Aquel día que Felix fue lastimado, Hyunjin se pasó dos días enteros sin dormir buscando las pruebas para hundir a Young. Desesperadamente solo pensaba en todo lo que había perdido por tener un orgullo herido, por lo que, no podía esperar para llevarse consigo a la persona que amaba más que a nada en ese mundo.

Al salir a la casa de Seungmin y Changbin, ambos subieron a su auto, donde tomó la mano de su amado y la besó, en el camino todo fue un agradable silencio. Había tanto que decir pero las palabras no eran suficientes.

Cuando estacionó el auto, bajó sin pensarlo y abrió la puerta de Felix, para quitarle el mismo el cinturón y luego lo sostuvo en sus brazos.

─Hyunjin ─musitó el omega sonrojado

─Sostente de mi cuello, por favor ─suplicó entonces sintió su cuerpo más delgado y frágil, el corazón le dolió, pero solo se concentró en llevarlo a su departamento.

Para el omega al sentir el calor y el olor del alfa fue lo único que necesito para sentir mejor, sentirse protegido.

Ambos entraron al departamento, que solo era iluminado por la luna que brillaba en aquella gran ventana, no encendió las luces, se adentro con su omega hasta su habitación donde lo acostó en la cama, lo miro a los ojos.

─Perdóname ─volvió a decir el alfa.

El omega negó, puso sus manos en el rostro del omega, mientras el alfa tenía la mitad de su cuerpo sobre el omega, con las manos en la cama mirando su rostro.

─Te amo ─susurro el omega ─te amo... tanto

El alfa se acercó a su rostro y lo beso, si un beso desesperado, un beso agonizante. Cerró sus ojos y sintió el sabor de su boca entrar en la suya, su cuerpo se estremeció, pero no hizo mas que besarlo comenzando a volverse algo más pasional, cuando sus lenguas se encontraron, hasta que sus pulmones ardieron dejaron de besar, para volverse a ver.

El omega tenía la boca semi abierta, los labios rojos hinchados y la respiración entre cortada.

─Por favor ─suplico el alfa ─déjame tocarte un poco más.

El mayor asintió con las mejillas ardiendo, calientes y rojas. El alfa se levantó y ayudó al omega a quitarse el gran suéter que traía puesto, las heridas fueron expuestas y el alfa gruño. Colocó su frente con la de su omega y sonrió, luego comenzó otra dosis de besos, para luego bajar a las heridas, las cual beso con sutil delicadeza, cada una de ellas, pasó su lengua dejando vestigios de su olor en aquellas marcas, el omega se estremeció, hasta sentir como su cuerpo se calentaba, sí de manera sin igual, solo con los besos de su amado. El alfa subió y vio las lagrimas caer en el rostro de su omega, las limpio con sus labios, sintiendo lo salada de estas, luego volvió a besar los labios de su amado, acariciando con sus manos cada parte de este, el cual solo soltaba pequeños gemidos ahogados, el menor bajó a los pezones duros y erectos, los beso, pasó la lengua y los chupo con desespero, como si pudiera sacar algo de esos, el omega se cubrió la boca con su mano para evitar dejar salir sonidos obscenos.

─Déjame escucharte mi amor ─quito la mano de la boca del omega. ─ya he tenido suficiente tiempo para no escuchar tu hermosa voz...

La erección en los pantalones del alfa era lo suficientemente dura para ser incluso dolorosa, pero esta vez lo haría despacio, no quería lastimar, deseaba que aquellos dolorosos momentos del omega sean reemplazados por el amor de ambos.

Después de darle la suficiente atención a los pezones del omega, descendió hasta llegar a su viente, uno suave y duro, una mezcla perfecta aunque era claro que ahora era más delgado. Jugo con la orilla del pantalón del omega para luego desabrochado, bajándolo con suavidad, el omega subió su cadera ayudando a quitárselo. El falo duro, blanco del omega estaba en el rostro del alfa que no dudó en nada, colocarlo en su boca, chupando, succionando y recorriendo este con su lengua. El omega se deshacía de placer bajo la atención dada por el alfa, su pecho subía y bajaba, mirando aquella excitante imagen. Después de varios minutos, el omega comenzó a humedecerse, el alfa lo noto, sin dejar de darle atención al pene de su omega, colocó su dedo en la entrada de este, presiono haciendo estremecer al omega que dio un gemido fuerte.

