18💗

Estaba fuera de nuevo, aunque su acompañante cambió ligeramente, Noah se desplazaba por el centro comercial como si fuese su casa, las gafas de sol hacían un buen trabajo distrayendo a las personas de su identidad.

Tristán se detuvo viendo a Noah rebuscar entre las camisas, llevaban más de una hora en esta situación y simplemente quería salir corriendo luego de ver a Noah probarse más conjuntos de los que podía soportar.

— ¿Cuánto más vamos a caminar? Todavía no sé por qué estoy aquí — Noah sacó una camisa del perchero y la colocó sobre él mirándose en el espejo, Tristán negó, no era su estilo, las rayas no le iban.

— No he recibido la llamada y viniste conmigo porque no tienes nada que hacer, quitarte tu trabajo fue lo peor que pudieron hacer — dijo devolviendo la camisa, Tristán levantó una ceja.

— ¿Qué llamada tienes que recibir?

— Iremos a ver un lugar cerca, si todo está bien me mudaré, no puedo vivir contigo permanentemente.

— ¿Tan pronto?

— Si, te traje para que lidiaras con el casero y la parte del contrato — Tristán resopló un poco ofendido.

— Vaya forma de utilizarme — Noah se encogió de hombros tomando otra prenda — ¿Puedo ir al área de fumadores?

— Mmm… si, me quedaré viendo estos.

Tristán torció los ojos y se desplazó al lugar, sacó su cigarro e inhaló sintiéndose mejor, al menos tuvo diez minutos de descanso de Noah, hasta que su teléfono recibió un mensaje. Con un suspiro apagó el cigarro en el cenicero y salió, Tristán tenía que admitir que no estaba prestando atención debido a su teléfono por lo que tropezó con una mujer, agarrando su brazo evitó su caída.

La mujer se desprendió de su agarre con enojo, ella peinó su cabello rizado y lo fulminó con sus pequeños ojos verdes, Tristán la reconoció, no a tiempo para evitar el golpe.

Su cabeza se ladeó viendo a varias personas detenerse para ver el espectáculo, esta mujer acababa de darle una cachetada frente a muchas personas, había perdido la cabeza.

— Eres un descarado — gruñó fuera de si — Dejándote ver por aquí cuando deberías estar avergonzado por tu comportamiento, eres una gata rompe hogares.

Gata rompe hogares, era un nombre interesante por el que nunca le habían llamado, Diana lo fulminó con la mirada, Tristán intentó darse la vuelta ignorándola, no necesitaba problemas, menos con una mujer la mitad de su tamaño.

— Espera ahí cobarde — Tristán se detuvo y ladeó la cabeza — Aléjate de mi marido o vas a lamentarlo.

Tristán se echó a reír y frotó su mejilla.

— ¿Me golpearás más fuerte? — Diana mordió su labio inferior.

— Sólo eres un simple juego para él Tristán, deja de humillarte.

Tristán pretendía irse, dejar de darle un espectáculo a todos estos desconocidos, sin embargo, se detuvo, caminó hacia ella y sonrió, su susurro fue realmente bajo.

— ¿Y por qué estás tan preocupada si soy sólo un juego? Creo que la única humillada aquí eres tú, peleando con el supuesto amante de tu marido a plena luz del día, creo que el que merece ese golpe es él, no yo, yo no estoy casado contigo Diana — Diana gruñó.

— Tú…

— Ve a pedirle cuentas a tu marido — Diana apretó sus labios — Oh, cierto, creo que ni siquiera viven juntos y deben estar al divorciarse.

Diana dio un paso adelante justo cuando Noah lo agarró del brazo, él miró a la mujer y luego su mejilla.

— Tristán ¿Qué pasó?

— No es nada, simplemente un error de juicio de esta mujer.

Tristán se alejó con Noah, luego de indicarle la dirección del lugar que verían fue hacia allí, estaba literalmente a una calle y el dueño los esperaba con una gran sonrisa de negocios. Noah se quitó las gafas intimidando bastante al hombre, eso solía pasar cuando lo veían fuera de la pantalla, Tristán caminó directo a la casa y miró los alrededores.

A penas cruzabas la entrada llegabas directamente a la sala de estar, con una amplia puerta de cristal del otro lado tenías la vista perfecta del patio que estaba lleno de maleza, dos habitaciones con baño cada una, la cocina era pequeña, pero se suponía que Noah estaría viviendo solo así que estaba bien.

— ¿Qué piensas?

— Está perfecta, pero no seré yo quien viva aquí — Noah sonrió, él probablemente ya había visto el lugar y sólo lo trajo para saber su opinión.

