Los omegas estaban reunidos en la mesa, mientras hablaban de la fiesta, la cual fue realmente algo entretenida.

─Vayamos a un nuevo lugar, ─sugiere Suegmin

─¿Un nuevo lugar? ─preguntó Felix

─Sí, sí, hay un arcade, como en los 90, vende palomitas en bolsas de papel, sodas en vasos rojos y blancos, algo muy retro, creo que es genial, también venden hamburguesas, como malteadas ─dijo entusiasmado Seugmin

─Suena bien ─Pronunció Felix, ambos miran a Jisung

─Nosotros pagamos ─dijeron al mismo tiempo.

─Está bien ─respondió Jisung con una sonrisa.

El timbre sonó, Jisung y Felix se fueron juntos a sus clases, mientras Seungmin iba al otro edificio. Con la promesa de verse a la hora del almuerzo.

─Tengo que ir al baño ─indicó Felix ─adelantate ─a Jisung quien asintió marchándose.

Al salir del baño caminó con las manos en sus bolsillos, cuando fue jalado hacia el salón de audiovisión. Soltó un grito pero su sorpresa fue ver el alfa silenciarlo con el dedo.

─¡Maldición Hyunjin!, casi muero de un susto ─el omega

─Te extrañe ─dijo sin pudor acercó su cuerpo al suyo.

El omega sonrió, rodeo su cuello con su brazos y beso sus labios, el menor lo jalo haciendo que se sentara en su regazo, sin dejar de besarse con pasión. La manos del menor acariciaba aquella bien formada cintura, buscando exponer la piel, alzó la camisa de este, sintiendo la calidez y suavidad de la piel blanca del omega. El mayor dejaba salir pequeños gemidos que producían una explosión en el menor, tomando su cintura para hacerlo sentir el gran bulto que se había formado bajo sus pantalones. Olfateó su cuello, pasó la lengua y mordió el lóbulo de su oreja, mientras sus manos acariciaban con desesperación el cuerpo del otro.

─Me vuelves loco... ─le susurró el alfa al mayor, quien dibuja una sonrisa en sus labios.

─Lo sé ─claro que lo sabía, sabía desde siempre lo que su aroma le producía al alfa, siempre noto su mirada, sus deseos, en esos hermosos ojos amarillos.

Ambos sentían tanto deseo el uno por el otro, pero sin saber si esto era amor o un juego, donde alguno de los dos perdería, pero cuando sus cuerpos estaban siendo tocados, nadie tenía tiempo para pensar en las consecuencias de sus actos. Solo el placer de ser consumido.
La ropa del mayor estaba abierta, exponiendo sus clavículas y hermosos pezones rosas, el menor pasó la lengua por la piel expuesta. Alguno tenía que reaccionar, o esto sería llevado a otro nivel.

─Amo tu olor... ─susurró el alfa, que tenía los ojos afilados, si tenía los ojos de un gran lobo a punto de devorar su más deliciosa presa.

El mayor sintió como una corriente eléctrica pasaba por su columna vertebral recorriendo cada poro de su piel, era su omega pidiendo ser devorado por el alfa. Se levantó de las piernas del alfa, aunque sintió que sus piernas le fallarían al levantarse, acomodó su ropa y el timbre fue su salvación.

─De nuevo me vas a dejar duro ─bufó enojado

─Ja, ja, ja, ─soltó una complacida sonrisa ─las cosas con calma se hacen mejor, mi pequeño alfa

─Díselo a mi pene ─bufó

─Bien, no te enojes, dame tu celular ─el menor lo hizo, se lo dio desbloqueado y este anotó su número ─es mi número, puedes llamarme cuando lo desees

─Eso suena bien ─lo tomó de la cintura y volvió a olfatear su cuello.

─Bien, bien, pequeño, tengo que irme o me harás perder todas las horas, además tengo hambre ─pronunció el mayor acomodándose la ropa

Los dos salieron con una sonrisa como un pequeño niño cuando hace una travesura. El omega camino hasta sus amigos quienes ya tenían una mesa con la comida, se acomodó la ropa lo mejor que pudo.

─¿Dónde estabas? ─preguntó Jisung ─apenas te pude cubrir con el profesor

─Gracias, lo siento ─abrió la bebida y tomó de ella ─yo estaba...

─Cogiendo, ¿que más?, no sientes su olor, huele a ese repugnante alfa ─respondió Seungmin olfateando a Felix

El mayor busco en su mochila su inhibidor de olor y se roció con este, un tinte rojo se asomo en sus orejas.

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Hyunjin llegó con una sonrisa triunfante con Minho, quien fumaba en la parte trasera de la escuela, un porro de marihuana.

─¿Quieres? ─preguntó el alfa con el cigarro en la mano

─¿No crees que es muy temprano para estar drogándose? ─respondió el menor de los alfas

─Oh claro, es muy temprano para fumar, pero no es temprano para coger ─le dijo oliendo de nuevo a su amigo

─Ah ya cállate ─bufó tomando el porro de su amigo, dio dos aspiraciones, aguantó y soltó el aire ─¿que haremos hoy?, realmente desde que mi padre regresó de su viaje, me da mucho flojera regresar temprano a casa

─Abrieron un árcade, aunque no venden alcohol, creo que es interesante, podemos pasar un buen rato ahí

─¿En donde? ─preguntó Changbin, quien llegaba y movía la mano tras el humo que soltaba Minho.

─Los niños pequeños y buenos van a su casa temprano ─indicó Minho rodeando los hombros del menor alfa

─Tengo dinero, mi papá me dio una nueva tarjeta ─alegó el pequeño alfa

─¿Ves lo que te digo?, por eso debemos llevar al chico con nosotros ─pronunció con una sonrisa burlona en los labios

─Iremos a una árcade ─respondió Hyunjin

─Si, eso me dijo Seungmin, Jisung y Felix irán ─respondió emocionado el joven alfa

─Si va mi novio, no tengo opción, esos tres omegas son los más deseados de la universidad, simplemente nuestra presencia a su alrededor mantiene al margen a los demás alfas, pero si van solos, podrían coquetearles ─sugirió el mayor de los alfas, mientras apagaba su cigarrillo.

─Decidido, paso por ti a las 8 ─indicó Hyunjin a Minho.

─Hecho, llevas condones

─Vete al demonio ─le responde Hyunjin.

─Es por si acaso, o quieres cachorritos corriendo a tu alrededor, de pensar eso, me da escalofríos ─la verdad que a ninguno le desagradaba la idea. Pero eran muy orgullosos para decirlo en voz alta.

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¡Gracias por leer!

Comente para saber si les esta gustando esta historia, la cual me tiene emocionada por eso actualizo mucho, prometo actualizar mis otros fics.

¡Les quiero mucho!

Makishi Konue