☽ Cap VI ☾
La respiración del ojiverde se volvió irregular y a pesar de que quería alejarse una fuerza anhelaba ese beso, entreabrió sus labios y antes de poder besar los adversos éste se alejó.
—Lo siento, iré a ducharme— bajó la mirada y se dio la vuelta, sin embargo un tirón en sus ropas lo hizo detenerse, giró su rostro y la pequeña mano del peliverde sujetaba el extremo de su playera, era apenas visible el rubor que pintaba sus mejillas, el bicolor extrañado con su diestra alzó el rostro del ojiverde quien tenía pequeñas lágrimas recorriendo su rostro, su labio inferior temblaba y el rubor se había intensificado ahora que fue expuesto —¿Quieres... Que te bese?— pregunto confundido, el contrario abrió grandes sus ojos ante la interrogante y tras asimilar la pregunta asintió suavemente »Supongo que estos son sus momentos de lucidez« sonrió con sutileza y tras acunar su rostro unió sus labios tan suaves y alcolchonados, pequeños y sonrosados, un beso gentil libre de picardía, solo rebosante de cariño, tras acariciar repetidas veces sus labios finalmente se separaron, ambos con un ligero rubor —Iré a ducharme— peinó con gentileza sus mechones verdes y se apartó, yendo al baño.
Cuando el peliverde reaccionó acarició sus labios con sus falanges, fruncio el ceño y chasqueo la lengua »Que fastidio« odiaba tener esos momentos donde perdía el control de sus acciones, soltó un suspiro cuando el sonido de la regadera llegó a sus oídos, sin hallar que hacer se dirigió a la sala donde aún dormía plácidamente el rubio, quien pese a no estar despierto aún emanaba aquel dulce aroma, con calma se acercó a él y olfateó aún más de cerca, una sonrisa placentera se dibujó en sus labios »Tan dulce, tan tentador...« mordió su labio inferior, una de sus manos fue a acariciar el hombro descubierto, suavemente deslizando la yema de sus dedos hasta su cuello donde se alojaban un par de perforaciones, hizo presión haciendo que el rubio gimiera por lo bajo, apartó su mano de inmediato y al ver que el contrario no había despertado volvió a lo que estaba —Espero no te moleste si tomo un poco...—
—¿¡Qué piensas hacer!?— intervino en toda acción con molestia.
—Comprobar si así como huele sabe su sangre— aun se encontraba sorprendido por la repentina aparición.
—Que tontería...— lo apartó —Pideselo cuando esté consciente— se dirigió a la recámara.
Blanqueó lo ojos y se alzó de su lugar para después tomar asiento en el sillón, sin embargo al recordar lo que pasó en aquel lugar se levantó como un resorte, un escalofrío le sacudió y se encaminó a la barra de la cocina »Tengo hambre...« formó un puchero y miró de reojo la habitación donde estaba el bicolor, ladeó la cabeza y tras considerarlo se dirigió hacia allá, golpeo suavemente la puerta y al recibir autorización ingresó observando al bicolor con el torso desnudo, un ligero rubor tiño sus mejillas.
—¿Te puedo ayudar en algo?— sonrió con gentileza.
—De hecho, sí...— cerró la puerta detrás suyo y caminó con calma a donde se hallaba el bicolor, deslizó sus manos sobre su pecho hasta colocarlas detrás de su nuca, se abrazó a su cuerpo.
—¿Estas bien?— preguntó nervioso.
—Tengo hambre, me dejaste con las ganas hace un momento— lo miró desde su posición.
—Ah, claro— suspiró y tras pensarlo un poco lo alzó de sus piernas.
—¿¡Q-qué haces!?— preguntó sorprendido, sus piernas por inercia abrazaron la cintura del contrario para no caer.
—No pienso agacharme eres muy bajo, si quieres comer tendrás que hacerlo así— amaba la estatura del peliverde y ahora tenía una oportunidad para aprovecharse de ello, nunca lo había cargado antes de esa forma, era tan liviano como una pluma.
Refunfuño, pero no podía negarse a semejante manjar, había probado su sangre y era exquisita, tal vez porque era purasangre, lamió la extensión de su cuello, el bicolor siseo y apretó el agarre en sus muslos, cosa que lo hizo crisparse, se apresuró e hincó sus colmillos en su cuello, comenzó a tragar con prisa.
Era extraño para él sentir como su sangre abandonaba su ser y como algunas gotas escapaban de la boca adversa recorriendo la extensión de su cuello, ¿así fue como se sentió el rubio cuando succionó su sangre? Fuera como fuera era una sensación bastante peculiar, pronto sintió la lejanía del peliverde —¿Satisfecho?—
—Lo suficiente— relamió sus labios y nuevamente el cuello recogiendo los caminos de sangre que habían quedado, al paso de los segundos la perforación de sus colmillos desapareció —Te funcionó bastante bien la sangre de Bakugo—
—Sangre es sangre— respondió —No tiene nada que ver el que sea un híbrido—
—Y aún así no me permitiste probar su sangre—
—No soy como tú, como te dije antes, pídele su consentimiento— finalmente lo bajó y fue a colocarse una playera.
