la esclava aliada
En el campo abierto se encontraba Edgar, quien seguía golpeando muchas veces a los monstruos globos sin parar hasta reventarlos. Recordando la traición y el sufrimiento que tuvo que soportar a lo largo de su vida, la cual consumiría de ira. Mientras tanto, la lluvia intensa cubría al brawler, llegando así al nivel 2
Pasaron unos minutos y Edgar se sentó bajo la sombra de un árbol, exhausto después de recolectar todas las pieles. Miró sus estadísticas y se sintió frustrado
Edgar: maldición, solo llegué al nivel 2. Nunca llegaré al nivel suficiente para enfrentar las olas de Calamidad
El brawler estaba un poco enojado, pero luego su estómago rugió, recordándole el duro trabajo que había hecho durante toda la noche para acabar con los globos monstruos
Edgar: genial, ahora tengo demasiada hambre. Espero que estas pieles me den algo de dinero.- dijo suspiró
Se levantó y recogió el resto de las pieles, dirigiéndose directamente al reino de Melromarc. Llegó a un puesto donde un cliente vendía algunas pieles al vendedor, quien le dio dos monedas de cobre. El cliente se marchó, pero al ver a Edgar, salió corriendo. A Edgar no le importó y puso las pieles en el mostrador, un total de 40 pieles
Edgar: disculpa, ¿cuánto sería por estas pieles?
Vendedor: pero qué tenemos aquí, son 40 pieles de globos naranjas. Creo que te daré unos 2 monedas de cobre
Edgar: ¿Solo dos monedas de cobre?- dijo enojado- pero si le diste al cliente anterior lo mismo por dos monedas de cobre
Vendedor: ¿Lo hice? Lo lamento, esto es un negocio y yo decido los precios
Edgar: ya veo, entonces lo haremos a mi manera
El chico agarró al vendedor de la camisa, levantando su puño con la bufanda.
Edgar: si no me das el precio justo, te romperé toda la cara.- dijo enfadado
Vendedor: está bien, te daré unas 10 monedas de cobre.- dijo asustado
Edgar: esto me bastará por ahora- dijo soltando al vendedor- una cosa más, quiero que te asegures de expandir los rumores sobre mí. Si intentan estafarme o engañarme, sufrirán un destino doloroso.
Vendedor: de... de acuerdo, pero prefiero no tener nada que ver contigo
Así, Edgar se retiró del lugar y siguió su camino. Luego se detuvo al ver un puesto lleno de plantas, donde pensó por un momento y se le ocurrió una idea para ganar más dinero. Antes de eso, decidió ir a la herrería de Erhard para devolverle el cambio por la ropa que le había dado ayer, para evitar problemas con la gente del reino. Sin embargo, al llegar a la herrería, Erhard no estaba allí. Edgar decidió dejar 5 monedas de cobre en la mesa y se marchó, dirigiéndose de vuelta al campo abierto.
Edgar pasó varios días recorriendo el bosque, ganando mucha experiencia y derrotando algunos monstruos en el camino. Repentinamente, vio unas plantas que eran las mismas que había visto en aquel puesto. Se acercó y las tomó, combinándolas con su escudo desbloqueado nuevas funciones y habilidades. Se sorprendió al darse cuenta de que podía cambiar de escudo y conservar las habilidades anteriores
Edgar: interesante, así que puedo cambiar de escudo y conservar las habilidades anteriores
Luego, Edgar levantó su brazo y pronunció estas palabras
Edgar: muy bien, Escudo de hoja
De pronto, el escudo se transformó en una forma similar a una hoja
Edgar: sí, es parecido a un juego
Procedería a recolectar todas las plantas que el escudo permitió aumentar en calidad
Edgar: la calidad aumentó de repente, supongo que después de todo el escudo sirve para algo
Guardaría una cantidad de plantas en un bolso y me dirigiría directamente al reino para ir a la tienda y vender las plantas, logrando ganar más dinero a un buen precio
Edgar: ahora sí, ya tengo el dinero necesario para sobrevivir.- diría susurrando
El chico saldría de la tienda estando de noche y se dirigiría a un bar, pidiendo el menú básico para no gastar mucho dinero. Pero la mala suerte de Edgar es que la comida no tenía sabor, lo cual le molestó un poco
Edgar: esta comida no tiene sabor
Estaba por terminar de comer cuando repentinamente tres personas desconocidas se acercarían al brawler. Uno de los hombres hablaría diciendo
Hombre 1: héroe del escudo, nosotros nos uniremos a tu equipo
Hombre 2: exacto. Danos las gracias por ser los únicos en hacer equipo contigo
En ese momento, Edgar tendría malos recuerdos con Mein y cómo lo había traicionado
Edgar: no me interesa tener un equipo débil como ustedes.- diría seriamente.
