Capítulo 5; El que todo lo destruye.
Un segundo disparo hizo que Tsukiko se sostuviera la cabeza con dolor, esta vez la bala había directo a la cabeza de Kirishima pero rebotó gracias al quirk de endurecimiento del pelirrojo, había sido mucha suerte. Aun así, ella no fue capaz de mirar.
—¡Lo capturaré! —Declaró el pelirrojo, endureciendo el resto de su cuerpo y enderezándose.
Aunque la gente comenzó a correr, Tsukiko no podía moverse. Los disparos yendo en su cabeza una y otra vez, repitiéndose, hacían que se tambaleara. Aunque estaba tan cerca del hombre... No podía alcanzarlo. ¿Por qué? Justo en ese momento que tanto necesitaba correr, no podía.
—¿¡Quién es ese idiota!? —gritó aterrorizado.
—Duele menos de lo que creía —comentó Tamaki, levantando su cabeza, al notar que el dolor de la bala no fue tan fuerte como pensó.
—¡Senpai! ¿Se encuentra bien? —Kirishima lo miró de reojo—. ¡Genial! ¡Iré por él!
—¡Usaré el pulpo! —murmuró el peliazul, estirando su brazo pero su quirk no se activó, haciendo que se tensara. ¿No se activaba? ¿Qué estaba sucediendo? Oh no.
Fat se acercó.
—¡Espera, no te precipites o te lastimarás! —Gritó, pero Kirishima ya estaba corriendo lejos—. ¡Suneater, si estás bien, te dejo esto! ¡Vendrán más héroes, trabaja con ellos!
—¡No estoy herido, pero mi don no se activa! —respondió rápidamente, asustado.
Tsukiko tenía la cabeza pegada al suelo con las manos cubriéndose los oídos, dolía, todo dolía.
Fat se detuvo.
—¿Eraser está aquí? —preguntó, sorprendido.
—¡AHH!
Ambos se asustaron al oír el grito de la chica y la vieron en el suelo, se asustaron creyendo que probablemente había recibido un impacto o algo así. Tamaki olvidó por un segundo su problema.
❧Eclipse de sol ❧
—¡Papá! Tamaki y yo venimos realmente cansados, ¡y tenemos hambre!
Hizashi apareció con su cabello suelto y una camiseta negra, sonriéndole a la chica.
—Hola cariño, Tamaki —los saludó, mientras los miraba llegar ya cambiados con sus ropas—. ¿Cómo les fue esta noche en sus patrullas? La comida ya está servida, pasen, pasen.
—Gr-gracias —Tamaki sonrió levemente.
Desde que habían empezado juntos la residencia tenían la costumbre de comer juntos en casa de alguno luego de llegar de la patrulla, luego sus padres y ella dejaban en su casa al muchacho o viceversa en caso de cenar en su casa. Era agradable sentirse tan bien entre ambas familias. Usualmente las únicas casas que frecuentaba fuera de la suya eran la de los Togata y los Aizawa.
—¿Ya volvieron? —Shota entró en la sala, recibiendo una sonrisa de su esposo—. Hola, chicos.
—¡Appa! —Se lanzó a abrazarlo.
—¿Aún no se te acaban las energías? Ya deberías estar dejando de gritar.
—Déjala gritar o gritaré yo —le aconsejó Hizashi, riendo junto a su hija cuando Aizawa y Tamaki lo miraron horrorizados—. ¡Vamos a comer, la cena ya está lista! Hija, tú novio y tú sirvan la mesa.
—Claro —comenzó a caminar pero se detuvo y miró a los mayores—. ¡N-no e-es m-mi no-novio!
—¡Ah! ¿Ves? Hasta su timidez se le está pegando —Shota suspiró—. No está mal que sean novios.
—¡Son tal para cual! —Canturreó Hizashi con una sonrisa—. ¿Verdad, amor?
—Sí, cariño, lo que tú digas —se recogió el cabello y miró a la joven pareja, ambos estaban tan rojos que daba risa—. ¿Eh, par de tortolos, ya van a comenzar a servir los platos o no?
Tamaki solo se pegó contra la pared de la vergüenza. Tsuki asintió y lo imitó.
❧Eclipse de sol ❧
—¡Gracias por ayudarnos! Son de un equipo que vende drogas y artículos ilegales —comentó la policía—, y esperábamos una oportunidad así.
—¿Así que mi don no se activa gracias a uno de esos artículos? —Tamaki se miró el brazo y luego al hombre que antes había dejado fuera de combate, este siendo retenido por los agentes.
—¡Muérete, imbécil! —fue lo que le respondió el peliblanco.
Ante la respuesta, Tamaki se pegó contra la pared. ¡Eso había sido tan cruel!
—¡Eh, imbécil! —La peliblanca se acercó con el ceño fruncido—. ¡Dile imbécil una vez más y-!
