capítulo 5: ¿que nos acecha?
El fuego crepitaba en el centro de la cueva mientras el grupo intentaba procesar lo que acababa de ocurrir. La mujer que había aparecido entre las sombras estaba tendida cerca de la fogata, inconsciente, pero estable. Su rostro, marcado por la desesperación, proyectaba un aura de peligro y advertencia. No podía apartar la mirada de ella; algo en su presencia la perturbaba profundamente.
Nina, que había permanecido en silencio mientras las demás intentaban ayudar a la recién llegada, finalmente rompió el silencio.
--Esto no es normal-- dijo con una voz firme. --Debemos estar preparadas. Ella no ha llegado aquí sola.--
Fruncí el ceño, sintiendo cómo el nudo en mi estómago se apretaba aún más.
--¿Qué quieres decir?-- pregunté, aunque ya tenía una idea de lo que Nina intentaba sugerir.
Nina clavó su mirada en la mujer inconsciente.
--Este lugar no es seguro. Algo la ha perseguido hasta aquí, y lo que sea, podría estar siguiéndola.--
La sugerencia fue suficiente para poner a las demás en estado de alerta. Sam se levantó y se dirigió hacia la entrada de la cueva, observando con atención los alrededores.
--No hay señales de movimiento, pero eso no significa que estemos a salvo-- comentó en voz baja, como si hablar en voz alta fuera a atraer aquello que pudiera estar acechándonos.
--Debemos decidir qué hacer con ella-- intervino Lana, cruzando los brazos con preocupación. --No podemos seguir cargando con una extraña. No sabemos si es una amenaza o no.--
Observé a la mujer en el suelo. Aunque no parecía peligrosa, tampoco podía ignorar la posibilidad de que Nina y Lana tuvieran razón. Sin embargo, había algo en los ojos de la recién llegada que había despertado mi compasión. No podía abandonarla a su suerte.
--No podemos dejarla-- dije finalmente, con voz firme. --Si algo la está persiguiendo, es posible que nos valla a traer problemas, pero también puede tener respuestas. Necesitamos saber qué sabe.--
Sam asintió, apoyando mi decisión.
--De acuerdo. La mantenemos aquí hasta que despierte, pero no podemos bajar la guardia.-- Se giró hacia Nina. --¿Qué hacemos si vuelve lo que la está persiguiendo?--
Nina dudó por un momento, pero luego suspiró.
--Lo que siempre hacemos: nos preparamos para luchar. Sabíamos que estar en Valguero no iba a ser fácil. No podemos rendirnos a la primera señal de peligro.--
Todas asintieron, aunque el nerviosismo en el ambiente era palpable. Aunque el Arca nos ofrecía vida, también estaba claro que este mundo estaba lleno de peligros desconocidos.
Horas después, mientras comenzábamos a descansar en turnos, me quedé junto a la extraña, esperando que despertara. Me permití un momento de reflexión, sentada frente a la fogata, mirando las llamas bailar en la oscuridad. Los recuerdos de los últimos días pasaron por mi mente, entrelazándose con preguntas sin respuesta.
Había encontrado un diario arrancado en la cueva, las páginas llenas de información sobre Valguero: sus dinosaurios, la fauna y flora, y algunos misteriosos sucesos registrados por quien había estado allí antes. Sin embargo, las respuestas que buscaba no estaban en ese diario incompleto. Necesitaba saber más sobre por qué estaba allí, qué propósito tenía todo.
--Esto no es casualidad-- murmuré para mí misma, mientras sostenía una de las páginas arrancadas del diario. --El Arca nos trajo aquí por alguna razón, y esa razón aún no está clara.--
El sonido de un gemido suave me sacó de mis pensamientos. La mujer en el suelo comenzaba a despertar, moviéndose lentamente mientras abría los ojos. Me incliné hacia ella, intentando no parecer intimidante.
--¿Estás bien?-- pregunté en un tono suave.
La mujer parpadeó, sus ojos llenos de confusión y miedo. Tardó unos segundos en ubicarse, mirando a su alrededor con evidente pánico. Finalmente, su mirada se encontró con la mía, y su respiración se aceleró.
--¿Dónde estoy?-- preguntó, su voz apenas un susurro. --¿Qué... qué es este lugar?--
Le ofrecí algo de agua, intentando tranquilizarla.
--Estás a salvo, por ahora. Estás en Valguero, dentro de un Arca.-- Hice una pausa, observando la reacción de la mujer, que parecía no comprender del todo. --Dime, ¿quién eres? ¿Qué ocurrió antes de que llegaras aquí?--
La mujer se quedó en silencio por un momento, como si intentara recordar algo que su mente bloqueaba. Finalmente, habló con voz temblorosa.
