Capítulo 5

El estudio estaba completamente vacío cuando llegué, demasiado temprano incluso para mí. Las luces todavía estaban apagadas, y la fría penumbra del lugar se sentía como un refugio perfecto para mis pensamientos. Mientras caminaba hacia el centro del escenario, dejé que mis dedos rozaran las telas y herramientas que estaban cuidadosamente colocadas en una esquina, como si con eso pudiera conectar con algo que me diera claridad.

Mi mente seguía atrapada en el torbellino que dejó mi conversación con Elijah en la biblioteca. Su insistencia, su mirada, sus palabras resonaban como un eco constante. Pero, sobre todo, la promesa de no rendirse conmigo… ¿Qué significaba eso para él? ¿Qué significaba para mí?

El sonido de unos pasos suaves rompió mi ensimismamiento. Me giré rápidamente, pensando que tal vez había llegado alguien más temprano de lo habitual. Para mi sorpresa, era Ben, con una taza de café en una mano y un cuaderno lleno de anotaciones en la otra.

-¿Qué haces aquí tan temprano? -preguntó, alzando una ceja.

-Pensar. -Me encogí de hombros, intentando sonar casual.

Ben dejó su cuaderno en una de las sillas cercanas y se sentó en el borde del escenario, dándole un sorbo a su café. Su mirada me estudió por un momento antes de hablar.

-Deberías cuidar esa costumbre de pensar tanto. A veces, no lleva a nada bueno.

Sonreí un poco, aunque no pude evitar que mi mente volviera a lo que me estaba preocupando.

-¿Qué pasa? -preguntó Ben, esta vez con un tono más serio.

Por un momento, consideré inventar algo, cualquier cosa que no fuera la verdad. Pero Ben tenía esa manera de mirarte que hacía imposible mentirle. Así que suspiré y me dejé caer en el suelo, a su lado.

-Es Elijah. -Mi voz salió más baja de lo que esperaba.

Ben no dijo nada, solo asintió como si ya lo supiera. Tal vez lo hacía. Después de todo, Elijah y yo éramos una bomba a punto de explotar desde hace mucho tiempo.

-¿Quieres hablar de eso? -preguntó finalmente.

Negué con la cabeza. No porque no quisiera, sino porque no sabía por dónde empezar. Ben pareció entenderlo y no insistió, lo cual agradecí más de lo que estaba dispuesto a admitir.

Pasamos los siguientes minutos en un silencio cómodo, interrumpido solo por el leve sonido de los sorbos de su café. Fue él quien finalmente se levantó y tomó su cuaderno.

-Bueno, cuando estés listo para hablar, aquí estaré. -Se giró hacia mí y añadió con una sonrisa torcida-. Pero no tardes demasiado, ¿vale? Los problemas no se resuelven solos.

Lo vi alejarse, sintiendo que, de alguna manera, me había dejado algo en qué pensar, aunque no sabía exactamente qué.

Cuando finalmente las luces del estudio se encendieron y el lugar empezó a llenarse de voces y movimiento, el ambiente cambió por completo. El equipo iba llegando poco a poco, cada uno cargado con materiales y entusiasmo. La energía de todos era palpable, como si el proyecto hubiera inyectado un sentido de propósito en cada uno de nosotros.

Ben estaba ajustando los últimos detalles de un decorado en el escenario principal, mientras Will daba instrucciones rápidas sobre los ángulos de las cámaras. Archie, por su parte, revisaba el vestuario con una precisión casi obsesiva, asegurándose de que cada prenda transmitiera la esencia de la escena.

-Edds, necesito que revises este guion conmigo -gritó Archie desde el otro lado del estudio, agitando un par de hojas en el aire.

Me acerqué a ella, tratando de concentrarme en el trabajo y no en el nudo en mi estómago que aún no se deshacía. Tomé las hojas que me ofrecía y empecé a leerlas, pero mi atención se desvió cuando vi a Elijah entrar al estudio, con su porte tranquilo y seguro de siempre. Saludó brevemente a todos antes de acercarse a Will para revisar la posición de las luces.

Intenté apartar la mirada, pero era imposible no notar cómo parecía controlar cada detalle a su alrededor, como si su mera presencia reorganizara todo. En un momento, levantó la vista y nuestras miradas se encontraron. Me congelé, sosteniendo los papeles de Archie como si fueran un escudo. Pero él simplemente asintió con una leve sonrisa antes de volver a concentrarse en lo que Will le decía.