—¡Bueno! Nosotros nos encargaremos del resto —el policía se rió incómodo ante los dos jóvenes héroes. La peliblanca solo hizo un puchero y le agradeció, mirando de reojo a Tamaki.
Se sentía tan inútil, luego de que el arma fuera desenfundada ella había entrado en trance y sabía bien que si hubiera reaccionado nada de eso hubiera ido a mayores. Tamaki estaría bien, Kirishima no habría huido tras el otro villano y Fat no hubiera ido tras él en orden de ayudarlo.
Tamaki apretó la mandíbula, tenía un mal presentimiento.
—Tengo un mal presentimiento —susurró ella.
Tamaki la miró de reojo y ella solo apretó su puño.
—No debes culparte por lo sucedido —fue lo que dijo entonces.
Ella negó.
—Es mi culpa que te dispararan, lo siento, yo tenía qu-
—Basta —Tamaki erguió la espalda y la abrazó, no sorprendiéndose nada de ver cuan fuerte su cuerpo temblaba en el momento—. Sé bien que tienes un trauma de la infancia, no soportas las armas. Tus padres, los profesores, Fat, Mirio... Todos nosotros lo sabemos —acarició la espalda de la menor—. Tranquila, ¿sí? Muchas veces te oigo decir que quieres salvar a todos, pero siempre me pregunto... ¿Quién va a salvarte a ti?
—Tamaki...
❧Eclipse de sol ❧
—¿Crees que sea una buena idea dejarlos solos? —Tsuki miró de reojo a Mirio y Nejire.
Tamaki sólo silbó mientras seguía caminando, lo siguió con una sonrisa y le agarró de la mano cuando estaban lo suficientemente lejos de los otros dos. Tamaki inspiró fuertemente para tratar de evitar que la peliblanca viera su nerviosismo.
—Nee, Tamaki. ¿Sabías que le gustas a...? —pausó. No tenía por qué decirle realmente, aunque ella le hubiese pedido el favor, no era como que le agradara la idea de que Tamaki lo supiera.
Ni siquiera ella se había confesado, ¿por qué debería ayudarla? Negó con la cabeza.
—Olvídalo, estoy diciendo tonterías —bufó. Si ella pretendía que le ayudara a conquistar el amor de su vida, estaba muy equivocada, Tsukiko no era esa clase de persona. Tamaki solo la miró de reojo sin saber de qué hablaba—. ¿Quieres taiyakis?
El peliazul asintió sin decir nada.
—Vamos por unos, en el puesto de allá son deliciosos —señaló un puesto cerca de la rueda de la fortuna, el lado opuesto de donde estaban sus compañeros. Sentía pena por Mirio que tendría que aguantar a Nejire por un rato a solas, pero no podía hacer nada si Tamaki lo había ofrecido.
¿En qué estaba pensando cuando aceptó? Para empezar, ella hablaba hasta por los codos, Tamaki no la soportaría como novia. En su mente se alegró de aquella incompatibilidad y continuó caminando de la mano del mayor hacia aquel puesto de comida.
—C-cuando terminemos... ¿Te... Te gustaría subir ju-juntos? —vio con sorpresa como el peliazul señalaba la rueda de la fortuna. Sonrió grande.
—Me encantaría, Tama-chan.
El chico solo asintió, apartando la mirada sonrojado.
❧Eclipse de sol ❧
—¿Su kosei mejoró?
—Prohibieron la droga en Japón, ¿no? Como el efecto dura poco, debe ser una copia asiática —comentó Fat—. La de Estados Unidos dura al menos dos horas.
—¡Sabes mucho, genial! —Kirishima sonrió.
Tsukiko estaba sentada cerca a ellos, viendo el río a su lado, mientras los tres hablaban. No quería pensar en como había reaccionado anteriormente pero la imagen del hombre disparándole a Tamaki no dejaba de repetirse en cámara lenta dentro de su mente, una y otra vez. Se maldecía por haberse congelado, debió haber sido ella y no él.
—En el pasado trabajé con los policías persiguiéndolos todo el día —replicó, riéndose.
—¡Fat! —un policía gritó, corriendo hacia ellos—. ¡El arma que disparó...!
El héroe se giró a verlo.
—El don de alguien la hizo pedazos —mostró una bolsa de evidencias con los pedazos que habían logrado recoger. Aquello hizo que Tsukiko se tensara—. Y no es un arma normal.
Miró hacia atrás, Kirishima y Tamaki estaban unos pasos más allá y adelante de ellos, Fatgum.
—Lo investigaremos y les informaremos —agregó rápidamente el policía.
—Gracias por la molestia —le dijo—. Ya veo —Fat se tensó también.
—Senpai —Kirishima dirigió su mirada al mayor a su lado—, ¿está bien?
—Es deprimente —se cubrió el rostro entero con la capucha.
—Que no puedas usar tu kosei para un héroe es terrible —afirmó.
—Y además, tú me defendiste —Tamaki susurró—, igual que Mirio. Eres alguien que brilla como el sol.