Hombre 1: ¿Qué dijiste?- dijo enojado.
Edgar: como oyeron, inútiles
El joven se levantaría de su asiento para luego salir del bar, siendo seguido por los tres hombres
Hombre 3: ya has llegado demasiado lejos, héroe del escudo
Hombre 1: ¿Qué tal si mejor nos das tu dinero y te perdonamos?
Edgar: está bien, les daré el dinero
Hombre 1: qué fácil fue...
El hombre no terminaría de hablar porque sería sujetado por la bufanda de Edgar, lanzándolo contra el piso. El otro hombre sacaría su cuchillo y se lanzaría hacia el chico, pero Edgar se cubriría con el escudo, repeliendo por su poder, haciendo que los tres salieran corriendo como gallinas
Edgar: me volví más fuerte que antes, pero voy a tener que lidiar con esos tipos
Antes de marcharse del lugar, escucharía unos aplausos desde las sombras y saldría un hombre pequeño
???: eso fue magnífico, héroe del escudo.- diría alegremente
Edgar: ¿Quién eres tú?
???: solo soy un espectador y al verte tus habilidades, me has sorprendido. Pero me parece que necesitas ayuda
Edgar: no me interesa tener compañeros, he tenido un mal día, solo vete
???: no ofrezco compañeros, yo puedo ofrecerte un servicio que te interesará
El brawler se quedaría pensativo, sin saber si confiar o no, y sin más, solo aceptaría. El hombre misterioso pondría una gran sonrisa en su rostro y guiaría a Edgar por el reino hasta llegar a una especie de carpa de circo, donde los dos entrarían y el joven vería muchas jaulas
Edgar: ¿Se puede saber qué es lo que ofreces? - dijo intrigado.
???: solo vendo esclavos
Edgar: ¿Esclavos?
Traficante:
OPENING
Edgar: ¿Por qué crees que quiero tener un esclavo?
Traficante: porque ellos no mienten y son incapaces de traicionar a sus amos
Al oír eso, Edgar se interesó un poco y el traficante continuó hablando
Traficante: todos mis esclavos están sometidos por un hechizo muy poderoso. Si desobedecen a su amo, terminarán muertos
Edgar: muéstramelos a todos
Traficante: sabía que te interesaría.- dijo con una sonrisa
Así, el traficante le mostró a algunos esclavos al brawler. Había bestias y monstruos, algunos de los cuales parecían humanos
Edgar: ¿No todos son humanos, verdad?
Traficante: técnicamente lo son
Edgar: explícame más. Seguro has oído que no conozco mucho de este mundo
Traficante: los semihumanos se asemejan a los humanos, pero con ciertas peculiaridades. La mayoría son sirvientes o realizan trabajos físicos. Los que tienen un aspecto más animal son los teriomorfos, y se usan como escoltas o en peleas por apuestas
Edgar: pero todos están en la misma categoría, ¿verdad?