-¿Edds? -La voz de Archie me sacó de mi trance-. ¿Estás leyendo o mirando a alguien?

-Perdón, me distraje -murmuré, sintiéndome ridículamente expuesto.

Archie me lanzó una mirada que parecía decir que sabía exactamente qué me había distraído, pero no dijo nada más. Se limitó a tomar el guion y regresar a su rincón de trabajo.

El ensayo de la escena comenzó poco después. Era un fragmento crucial del proyecto, uno que requería una combinación perfecta de actuación y dirección técnica. Elijah tomó el mando rápidamente, guiando a los actores y al equipo con una autoridad tranquila que hacía que todos lo siguieran sin cuestionarlo.

-Corten. Bien, pero quiero más emoción en esta línea -dijo Elijah, su tono firme pero comprensivo mientras corregía a uno de los actores

Ver a Elijah en acción era un espectáculo en sí mismo. Mientras los actores se movían por el set, siguiendo las instrucciones que él había dado minutos antes, su atención no se desviaba ni un segundo. Con cada pequeño ajuste una inclinación de la luz aquí, un cambio de tono en el diálogo allá, la escena iba cobrando vida, como si estuviera esculpiendo algo directamente con sus palabras y gestos.

No podía dejar de observarlo, aunque sabía que debería estar concentrado en mi parte del trabajo. Había algo casi hipnótico en la forma en que se movía, en cómo sus ojos verdes analizaban cada detalle. Y eso me hacía sentir... pequeño. Como si nunca pudiera alcanzar ese nivel de perfección que él parecía lograr con tanta naturalidad.

"Concéntrate, Edds", me repetía mentalmente, pero mi mente seguía traicionándome. Especialmente cuando Archie decidió entrar en escena.

Ella era de esas personas que podían llenar una habitación con su presencia. Su risa resonaba como un eco agradable, y su confianza era algo que siempre había envidiado. Pero cuando se acercó a Elijah con esa sonrisa juguetona, algo dentro de mí se tensó.

-Eres un genio, ¿sabes? -dijo Archie, y aunque su tono sonaba ligero, había una intención detrás de sus palabras que no podía ignorar. Su mano se apoyó en el brazo de Elijah de una forma que me hizo apretar los labios.

Elijah se rió suavemente, pero no de la manera habitual. Su risa no alcanzó sus ojos. Por un segundo, me pareció que su mirada se desviaba hacia mí, como si estuviera midiendo mi reacción. Quería apartar la vista, pero mis ojos parecían clavados en la escena.

-Archie, deja de exagerar -respondió Elijah finalmente, con una sonrisa educada mientras daba un paso atrás, rompiendo el contacto entre ellos.

Fue un movimiento sutil, pero claro. Mi pecho se relajó ligeramente, aunque no entendía del todo por qué. Elijah no me debía nada, y aun así, había puesto un límite. ¿Por qué?

Archie, sin embargo, no pareció tomarlo como un rechazo. Se limitó a encogerse de hombros y regresar a su lugar, probablemente más interesada en provocar una reacción que en conseguir una respuesta.

Mientras tanto, el ensayo continuó. Yo me mantuve al margen, observando cómo el equipo se movía en sincronía, casi como un engranaje perfectamente aceitado. Sin embargo, mis pensamientos seguían girando en torno a esa pequeña interacción.

"¿Por qué te importa tanto?", me pregunté a mí mismo, tratando de encontrar una respuesta lógica. Pero lo único que encontré fue una sensación incómoda, un nudo en el estómago que no desaparecía.

Elijah, por su parte, parecía inmune a todo. Seguía moviéndose por el set, ¿Cómo podía ser tan inquebrantable, tan inalcanzable?

Decidí distraerme revisando las notas del guion, buscando errores o posibles mejoras. Pero incluso entonces, cada vez que levantaba la vista, mis ojos terminaban buscándolo. Era como si mi mente estuviera atrapada en un bucle interminable.

En un momento, Elijah se acercó al grupo de actores y comenzó a explicarles algo sobre el contexto emocional de la escena. Su voz era baja pero firme, y todos parecían escucharlo con atención. Había algo magnético en la manera en que hablaba, como si cada palabra estuviera cuidadosamente elegida para transmitir exactamente lo que quería.