—Pues tú brillas por haberme traído aquí —le dijo con preocupación.
—Justo por eso, eres increíble.
Kirishima sonrió un poco halagado, pero su mirada se giró entonces a la chica, quien acababa de caer, trataba de levantarse pero se le dificultaba. Tsukiko no paraba de recordar aquello. El don de alguien la hizo pedazos. ¿Podría ser? Tenía que ser, pero no debería... ¿Por qué? Su cabeza daba vueltas.
—¿Se encuentra bien, senpai? —trató de ayudarla a levantarse pero Tamaki negó.
Tsuki se levantó por sí sola y lo miró con una sonrisa que lejos de calmarlo, preocupó al pelirrojo. Hablaría con Bakugo al respecto, seguro el rubio sabría qué debía hacer o decir.
—¿Vamos al hospital para que los examinen? También quiero investigar algo —fijó su vista en ella—. ¿Pasamos por la agencia y vamos luego?
—Sí —respondió Tamaki.
Fat no hacía más que pensar en el tema de las drogas. Conocía bien de las que eran usadas para potenciar los dones, estaban prohibidas aunque originalmente se habían propuesto para los dones débiles, pero no sabía de ninguna que pudiera evitar que alguien activara su kosei.
Y luego estaba ese tema, la miró, preocupado.
—¿Kirishima-kun?
—¿Hai? —lo miró.
—¿Podrías llevar en brazos a Tsu-?
—¡Ey! —lo interrumpió, parándose erguida—. Yo puedo sol-
Tamaki la sostuvo enseguida tras verla desmayarse, el pelirrojo soltó un grito de sorpresa. ¿Qué demonios...? Fat y Tamaki suspiraron, negando con la cabeza.
❧Eclipse de sol ❧
—¡Wow! —se asomó por la ventana de aquella cabina observando lo precioso que se veía Japón en ese momento, estaba atardeciendo—. Es hermosa esta vista, Tamaki —murmuró. La forma en que el cielo se veía cuando el sol comenzaba a ocultarse, sus ojos brillaron.
—Sí que lo es...
Lo que Tsuki jamás sabría es que Tamaki nunca se refirió a la vista del cielo. Esto fue porque él jamás apartó por un segundo la mirada de ella durante todo el tiempo que estuvieron en aquella atracción, estaba asombrado de lo mucho que habían crecido y de lo hermosa que era.
—¡Mirio, los encontré! —la voz chillona hizo que palidecieran cuando se bajaron de la rueda. El rubio sólo la siguió a encontrarse con ellos—. ¡Moo! Que malos, de repente miramos así ¡y no estaban! —los acusó.
—Gomen-ne, chicos, no pude detenerla —Mirio, que se había dado cuenta que querían estar a solos, había intentado todo lo posible para mantener alejada a la peliceleste de ellos durante la tarde, pero finalmente no había podido evitarlo más. Se rascó la mejilla.
Tsuki solo suspiró y fingió una sonrisa para Nejire mientras fingían que se habían perdido porque Tamaki quería comer algo y pensaban que en la rueda tendrían una mejor vista. Tamaki sólo asintió como si fuera cierto, por lo que continuaron los cuatro caminando y entrando a otras atracciones hasta que la noche llegó.
Y por fin se separaron.
❧Eclipse de sol ❧
Aizawa y ella estaban en silencio, escuchando a Bubble hablar a un lado de un anciano de baja estatura que usaba un traje de héroe blanco con amarillo. Según tenía entendido, los cuatro chicos de primero y los "tres grandes" de tercero se reunirían con el resto de los héroes presentes. Ella solo había llegado temprano debido a que su padre también iba.
—¡Ah! —se giró hacia atrás al escuchar a Midoriya.
Sus ojos entonces se encontraron a Kirishima, Asui, Ochako, Midoriya, Mirio y Nejire totalmente sorprendidos, algunos con los ojos abiertos y otros con ojos y boca, luego estaba Tamaki dando la espalda. Todos portaban el uniforme de la UA, a diferencia de ella, que utilizaba ropa normal.
Quizá se debía a que ellos sí habían asistido a clases en el día, hasta traían sus mochilas. Sonrió.
—Hola chicos —sonrió, acercándose.
—¡Tsukiko-san! —Midoriya le sonrió, y Kirishima también la saludó, sin salir de su estupor.
—Parece que no están muy animados hoy —se rió.
—¿Te sientes mejor ahora, Tsuki-senpai?
—Sí, gracias Kiri —le sonrió.
Ella entendía bien qué les sorprendía. No solo Aizawa y los héroes que los tenían en sus residencias, sino muchos otros como Rocklock, Kesagiri Man, Mr Brave, todos de famosos rankings y algunos héroes locales también. Debían estarse preguntando que era lo que iba a suceder.
