16💗

Tristán abrió lentamente los ojos viendo un techo desconocido, no era desconocido ahora que hacía memoria ¿Cómo olvidarlo? El nombre de Nikolai vino a su memoria y se sentó de repente.

Nikolai ¿Por qué estaba aquí nuevamente, accedió a tener sexo con él otra vez?

Miró hacia las ventanas abiertas dándose cuenta de que era temprano en la mañana, el piquete en su antebrazo indicándole algo extraño, estaba conectado a una intravenosa, Tristán la arrancó y presionó el lugar hasta que Nikolai hizo acto de presencia.

— ¿Estas despierto? — preguntó Nikolai tomando asiento, Tristán repasó el lugar con la mirada nuevamente.

— Si ¿Cómo llegué aquí?

— ¿Qué es lo último que recuerdas? — Tristán lo miró, obviamente la pregunta era extraña, justo como si Nikolai no quisiera derramar información innecesaria.

— Pelear con mi abuelo.

— Te llamé, viniste hasta aquí y te desmayaste frente a mi puerta — explicó rápidamente sin siquiera una pausa, Tristán miró hacia los cristales de la habitación que iban desde el techo hasta el piso, se veían los edificios de la ciudad.

Una pena tener una vista tan bonita en la habitación y que Nikolai no pudiese verla.

— ¿Frente a la puerta, no dentro?

— No, llamé al doctor.

— ¿Y qué dijo?

— No has estado comiendo y tus niveles de estrés son elevados.

— Ah — murmuró, Tristán negó con una sonrisa, el culpable de eso estaba en la habitación hablando con él tranquilamente.

— Ya arreglé el escándalo.

— No me importaba en realidad, ya no estaré a cargo de la empresa.

— ¿Qué?

Nikolai se veía más que ofendido por eso, no sabía por qué cuando él mismo estuvo incitando esta situación con su comportamiento hacia él, no pensaría demasiado en eso, ni perdería sueño con Nikolai, tratar de entender su comportamiento era en vano.

— Mi abuelo me ha echado a patadas, espero que eso te haga sentir mejor.

— ¿Por algo tan insignificante? — Tristán se encogió de hombros.
— Fue la acumulación de muchas insignificancias.

— Lo siento — Tristán se puso de pie y caminó hacia él, Nikolai también se levantó para quedar a su altura al sentirlo cerca.

— ¿Por qué estás disculpándote?

— He cruzado la línea, me disculparé con tu novio si es necesario.

— No lo es ¿Qué hay de tu esposa Nikolai? — Tristán tenía que admitir que sólo lo mencionó para molestarlo, para sacar una reacción, pero no consiguió nada de su parte.

Seguía tan estoico como una roca, no le importaba y se preguntó cuánto le importaría él si era así con la persona con la que estaba casado, por lo que veía ni siquiera convivían.

— ¿Qué hay con ella?

— ¿No se enojó con ese artículo? — Nikolai resopló, tuvo razón con su pensamiento.

— No lo sé y tampoco me importa.

— Debo irme, gracias por cuidar de mí.

— Déjame disculparme contigo — mencionó Nikolai de repente interrumpiendo su paso, Tristán no se dejaría enredar otra vez, ya había tenido suficiente de él.

— No, estoy bien así.

— Cenemos juntos esta noche.

Tristán silbó con exasperación. 

— Deja de confundirme Nikolai, tus actos, tus palabras son una incógnita para mí, no sé qué planeas.

— Olvidemos todo esto, déjame empezar otra vez.

Tristán se echó a reír, esto parecía un Deja vu de alguna situación que ahora mismo no podía recordar. 

— ¿Empezar qué exactamente cuando tienes una esposa esperándote en casa y yo…? — la molestia de Nikolai fue evidente al escuchar sobre su esposa otra vez, una de sus manos lo agarró de la camisa.

— Deja de pensar en mi esposa, ella no importa, déjame tenerte de nuevo.

Dios santo, tenía que estar escuchando mal.