—Agh, que aburrido eres— exclamó y salió de la habitación azotando la puerta.
El bicolor solo observó como se retiraba y suspiró con frustración »Es más difícil de lo que creí« llevo su diestra sobre su frente sobando sus sienes, salió de la habitación y fue a donde el rubio dormía —Bakugo...— lo llamó con suavidad, el mencionado solo se reacomodó y siguió durmiendo —Bakugo, tienes que cambiarte— para entonces las orejas y cola ya habían desaparecido »Supongo que puedo cambiarte« con cuidado lo alzó sobre sus brazos e ingresó nuevamente a la habitación, gracias al ajetreo el semen restante comenzó a salir, notándolo cuando su bóxer comenzó a humedecerse, presuroso antes de que traspasara y manchara las sábanas fue por un pañuelo y con sumo cuidado deslizó el bóxer colocando rápidamente el paño —Lo siento...— murmuró e ingresó uno de sus falanges en su interior buscando sacar lo que quedaba.
—Mngh...— gimoteo aún dormido.
Se detuvo ante ese inesperado sonido y cuando volvió a dormir tranquilamente, volvió con su tarea.
—Pervertido...— murmuró somnoliento.
—Te estoy limpiando...—
—¿Con tu dedo dentro de mi culo?—
—Si quisiera hacertelo tendría mi pene y no mi dedo dentro tuyo— sonrió
—Bastardo— se ruborizó.
—Te estaba sacando el restante, pero ahora que ya estás despierto puedes hacerlo tú— sacó su dedo y entregó el paño al contrario —Te buscaré algo de ropa—
Refunfuño y con cuidado rozó su entrada, se estremeció ante el tacto, era extraño para él, jamás se había tocado de esa manera, tomó aire e ingresó uno de sus dedos »Tan extraño...« conforme lo iba moviendo podía sentir el espeso líquido estancado, como pudo lo fue sacando, al alzar la vista se topó con la atenta mirada del contrario —¿¡Qué carajo miras!?—
—Nada— sonrió y le arrojó la ropa —Estaré afuera pediré algo de comer—
—Haz lo que quieras— exclamó aún en lo suyo.
El bicolor soltó un suspiro y salió del cuarto, el peliverde también iba saliendo del baño —¿Ya despertó?—
—Sí, apenas—
—Que bien, iré a verlo—
—Se está cambiando y no lo molestes con aquello de que quieres probar su sangre—
—Lo que digas, mamá— se quejó y cambió su dirección hacia el sillón.
—Estaré afuera pidiendo algo de comida, no tardo— el peliverde hizo un ademán mientras encendía la televisión. Tomó su teléfono y salió del departamento, tecleó algunos dígitos y marcó, sonó el timbre unos segundos hasta que alguien respondió —¿Toshinori?... Hola, soy Todoroki...—
❍
Tras platicarle todo lo que había pasado desde la última vez que habían hablado y luego de recibir un severo regaño por ocultar lo del secuestro el mayor pareció calmarse.
"—¿Él cómo se encuentra?—"
—Está bien, lejos de esos repentinos cambios de personalidad—
"—¿Son frecuentes?—"
—No tanto, pero ya duró más de lo usual—
"—¿Ocurrió luego de estar inconsciente?—"
—Estaba dormido, parecía haber tenido una pesadilla—
"—Ya veo... No hagan nada, llegaré mañana a primera hora—"
—Gracias, lo estaremos esperando—
"—Sí, nos vemos—"
Soltó un largo suspiro cuando colgó la llamada, se recargó en la puerta pensativo, esperaba que el mayor tuviera una respuesta a la situación, pasados unos minutos de silencio marcó a un restaurante de comida china realizó su orden y al terminar de dar su dirección ingresó al departamento, el rubio y el ojiverde estaban sentados mirando el televisor. —Espero no les importe que haya pedido comida china sin consultarles— dejó el teléfono sobre la barra.
—No importa— respondió el rubio.
—Tardaste demasiado para una simple orden— observó el peliverde mirándolo de soslayo.
—Fue difícil decidir a que restaurante llamar—
—Bueno, igual no es como que vaya a comer— lo observó unos instantes antes de regresar su vista a la televisión.
—¿Podemos hablar, Kacchan?— observó al rubio quien lo miraba incrédulo ante la forma en que lo había llamado, habían sido escasas las veces en las que se refería a él de esa forma.
—Supongo...— se alzó de su lugar con dificultad una punzada se alojó en su espalda baja quejándose en un murmullo, con cuidado se dirigió a la entrada y tras cerrar detrás suyo miró al bicolor quien sonreía.
—¿Te duele?— preguntó divertido.