—Nee, nee, ¿qué es esto? ¿Qué es lo que haremos? —Nejire fue la primera en lanzarse lejos, haciendo que ella se apartara y sonriera—. Nee, nee, Ryukyu, dijiste que era una reunión pero, ¿qué es todo esto? —se le colgó encima.
—Ahora lo sabrás —respondió ella con tranquilidad.
—¡Profesor Aizawa! —Uraraka se acercó al aludido.
—¿Sensei, qué hace aquí? —preguntó Asui a su lado.
—Me llamaron de repente —respondió el pelinegro—. Tengo una idea —su aspecto era sombrío, bueno, ¿no lo era siempre? Asui y Uraraka se preguntaron en las mentes.
—Chicas, se los dije, ¿no? —Lo interrumpió Ryukyu con el ceño fruncido. Las chicas se miraron entre sí recordando cuando la mayor les había dicho que podrían ser parte de un asunto importante debido a que en las residencias trabajaban de verdad.
—Estoy nerviosa —Tsukiko se acercó a Tamaki—, abrazáme.
Mirio se volteó a verla y notó como el joven peliazul la rodeaba con sus brazos para confortarla. Debía haber aprovechado que todos estaban concentrados en lo suyo y no se fijaban en ellos, le gustaba ver que los dos tortolitos estaban unidos como siempre. Tan tiernos, suuuuper kawaii.
—Nighteye, empecemos —le dijo Ryuko Tatsuma, también conocida como Dragon hero: Ryukyu, kosei: Forma dragón.
Tsukiko se tensó al escuchar aquello, sabiendo perfectamente de qué iba todo.
—Tú ya lo sabes, ¿verdad? —murmuró Tamaki en medio del abrazo.
Tsukiko no respondió pero se hundió más en su pecho.
❧Eclipse de sol ❧
—Tamaki —lo llamó mientras caminaban de regreso a casa.
Mirio se había ofrecido a llevar a Nejire a la suya como disculpa por no haber podido alargar antes su tiempo a solas, cosa que Tamaki y Tsukiko habían agradecido profundamente.
—¿Tsuki?
—Quiero pedirte un favor —comentó ella con una sonrisa mientras se sentaba en una banca de un parque cercano a su barrio, mirando el cielo despejado.
El peliazul se la quedó mirando en silencio un rato y asintió con una sonrisa, sentándose también.
—¿Qué sucede?
—Ah, quiero que cada vez que tenga miedo... me abraces y me digas que todo va a estar bien.
Tamaki la observó confundido. Era extraño de ella hacer ese tipo de peticiones, sonaba como si tuviera miedo de algo, pero él no pudo comprender de qué. Aún así no dijo nada y afirmó su cabeza.
—T-tengo miedo —agregó con timidez, agachando la mirada al suelo.
El peliazul cerró los ojos con fuerza para evitar verla y que le diera vergüenza pero enseguida la rodeó con sus brazos y besó su frente mientras susurraba un todo va a estar bien que la hizo sonreír.
—Gracias...
❧Eclipse de sol ❧
—Gracias a la información de los demás, la investigación ha avanzado —dijo Nighteye. A su lado, Centipeder y Bubble se mantenían rígidos. Tamaki les daba la espalda a Fat y Kirishima mientras abrazaba a la menor, mientras que Mirio y Midoriya se encontraban cerca del interlocutor—. Haremos una conferencia para compartir lo que sabemos sobre lo que planea cierta organización: El Shie Hassaikai.
Ante la mención, sus ojos fueron hacia la chica y luego a Mirio y Midoriya.
—No sé nada de esto —comentó Kirishima, Tamaki solo lo miró de reojo, tenso. Él sí sabía algo, y justo ahora la estaba sosteniendo mientras sentía como toda ella temblaba—. ¿Hassai- qué cosa?
—Deben pensar en hacer algo malo —comentó Fat, mirando de reojo a la chica cuyas piernas flaqueaban—, así que lo discutiremos entre todos. Parecen estar muy involucrados —su mirada y la de Tamaki se dirigieron hacia el brazo del mismo, donde tenía vendado el lugar exacto donde lo había impactado la bala.
—Bueno, empecemos —Kaoruko Awata, nombre de héroe y kosei: Bubble, llamó la atención de todos los presentes—. La agencia Nighteye ha investigado por dos semanas al grupo de villanos conocido como Shie Hassaikai.
Todos se encontraban ya sentados, incluyendo a la chica, que se encontraba en la mitad de Tamaki y un héroe posiblemente local. Luego a la izquierda de Tamaki, estaban Kirishima y Fatgum. La mesa era un enorme rectángulo, por lo que frente a Tamaki se veía Rocklock, y a su lado derecho, Midoriya y Mirio. Sir estaba en la mitad, con sus dos secuaces detrás parados.
—Hubo un incidente con una pandilla llamada Reservoir dogs.
—Escuché de eso —dijo alguien. Tsukiko no quería levantar la mirada de sus manos sobre su regazo, Tamaki tenía sus manos entrelazadas en un intento de darle algo de confianza.