Traficante: por supuesto que sí, y es por eso que es difícil vivir en reinos gobernados por humanos
Sin embargo, Edgar escuchó a alguien toser, lo cual llamó su atención. Se acercó al origen del sonido y encontró una jaula cubierta de sábanas. La destapó y se encontró con una niña semihumana en estado crítico
Traficante: mira, este es el esclavo que recomiendo
Edgar se acercaría y vería lo que parecía ser un hombre lobo que lo miraba con odio. Observó las estadísticas y vio que era nivel 75
Edgar: (su nivel es mucho mayor que el mío)- decía en sus pensamientos- entonces, ¿cuánto cuesta?
Traficante: te lo dejaré en solo 15 monedas de oro
Edgar: no tengo esa cantidad de dinero, paso
Traficante: bueno, te mostraré algunos más
El traficante continuó mostrando a los esclavos, pero ninguno llamó mucho la atención de Edgar y eran muy costosos. Luego, el traficante mostró a los semihumanos
Traficante: este es el último que puedo ofrecerte, héroe del escudo
En ese momento, Edgar volvió a ver a la niña y la mencionó antes de que el traficante mostrara al resto de los esclavos
Edgar: ¿Qué hay de esa niña?- dijo señalando la jaula.
Traficante: es una raccon me enviaron hace algunos días y me causó muchos problemas
Edgar: ¿Qué le pasó a esa pequeña?- diría preguntando
Traficante: Su antiguo dueño era un fanático de la tortura y la dejó enferma física y mentalmente
Edgar: ya tomé la decisión, voy a comprar a esa niña
Traficante: ¿Estás seguro de esto? Si la niña muere, no seré responsable
Edgar: no me importa, la elijo a ella
Estas palabras asustaron a la mapache, quien quedó aterrada. El traficante abrió la jaula y llevó a la niña a otro lugar para ponerle el sello de esclavitud
Traficante: para finalizar esto, necesito que pongas una gota de sangre tuya en el platillo
Edgar se cortó el dedo y dejó caer unas gotas de sangre en el platillo lleno de tinta. El traficante puso el sello en la niña, quien sintió dolor y luego Edgar notó sus estadísticas. Apareció un icono que decía "Esclava A" y se convirtió en su acompañante, mostrando todas las estadísticas de la esclava, que era nivel 1, pero no mostraba el nombre de la niña
Traficante: ahora la esclava te pertenece, héroe
Edgar: bien, aquí tienes tu pago
El joven le dio 30 monedas de plata al traficante y luego se acercó a la niña para preguntarle su nombre
Edgar: ¿Cuál es tu nombre?- dijo seriamente.
Raphtalia: Ra... Raphtalia.- respondió con voz asustada
Edgar: bien, Raphtalia, vámonos
Agarró fuertemente el brazo de la niña y se dirigieron hacia la salida. El traficante los miró con una sonrisa
Traficante: ha elegido a ella, ¿eh? Esto se pondrá interesante
Ambos salieron de la carpa y comenzaron a caminar por el reino. Edgar decidió ir a la herrería para comprar equipamiento. Después de unos minutos, llegaron a la herrería
Erhard: ¡Bienvenido de vuelta, chico! Pensé que ya te habías ido del reino. Pero, ¿quién es esa niña?
El peli-negro puso 6 monedas de plata sobre el mostrador
Edgar: dame una espada pequeña y algo de ropa para ella, por 6 monedas de plata
Después de un rato, Raphtalia salió del vestidor con su nuevo atuendo
Edgar: te tardaste demasiado.- dijo cruzando los brazos
Raphtalia: lo lamento
Edgar: no importa. Ahora, desenvaina tu daga
Raphtalia quedó confundida y Edgar abrió su capa, revelando a un globo naranja mordiendo en sus costillas. La niña se asustó al verlo
Edgar: quiero que apuñales con la daga a este monstruo.