Algo estaba pasando últimamente, con lo que no tenía idea de cómo lidiar, no sabía ni siquiera cómo reaccionar.

— ¿Quieres que siga siendo el villano de esta maldita historia?

— No eres el villano — dijo Nikolai deslizando la mano desde su pecho hasta su mejilla, ni siquiera se pudo afeitar gracias a esto, gracias a él que lo estaba metiendo en problemas desde que se reencontraron.

— ¿Qué pasa con tus cambios de humor, Nikolai? ¿Qué me harás cuando te sientas ofendido otra vez? — Tristán alejó su mano y lo miró, Nikolai pestañeó lentamente.

— No haré nada, ya no, no voy a pelear contigo de nuevo. 

— ¿Por qué?

— Estoy preocupado por ti, te desmayaste anoche.

Ah.

Lo que más quería era creerle mientras le daba esa mirada de cachorro, pero sabía que una vez cayese en sus garras nuevamente terminaría mal, este hombre estaba casado y era el presidente de la competencia.

Tampoco podía olvidar que bien estaba molestándolo por una venganza que no podía tomar contra su padre.

— Que hipócrita Nikolai, tú preocupado cuando me has llevado a esto.

— Precisamente por eso estoy disculpándome — Tristán acarició su mejilla suavemente.

— Una pena que no puedas ver — susurró contra su oído — Así podrías ver cómo me alejo de ti, Nikolai.

— Tristán — llamó Nikolai mientras caminaba a la entrada, Tristán se marchó no sin antes tomar la última palabra.

— No me contactes otra vez.

Tristán condujo a casa, dentro se dio cuenta de una agradable sorpresa, Noah estaba comiendo algo en la cocina.

— Noah, estas aquí — dijo como si fuese obvio, Noah terminó de darle una mordida a su bocadillo y sonrió.

— Si, vine por algunas cosas — apuntó a la maleta en la entrada, Tristán suspiró y se dejó caer en el sofá, se quedaría solo de nuevo — Tendré que quedarme un tiempo en el lugar de filmación, pero si me necesitas aquí puedo quedarme.

Noah caminó hacia él y colocó las manos en sus hombros, él frotó suavemente.

— No, necesitas tiempo lejos de mí, estoy bien.

— Creí haberme imaginado esa extraña tensión entre ustedes el día de la celebración — Tristán resopló con una sonrisa.

— Por desgracia no.

— Bueno, no te culpo por engañarme, es caliente — Tristán se echó a reír.

— Eres increíble.

— ¿Qué pasó Tristán? — Tristán apoyó la cabeza en el sofá y lo miró desde ahí, Noah levantó una ceja.

— Ni siquiera sabría cómo explicártelo con certeza.

— ¿Sabes? No importa que lo nuestro no funcionase podemos seguir siendo amigos.

— Lo sé ¿No tenías que volver? — Noah achicó los ojos mirándolo con reproche.

— ¿Me estas echando?

— No, por supuesto que no, puedes quedarte lo que quieras.

— No te comiste lo que hizo Keyler para ti, no te he visto comer, estoy preocupado.

— Estoy bien, más tarde pediré algo — Noah pareció convencido así que se alejó hasta llegar a su maleta, él mordió su labio inferior.

— Llámame si necesitas algo.

— Si, gracias.

Tristán se acostó en el sofá en cuanto escuchó el clic de la puerta al cerrarse, necesitaba algo de paz, lejos de Nikolai, de la empresa y su abuelo.

La calma no duró demasiado, suspiró viendo la pantalla de su teléfono, estaba replanteándose los motivos por los que seguía teniéndolo, sólo le comunicaban malas noticias, contestó la llamada de su tío, aunque no augurara nada bueno.

— ¿Si?

Tristán, tenemos una situación — Tristán se sentó y frotó su frente.

— ¿Ahora qué pasó? No hice nada esta vez.

Lo sé, pero esa persona con la que tienes problemas dijo que cancelaría todo el programa si no te reunías con él.

— ¿Qué?