—La policía lo consideró un accidente, pero algunos cosas no cuadraban y los seguimos —continuó la chica de cabellos azules oscuros y piel azul clara.
—Yo, Centipeder, continué investigando —dijo el mayor, y Tamaki sintió como la chica apretaba su mano, haciéndolo avergonzar sabiendo ahora de su fobia con los insectos—. Al hacerlo, descubrí que en el último año han estado en contacto con otro grupo involucrado en asuntos turbios que trata de expandir su organización y aumentar sus fondos.
La chica comenzó a temblar.
—Se dio a conocer entonces un accidente que involucró a una estudiante de la UA de tercer año.
Todos comenzaron a hablar entre sí, mientras los de tercero y ciertos "involucrados" se tensaron ante los murmullos. Aizawa miró a la chica, mientras que los de primero sonaban aterrados.
—Poco después de empezar la investigación, supimos que contactaron a un miembro de la Liga de los villanos. Jin Bubaigawara, conocido como Twice —la imagen que se proyectó tras ellos hizo que Tsukiko aguantara la respiración enseguida. Aunque la imagen fuera inofensiva en su mayor parte, se podía apreciar al aludido de la liga y a su lado, su peor pesadilla, de espaldas.
Kai Chisaki.
—Los seguimos hasta que los perdimos de vista —la imagen cambió, mostrando ahora a un edificio casi destruido junto a los policías que investigaban la escena—. Con ayuda de la policía confirmamos que hubo un altercado entre ambas organizaciones.
—Como la liga está involucrada, también nos llamaron a Tsukauchi y a mí —habló el anciano.
—¿Dónde está Tsukauchi-san? —preguntó Kesagiri Man, a su lado.
—Fue a investigar otros reportes de testigos —respondió—. Mocoso, no pensé que terminarías aquí —se dirigió a Midoriya—, temo meterte en otro problema.
—No es ningún problema —respondió el peliverde.
—¿Lo conoces? —preguntaron Mirio y Tsukiko a la vez.
—Sí, él me recibió en las prácticas —replicó con una sonrisa.
Tsukiko miró entonces a Kirishima, este parecía sorprenderse de las personas que conocía Midoriya, pero a ella no le sorprendía mucho. Luego de aquello, recordó que el hombre había estado en Kamino, si no estaba mal su nombre de héroe era Gran Torino.
—Continúen —dijo Nighteye.
—¡Eh! Después de esto pusimos una solicitud en la HN...
—Puedes saltarte eso —comentó Centipeder a Bubble
—¡Sí! —asintió entonces.
—¿HN? —Uraraka ladeó la cabeza.
—Hero Network —respondió Nejire—. Un servicio en línea solo para profesionales. Ven reportes de lo que hacen todos en el país y pueden pedir ayuda a héroes con koseis que sean de utilidad.
—Aunque sean de UA, ¿por qué hay niños aquí? —preguntó con molestia Rocklock, Ken Takagi, héroe profesional, kosei: Bloqueo—. No valdrán para nada —masculló—. Se pondrá el sol antes de llegar al plan.
Midoriya a su lado se sintió incómodo por la hostilidad, Tsukiko rodó los ojos cuando vio que Aizawa literalmente le estaba mandando una señal con sus ojos: No te atrevas a responder.
—¡No digas eso! —Fatgum se levantó, gritando y con su brazo estirado—. ¡Estos tres de aquí tienen información súper importante!
Con esto, Kirishima y Tamaki sintieron que sufrían un microinfarto, mientras que la peliblanca agachó aún más su cabeza, cubriendo su rostro con la mayor parte de su cabello, y apretando la mano del chico. Tamaki agachó la cabeza, aturdido por las miradas.
—¿Nosotros? —Kirishima estaba confundido.
—Como sea, creo que no conocía a muchos —comentó el chubby—. Soy Fat Gum. Mucho gusto.
—¡Es redondo y tierno! —murmuraron Tsuyu y Uraraka sonriendo.
—¡Oh, tomen caramelos! —les lanzó un par de caramelos.
Tsukiko se tensó entonces, al oír a Nighteye.
—Sospechamos que la principal fuente de ingresos del Hassaikai son las drogas, solicité la ayuda de héroes con experiencia en estos asuntos.
❧Eclipse de sol ❧
—¿Moonshine se encuentra bien? —cuestionaron los reporteros a Fatgum, mientras Suneater sostenía en brazos a la mencionada, la chica estaba desmayada y su frente tenía una herida sangrante. Sin duda, no era una buena vista para una heroína que acababa de salvar a todos.
—¡Sólo está inconsciente por el cansancio! —Declaró Fatgum—. Ahora si nos disculpan, es hora de que la llevemos a descansar. ¡Ha sido un día exhaustivo para todos! —Afirmó, mientras miraba a Tamaki.