Raphtalia: no puedo hacerlo
En ese momento, el sello se activó y comenzaron a salir descargas eléctricas que causaron dolor a la niña
Edgar: si te niegas, serás tú la que sufrirá
Raphtalia obedeció a Edgar y rápidamente se abalanzó hacia el globo, apuñalándolo con todas sus fuerzas. El globo explotó en el proceso y la pequeña se tropezó. Ambos recibieron 15 puntos de experiencia
Edgar: ¿Recibí experiencia de repente?
Erhard: ¿Acaso no seleccionaste a la chica como tu acompañante antes?
Edgar: esa tipa... - dijo enojado y hablaría en sus pensamientos- (no quiero reencontrarme a esa maldita traidora nunca más)
El brawler le hablaría a Raphtalia y la mapache prestaría mucho la atención
Edgar: escúchame bien, Raphtalia. Apartir de ahora, trabajarás conmigo y deberás conseguir dinero enfrentándote a los monstruos. entendiste bien
Raphtalia: sí, amo
Edgar: bueno, debemos irnos
Después de comprar el equipo ambos saldrían de la herrería que el hombre quedaría apoyado en la pared observando
Erhard: no sé si el problema lo tiene este reino o él
Mientras el joven caminaba junto con Raphtalia, revisó su dinero y se dio cuenta de que le quedaban 3 monedas de plata
Edgar: me queda poco dinero. Debo conseguir más.- diría suspiró
El brawler se detendría al ver cómo un viejo usaba a unos niños semihumanos para cargar cosas, y uno de esos niños se tropezaría, lo cual enfadaría al viejo y lo regañaría al esclavo. Edgar recordaría un poco a su jefe Griff de la tienda de Star Park antes de que lo expulsaran de Brawl topia y antes de que llegara al nuevo mundo. Griff siempre se enfadaba con Edgar por hacer mal el trabajo y siempre le pagaba menos. El peli-negro apretaría los puños sintiendo odio hacia ese brawler, pero se calmaría y luego escucharía rugir el estómago de la mapache
Edgar: ¿Tienes hambre?
Raphtalia: no tengo hambre.- dijo negando con la cabeza
Edgar: con el estómago vacío no podrás pelear. Ven, comamos algo
Ellos llegarían a un bar donde la niña notaría un cartel que decía "No se permiten semihumanos"
Raphtalia: amo... este...
Edgar: ¿Qué pasa? ¿No quieres entrar?
Raphtalia: Yo...
Edgar: entra, no tengo todo el tiempo.- diría alzando la voz
Finalmente, Raphtalia entraría al bar donde la gente se mostraba disgustada por la presencia del Héroe del Escudo, pero a Edgar no le importaba en absoluto. Buscaría asientos para sentarse y llamaría a un mesero para que los atienda
Edgar: podrías traer el plato más barato y para ella le puedes dar lo mismo que al niño de atrás, por favor
Así, el señor iría a traer el pedido de Edgar, mostrando mala gana
Raphtalia: ¿Por qué?- diría cabizbaja
Edgar: ¿Querías otra cosa?
La niña negaría con la cabeza a la pregunta de Edgar y respondería con una voz baja
Raphtalia: ¿Por qué estás comprando comida?
Edgar: Pues, porque era más que obvio que tenías hambre
El mesero regresaría con la comida para ambos, dejándola en la mesa. Raphtalia mostraría estrellas en los ojos al ver su plato de comida
Edgar: ¿No vas a comer tu comida?
Raphtalia: ¿Puedo?