Y entonces, ocurrió algo que no esperaba. Mientras hablaba, sus ojos se encontraron con los míos nuevamente. Fue sólo un segundo, pero sentí que el tiempo se detenía. No había nada en su expresión que delatara lo que estaba pensando, pero el hecho de que me estuviera mirando me dejó sin aliento.

El momento pasó tan rápido como había llegado. Elijah volvió su atención a los actores, como si nada hubiera pasado. Pero para mí, ese pequeño instante lo cambió todo.

"¿Qué estás haciendo?", me pregunté, sintiéndome ridículo por leer demasiado en algo tan insignificante. Pero no podía evitarlo. Elijah siempre había tenido esa habilidad de desarmarme con tan poco.

El ensayo terminó poco después, y el equipo comenzó a dispersarse, algunos riendo y otros hablando animadamente sobre los próximos pasos. Yo, en cambio, me quedé quieto, observando cómo Elijah hablaba con Will sobre los ajustes que necesitábamos hacer.

Archie se acercó a mí con una sonrisa traviesa.

-¿Estás bien, Edds? Pareces... distraído.

-Estoy bien -respondí rápidamente, intentando sonar convincente.

Pero Archie no se dejó engañar. Su mirada pasó de mí a Elijah y de vuelta a mí, como si estuviera conectando piezas en un rompecabezas que yo prefería que no resolviera.

-Hmmm -murmuró, como si hubiera llegado a una conclusión, pero no dijo nada más. En lugar de eso, me dio una palmada en el hombro y se alejó, dejándome con mis pensamientos.

La tarde avanzó rápidamente. El equipo comenzaba a empacar el equipo técnico y las luces del set se apagaban una por una, dejando un aire de calma que contrastaba con el bullicio de hace unas horas. Yo me quedé de pie junto a la mesa de trabajo, hojeando el guion por enésima vez, aunque mi mente estaba en cualquier lugar menos en las líneas de diálogo.

Elijah se acercó sin hacer ruido, como si su presencia pudiera pasar desapercibida. Pero para mí, era imposible no notarlo. Su sombra cayó sobre el guion y, al levantar la vista, me encontré con esos ojos verdes que parecían ver más allá de lo que estaba dispuesto a mostrar.

-¿Estás bien? -preguntó con suavidad, inclinándose un poco hacia mí.

-Sí -respondí de inmediato, quizás demasiado rápido. Mi garganta se sentía seca, y aparté la mirada para no delatarme.

Él no se movió, permaneciendo ahí, como si estuviera esperando algo más. Su silencio me incomodaba, pero al mismo tiempo, había algo tranquilizador en su presencia. Como si, a pesar de todo, supiera que no me iba a juzgar por lo que estaba sintiendo.

Finalmente, rompí el silencio.

-Has estado increíble hoy. Los actores te escuchan como si... no sé, fueras un mago o algo así. -Intenté sonar casual, aunque mi voz salió un poco temblorosa.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, pero había algo en su expresión que no pude descifrar.

-Gracias, pero esto no es solo mío. Todos estamos aportando algo para que esto funcione. Incluyéndote a ti. -Su mirada era intensa, y me obligué a mantener contacto visual, aunque sentía que mis piernas temblaban ligeramente.

No sabía qué responder. Siempre había algo en las palabras de Elijah que me desarmaba, que me hacía cuestionar todo lo que creía saber sobre mí mismo.

-Deberías ir a descansar -dijo finalmente, dando un paso atrás, aunque su voz tenía un tinte de preocupación-. Has trabajado demasiado estos días.

Asentí, agradecido por la oportunidad de salir de esa conversación antes de decir algo de lo que pudiera arrepentirme. Sin embargo, mientras recogía mis cosas, sentí una punzada de frustración. Siempre era así. Elijah tenía una manera de acercarse, de hacerme sentir que había algo más entre nosotros, sólo para alejarse antes de que pudiera comprenderlo.

Cuando estaba a punto de salir del set, escuché su voz detrás de mí.

-Edds.

Me detuve, sin girarme del todo. Su tono había cambiado. Era más bajo, más serio.

-Si alguna vez quieres hablar... sobre cualquier cosa... estoy aquí.

