XII

Chuuya seguía quejándose de la resaca, Dazai intentaba hacer al mafioso tomar agua aunque todo el día había negado todo de él, Dazai se vio cansado

- Muy bien Chuuya, iré a buscar a los niños, tu quédate sufriendo tu resaca

- No estaría sufriendo si no le hubieras dicho a Atsushi que se fuera

- Te conozco mejor yo

- No me interesa nada de ti

- Eso no dijiste hace unos días

- Eso hiciste tu hace 4 años

- ¿puedes parar con eso?

- No

- Chuuyaa

- Lárgate pedazo de papel de baño mal cortado

- Ya es la punta – se quejó Dazai – a ver quién te salva de que te estén besando

- Steven por lo menos se quedo

- Ni modos, ve por él entonces – dijo Dazai yéndose

- ¡Dazai! ¡bastardo vuelve aquí! – dijo Chuuya mirando irse - Si se va... ¿volverá? ¿volverá cierto? Sé que volverá... o...

Chuuya recordó aquel ultimo día en la mafia, aquella última vez que vio a Dazai antes de abandonarle... su pecho se comprimió, su temor volvió, las lágrimas se acumularon en los ojos del mafioso y no lo dudó ni un segundo, se levantó y corrió a buscar al castaño, topándose con él apenas en la puerta, Nakahara Chuuya salto sobre de él y de un tirón brusco lo beso mientras lo tenía contra el suelo

Dazai esta vez no lo pudo evitar, no lo planeo así, por primera vez Chuuya había superado sus expectativas, tanto que estaba sometido contra el suelo en un gran y apasionado beso comenzado por el mafioso pelinaranja, al separarse se dio cuenta como desbordaban de su compañero las lágrimas

- No vuelvas a irte... no me dejes... Osamu...

- Chuuya... - la reacción era lo que necesitaba Dazai, miro a su compañero llorar, no por el presente, si no por el pasado, aquel pasado que carcomía por dentro al castaño, no se arrepentía, vivía feliz pero la falta de su presencia le dolía, más Dazai sabía que su presencia era tan importante en la mafia que no le matarían... más no sabía que podría pasarle a Chuuya – lo lamento... tome una decisión pero no te agregue en mi vida...

- Lo sé – respondió el pelinaranja interrumpiendo al castaño – todo este tiempo me has protegido de la mafia... traicionar a la mafia es pena de muerte

- Chuuya entonces...

- A mí no me hubiera importado traicionar por estar a tu lado – dijo el pelinaranja interrumpiendo de nuevo

- Lamento ser tan torpe, Chuuya

- Laméntalo después, solo bésame – respondió Chuuya

Aquel beso tierno y apasionado que llevaban los mayores era su símbolo de reconciliación, aquello que decía que nada podía detenerlos o separarlos y los únicos que estaban presentes para admirarlos era el azabache y el albino quienes acababan de llegar

- ¿Por qué siempre terminamos viéndolos en estas situaciones? – pregunto el albino

- No lo sé – respondió el azabache

Despues de eso, Chuuya dejo a Dazai, Atsushi ayudo a Chuuya con la resaca mientras Dazai y Akutagawa hablaban entre ellos

- ¿Entonces decidiste unirte a él para jugar y Atsushi termino queriendo solo pasear?

- Si

- ¿estuviste en traje de baño todo el día?

- Si

- Realmente me sorprendes Akutagawa

- ¿de verdad?

- No

- Dazai-san eso fue molesto

- A mí no debes sorprenderme Akutagawa, si quieres algo con Atsushi gánatelo

- Lo bese

- ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?

Aquel grito lo habían escuchado Chuuya y Atsushi hasta la habitación

- ¿Qué le pasa a ese idiota?

- No lo sé, pero Chuuya por favor, ¿Qué hago?

- ¿solo te beso?

- Si

- ¿y qué quieres hacer tú?

- No lo sé – suspiro el albino – Yo... no tengo nada que ofrecer o una razón de ser... solo existo para quitar aire a quien lo necesita

- Te equivocas – dijo Chuuya suspirando – solo míralo de este modo, si no encuentras una razón pero eres feliz con alguien, tienes una razón y es una importante, esa es la felicidad

- Pero Akutagawa

- Akutagawa te beso, él es un mafioso, tu un agente y aun así te beso ¿crees que aun en esa situación no le importas?