Edgar: adelante, come
Raphtalia comenzaría a comer felizmente, pero luego se atragantaría y Edgar le daría un vaso de agua, que ella bebería rápidamente
Edgar: come más despacio
Raphtalia: Está bien, amo
Por otro lado, el chico no sabía nada sobre el sabor de su comida. Al terminar de comer, el peli-negro y su nueva esclava irían a las afueras del reino para subir de nivel. Edgar dejaría inmóviles a los globos naranjas, mientras que Raphtalia los apuñalaría a todos con más confianza. Una vez terminada la subida de experiencia, acamparían en el bosque, donde Raphtalia estaría comiendo pez asado mientras Edgar revisaba algunas cosas en su escudo, descubriendo nuevas habilidades y cambios
Edgar: (estas habilidades serán útiles en el futuro).- dijo en sus pensamientos
Raphtalia: disculpe, amo, pero ¿podría decirme quién es usted?
Edgar: Yo soy el héroe del escudo
Raphtalia: ¿Uno de los 4 héroes legendarios?- dijo sorprendida
Edgar: si
Entonces, la mapache recordaría cuando sus padres les habían contado sobre los 4 héroes legendarios, ya que el héroe del escudo es adorado por los semihumanos
Raphtalia: El héroe del escudo... ¿Cómo te llamas?
Edgar: me llamo Edgar, pero por favor, no me llames el héroe del escudo. Soy el brawler épico.
Raphtalia: ¿El brawler épico? - dijo confundida.
Pero repentinamente, la pequeña empieza a toser, a lo cual Edgar preparaba una medicina hace un rato, dándole a Raphtalia.
Edgar: toma esta medicina, la preparé yo mismo. Sirve para ayudar con el resfriado.
Raphtalia bebería la medicina, pero la escupiría por el mal sabor.
Raphtalia: es amarga.- dijo con disgusto.
Edgar: sé que es amarga, pero la medicina es eficaz para tu resfriado
Así, la niña tomaría la medicina, aguantando el mal sabor amargo que le sabía muy repulsivo. Después de eso, caería la noche, donde Edgar estaría despierto haciendo medicinas, mientras que Raphtalia estaba dormida profundamente. En ese momento, ella soñaría con sus padres cuando escapaban de la primera ola de Calamidad, siendo perseguidos por un monstruo gigante. La pequeña mío a sus padres siendo masacrados por el monstruo, y ella despertaría gritando bruscamente, diciendo
Raphtalia: ¡Mamá! ¡Papá!
Gritaba Raphtalia desesperada, repitiendo varias veces a sus padres, entre lágrimas. Edgar reaccionaría ante esto, yendo corriendo a calmar a Raphtalia, la cual no paraba de gritar
Edgar: Tranquila, Raphtalia, ya todo está bien. Nadie te hará daño.- dijo abrazándola, tratando de tranquilizarla
Raphtalia: ¡Mamá! ¡Papá!... Por favor, no me dejen
Edgar: tranquila, no pasa nada
A la mañana siguiente, nos encontramos en una tienda donde Edgar estaría vendiendo unas cuantas plantas y medicinas a un señor de edad avanzada
Señor: vaya, chico, este tipo de medicinas tiene buena calidad. Dime, ¿cómo las conseguiste?
Edgar: se podría decir que las hice yo mismo
Señor: ¿Sabes algo de medicina?
Edgar: solo un poco. Y hablando de medicinas, ¿es posible vender las hierbas sueltas?
Señor: claro, no hay problema. Además, con las olas, las medicinas se vuelven un recurso importante. Te las compraré más caras ya hechas
Edgar: ya veo
Señor: en total serán 4 monedas de plata.- dijo entregando al brawler
Edgar: ¿Tienes alguna herramienta que no uses?
Ya afuera de la tienda, Raphtalia estaba mirando a unos niños jugando con una pelota.
Edgar: ¿Te gustaría jugar con una pelota?
Raphtalia: no no no, definitivamente no quiero una pelota.- dijo un poco nerviosa
Al escuchar la respuesta, notaría cómo Raphtalia movía su cola de un lado a otro, indicando que sí quería una
Edgar: (realmente quiere una pelota).- dijo en su cabeza
El joven llevó a Raphtalia a un lugar donde vendían muchas pelotas y compró una para ella
Raphtalia: muchas gracias, amo
Edgar: jugaremos cuando terminemos nuestro trabajo, ¿vale?