— También me gusta así que firmaré el contrato — Tristán sintió la vibración de su teléfono, vio el mensaje, Nikolai pidió que fuera a su casa, el encargado colocó el contrato sobre la mesa y lo tomó ignorando su teléfono.

Luego de la ayuda a Noah lo dejó en la casa haciendo una lista de todo lo que se suponía tenía que comprar, estaba pidiéndolo en línea así que aprovechó el momento para ir con Nikolai.

Él abrió la puerta casi al instante, Sacha estaba siguiéndolo de cerca, las comisuras de su boca se arquearon en una sonrisa, pronunció su nombre unos minutos después desconcertándolo por completo.

— ¿Cómo sabes que soy yo?

— Esa es una pregunta tonta para hacerme Tristán, tu olor, tus pasos, la forma en que suspiras, tengo todo eso grabado en mis sentidos — Tristán entró mirando a Sacha, la puerta se cerró a su espalda, dejó los zapatos en la entrada.

— ¿Crees que tengo todo el tiempo del mundo para venir cuando me llames?

— Si, después de todo estás aquí — mencionó Nikolai estirando una mano hacia él, Tristán no dificultó el proceso y la tomó, los dedos se frotaron contra el dorso de su mano.

El simple toque, como un cosquilleo traspasó su piel con una caricia peligrosa extendiéndose lentamente por todo su cuerpo, pasando por las muñecas y los brazos.

— ¿Quieres beber algo?

— Sólo con estar cerca de ti me inclinaría a beber todo un bar, me desconciertas — Nikolai se echó a reír y lo jaló hacia el sofá, ambos se sentaron, Sacha se echó cerca de Nikolai por si lo necesitaba.

— Esa no es mi intención.

— ¿Entonces cuál es? — Nikolai suspiró peinándose de forma nerviosa.

— Supe lo que pasó en el centro comercial y me disculpo por eso, Diana no volverá a molestarte.

— ¿Cómo lo supiste?

— Por Vladimir — dijo al instante, Nikolai se encogió de hombros — Al parecer está provocando un caos en el internet.

— Tiene derecho a estar enojada porque salí en una revista besando a su…

— No lo digas — murmuró contra sus labios, Tristán miró su boca y tragó con nerviosismo, justo antes sufrió las consecuencias de sus actos así que no debería estar ni siquiera cerca de Nikolai.

— Es tu esposa — Nikolai se acercó mucho más apoyando las rodillas en el sofá, Tristán prácticamente se acostó en el sofá tratando de evitarlo.

— No me casé porque quisiera, mi abuelo hizo todo, yo ni siquiera estaba al tanto de ello — admitió, luego mordió suavemente sus labios, mientras gemía su lengua se deslizó directamente al interior mezclándose con la suya, impidiéndole respirar. 

Sus cuerpos estaban unidos. Nikolai situó la mano derecha en su nuca, la otra descansó en su cadera, la temperatura corporal que podía sentir incluso por encima de la ropa fluía por su sangre y calentó su cuerpo.

Su saliva se mezcló y el sonido lascivo de fricción fue lo único que quedó en su mente. Tristán apoyó la mano en su pecho y agarró la ropa de Nikolai con fuerza, arrugándola por completo, sus piernas se entrelazaron, un fuerte muslo presionó y frotó ligeramente su entrepierna.

Tristán gimió, no pudo pensar en nada más ante la sensación de fricción en su entrepierna y sus lenguas enredadas. Con la máxima concentración Nikolai le succionaba la lengua suavemente.

Tristán empujó alejándolo momentáneamente, su pecho se agitó intensamente y se hundió lentamente. Los labios de Nikolai ahora estaban húmedos y rojos como evidencia.

— Vamos a detenernos ahora — dijo contrariamente a lo que quería su cuerpo, Nikolai suspiró y luego separó su cuerpo sentándose nuevamente en el sofá.

— Lo siento, me dejé llevar.

— No lo entiendo, explícame la situación Nikolai — Nikolai frotó su frente con desesperación.

— Mi abuelo era mi tutor legal, firmó los papeles sin que yo supiera sobre eso.

— ¿Estas bromeando conmigo? — él sonrió amablemente indicándole que no.

— Ahora tengo un abogado que me representa, pero no he podido anular el matrimonio.

— Eso es un delito.

— Si y lo que hizo Diana hoy también, te prometo que no volverá a ponerte una mano encima.

— ¿No la quieres?

— No, te quiero a ti por alguna estúpida y loca razón.

— Hey — gruñó, Nikolai se echó a reír, Tristán abrió las piernas y palmeó el lugar que recién hizo — Ven aquí.

Nikolai levantó una ceja con confusión, a veces tendía a olvidar el ligero detalle, Tristán lo hizo ponerse de pie y sentarse frente a él, Nikolai estaba más tenso que la cuerda de una guitarra, pero apenas apoyó la espalda en su pecho se relajó.