—Idiota— respondió con una sonrisa —Será porque me cogiste como un maníaco—
—Lucías ansioso y no quería hacerte esperar, además parece que te gustó que lo hiciera así— exclamó jalandolo de la cintura para juntar sus cuerpos.
—Bastardo— sus mejillas se ruborizaron, apartó al bicolor de un movimiento —Y una cosa no porque hayamos tenido sexo creas que me puedes llamar tan cariñosamente— se cruzó de brazos.
—No fue sexo, hicimos el amor— corrigió.
—Como sea— desvió el rostro tratando de ocultar su evidente sonrojo.
—¿O acaso prefieres que te llame "cariño"? Te llamé así mientras lo hacíamos pareció gustarte— sonrió ante su propuesta.
—¡Por supuesto que no, idiota...! — asestó un golpe en el estómago ajeno, haciendo que se encogiera de dolor —... Kacchan está bien, solo úsalo de vez en cuando— cedió con un sonrojo más suave.
—Valió la pena el golpe— se recuperó con una sonrisa.
—Bueno, a todo esto, ¿para que me querías?—
—Hablé con Toshinori, vendrá mañana—
—¿Le platicaste todo?— cuando el contrario asintió rió por lo bajo —Debió enojarse—
—Sí, pero al tratarse de Deku se calmó, parece que tiene un plan—
—Eso espero, es irritante su actitud—
—Es casi igual que tú—
—Jódete— se dio la vuelta dispuesto a ingresar de nuevo a su hogar, pero el bicolor lo detuvo.
—Era broma, lo siento— sonrió con dulzura regalando un beso en el dorso de su mano, para después abrir la puerta del departamento y cederle el paso al ojirojo quien entró sin decir nada, el rubor en sus mejillas hablaba por él.
❍
"En otras noticias la NASA ha notificado que habrá un asombroso eclipse lunar y no será parcial como en otros años, esta vez será un eclipse total, la Luna cubrirá por completo al sol mostrándonos la tan hermosa luna roja o luna de sangre, alisten sus telescopios porque aunque se podrá ver a simple vista apuesto que querrán ver el fenómeno aún más de cerca... El evento tendrá lugar dentro de unas semanas, todos los detalles de este suceso se encuentran en la redes oficiales de la NASA..."
—Hace mucho que no veo un eclipse— comentó el rubio cuando el informe terminó.
—Yo solo un par de veces, una de ellas fue cuando ocurrió el ataque hacia Deku—
—Si, lo recuerdo muy bien era tan brillante y grande, un rojo carmesí tan intenso— sonrió ante el recuerdo, lo único bueno de esa trágica noche.
—Mmm, que suerte— dijo celosamente alzándose de su lugar —Ya iré a acostarme— comentó dirigiéndose a la habitación.
—¿No cenarás?— preguntó el bicolor con preocupación.
—Aún me siento lleno, pero si ustedes quieren cenar adelante— tras decir eso se adentró al cuarto cerrando detrás suyo.
—Deberíamos dormir también mañana será un largo día— propuso el bicolor mirando con una pequeña sonrisa al peliverde.
—Supongo, no es como que haya mucho que hacer ahorita— suspiró y ambos se levantaron de su asiento —Yo dormiré en el sillón—
—Imposible, solemos dormir los tres juntos—
—Pero yo no quiero dormir con ustedes—
—Lo harás y punto— lo tomó de su brazo y tiró de el, sus fuerzas se asemejaban por lo que le resultó difícil moverlo de su sitio, sin embargo lo logró, arrojó al ojiverde a la cama.
Por fortuna el rubio aún no dormía, solo observaba atento la escena —No pensé que lo convencerías— comentó cuando el bicolor se acostó al otro lado del ojiverde.
—¿Te parece que vengo de buena voluntad?— interfirió el peliverde acomodandose de mala gana.
—Bakugo dijo lo mismo las primeras veces que nos hiciste dormir juntos— rió —Después fue él quien comenzó a tener la iniciativa—
—Ya, pero yo no soy él, me molesta la cercanía de terceros—
—No somos desconocidos, eres nuestra pareja— respondió el bicolor sonriente abrazandolo de frente, mientras que el rubio lo imitaba y lo abrazaba desde atras.
El peliverde exasperado se acomodó entre los dos, era extrañamente acogedora aquella calidez que le brindaban los chicos que pronto concilio el sueño, seguido sus acompañantes.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Hola criaturitas.
Hago este pequeño informe para comentarles que ya casi finalizo los borradores de los demás capítulos, aún falta para que finalice así que no se espanten jsjs, cuando se acerque el clímax me aseguraré de alertarlos u.u
A lo que voy es que cuando los finalice aumentaré los días de actualización haciéndolo ya tres veces por mes, para agilizar un poco más y no sea tan larga la espera n.n
Eso es todo, esperando como siempre que el capítulo haya sido de su agrado me despido, que tengan un/a lindx día, tarde o noche.
Lxs quiero.~
Bye.~
××Sam××
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