─Oh mi amor... es tan apretado... seré gentil, lo prometo

Comenzó a mover su dedo mientras chupaba el pene del mayor, el cual apretaba su cabello, mordiendo su labio con fuerza hasta sentir la sangre, luego el alfa introdujo otro dedo y el omega volvió a gemir con fuerza apretando los dedos de sus pies con fuerza, realmente estaba en las nubes. El alfa abrió sus dedos como tijeras para dilatar la entrada de su omega, el cual ya estaba pidiendo clemencia, lo necesitaba ahora y más que nunca.

─Tan ansioso ─gruño el alfa.

Al sacar sus dedos y dejar su pene, el omega hizo un quejido bajo ante eso, luego miró al alfa desprenderse de toda la ropa, cuando llego a la ropa interior, pudo ver su gran y grueso pene, realmente era grande y trago seco, dolería, si lo haría.

La realidad es que en esos años, nunca se acostó con nadie, ni con Young quien decía tener paciencia con el omega, aunque realmente este se acostaba con todo lo que moviera, oh debió notar las alertas, por lo que ahora ver al alfa frente a él le hizo sentir un escalofrió recorrer su cuerpo, realmente lo deseaba tanto.

─Lo lamento, no tengo condones ─interrumpió el alfa ─no he me acostado con nadie

El omega lo miro con sorpresa, realmente los dos estaban esperándose el uno al otro, que ridículo y cursi momento, pero fue disuelto con la mirada del alfa, el omega se sintió tan pequeño como una presa viendo a su cazador.

─No importa, no puedo salir preñado... ─musitó ─mi estatus como omega está desvaneciendo

El alfa se sorprendió pero no dijo nada, beso de nuevo los labios del omega, acaricio de nuevo su cuerpo y abrió sus piernas para introducirse dentro de ellas sin penetrarlo, se movía en un delicioso vaivén, que hizo estremecer al omega, sintiendo como el duro vientre del alfa rosaba su glande y la extensión de su pene, haciéndolo gemir y sin poder detenerlo se corrió entre sus vientres.

─Oh...─dejo salir y el alfa sonrió.

Se levanto y se acomodo, vio la entrada y coloco su pene, introduciendo su glande suavemente, era tan apretado que dolía.

─Demonios... ─gruño el alfa.

Cuando introdujo por completo su pene, pudo notar las lagrimas del omega, no se movió, solo coloco su cuerpo sobre el pecho del omega y lo beso, limpiando sus lagrimas.

─Me moveré ─le susurro y luego comenzó a mover su cadera suavemente ─no me importa si no eres omega, si no podemos tener hijos, incluso no me importa una mierda el mundo, mientras estés a mi lado.

El omega lo miro y abrazo su cuello, mientras el alfa daba estocadas profundas, tocando su punto, haciendo gemir al omega.

─Demonios me correré ─gruño el alfa y después de un par de estocadas se corrió.

Sentir como era llenado por él, el omega se volvió a correr.

El alfa se quedo un momento ahí sobre el cuerpo de su omega, después de un rato saco su pene, con gemido del omega, se acostó a su lado aun con el pecho bajando y subiendo.

─Demonios... ─musitó el alfa.

Luego de recuperar el aliento se dio la vuelta para ver como el omega lo miraba con una sonrisa, beso de nuevo sus labios, coloco su cuerpo en su pecho.

─Te amo Felix... no me importa si tenemos un lazo o no, o si no eres omega, solo deseo quedarme así toda la vida para ser feliz, realmente... te amo

─Y yo te amo Hyunjin, en esta y en todas mis vidas.

Ambos se quedaron dormidos, abrazados, era la primera de miles de noches juntos...

N/A: Ay soy tan mala con el Smutt, pero espero les haya gustado.

Gracias por leer.

Makishi Konue