Tristán le abrazó la cintura y se recostó por completo al respaldo del sofá, Nikolai escondió la cabeza en su cuello y aspiró su aroma.

— ¿Qué harás si tu abuelo no te deja volver a la empresa?

— No lo sé, no he pensado en ello.

— ¿Qué te gusta hacer Tristán? — Tristán suspiró, no tenía una idea concreta, pero quería ser su propio jefe, ya tuvo suficiente de su abuelo, tenía el dinero suficiente para hacer cualquier cosa.

— Me gustaría tener un negocio de algo simple que no me llene de problemas, necesito un descanso permanente de la empresa, aunque no sé cómo lidiar con todo este tiempo libre.  

— Piensa bien en ello y hazlo, estoy seguro de que puedes hacer cualquier cosa que te propongas.

— Adulándome no conseguirás nada — Nikolai apretó los brazos a su alrededor y dejó salir una pequeña risa.

— No quiero nada, ya estás aquí — admitió, Tristán le besó la sien.

— Eres tan lindo.

— ¿Sigo siéndolo después de mi comportamiento?

— Si, lo eres — admitió besándolo otra vez, su lengua, se introdujo con bastante brusquedad en su garganta. Nikolai mordió su labio inferior dejando un moretón, se separó viéndolo mientras lamía el lugar.

— Tristán, fuiste tú quien nos detuvo antes. 

— Bien.

Nikolai salió de su agarre y se giró cuidadosamente hacia él, quedando a horcajadas sobre sus muslos le acarició las mejillas suavemente.

— ¿No te molesta que no conozca tu aspecto, que yo…?

— ¿Por qué me molestaría eso? — preguntó empujando su camisa ligeramente hacia arriba, viendo los músculos de sus pectorales, Nikolai se aferró a sus hombros mientras deslizaba la punta de la lengua por la areola — Dijiste antes que conoces mi aroma, el sonido de mis pasos y…

Tristán dejó la oración inconclusa mientras humedecía con la lengua los pezones, endureciéndolos poco a poco.

— La forma en que suspiras, el toque de tu piel, cada maldita cosa sobre ti y eso me vuelve loco — terminó Nikolai con un suspiro.

Su lengua acariciaba los pezones erectos haciéndolo gemir, luego hizo un círculo lentamente y succionó con los labios.

— ¿Estabas celoso cuando escuchaste sobre Noah, por eso las cosas terminaron así?

Nikolai se puso rígido nuevamente ante la extraña pregunta.

— ¿Celoso? — repitió como si no conociera la palabra, Tristán mordisqueó suavemente.

— Si, eso me pareció.

— Él tenía lo que yo quería con tanta desesperación, a quien había perdido dos años atrás, tus besos, tus toques, todo era suyo y perdí la cabeza pensando en ello.

Tristán deslizó su mano derecha hacia abajo haciéndola descansar en su cinturón, la prenda fue soltada casi al instante, Tristán suspiró abrazándolo y haciendo que su cabeza descansara en su pecho, inhaló y exhaló tratando de calmarse a sí mismo.

— Nikolai, no podemos.

— ¿Por qué?

— Tu todavía…

— ¿Estoy casado? — preguntó acariciando su pelo — Es algo que estoy tratando de solucionar desde hace más de un año, no creo solucionarlo ahora. 

Tristán apoyó un brazo en su espalda y otro en su trasero, lo levantó haciéndolo aferrarse con fuerza.

— Lo siento, olvidé decirte — susurró en su oído — Iremos a la habitación ahora.

Tristán cerró la puerta dándole una patada, Nikolai reprimió su queja incluso mientras lo dejaba en la cama, Tristán terminó de quitarle la camisa y dejó un beso en su abdomen, Nikolai empuñó su cabello de forma nerviosa.

— ¿Puedo quitarte el pantalón?

— Tristán — murmuró cerrando los ojos.

Tristán no recibió su permiso así que simplemente acarició por encima de su ropa la erección que podía verse, Nikolai gimió mientras abría el cierre de su pantalón y por fin liberaba su pene.

Miró el pene completamente erecto y luego deslizó su vista por Nikolai, no estaba demasiado nervioso todavía, dejó que siguiera adelante, Tristán abrió la boca y tomó la punta.

El gemido de Nikolai se escuchó mientras lamía de arriba abajo probando y luego comenzó a tragarlo suavemente, Tristán levantó la vista viendo a Nikolai morder sus labios evitando que más gemidos se filtraran por su boca.

— Ah… — Tristán sonrió de medio lado e intentó quitarle el pantalón, Nikolai agarró la tela con fuerza.