Tragué saliva, sintiendo un peso en el pecho. No sabía si quería aceptar esa oferta o correr en la dirección opuesta. Pero asentí, sin mirarlo, y salí antes de que pudiera decir algo más.

Mi habitación estaba en silencio cuando regresé a mi escritorio. Tenía la intención de escribir algo, cualquier cosa, pero las palabras se negaban a salir. La pantalla en blanco parecía una burla, un reflejo de mi mente revuelta. Mi cuaderno descansaba abierto a mi lado, las páginas llenas de garabatos inconexos.

Tomé el lápiz y comencé a escribir una línea. "El conflicto debe resolverse desde adentro", garabateé, pero la frase me sonó hueca. La borré con frustración y dejé caer la cabeza en mis manos.

Mis pensamientos, como siempre, volvieron a Elijah. ¿Cómo era posible que una sola persona pudiera llenar tanto espacio en mi mente?

Flashback

La habitación estaba desordenada, con hojas de papel esparcidas por todas partes y libros apilados en las esquinas. Elijah y yo habíamos estado revisando el guion durante horas, pero parecía que no llegábamos a un consenso. Él estaba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas, repasando una de las escenas con una concentración que casi parecía intensa.

-Edds, esta línea no funciona -dijo finalmente, señalando una de mis frases con el bolígrafo.

Rodé los ojos y me dejé caer en la silla frente a él. -Claro que funciona. Captura exactamente la esencia del personaje.

Elijah levantó la mirada, sus ojos verdes brillando bajo la tenue luz de la lámpara. -La esencia del personaje, tal vez, pero no del contexto. Es como... un rompecabezas al que le falta una pieza.

Resoplé, frustrado, y crucé los brazos sobre el pecho. -Entonces, ¿qué sugieres, genio?

Él me dedicó una pequeña sonrisa, esa que siempre usaba cuando sabía que tenía razón. -Sugiero que trabajemos juntos.

-¿No es eso lo que hemos estado haciendo? -respondí con sarcasmo, aunque mi tono carecía de verdadera mordacidad.

Elijah rió suavemente y se inclinó hacia adelante, sosteniendo el guion entre nosotros como una especie de bandera de tregua.

-Confía en mí, ¿vale? Podríamos intentar algo diferente.

Su cercanía me tomó por sorpresa, pero rápidamente aparté la mirada, concentrándome en las palabras impresas en el papel. Trabajamos en silencio durante un rato, sus ideas entrelazándose con las mías, hasta que finalmente logramos dar forma a algo que ambos consideramos perfecto.

Cuando terminó, Elijah se apoyó contra la pared, exhalando con satisfacción.

-¿Ves? Sabía que podíamos lograrlo.

Lo miré de reojo, sintiendo una mezcla extraña de admiración y resentimiento.

-Sí, claro. Todo gracias al prodigio Elijah.

Él me miró de una manera que me hizo sentir expuesto, como si pudiera ver algo en mí que yo mismo no entendía.

-No se trata de ser un prodigio, Edds. Se trata de querer que esto sea especial. Y lo es porque lo hicimos juntos.

Sus palabras se quedaron conmigo mucho después de que ambos salimos de esa sala.

Fin del Flashback

Volví al presente con un sobresalto, sintiendo el mismo torbellino de emociones que había experimentado aquella noche. Ahora entendía lo que Elijah había querido decir. Había algo en nuestra dinámica que hacía que todo cobrara sentido, incluso cuando parecía un caos.

Pero también estaba el miedo. Miedo de lo que significaría reconocerlo.

Cerré el cuaderno de golpe y me recliné en la silla, mirando al techo. Las dudas seguían girando en mi mente, implacables.

¿Y si me equivocaba? ¿Y si dar un paso hacia Elijah terminaba rompiéndome?

El reloj en la pared marcó las once de la noche, y las hojas seguían completamente vacías. El silencio no traía claridad, solo un eco de preguntas sin respuesta.

Suspiré profundamente, sintiendo que, al menos por ahora, no tenía las fuerzas para enfrentarlo. Tal vez mañana.

Cerré los ojos, dejando que el peso de mis pensamientos se asentara. Una cosa era clara: no podía seguir ignorando lo que sentía, pero tampoco sabía cómo aceptarlo.

Elijah estaba comenzando a ocupar un espacio imposible de ignorar en mi vida.
Pero yo solo sigo enganchado a los ecos del pasado.

___________________________________________

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top