Los reporteros siguieron haciendo preguntas hasta que ellos pudieran llegar al automóvil que los llevaría de vuelta a la agencia. La batalla que se había librado había sido transmitida nacionalmente por lo que Fatgum ni siquiera se molestó en llamar a los profesores de la UA, y Tamaki recibió un mensaje que decía "Vamos para allá, y RG". Así que Recovery girl también iría.
—Se ve muy mal —comentó Tamaki, mientras acariciaba el rostro de la chica que tenía recostado en sus piernas—, nunca la había visto usar su poder de esa forma. Debí deten-
—Tamaki, no sé si lo notas, pero tú también te ves muy mal —lo interrumpió el mayor—, no podías detenerla aunque hubieses querido. En realidad —el héroe bajó el rostro—, si ella no hubiera hecho lo que hizo... puede que no hubiéramos ganado.
Tamaki cerró los ojos.
—Me aterra perderla —susurró con la voz quebrada.
—No vas a perderla —Fat no estaba tan seguro como aparentaba estar, también estaba preocupado—, ella es una guerrera, solo está durmiendo. ¿Sabes?
—Es la segunda vez que se excede de este modo —le recordó el peliazul, al borde de las lágrimas, la última vez había sido pocos meses atrás—. Escuchaste lo que dijo Recovery girl, que si llegaba una tercera vez su cuerpo no lo resistiría. ¡Podría no despertar!
—Estará bien —masculló el héroe. No quería asustar al chico, pero él también tenía miedo.
El poder de la chica era demasiado autodestructivo, aún cuando ya lo estaba manejando mucho mejor, a veces tenían miedo de que terminara consumiéndola por completo y perdiera la luz. No solo les aterraba la posibilidad de que no pudiera seguir siendo una heroína, sino también que se convirtiera en una posible villana como había considerado el director Nezu que sería el caso.
—Cuando despierte le diré que la retiraré del programa —murmuró. Necesitaba asegurarla.
—No harás eso —jadeó—, no te dejaré destrozarla de esa manera. Debe haber otra solución.
A Fatgum le sorprendió ver aquel derroche de seguridad que expedía de repente el menor.
—Si no lo hago, será ella quien estará destrozada —le advirtió.
—Ella no te dejará —negó con la cabeza—. ¡Te prometo que la próxima vez la cuidaré!
—Bien, voy a tomar tu promesa.
Tamaki asintió, abrazándola entre lágrimas. La siguiente vez estaría con ella.
O eso creía.
❧Eclipse de sol ❧
—Yo atrapé muchos tipos así —declaró Fat—, y luego, en la pelea debut de Red Riot... Le dispararon a Tamaki algo que nunca había visto antes —el puño del héroe se apretó, oprimiendo y quebrando los dulces que todavía mantenía en su palma. Tanto Tsukiko como Tamaki agacharon la mirada—. Una droga que destruye dones.
—¡¿Destruye dones?!
—¿Eh? ¡Tamaki, ¿estás bien?! —Mirio se levantó enseguida, asustado.
El chico mantuvo su mirada en la mesa pero enderezó el resto de su cuerpo, aún continuaba sosteniendo tu mano por debajo de la mesa pero Tsuki apartó la mirada. Estaba dolorida.
—Sí, me recuperé después de dormir —fue su respuesta, Tsukiko le pinchó la mano y la soltó, este entendió el mensaje y levantó su mano—. Mira esta pezuña de vaca —le mostró a todos.
—¿Desayunaste tazón de res? —Mirio sonrió.
—Es un alivio que pueda recuperarse —comentó Rock Lock—, no desaparece del todo.
—No —Sir estiró su brazo—. Eraserhead nos hablará de eso.
—Parece algo diferente a mi don —Tsukiko y todos voltearon a ver al pelinegro de aspecto desaliñado—, ya que yo no ataco directamente. Los koseis son partes con una función adicional en el cuerpo humano, las partes adicionales se agupan en genes de koseis. Solo detengo esos genes temportalmente, pero no puedo dañarlos.
—Llevamos a Tamaki al hospital luego del disparo y sus genes de kosei estaban dañados.
Tamaki se las arregló para volver a agarrar la mano temblorosa de la peliblanca.
—Por suerte, sanaron solos y ahora están bien —comentó Fatgum.
—¿Analizaron la parte donde le dispararon? —Inquirió Nighteye.
—No tenía nada malo en el cuerpo, solo dañó su don —informó—. El tipo que disparó tampoco dice nada. La pistola se rompió y solo tenía una bala —extendió los brazos hacia los lados—, pero gracias a que Kirishima hizo que rebotara una en su cuerpo, pudimos conseguir otra con la droga.
—¡¿Ah, yo?! ¡Qué sorpresa —estaba sorprendido—, no lo esperaba!
—¡Buen trabajo, Kirishima-kun! —Uraraka lo felicitó con una sonrisa.
—¡Es genial! —Sonrió Asui.
—¡Tu kosei es endurecimiento, ¿no?! ¡Es perfecto! —se les unió Nejire.
