cosas hasta que fue cerca de su horario de trabajo, luego de darse un baño caminó hacia el bar, esta vez decidió ponerse un jean simple y una camisa, Darek le sonrió en cuanto lo vio.
— Me alegra que vinieras un poco temprano, así puedo enseñarte algunas cosas antes de empezar, primero ve a cambiarte, creo que este es de tu talla — dijo tendiéndole un uniforme, Tristán lo tomó — Al fondo.
Tristán se cambió de ropa, por lo que veía sí que era su talla, aunque podría estar un poco apretado, el pantalón se amoldó perfectamente a sus piernas, la camisa blanca larga le iba perfecta, abrochó la chaqueta negra hasta su ombligo y por último se puso una corbata a juego.
Tristán guardó el teléfono en su bolsillo y salió, Darek chifló viéndolo de arriba abajo.
— Atraerás a mucha clientela si te exhibo unos días — Tristán se echó a reír, luego lo miró con reproche.
— Bueno, espero que me dejes exhibirme por más que eso.
— Ya veremos.
Darek le enseñó lo que debía hacer en el trabajo, prácticamente estaría yendo y viniendo de las mesas a la barra para las bebidas, por cual lado debía servir, Tristán se consideraba un buen estudiante y conocía buen número de bebidas, lo más trabajoso era llevar las bandejas.
Una persona más llegó mientras explicaba su trato hacia la clientela, el hombre los saludó en cuanto entró al establecimiento, bien podía ser más joven que él, el pelo rojizo estaba un poco corto, era más alto que él y un poco bronceado, Tristán se sintió mal sólo con ver esa filosa mirada verde repasándolo de arriba abajo, ni siquiera un saludo, Darek puso una mano en su hombro.
— No te preocupes, Lex suele ser un poco tímido al principio, pero es buena persona.
— Esa mirada no fue timidez — replicó.
— Ya lo verás, ahí viene nuestro primer cliente, ve hacia allá — empujó dándole unas palmadas en el hombro.
Tristán tomó aire y luego caminó hacia allí, la mujer en la mesa sonrió levemente cuando puso los ojos en él, sus labios brillaban a causa del labial rojo, llevaba un traje de oficina y altos zapatos negros, el cabello rubio recogido en una coleta.
— Buenas tardes ¿En qué puedo servirle?
— Mmm… ¿Eres nuevo? — preguntó de vuelta, Tristán ladeó la cabeza y le dedicó una sonrisa.
— Aparentemente usted no ya que lo notó.
— Mila, no señora.
— Mila ¿Qué bebida quieres que te traiga?
— Por el momento una copa de Pink Lady y charlar un poco.
— Vendré en un momento.
Tristán caminó de vuelta a la barra y vio el trago rosado en la mesa, Darek ya sabía lo que quería, sólo estuvo probándolo con ella.
— Mientras no tengas clientes puedes sentarte y charlar con ellos, nada pasado de tono, sólo lo normal — dijo achicando los ojos, Tristán sonrió de medio lado.
— Entiendo — dijo colocando el trago en la bandeja justo como le enseñaron, Darek lo miró un poco asustado.
— Ten cuidado al llevarlo, ve lento si te sientes más cómodo.
— Gracias.
Tristán concluyó luego de horas de trabajo que de alguna forma u otra le gustaba lo que estaba haciendo, su compañero de trabajo ni siquiera le hablaba así que consideró que no era un problema, estuvo caminando la tarde-noche entera y charlando con desconocidos, pero era agradable, mientras caminaba a casa con su ropa en la bolsa que Darek le regaló, revisó su teléfono.
Nikolai estuvo llamándolo y quería que lo llamase una vez terminara, Tristán marcó y con su mano derecha situó el teléfono en su oído, la izquierda se escondió en el bolsillo de su pantalón.
Mientras escuchaba los timbres vio la casa a sólo unos pasos, si no contestaba no volvería a llamarlo, era tarde o temprano, según, ya eran pasadas las dos de la mañana y Nikolai debería estar durmiendo.
— Tristán — respondió la voz ronca de Nikolai cuando ya se disponía a colgar, Tristán abrió la puerta y cerró nuevamente.
— Hey ¿Te desperté? Lo siento — Tristán dejó la bolsa en el sofá y se fue directo a la habitación, tomaría un baño, antes se tomó un descanso para comer así que no tenía hambre.
— Está bien, te dije que me llamaras, estaba esperando escuchar tu voz ¿Cómo te fue? — Tristán puso el altavoz y colocó el teléfono en el muro.
— Bien, muy bien ¿Qué tal a ti? — preguntó de vuelta dejando caer la ropa al piso.
— Nada del otro mundo ¿Qué es ese ruido?
— ¿Mmm? Oh, es mi ropa, voy a bañarme, de verdad tienes un oído agudo — dijo carcajeándose, Tristán abrió la llave y suspiró bajo el agua, Nikolai resopló del otro lado.
— ¿Qué esperabas?
— Ve a dormir, tienes que trabajar — dijo bajo el agua.
— Eso es difícil cuando estoy escuchándote bañar — gimió Nikolai, Tristán tomó el gel y comenzó a frotar, miró su teléfono de reojo y sonrió.
— ¿Quieres tener sexo telefónico otra vez? No me molestaría.
— No lo creo, ambos estamos cansados.
— Si, ve a dormir — repitió, Nikolai bufó.
— Sólo unos minutos más — pidió Nikolai suavemente, Tristán cerró la llave.
— ¿Qué hay de tu ropa? — preguntó mientras se secaba.
— ¿Mi ropa?
— ¿Nadie mencionó el traje? — preguntó tomando el teléfono de vuelta y tirándose en la cama, el teléfono quedó sobre la almohada del otro lado, justamente como si estuviese ahí con él.
— Bueno, nadie se atrevió, podría despedirlos — Tristán se echó a reír cubriéndose con la manta.
— ¿Así tratas a tus trabajadores?
— Sí, soy un completo tirano — Nikolai suspiró — ¿No me dirás nada sobre tu trabajo?
— No, luego — murmuró cerrando los ojos.
— Tristán.
— ¿Mmm…?
— Que descanses.
Incluso antes de escuchar eso Tristán ya se había quedado completamente dormido, pero estaba bien, su vida cambiaba y quería pensar que era algo positivo, salía con Nikolai, estaba empezando a trabajar y ni siquiera tuvo que ver a su abuelo los últimos días.
Mientras siguiese así no le molestaría seguir trabajando de camarero, era mucho mejor que estar en la empresa recibiendo maltratos y haciendo un trabajo en el cual no era nada bueno.
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