Raphtalia: ¡Sí!- respondió muy feliz
La noche llegó y ambos se fueron a una posada para pasar la noche
Edgar: disculpen, quiero una habitación
Recepcionista: ensegui... ¿Eh? Eres el héroe del escudo.- dijo esto último en un susurro
Edgar: Quiero una habitación para nosotros dos
Recepcionista: Este...
Edgar: ¿Algún problema con que me hospede en este lugar? - dijo levantando su bufanda
Recepcionista: ¡Por supuesto! Enseguida, héroe.- dijo exaltado
En estos días, pasaron rápido. Edgar cuidaba bien a la niña y realizaban algunas cosas en el reino. Pero también fortalecieron en las afueras, derrotando muchos monstruos y subiendo de nivel poco a poco
Edgar: Creo que ya es suficiente por hoy. Vayamos al...
No terminó de hablar porque escuchó sonidos extraños en los arbustos. Un conejo salió frente a ellos, que era de nivel 4
Edgar: ¿Es un conejo?
De pronto, el conejo se abalanzó sobre Raphtalia, pero Edgar rápidamente la protegió y fue mordido en el brazo
Edgar: Raphtalia, rápido, debes apuñalarlo
Raphtalia: pero saldrá sangre...
Edgar: date prisa, no aguantaré por mucho tiempo
Raphtalia: me da miedo la sangre, no puedo hacer esto.- dijo asustada
El sello de Raphtalia se activó y cayó de rodillas, sufriendo una descarga
Edgar: si no matas al conejo, serás un estorbo contra las olas de Calamidad
Raphtalia: ¿Eh?
Edgar: pronto vendrá la siguiente ola y debo hacerme fuerte para combatirlas.
Raphtalia: ¿Pelearás contra las olas?- dijo sorprendida
Edgar: así es, y necesito alguien que me ayude. Por eso te elegí, pero si tú no peleas, no tendré otra opción que abandonarte
Raphtalia: por favor, no me abandones
Edgar: entonces, demuéstramelo
La niña se llenó de coraje y logró apuñalar al conejo, manchándose de sangre. Miró a Edgar con una mirada triste y asustada, diciendo
Raphtalia: Te prometo que lucharé, pero no me abandones
El brawler asintió con la cabeza y hablaría en sus pensamientos
Edgar: (Esto no es como un juego, es vida o muerte. Y para sobrevivir, tengo que pelear)
Después de aquel incidente, los dos regresaron al reino y fueron a un lugar en específico: la herrería de Erhard. Lo vieron en el mostrador.
Erhard: buenas, chico. ¿Qué se les ofrece?
Edgar: necesito una nueva arma para Raphtalia
Le entregó una bolsa con monedas y Erhard ya sabía lo que Raphtalia necesitaba. Fue a buscar entre distintos tipos de espadas y encontró lo que buscaba
Erhard: Oye, chico, ¿qué te parece esta espada de hierro corta para la pequeña?- dijo mostrándolo
Edgar: con eso está bien
Pagó por la espada y compró un poco de equipo
Edgar: ¿Hay alguna ciudad cercana a la que podamos ir con nuestro equipo actual?
Erhard: con el equipo que llevan, pueden ir a Riyute
Edgar: gracias por la recomendación. Iremos a Riyute.
Erhard: bien, chico. Suerte con el viaje
Edgar y Raphtalia emprendieron su viaje a Riyute y llegaron después de un par de horas. Exploraron la ciudad y en el camino encontraron a un señor que comerciaba pieles de monstruos. Se acercaron a él
Edgar: oiga, señor, ¿podría decirme cuál es el precio de la piel del conejo?
Le entregó la piel del conejo al comerciante para que pudiera evaluarla.