La peliblanca levantó levemente la cabeza, dejando que algunos de los mechones que cubrían su rostro se apartarán lo suficiente para mirar a Kirishima, no había podido agradecerle todavía.
—Al analizar el contenido —Fat miró de reojo a la chica—, encontramos algo que me enfermó.
Tras la mirada del héroe, Tsukiko volvió a ocultar su rostro entre su cabello y apretó la mano de Tamaki. Mientras más se acercaban al tema principal, más nervios sentía. Más miedo...
❧Eclipse de sol ❧
—¿Te encuentras bien?
—Tamaki, ¿qué sucedió? —parpadeó mientras tratabaa de levantarse—. ¡Los bandidos!
—Ey, ey, tranquila, ya está todo controlado, los venciste —la detuvo, devolviéndola a la cama.
—¿Ah, sí? —No recordaba nada, pero ahora podía ver que se encontraba en el hospital.
Y Tamaki parecía haber pasado la noche ahí, con ella, eso le calentó el corazón.
—Quédate quieta, abrirás tus heridas —la regañó. Estaba aterrado, de verdad.
—¿Tú estás bien? —carraspeó—. ¿Qué hay de Fat? ¿Y los ciudadanos que estaban en el edificio?
—Todos... todos estamos bien, gracias a ti —afirmó Tamaki, acariciando su cabello con una pequeña sonrisa y los ojos cristalizados—. Ahora vuelve a dormir. Tuviste un día pesado.
—¿Estarás aquí cuando despierte? —Asintió.
Tsuki no tenía idea de lo preocupado que él estaba.
—No voy a irme de aquí hasta que tú te vayas conmigo —afirmó, sentándose a su lado y dándole un beso en la frente—, perdóname. Te prometo que la próxima vez no te dejaré sola. No voy a volver a dejarte sola jamás —susurró, volviéndola a besar.
Tsukiko solo sonrió en medio de la inconsciencia.
❧Eclipse de sol ❧
—Tenía sangre y células humanas.
Un gran latido azotó su cuerpo, Tamaki pudo sentir la presión en su agarre.
—Es como si fuera algo de otro mundo —comentó Asui, tan espantada como su compañera.
—Quiere decir... ¿Qué el efecto proviene del don de otra persona? —Tsukiko tragó fuerte al oír la voz de Ryukyu—. Un don que destruye dones...
—No sé si lo entiendo —comentó uno de los héroes locales—, ¿qué relación tiene con el Hassaikai?
La peliblanca quería irse.
—El tipo que capturó Kirishima y la droga ilegal que usó —Fat miró a sus discípulos—, los canales de distribución son complicados. Ha disminuido estos días pero la gente y organizaciones la venden al costo hasta llegar al usuario final. No hay pruebas de la que distribuya el Hassaikai —agregó—, pero sí participaron por medio de un intermediario.
—¿Eso es todo?
Tsukiko miró a Tamaki de reojo. En serio, en serio quería irse.
—El otro día, el grupo de Ryukyu detuvo una pelea entre dos grupos de villanos. El que controlaba uno de los dos grupos era intermediario del traficante —dijo Nighteye.
—Uno de ellos se hizo gigante tras usar una droga inferior de corto efecto —respondió ella.
—Últimamente hay muchos delitos de pandillas y se relacionan vagamente con el Hassaikai.
Ya sentía que estaba ahogándose.
—Se esfuerzan mucho por hacerlos parecer culpables —un héroe preguntó, haciendo que Tsukiko apretara fuerte a Tamaki y este se girara a verla—. ¿No tienen algo más claro?
La imagen cambió, y ahí estaba él.
—¿Tsukiko? —Tamaki la observó, estaba pálida y temblando—. ¿Te sientes bien?
Mirio y Midoriya soltaron una exclamación al reconocerlo también.
—El don del líder es Overhaul —proclamó Sir.
¿Sabes qué es lo que puedo hacer? Tsukiko cerró los ojos.
—Su poder le permite...
Puedo hacer dos cosas y cariño, ninguna de ellas te va a gustar. Una lágrima rodó su mejilla.
—Reensamblar y restaurar cosas —concluyó.
Ella se levantó, todos se giraron a verla con confusión. No podía ver, sus ojos estaban completamente borrosos debido a las lágrimas acumuladas en ellos, sentía una terrible presión en el pecho y su cabello se había echado hacia adelante, parecía una muñeca desarmable...
Desarmable.
—Desarmar —Sir continuó, como si nada pasara—, un don que le permite romper cosas y armar cosas.
Tamaki se levantó también para sostener a la chica, Fat y Kirishima estaban igual levantados preocupados por su estado. Era cierto, el pelirrojo la había visto bastante mal la noche en que Tamaki fue lastimado, pero no había tenido la oportunidad de preguntarle como se sentía. Veía que no muy bien, miró a Fat, y este solo lo retuvo del brazo. Tamaki podía lidiar con eso.
