Tristán se removió en la cama escuchando el ruido de su teléfono, no contestaría, su abuelo intentaría matarlo en cuanto lo viese así que tampoco aparecería por la empresa.

Aunque trató de controlar las cosas sabía que el artículo saldría tarde o temprano y las llamadas en su teléfono estaban confirmando ese hecho como si fuese la más grande pesadilla.

— Tristán — gruñó la voz de la persona que quitó su manta, Tristán se cubrió con la almohada.

— No puede ser ¿Keyler?

— Si, tuve que pedirle la llave a Noah, son las diez de la mañana ¿No vas a levantarte?

— No — murmuró cogiendo su teléfono, viendo todas sus llamadas perdidas, todas eran de Philip y Noah.

— ¿Ya viste el artículo?

Tristán se sentó y dejó el teléfono sobre la cama, Keyler se veía preocupado así que sí debía ser justo como pensaba.

— ¿Es tan malo como creo?

— Umm… bueno, si pensaste que dirían que aparte de estar engañando a Noah estas intentando quitarle el marido a una pobre mujer, sí, creo que es lo suficientemente malo — Tristán se frotó la frente y suspiró, no pudo dormir nada gracias a este tema — Están despedazándote a pesar de que fue él quien te besó.

— ¿Cómo sabes que él…?

Keyler se encogió de hombros.

— Tuve que hablar con tu ex para obtener la llave, te pregunté si esto sería un problema —  Tristán se echó a reír viendo su teléfono, lo mejor que hizo fue no ir a la empresa.

— Evidentemente yo tengo más que perder ya que quedé como el malo en la situación.

— ¿Qué hay del abuelo?

— No lo sé, debe estar arreglando mi desastre — murmuró y desde que no contestaba sus llamadas debía estar fuera de sí mismo.

— Llamé a papá, quizás él pueda suavizarlo.

— Si, porque fue muy suave cuando lo expulsó a él.

— Tarde o temprano tendrás que enfrentarlo — Tristán cogió la almohada y la colocó sobre sus rodillas, escondió su rostro.

— Si, no sabes cuánto lo sé.

— ¿Qué pasa con este hombre, está enamorado de ti? — Tristán lo miró de vuelta, su carcajada resonó.

— Claro, por eso quiere arruinarme la vida, sabes bien quién es.

— Así que el Pavlova sólo te tomó como objetivo de su venganza.

— Si, quizás yo lo provoqué en el pasado — Keyler levantó una ceja.

— Tristán…

— Lo sé.

— Haré algo de desayuno, ve a tomar una ducha.

Tristán obedeció caminando hacia el baño, se quitó la ropa interior con la que durmió y se metió bajo el agua caliente, se confió demasiado pensando en que Nikolai tenía más cosas que perder.

No lo hubiese hecho desde el principio.

Nunca pensó en la posibilidad de un escándalo donde fuese el villano, donde él besó a un hombre casado delante de todo su equipo de producción, carajo, delante de su supuesto novio.

Tristán negó y cerró la ducha, Nikolai podía acabar con él si eso era lo que quería, le daba igual, estaba en todo su maldito derecho, las gotas de agua que resbalaban por su cuello cayeron al piso.

Suspiró y se secó, tomó algo de ropa y salió a ver a su primo, Keyler abrió los ojos cuando vio su vestimenta, sí, tenía un traje puesto, lo mejor era que fuese a ver a su abuelo voluntariamente.

— ¿Irás?

— Si — suspiró.

— Al menos come algo, Noah dijo que anoche no comiste — ni antes de esa o la otra, pero no tenía que saberlo, Tristán negó mirando su desayuno, su estómago se contrajo de forma extraña, no tenía apetito.

— Tristán, ábreme la puerta ahora.

Tristán tembló cuando la voz de su abuelo llegó a él, los toques en la puerta fueron extremadamente fuertes, Keyler lo miró con pánico, sus ojos con una obvia pregunta de que iban a hacer.

— Sólo ábrele la puerta — murmuró, Keyler tragó y a paso lento fue hacia allí, Tristán dio unos pasos quedando justo en el medio de la sala de estar, un poco después del pasillo, su abuelo lo vería apenas abrieran la puerta.

No lo decepcionó, su abuelo fue directamente hacia él y le dio un golpe que lo hizo caer al suelo, Tristán escupió la sangre en el suelo preguntándose que más tendría que soportar.

— ¿Por qué tenías que darme más problemas que tu padre?