--Mi nombre es Emily... vine aquí buscando respuestas. Pero... pero esto no es lo que esperaba.-- Se detuvo, temblando mientras trataba de ordenar sus pensamientos. --Nos persiguen... hay algo en Valguero, algo que no es natural. No estamos solas.--
Sentí un escalofrío recorrerme la espalda. Sabía que Valguero no era un lugar seguro, pero las palabras de Emily implicaban algo más siniestro.
--¿Quiénes son 'nos'? ¿Estabas con más personas?--
Emily asintió débilmente.
--Éramos un grupo... no sé qué les ocurrió. Me separé de ellos cuando todo comenzó. El Arca... no es lo que parece. Nos está probando, y nos está fallando.--
Observé a las demás, que también habían estado escuchando en silencio. Aunque todas sabían que el Arca era una prueba, la idea de que estuviera fallando era inquietante.
--¿Qué está fallando? ¿Qué es lo que viste?--
Emily intentó levantarse, pero su cuerpo aún estaba débil.
--Algo cambió. Las criaturas... no son como deberían ser. No solo son animales. Nos cazan, nos observan. Como si... como si algo las controlara.--
El grupo se miró en silencio, procesando la información. La situación ya era peligrosa de por sí, pero la idea de que algo más estuviera en juego nos ponía en una posición aún más precaria.
--Tenemos que averiguar más-- dijo Nina, rompiendo el silencio. --No podemos quedarnos aquí sin hacer nada.--
Sam asintió, mirándome.
--¿Qué sugieres? No podemos simplemente seguir avanzando sin un plan.--
Me quedé en silencio, pensando en las posibilidades.
--Primero, necesitamos estar seguras de que este lugar es lo suficientemente seguro como para quedarnos. Si vamos a construir un refugio aquí, necesitamos protegernos de lo que sea que esté ahí afuera.-- Hice una pausa, observando a Emily. --Y también tenemos que encontrar al resto de su grupo. Si hay más personas, tenemos que intentar rescatarlas.--
Nina asintió, aunque su expresión reflejaba duda.
--Es arriesgado, pero tienes razón. No podemos dejarlas atrás.--
--Entonces es un plan-- dije, sintiendo una renovada determinación. --Empezamos por asegurar esta cueva, y luego buscaremos al resto. Valguero no nos va a vencer tan fácilmente.--
Mientras nos poníamos manos a la obra, no podía evitar sentir que algo o alguien nos observaba, como si los mismos ecos de Valguero nos estuvieran vigilando desde las sombras.
El ambiente se volvió tenso mientras nos preparábamos para fortificar la cueva. Las pocas herramientas que teníamos parecían insignificantes frente a la magnitud del desafío, pero no había tiempo para dudar. Entre rocas y materiales improvisados, levantamos pequeñas barricadas cerca de la entrada, creando una barrera rudimentaria que nos brindara, al menos, algo de seguridad.
--Esto debería sostenernos por ahora-- dijo Sam, inspeccionando el trabajo que habíamos hecho. Su rostro, normalmente despreocupado, reflejaba ahora una mezcla de preocupación y cansancio. --Aunque dudo que una pared de piedras nos salve si algo más grande que nosotras decide entrar.--
--Es mejor que nada-- contesté, limpiando el sudor de mi frente. A pesar de que la fortificación era básica, el simple hecho de hacer algo nos daba la ilusión de control, aunque fuera mínima.
Mientras las demás ajustaban los últimos detalles, no podía quitarme de la cabeza las palabras de Emily. ¿Qué era lo que nos acechaba en Valguero? Las criaturas que habíamos visto hasta ahora, aunque peligrosas, eran simplemente eso: animales. Pero según Emily, había algo más. Algo que las controlaba, o que al menos las estaba manipulando.
--¿Qué crees que haya visto?-- preguntó Nina de repente, rompiendo el silencio incómodo que se había instalado en la cueva.
--No lo sé-- respondí, sinceramente. --Pero si Emily tiene razón, podríamos estar enfrentándonos a algo más grande de lo que pensábamos. Algo que no es solo la fauna local.--
--Eso no suena nada bien-- murmuró Sam, mientras afilaba una improvisada lanza con una roca. --Pensé que ya teníamos suficientes problemas con los dinosaurios gigantes, y ahora resulta que hay algo más grande que ellos.--
--No sabemos qué es aún-- dijo Nina, siempre la más racional del grupo. --Tal vez Emily solo está confundida. Quizá el miedo y la fatiga la están haciendo imaginar cosas.--
--No lo parece-- dije, mirando a Emily, que aún estaba recostada cerca del fuego. --Parece aterrorizada, como si realmente hubiera visto algo que no puede explicar.--
Los murmullos del grupo se desvanecieron cuando un sonido bajo, casi inaudible, comenzó a resonar fuera de la cueva. Mi corazón saltó, y de inmediato me giré hacia la entrada, esperando ver algo en las sombras.