Comerciante: por todo esto, te puedo dar dos monedas de plata
Edgar: entiendo, pero ¿hay alguna forma de conseguir dinero más rápido?- diría preguntando
Comerciante: bueno, si vendes un mineral de la mina que está en esa dirección, podrás conseguir bastante dinero
Señaló en una dirección donde se veía una mina abandonada
Edgar: Ahí podré conseguir bastante dinero
Comerciante: Así es, pero ten mucho cuidado. Hay un monstruo habitando en esa mina que apareció desde la primera ola- decía advirtiendo
Edgar: Comprendo
Comerciante: No sé qué estarán haciendo los héroes en estos momentos
Así, los dos se dirigirían a la mina, pero necesitaban herramientas y fueron a una pequeña cabaña. Ahí tomarían el equipo necesario para entrar a la mina. Edgar tomaría una cuerda y la colocaría en su escudo, lo que desbloquearía una nueva habilidad llamada "Escudo de Aire".
Edgar: probaré esa habilidad- dijo susurrando- ¡Escudo de aire ire!
Aparecería un escudo verde frente a él, lo cual impresionaría bastante al joven.
Raphtalia: ¿Ocurre algo, amo?
Edgar: no es nada, vamos
Ambos se encontraban caminando por la cueva en la cual él se disponía a encontrar el mineral del cual aquel comerciante le había contado que podría vender a un alto precio
Edgar: presta atención, Raphtalia. Hay un monstruo peligroso rondando por la cueva. Si sucede algo, huiremos de aquí, ¿vale?
Raphtalia asentiría con un sí y le haría una pregunta a Edgar
Raphtalia: ¿Amo, puedo hacerte una pregunta?
Edgar: dime
Raphtalia: ¿Cómo debería llamarte?
Edgar: puedes decirme como quieras
Llegarían al lugar donde había una zona con mucho espacio y a lo lejos se podían ver una especie de cristales que estaban incrustados en diferentes partes de la cueva
Edgar: hemos llegado. Ahora sacaré algunos minerales
Pasaron unos minutos mientras el brawler recolectaba algunos minerales
Edgar: con esto podremos conseguir mucho dinero. Ahora, Raphtalia, vamos a...
Pero antes de terminar, vio a Raphtalia asustada, donde el chico voltearía y vería a un enorme perro de dos cabezas frente a ellos. El monstruo se acercaba poco a poco, y el brawler puso una cara seria y le habló a Raphtalia, pero ella estaba paralizada de miedo, recordando todo lo que había pasado en su aldea, donde aquel monstruo había matado a sus padres. Raphtalia gritó de terror, lo cual hizo que el monstruo reaccionara y diera un gran rugido, acercándose a gran velocidad
Edgar: ¡Cuidado!
El joven rápidamente tomó a Raphtalia en sus brazos y se lanzó por la cascada. Edgar usó el escudo de cuerda para sostenerse de una roca, subiendo cuidadosamente para que el monstruo no los oyera
Edgar: ¿Te encuentras bien, Raphtalia?- dijo sosteniendo a la pequeña
Raphtalia: un- un monstruo con forma de perro atacó mi aldea y mis... Padres.- dijo esto último casi llorando
Edgar: ¿Fue ese monstruo el que mató a tus padres?
Raphtalia: no, ese tenía dos cabezas el que vi tenía tres
Llegarían encima, pero se toparían con el perro de dos cabezas y el peli-negro se pondría en guardia
Edgar: no podemos dejar que ese monstruo nos mate, debemos derrotarlo juntos
Raphtalia: pe- pero yo...- decía con miedo
Edgar: escúchame, debes derrotar a este monstruo, debes volverte fuerte
Raphtalia: te- tengo miedo
Edgar: no puedes vivir con ese miedo todo el tiempo, ¿qué harías si yo no estuviera aquí? ¿Cómo te arreglarías?
Raphtalia: pues...