— Detente — dijo con un pequeño gemido, Tristán dejó un beso sobre sus labios y mordió el labio inferior.

— ¿Tienes miedo? Te haré sentir bien Nikolai.

— Yo…

Nikolai no pudo terminar su oración, Tristán quitó el pantalón junto a la ropa interior viéndolo completamente desnudo por primera vez, su pene exigiendo alivio, sus piernas musculosas bien ejercitadas, él se contrajo.

— Eres hermoso, Nikolai.

— Tristán, detengamos esto ahora — pidió de forma nerviosa.

— ¿Por qué? — preguntó mientras abría la gaveta.
Nikolai mordió su labio inferior, estaba avergonzado, Tristán tomó el frasco de lubricante, junto con los sobres de preservativos, Nikolai ladeó la cabeza escuchando el sonido.

Tristán sujetó sus rodillas levantándole las piernas, dejó caer el líquido en su mano y acarició su pene, Nikolai tragó.

— Voy a poner un dedo ahora — avisó rodeando primero el anillo de músculos y una vez vio a Nikolai lo suficientemente relajado lo deslizó suavemente, Nikolai agarró su camisa con fuerza, un gemido se filtró por sus labios.

Tristán lo arqueó ligeramente haciéndolo estremecer, Nikolai prácticamente lloriqueó su placer, chupó sus pezones y deslizó un segundo después de avisarle, Nikolai se contrajo con fuerza y terminó sobre su abdomen como si hubiese estado conteniéndose por mucho tiempo.

— Maldición — jadeó cubriendo su rostro, Tristán se echó a reír y sacó sus dedos.

— Ahora pondré mi pene, Nikolai — Nikolai se sonrojó a penas lo escuchó, Tristán bajó el cierre de su pantalón y sacó su pene, frotó y luego deslizó el preservativo.

Nikolai estaba tenso cuando lo sintió empujar, Tristán frotó su pene dibujando un círculo y acarició a Nikolai intentando relajarlo, él tensó la mandíbula y dio una orden a la que no pudo negarse.

— Ponlo de una vez —  su miembro se introdujo lentamente, llenando ágilmente el espacio que dejaron desocupado sus dedos.

Nikolai abrió la boca sin aliento, Tristán se inclinó hacia adelante deslizando la punta roma en su interior, las mejillas de Nikolai se humedecieron, Tristán tocó y se detuvo.

—¿Me detengo? — Nikolai frunció el ceño y negó.

Tristán se introdujo en su interior nuevamente, un poco más rápido que antes, llegando más profundo, completamente al final.

Nikolai exhaló de alivio, un suspiro tembloroso estalló de su boca, Tristán gimió y se arqueó para juntar sus bocas, estaba tan apretado que dolía.

— Respira Nikolai — demandó con un suspiro entrelazando sus dedos, palma con palma y sosteniéndolas contra la cama, Nikolai obedeció apretando su mano, su cuerpo instintivamente se relajó.

Tristán movió su cintura lentamente y mordió sus labios, Nikolai se aferró con las piernas a su cintura, la mano libre le arañó la espalda, salió y volvió a ponerlo haciéndolo gruñir.

Frotó suavemente su interior, se deslizó hacia afuera y luego se hundió de nuevo clavándose en algún lugar de su interior.

— ¡Oh, Dios…! — el estremecimiento de Nikolai fue evidente luego de rozar el lugar, cada vez que llegaba a la misma área sus pies se tensaban gradualmente resbalando sobre la sábana.

Tristán aceleró sus movimientos paulatinamente extendiendo su interior hasta el límite, el glande entrando y saliendo, repitiendo una y otra vez, los gemidos mezclados con gruñidos siguieron llenando la habitación.
 
Tristán agarró el pene de Nikolai y acarició sin dejar de moverse, la sensación resbaladiza de su cuerpo desnudo empapado de sudor contra él, también aumentó la sensación de placer. El placer extendiéndose a medida que tocaba cada parte de su piel, Tristán maldijo el momento en que decidió quedarse con su ropa.

Todo el cuerpo de Nikolai se estremeció mientras empujaba rudamente, el placer se extendió por su vientre en forma de un cosquilleo agradable, acumulándose, Nikolai gimió, el semen le salpicó el vientre y pecho.

Tristán se movió por última vez y terminó estremeciéndose contra él.

— ¿Cómo estuvo? — preguntó sin salir de su interior, Tristán le besó el cuello y aprovechó el momento para dejar una marca en su clavícula.

— Bien, muy buen — murmuró contra sus labios.

Nikolai deslizó la lengua en el interior de su boca y Tristán las enredó, no terminaba aún, ni siquiera Nikolai estaba satisfecho, el día no terminaba.

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