--¿Lo escucharon?-- susurré, aunque no necesitaba preguntar. Las miradas de las demás estaban clavadas en el mismo lugar.
Sam se acercó cautelosamente a la entrada, con la lanza en la mano, y se asomó por una pequeña abertura entre las rocas.
--No veo nada-- dijo en voz baja. --Pero juraría que algo se está moviendo allá afuera.--
--No salgas-- ordené, mi voz firme. --No hasta que sepamos qué es.--
El sonido continuó, como un roce de hojas o un susurro en la brisa. Pero en Valguero, cada sonido parecía tener un peso mayor. La vegetación vibraba con vida propia, y los ecos de los dinosaurios resonaban en cada rincón. Algo nos estaba observando, y aunque no podía verlo, lo sentía. Una presencia invisible, acechando.
--¿Crees que nos hayan seguido?-- preguntó Lana, quien hasta ahora había permanecido en silencio.
Miré a Emily. Ella nos había advertido de que algo la estaba persiguiendo, pero nunca mencionó si lo había visto o si solo lo sentía.
--No lo sé-- respondí. --Pero no podemos correr el riesgo. Nos quedamos aquí dentro y nos aseguramos de que no puedan entrar. Si lo que sea que está afuera decide atacarnos, al menos tendremos una ventaja defensiva.--
El fuego crepitaba, lanzando sombras al techo de la cueva. Nos sentamos alrededor de él, compartiendo una sensación de vulnerabilidad que era imposible de ignorar.
De repente, Emily comenzó a moverse. Se sentó con dificultad, aún débil, y sus ojos se encontraron con los míos. Parecía querer decir algo, pero el miedo en su rostro la detenía.
--Emily, ¿qué está pasando?-- pregunté con suavidad. --Dijiste que algo te estaba persiguiendo. Necesitamos saber más.--
Ella tragó saliva, claramente asustada de revivir lo que había visto.
--No sé qué es-- murmuró. --Pero lo sentí... y lo vi, por un momento. No era un dinosaurio... era algo más... algo que no pertenece a este lugar.--
--¿Algo que no pertenece?-- preguntó Nina, alzando una ceja. --Este lugar ya de por sí parece salido de una pesadilla. ¿Qué podría ser peor que los dinosaurios?--
Emily cerró los ojos, recordando. Su voz temblaba mientras hablaba.
--Era... una sombra. Pero no una sombra común. Se movía, como si tuviera vida propia. Y dondequiera que iba, los animales huían. Incluso los carnívoros más grandes parecían asustados de ella.--
Mi respiración se detuvo por un segundo. ¿Una sombra que asustaba a los dinosaurios? No sabía qué pensar. Por un lado, su historia sonaba demasiado fantástica, incluso para los estándares de Valguero. Pero por otro lado, el miedo en su voz era real.
--¿Y viste a esta sombra?-- pregunté, tratando de obtener más detalles.
--Sí-- respondió Emily. --Por un segundo... antes de que todo se volviera oscuro.--
El silencio cayó sobre el grupo nuevamente. Era difícil saber si creerle o no. Pero fuera lo que fuera, sabíamos que no estábamos solas en Valguero. Algo más se movía en las sombras, algo que no entendíamos.
--No importa qué sea-- dijo finalmente Nina, con determinación. --Debemos seguir adelante. Si esa cosa está ahí afuera, no podemos quedarnos aquí esperando a que nos ataque.--
Asentí.
--De acuerdo-- dije. --Nos quedamos aquí esta noche. Pero mañana al amanecer, exploramos los alrededores. Buscaremos más refugios, y si encontramos algo sospechoso, lo investigaremos. No podemos permitirnos el lujo de estar desprevenidas.--
Todas asintieron, sabiendo que esta sería una noche larga. Afuera, los sonidos continuaban, pero lo que fuera que acechaba entre las sombras no hizo su movimiento. No todavía.
Mientras el fuego se iba apagando poco a poco, una inquietud profunda me invadió. Las palabras de Emily resonaban en mi mente: "No pertenecía a este lugar".
Y aunque Valguero ya era un lugar de extraños peligros, algo me decía que lo que estábamos por enfrentar era mucho peor.
Primer vistazo de Iris.
Tengo aprox 10 capítulos en borrador ya terminados,yo escribo referente se me vienen las ideas,las actualizaciones pueden variar.Los capítulos son desde 900 palabras a más de 3000 todo depende,muchas gracias por darle una oportunidad y comentar.
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