¿Más problemas? Su padre literalmente asesinó a dos personas ¿Estaba al nivel de ese monstruo sólo por perder un poco de dinero y unos artículos en las revistas?

— Levántate — gruñó cogiéndolo del frente de la camisa y jalándolo, Tristán se incorporó, su tío estaba agarrando el brazo de su abuelo tratando de calmarlo — ¿Qué hice para que me hicieras esto?

— ¿Qué te hice, acaso maté a alguien, robé?

Tristán cuestionó provocándolo, no era algo inteligente en el momento, pero estaba cansado del obvio rechazo de su abuelo desde que cumplió cierta edad, por supuesto que lo había notado.

— Tú…

— ¿Por qué me metiste en esto si pensante que era igual que mi padre, que te decepcionaría igual que él?

— No fue suficiente con ser un… — el silencio fue abrupto, Tristán se echó a reír como una persona desequilibrada mirando el rostro de su abuelo.

— ¿Qué, homosexual, gay, maricón, muerde almohadas? ¿Cuál es la que buscas?

— Basta — gruñó su tío.

— ¿Sabes cuánto han caído las acciones de la empresa por esta mierda? — Tristán mordió su labio inferior — El presidente involucrándose con un hombre casado teniendo un jodido novio o como quiera que llames a ese actor ¿Sabes dónde ha quedado toda tu reputación?

— Lo siento.

— Tristán — replicó Keyler, Tristán lo miró negando, le estaba pidiendo que hablara de Nikolai.

— No.

— ¿Sólo sabes pedir disculpas?
— Tristán — repitió, su abuelo frunció el ceño mirando entre sus dos nietos.

— ¿Qué pasa?

— Keyler, no.

— Él seguirá tratando de arruinarte.

— ¿De qué están hablando? — esta vez fue su tío quien preguntó, Keyler apretó los labios.

— Ese hombre hizo esto a propósito.

— ¿Qué?

— Fue él quien besó a Tristán, él armó todo este escándalo para molestarlo.

— ¿Por qué?

— Por mi tío.

Su abuelo por fin le soltó la ropa, su mirada de decepción siguió ahí.

— Quedas temporalmente destituido de tu cargo, tu tío se estará haciendo cargo de todo, no provoques más problemas — dijo marchándose, la mano de su tío descansó sobre su hombro brindándole algo de apoyo.

— Todo estará bien, no te preocupes, arreglaré las cosas y podrás volver.

— No me interesa volver, comunícaselo a mi abuelo, que te deje ahí o busque a otra persona.

— Está bien, ahora estás enojado, después hablamos — Tristán agarró el brazo de su tío antes de que le diera la espalda, recién recordaba a Noah con todo este problema, él no saldría bien parado.

— Tío.

— ¿Qué pasa?

— Necesito que protejas a Noah del abuelo.

— ¿A tu novio? — preguntó arqueando una ceja.

— Si, siempre intenta sabotearlo.

— Está bien, me haré cargo, nos vemos después.

Keyler se cruzó de brazos y negó.

— ¿Aun ahora sigues protegiendo a ese idiota?

— Noah no estaba conmigo por patrocinio, me quiere de verdad y lo jodí todo por culpa de Nikolai.

— ¿Su culpa, te obligó a acostarte con él? — Tristán se frotó la frente, su cabeza dolía, no se sentía nada bien.

— No, tienes razón, fue mi culpa, sólo estoy tratando de culparlo. 

— Tristán…

— Dormiré un poco más, estoy cansado.

— Come algo.

— No tengo apetito.

Tristán volvió a la habitación, sin ni siquiera quitarse el traje se tiró a la cama y durmió hasta que su teléfono comenzó a sonar nuevamente, esta vez no era su abuelo o Noah, Nikolai estaba llamándolo.

¿Iba a burlarse de él o algo?

— ¿Qué quieres ahora? — gruñó apenas conectó la llamada.

— Ven a mí y pídeme que arregle este desastre.

— ¿Por eso lo hiciste, para que yo fuera a rogarte? — Tristán se sentó frotándose el pelo.

— Puedo detenerlo si me lo pides Tristán.

— Ya el daño está hecho.

— Estoy en casa, puedes venir si quieres.

Tristán tensó la mandíbula y colgó ¿Qué estaba pasando con Nikolai, que quería de él exactamente? No tenía respuesta para ninguna de sus preguntas, pero estaba dispuesto a tenerlas.