- Akutagawa... yo realmente... ¿le importo?

- Si, y mucho – suspiro – incluso Dazai y yo sabemos lo peligroso que es... pero hay una gran diferencia

- ¿Cuál?

- Dazai está protegido por lo que tiene en su cabeza, puede llegar a un trato – miro al albino serio – Akutagawa no tiene nada

- Quiere decir que si nosotros... él...

- Será su decisión

- Pero yo no quiero – dijo el albino teniendo presente lágrimas en sus lagrimales – yo... no quiero que nada malo le pase...

- Entonces dedíquense a darse felicidad

- Pero si su felicidad es conmigo... el perecerá

- Es su felicidad, su elección y si es así ¿no es mejor explotar la felicidad a más no poder?

- Gracias... Chuuya...

- Lo digo por experiencia propia... Una vez te enamoras de un mafioso – sonríe ladinamente – no puedes dejarlo ir

Atsushi sonrió al ver a Chuuya sonreír, no iba a frenarse, no iba a parar, iba a ir por su felicidad aquella que le explotaría en la cara y traería fin a todo, ya no importaba, simplemente necesitaba disfrutar, detener algo para él y por fin decir "es mío"

Corrió por la casa hasta llegar a la azotea, miro a Akutagawa hablar con Dazai y le importo poco ver al castaño, se acercó firme y decidido, tomo la mano del azabache y de un tirón beso aquellos labios sorprendiendo al pelinegro, Dazai sonrió tiernamente al verlos y decidió caminar a su destino "el cuarto con Chuuya"

- Jinko – dijo Akutagawa separándose ligeramente del albino

- Lo siento, ya no puedo negarlo más – confeso el albino – he buscado aquella persona en mis sueños, la he amado desde hace muchos sueños, le añoro, la deseo, simplemente era un amor no correspondido, buscaba entre las multitudes una mirada que conectará y me dijera "aquí estoy" y jamás la encontré... todo porque siempre la tuve conmigo...

- Me alegra que no cruzarás miradas con nadie – dijo burlon el azabache

- Akutagawa... ¿tu estas bien con esto?

- Sí, estoy bien con esto – dijo el mafioso relajando su mirar – estoy bien contigo

- Akutagawa...

- Dime Jinko

- Yo solo... solo soy feliz...

- Si, experimento lo mismo – dijo el azabache

- YA ABRACENSE – grito Chuuya a lo lejos

- ¡BESENSE MEJOR! – grito Dazai a lo lejos para después recibir un golpe de Chuuya

- Ellos no cambian – se quejó el albino

- No, pero tienen razón

- ¿eh? ¿razón en qu-

Atsushi no termino cuando se vio rodeado de un abrazo por el mafioso, Atsushi se sonrojo completamente y después le devolvió el abrazo, se sentía cálido, su corazón iba al mil por hora, se dejó llevar y dejo que sus fosas nasales se llenara del olor de Akutagawa, si, debajo del olor a sangre, pólvora y mil cosas más de penumbra y muerte, pudo sentirlo, olía al perfume de un nardo, elegante pero de olor potente igualando la fuerza que Atsushi admiraba del mafioso

- Jinko ¿Qué haces? – pregunto el mafioso al ver al albino pegado a su pecho mientras le olía con ojos cerrados

- Te reconozco

- ¿reconocerme?

- Cuando estemos lejos... podre encontrarte con tu olor...

Akutagawa se sonrojo de tal forma que no pudo decir nada más, ante ellos, Dazai y Chuuya quienes aún espiaban a lo lejos habían escuchado igual

- Incluso yo me quedo callado ante eso – dijo Dazai

- ¿Cómo puede decir algo tan vergonzoso? Voy a morir y no lo dije yo – dijo Chuuya 




¡Hola a todos! El siguiente capitulo será el ultimo, espero hallan disfrutado de está un poco dramática historia, si, solo un poco de drama pues la vida debe ser una explosión de felicidad

¡GRACIAS POR LEER!

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