Edgar: mira, yo lo detendré y tú lo apuñalas
Raphtalia: no... Espera
Así, Edgar se lanzaría contra la bestia, que se protegería con su escudo sosteniendo una de las cabezas y también usaría su bufanda para apartar la otra, pero el monstruo se liberaría del escudo mordiendo el hombro de Edgar, saliendo mucha sangre. El joven resistiría el dolor mientras Raphtalia lo veía con miedo
Edgar: ¡Ahora, Raphtalia, usa tu espada y apuñálalo rápido!
Raphtalia: no puedo hacerlo.- diría con lágrimas en los ojos
Edgar: ¡Date prisa, es una orden!
El sello se activaría, saliendo una descarga de rayos que haría sentir dolor a la niña. Edgar miraría a Raphtalia y vería que está llorando
Edgar: sabes que, Raphtalia, huye de aquí.
El sello se desactivaría y la niña miraría a Edgar preocupada.
Edgar: ganaré tiempo para que huyas
Raphtalia: ¿Qué pasará contigo?
Edgar: ¡Vete, rápido!- diría saliendo mucha sangre
Raphtalia: no... será como ese día
Traería recuerdos de su pasado, de cómo sus padres la protegieron de ese monstruo en aquella ocasión. Pero también recordaría los momentos que pasó junto con Edgar y vería en sus pensamientos a los seres queridos yéndose al más allá
Raphtalia: por favor, no me dejen sola
Así, la pequeña iría corriendo y se lanzaría sobre el monstruo, acertando un corte que haría que el monstruo soltara un rugido de dolor. Raphtalia saldría volando y chocaría contra el suelo, donde el monstruo se prepara para atacarla, pero Edgar usaría su habilidad del escudo, invocando el escudo de aire. La bestia chocaría contra él y quedaría inmóvil, y la niña apuñalaría su espada en el cuerpo del monstruo, que caería muerto. Así terminaría la batalla
Edgar: buen trabajo, Raphtalia.- dijo felicitándola
Raphtalia: ¡Amo Edgar!
Entonces, Raphtalia empezaría a llorar y correría a abrazar a Edgar
Raphtalia: Por favor, no te vayas, no me dejes sola.- dijo entre lágrimas
Edgar: me estás abrazando fuerte, mis heridas siguen doliendo mucho
Raphtalia: no te mueras. No me dejes sola, amo Edgar
Edgar: no te preocupes, Raphtalia, no te dejaré sola.- diría acariciando la cabeza
Raphtalia: está bien, amo Edgar
Edgar: nos iremos cuando el escudo absorba a este monstruo
Raphtalia: está bien, pero puedo abrazarte un poco más.
Se quedarían abrazados por un buen rato y Edgar hablaría en sus pensamientos
Edgar: (es la primera vez que alguien se preocupa por mí, supongo que me acostumbraré)
ENDING
Después de unas horas, nos encontramos en un bar donde Edgar y Raphtalia estarían disfrutando de toda la comida que el joven vendió con el mineral, consiguiendo bastante dinero
Edgar: con el mineral nos dieron bastante dinero, come todo lo que quieras
Raphtalia: sí
Los dos disfrutarían de la comida
Edgar: sabe bien
Raphtalia afirmaría con la cabeza, disfrutando de la comida
Edgar: me alegro.- diría sin saber nada la comida
Raphtalia: amo Edgar, quiero que sobrevivamos cuando comiencen las olas de Calamidad.
Edgar: así se habla
Luego, Edgar recogería la pequeña bandera que sostenía en la mano de Raphtalia, quien entonces pondría su dedo en la comida
Edgar: esta comida para niños tiene que ser así
"Aquí termina el tercer capítulo de Edgar el Brawler del Escudo. Me costó demasiado hacer esto porque tiene más de 4500 palabras. Estoy sumamente cansado, estuve escribiendo durante días y espero que les haya gustado mucho. Hasta la próxima, ¡chau!"
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