A pesar de dormir, todavía estaba cansado, con un quejido salió de la habitación encontrándose con la soledad de su apartamento, Keyler ya no estaba, se marchó, no sin antes prepararle la cena.

Tristán la ignoró y condujo los quince minutos correspondientes a casa de Nikolai, él abrió en cuanto tocó, Sacha lo miró de medio lado como siempre, Tristán caminó y se apoyó en el sofá cruzándose de brazos.

— Dímelo — Nikolai se vio confundido con el pedido.

— ¿Qué quieres que te diga? Pensé que tú venías a decirme algo.

— ¿A rogarte por ese estúpido artículo? — preguntó irónicamente, se echó a reír negando — No, no vine a eso, quiero saber qué esperas de mi exactamente.

— No sé a qué te refieres.

— No hagas las cosas más difíciles — replicó de mal genio, Sacha se levantó y gruñó, Nikolai lo puso en su lugar — ¿De verdad me odias, quieres verme humillado? ¿qué pasa contigo, Nikolai?

— No, ninguna de ellas — Nikolai se acercó e intentó agarrarlo, Tristán lo empujó, estaba mareado por algún extraño motivo, estar frente a este hombre lo enfermaba.

— Entonces dímelo — exigió en voz alta, Nikolai se detuvo — ¿Quieres que te pida perdón, que te ruegue, te la chupe, que dejes que me folles? Escoge cuál de ellas porque no estoy seguro de lo que quieres.

— Tristán…

— Hice bien marchándome de esa cabaña porque no te conozco, esta persona que está frente a mi es un desconocido, no eres el Nikolai que conocí — Tristán se aferró al respaldo del sofá con una mano.

— Por supuesto que no puedo ser el mismo cuando te marchaste.

— ¿Me estas culpando de tu jodido comportamiento?

— Si, tu eres el culpable, tú y nadie más que tú — escupió con ira, Tristán se echó a reír como si hubiese perdido la cabeza, era la segunda vez en el día y ya comenzaba a asustarse.

— No lo entiendo.

— Dijiste que no te importaba Tristán, pero te fuiste.

— ¿Un mes fue tan importante para ti? — jadeó deshaciendo el nudo de su corbata, estaba comenzando a ahogarse, Nikolai frunció el ceño.

— Me apena ver que no lo fuese para ti.

— No es así, me importó, pero no me fui porque…

Tristán se aferró al asiento esta vez por completo, sentía que si no se aguantaba caería al suelo.

— ¿Tristán?

— … quisiera — terminó, Nikolai dio otro paso hacia él — No te acerques.

— No te escuchas bien.

Nikolai lo cogió entre sus brazos, las rodillas le flaquearon, Tristán fue apoyado al sofá, manteniéndolo estable.

— Esta bien que me odies, por engañarte, porque mi padre mató a los tuyos, te dejó sin vista, así que ódiame por eso ya que no puedes hacerle nada a él.

— No te odio Tristán — mencionó, Tristán pestañeó un poco aturdido, los labios de Nikolai seguían moviéndose, pero él no estaba escuchando nada.

— ¿Mmm?

— Lo siento, estaba enojado, así que perdóname por todo.

En su estado no estaba seguro de haber escuchado esas palabras, quizás lo imaginó porque eso era justamente lo que quería escuchar de Nikolai, Tristán dejó caer la cabeza en su hombro mientras Nikolai le zarandeaba, olía a una fruta, pero no sabría con certeza cuál.

— Nikolai…

— Llamaré al médico ahora ¿puedes mantenerte de pie?

— No — Nikolai lo ayudó manteniendo casi todo su peso sobre él, Tristán no debería estar dándole estos problemas a un hombre que no veía, podía tener un accidente mientras intentaba ayudarlo.

— Aquí está el sofá.

Tristán se dejó caer y acarició su mejilla.

— Nikolai…

— ¿Qué pasa?

— Di que me quieres y que has estado tratándome tan mal por ese enojo que tienes — Nikolai cerró los ojos, cuando volvió a abrirlos el suspiro fue audible.

— Si, tienes razón, te quiero — dijo frotando su pecho — Ahora espera aquí, Sacha cuida de él — Sacha llegó a su lado y gruñó levemente cuando lo vio cerrar los ojos.

Ni siquiera el gruñido de Sacha pudo evitar que se durmiera, pero al menos estaba en casa de Nikolai, en su sofá y junto a su perro, aunque este lo odiase por completo.

Tristán pudo escuchar a lo lejos los ladridos de Sacha, luego dejó de sentir el tiempo.

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