Eso esperaba.
❧Eclipse de sol ❧
—¡Tercer año! —Nejire saltó entre ambos con una sonrisa—. ¿No están nerviosos?
Tamaki estaba durmiendo sobre las piernas de Tsukiko y Mirio estaba sentado a su lado. La peliblanca levantó la mirada de su libro y sonrió, mientras le negaba con la cabeza.
—Tenemos experiencia, Nejire-chan. Hemos alcanzado un buen rango, en especial ustedes tres —comentó con una sonrisa—. ¿Por qué deberíamos estar nerviosos?
—Quién sabe lo que nos depara el destino, ¡qué emoción!
La peliblanca se rió.
—Seguro nos traerá muchas aventuras —miró al rubio—. ¿Verdad, Mirio?
—Claro que sí —sonrió alegre—. Estoy seguro de que este año nos convertiremos en grandes héroes, todos nosotros.
—Los tres grandes de la UA ya son reconocidos, ¡seguro que tendrán misiones emocionantes!
—¿Qué harás tú? —Nejire ladeó la cabeza.
—Tengo una misión de largo alcance, Fat accedió a prestarme a otra agencia durante la misión —ella dijo—, aparentemente voy a estar faltando mucho más de lo habitual. ¡Pero les mandaré mensajes siempre!
—¿A dónde irás?
—Secreto —se rió.
—No te vayas sin mí —Tamaki se quejó adormilado—, ¿qué pasará si algo te sucede?
—Puedo defenderme sola perfectamente, Tamaki-kun —Sonrió.
—Sí, lo sé, pero...
Tamaki tenía un muy mal presentimiento sobre aquella misión, aunque no supiera todavía por qué.
❧Eclipse de sol ❧
—Y una bala que rompe dones...
Tsukiko sintió que su vida se le iba por las manos.
—Chisaki tenía una hija llamada Eri —dijo Sir, haciendo que Mirio y Midoriya agacharan sus cabezas, pese a la preocupación adyacente por la chica de todos—. No hay registros o detalles sobre su nacimiento, pero cuando Mirio y Midoriya la encontraron, tenía muchos vendajes en los brazos y piernas.
La mirada de Rock Lock se fue a la peliblanca con la camiseta negra de una calavera blanca y su vendaje negro en todo un brazo que había llamado la atención cuando había ingresado a la sala junto a Aizawa. Parecía ser que todo estaba unido, incluyendo el hecho de que la chica había reaccionado tan mal ante la imagen del supuesto hombre.
—No me digan que algo tan horrible... —Ryukyu frunció el ceño.
—Es una sociedad sobrehumana —Gran Torino murmuró—. Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.
Kirishima miró a Fat.
—¿Qué, de qué hablan?
—Esto... no puede estar pasando —susurró Tsukiko, mientras Tamaki la veía preocupado.
Se enfrentaban al hombre que un día lo destruyó todo.
—¿De verdad necesitamos a los niños? —masculló Rock Lock, con molestia.
❧Eclipse de sol ❧
—No hay necesidad de que nos movamos más de aquí —Tsukiko miró de reojo a su compañero de equipo, la misión era de reconocimiento, por eso estaba junto a un muchacho de otra escuela con el poder de volverse intangible—. Aparentemente el hombre que investigamos es meticuloso.
—Eso parece —la chica comentó mientras leía su libro en silencio.
—¿Qué haces leyendo? ¡Estamos en una misión! —Se quejó. Mukei Antatchaburu, kosei: Intangibilidad. Puede hacerse intangible con solo chasquear la lengua, va a una agencia local en Kyoto y pertenece a la academia Shiketsu—. Qué molesta resultas a veces.
—Ya, ya, no te estreses —Tsukiko sonrió, cerrando su libro—. Chisaki no se ha movido.
—¿Cuánto tiempo llevamos espiándolo de todos modos? Parecen que han sido años —masculló.
—Han pasado dos días y tres horas —meneó la cabeza. Su cabello llegaba hasta los hombros pero lo llevaba recogido en una coleta alta. Mukei se quedó mirándola un rato—. ¿Qué pasa?
—Siempre lees cuando quieres evadir tus pensamientos negativos, es un escape —puntuó él.
—¿Crees que tengo miedo?
—No creo, lo sé, pero no entiendo a qué le tienes miedo —murmuró el mayor. Ella rodó los ojos.
—A lo único que le tengo miedo es a no poder volver con mi familia y amigos.
—Y declararte al chico con orejas de elfo —agregó.
—Sí, eso también —la peliblanca sonrió al pensar en Tamaki.
Se preguntaba cómo le estaría yendo, si la estaba extrañando como ella a él.
—No pienses mucho en ello —la regañó entonces, riendo—, concéntrate en la misión. Novata.
—No soy novata —lo golpeó con el libro—, tú deberías concentrarte mejor.
En realidad... Ambos.
Ambos debieron concentrarse mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top