Estamos de manos atadas, ni siquiera sé por qué quieren mantener este proyecto — Tristán gruñó.

— Nos está chantajeando

Lo sé y siento pedírtelo, pero…

— Está bien, iré — el suspiro de alivio de su tío fue audible.

Gracias.

— ¿Qué hay de mi abuelo?

¿Qué hay con él?

— Pensé que no se llevaban bien.

Mmm… está tolerándome, no tiene más remedio.

— Bueno, al menos lo está intentando, te dejo trabajar.

Tristán colgó la llamada y fue a su cocina a picar algo, Keyler dejó algunos bocadillos en el refrigerador, comió dos de ellos cien por ciento seguro de que era lo que estaba comiendo Noah.

Se quitó la ropa mientras caminaba al baño, estaba enojado, no, ya no le importaba, Nikolai hacía lo que quería y no debería afectarlo, iría a esa reunión y saldría como mismo. 

Nikolai volvió a hacer de las suyas, debería acostumbrarse a ello ya que sería algo constante en su vida.

Luego de ponerse algo de ropa cómoda tomó un libro, ya que lo forzaron a estas vacaciones haría algo productivo mientras esperaba la hora de la reunión. No, eso no funcionó, se quedó dormido apenas terminó las dos primeras páginas.

Tristán volvió a ducharse y colocarse algo de ropa más formal, aunque no se esforzó mucho con ella, condujo y tocó la puerta de Nikolai con el corazón latiéndole a mil.

— Viniste — dijo Nikolai en cuanto abrió la puerta, Tristán entró sin siquiera pedir permiso, después de todo fue invitado.

— Sí, creo que no tenía más remedio que ceder.

Por primera vez Nikolai pareció avergonzado.

— Sólo lo hice para llamar tu atención.

— La has conseguido ¿Qué es lo que quieres? — Nikolai caminó hacia el comedor y señaló uno de los asientos.

— Sentémonos primero.

— ¿Una cena? — preguntó echándose a reír, la comida estaba puesta de forma ordenada, incluso más ordenada en el plato de Nikolai.

— Si, es mi disculpa.

— Es una pena que no haya venido vestido para la ocasión — Nikolai fue hacia su silla y se sentó, él apoyó el codo sobre la mesa y el rostro en su mano.

— Está bien, no importa que te pongas, no lo veré.

— Por fin estamos revelando secretos.

— ¿Era un secreto?
— No, ya lo sabía.

Sería un estúpido si no se diese cuenta esta vez.

— Entonces siéntate — Tristán cedió a su pedido, no habían velas en la mesa lo que probablemente era por la seguridad de Nikolai, de todas formas, no las extrañaba, eso haría incómodas las cosas — Hablemos.

— ¿De qué quieres hablar?

— De lo que quieras, escucharé lo que sea.

— ¿Y si sólo quiero comer?

— Entonces hazlo.

Tristán tomó sus cubiertos y comenzó a cortar la carne, Nikolai revolvió su comida mientras él masticaba, se llevó un trozo a la boca sin dejar de mirar en su dirección, luego de unos minutos de silencio tortuoso sólo interrumpido por el leve sonido de los cubiertos, habló.

— No puedo soportar el silencio cuando estoy con otra persona, así que agradecería que habláramos de algo — Tristán dejó los cubiertos en su plato y miró al frente.

— Eso es precisamente lo que debería darte durante esta cena, mi silencio, hasta que no puedas soportarlo.

Nikolai tragó y pinchó un vegetal con su tenedor.

— ¿Cómo lograste irte de la cabaña ese día? La carretera estaba lejos y ni siquiera sabías dónde te quedabas.

Tristán se encogió de hombros, ese fue el menor de sus problemas.

— La persona que me encontró me ayudó a salir.

— ¿Qué te encontró?

— Si ¿Desde cuando tienes a Sacha? — preguntó viendo al perro menear la cola desde la alfombra.

— Vladimir pensó que sería una buena idea tenerlo ya que él no estaría las veinticuatro horas del día conmigo, apenas puede estar una, así que hace aproximadamente dos años.

— ¿El mismo tiempo de tu matrimonio?

— Eso creo — dijo haciendo una mueca, podía ver la leve incomodidad que estaba presente en su acompañante.

— ¿Por qué estás aquí conmigo y no con ella?

— No nos llevamos bien, los matrimonios de este tipo suelen terminar así — Tristán se preguntó qué quiso decir con eso, pero antes de intervenir Nikolai hizo su pregunta — ¿Qué hay de Noah?

— ¿Qué con él? Llevamos saliendo un año.

Mintió sin problema alguno, Nikolai no tenía por qué saber que ya no estaba con Noah, no era un dato de su interés cuando nada en su vida había cambiado.

— ¿Estás enamorado de él?

— ¿No estás siendo demasiado atrevido con esta pregunta?

— Eres libre de contestarla o no.

Por esa razón Tristán decidió no contestarla y mantener un poco de orgullo.

— ¿No dijiste que te hicieron la cirugía? — Nikolai soltó sus cubiertos, deslizó el plato hacia adelante y se apoyó en la madera.

— Si, no funcionó y rechacé el trasplante hace un tiempo, fue difícil y tuvieron que hacer un retrasplante hace unos seis meses, de más está decir que no veo a pesar de todo.

— He leído que algunas personas a veces tienen que esperar hasta un año para ver.

Nikolai se puso de pie, caminó hasta quedar a su lado, Tristán levantó la cabeza mirándolo con confusión.

— ¿Qué pasa? — preguntó poniéndose de pie, Tristán exhaló su nerviosismo — Simplemente debería irme.

Su mano derecha se plantó en su pecho e hizo presión, Tristán retrocedió mientras Nikolai los dirigía hacia atrás hasta que una pared lo detuvo, sólo fueron unos pasos, Nikolai en serio se sabía toda la maldita configuración de la casa cuando hacía estos movimientos tan atrevidos.

Tristán tragó sintiéndose nervioso con este sólido hombre delante, Nikolai subió la mano hacia su cuello y con la otra le fijó el hombro, sus labios se tocaron y antes de registrar siquiera lo que estaba haciendo Tristán deslizó las manos en su pelo, apretó.

Sabía que no debía estar sucediendo, pero las razones no llegaron a su cabeza lo suficientemente rápido cuando los firmes labios comenzaron a moverse contra los suyos y el cuerpo de Nikolai lo oprimía fuertemente.

Tristán jadeó cuando sus caderas se presionaron, su respiración casi se detuvo al darse cuenta de que él no era el único excitado en la habitación, eso estaba más que claro, eran muy compatibles en este ámbito.

Nikolai terminaría pidiéndole otra vez que se acostara con él sólo para humillarlo nuevamente, pero esta vez no se lo daría, como si escuchase sus pensamientos Nikolai se separó y dejó salir un suspiro. Esperó escuchar la proposición, pero lo que salió de sus labios fue una completa sorpresa.

— Sí, creo que deberías irte por hoy.

Tristán ni siquiera podía asimilar lo que estaba pasando mientras Nikolai daba un paso atrás alejándose de él, no se lo esperó y por eso aún no se movía de su posición contra la pared.

— ¿Tristán?

— ¿Quieres que me vaya? — preguntó completamente confundido, Nikolai lamió sus labios, la lengua recorriendo los labios que tanto quería volver a besar.

— Si, o las cosas podrían complicarse.

— Yo… si, me iré.

Tristán se separó de la pared y caminó hacia la puerta como si estuviese flotando, Nikolai no intentó detenerlo, no sabía que pensar de la extraña situación.

Nikolai no intentaría hacer un trato para obtener favores sexuales de él, no intentaría humillarlo esta vez.

¿Estaba planeando algo?

Tristán llegó a la puerta, Nikolai agarró el picaporte y sonrió.

— Volvamos a hacer esto luego.

Y con eso la puerta se cerró dejándolo doblemente confundido.

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