6

El policía estaba cerca de iniciar un interrogatorio en el pórtico de la casa. Gulf tenía que pensar rápido, antes de que las dudas del policía ganaran. —Salí por la ventana porque estoy castigado. Por eso estoy aquí. — Una mentira piadosa, últimamente eran la moda a seguir de Gulf.

—Vaya, ¿Qué hizo el inocente Gulf Spimplings para ser castigado?

—No hacer la tarea. — Una de las madres mencionó en la puerta, sobresaltando a los chicos que con una mano al corazón se calmaron. Ambas mujeres sonreían traviesas. El policía sonrió, enderezando la espalda. —¿Quién es este encantador muchacho?

—Saludos, mi nombre es Mew. Soy el nuevo vecino y conozco a Gulf de la universidad. Estaré aquí para lo que necesiten. Soy policía.

Guau. Policía. — Las mujeres enfatizaron, mirando letal al niño de sus ojos. Gulf sólo se mordió el labio prediciendo el sermón que recibiría en la cocina después de dejarlo entrar.

Acertó, aunque no del todo.

Mientras Mew esperaba en la mesa familiar, las madres exigían una explicación. Estoicas y cruzadas de brazos. —¿Necesitan que vaya al supermercado por algo? — Gulf se hizo el tonto. Pero obvio no funcionó. Gritaron su nombre más fuerte.

—Ay, ok, no pretendía hacerme amigo de un policía, pero él es amable y gentil. Además, no sospecha nada.

—Ok, pero, ¿Por qué sigues pasándote con él? Es peligroso, Gulf.

—Oigan, lo sé, no soy un niño. No haría nada que nos pusiera en riesgo. Es sólo que... Así surgieron las cosas. Todos en la escuela me culparon por la muerte de Engora y yo ayudo para salvarme a mí también.

Las madres compartieron una consternada mirada.

—Por favor. — Gulf rogó.

—Está bien. Sólo ten cuidado. — Todos se envolvieron en un gran abrazo familiar. Tras devolverles el abrazo, Gulf regresó con Mew en la mesa.

—Mis mamás vendrán enseguida. Insistieron en cocinar.

—Dios, no tenían que molestarse.

—Tranquilo. Nada de lo que dijeras podía evitarlo. Lo llamo el Cocinalipsis.

—Ingenioso. Oye, yo también tengo un gato.

Perla saltó al regazo de Mew. frotándose en su pecho. Gulf la amenazó con guardar silencio y Perla obedeció con maullidos. —Esta es Perla. ¿Cómo es tu gato?

— El mío es Robin. Es un caso. Ahora que vive con Bible tengo que velar que no mate a Bible.

—¡Cierto! ¿Cómo está él?

—Tiene mente de perro, pero se las apaña solo. Cada que salgo me espera sentado frente a la puerta. Debe estarlo haciendo ahora mismo.

Ambos rieron. Perla saltó al regazo de Gulf, se aferró a sus hombros para susurrarle al oído: —Me agrada. Quiero conocer a Robin.

— Contrólate, gata celosa. — Gulf le susurró para atrás. Mew recibió una foto con Ciize en el bosque sosteniendo un rifle, el texto leyendo: 'Cazando a la bestia de Cloan. ¿Te nos unes? XX' Pero el policía guardó el teléfono en el momento en que aparecieron las madres.

—Espero que tengan hambre porque hemos hecho un buen estofado de res. ¿De qué hablan?

—Le decía a Gulf sobre mi gato.

—¿Ah, sí?

Continuaron hablando hasta que Gulf lo acompañó a su casa para conocer al gatito Robin. Una vez entraron, Bible tacleó a Mew, llenándolo de besos. Gulf carcajeó detrás de la mano. Un gato negro y delgado apareció, frotándose en sus pies. Pidió ser cargado por Gulf y él cumplió su petición. Abrazándolo. Porque los brujos y los gatos tenían una conexión especial. Ambos podían ver lo que los humanos no, ambos eran marginados.

—¿Cómo estás? Me llamo Robin.

— Me encuentro bien, Robin. ¿Y tu? Mi nombre es Gulf. — Susurró en su oreja.

—Eres muy bonito. Mucho gusto en conocerte, Gulf. Cuida bien de mi amo, nunca trae a nadie a casa a menos que sea para trabajar.

Más tarde, Mew y Gulf veían una película cuando se fue la luz. Afuera llovía y el brujo no había traído un paraguas consigo. —Oh. Creo que ya es tarde. Mejor te acompaño a casa. Creo tener un paraguas por aquí. —Intentó sacar el paraguas en jarro siguiente a la puerta, pero tropezó.

'Qué lindo.' Gulf pensó.

—No tienes que hacerlo. Es sólo lluvia.

—¿Estás loco? Puedes enfermarte. Soy policía, no puedo dejar que eso pase.— Al abrir el paraguas, era obvio que no cabían los dos. Gulf rió mientras que el policía se disculpó por no tener una mejor.

—Si quieres puedo devolverte el paraguas mañana. — Gulf dijo, parándose a centímetros de él y tomándola arriba de su mano. Al mirarse a los ojos, volvió a ocurrir, una chispa electrizante. Gulf retrocedió por inercia, el policía intentó frenarlo, pero ambos cayeron sobre el sofá. Uno encima del otro. El paraguas cayó a un lado de ellos. Cuando el brujo abrió los ojos, tenía a Mew peligrosamente cerca. Jadeante y consternado. Se veía sexi. Se sentía malditamente afortunado de tener esa vista. Sin embargo, lo había presentado como un amigo minutos atrás y ahora sentía cosas que los amigos no sienten entre sí. Sus mejillas ardieron con rubor mientras que su corazón anticipó miles de latidos.

—¿Estás bien, Gulf? — Mew preguntó.

—No me mataste, policía. — Gulf sonrió. El policía rodó los ojos entre risas.

Pronto, las risas cesaron. Y parecía que el policía igualmente se sentía atraído por él. Se acercaron más y más...

Sus alientos colisionaron en el más cálido roce...

Cuando el móvil del policía sonó. Ambos entraron en sí, retrocediendo. —Lo siento. Es del trabajo. Toma mi paraguas. Veré que regreses con bien. — Mew lo ayudó a sentarse entonces le extendió el paraguas. Gulf sonrió, pero se sintió decepcionado de no tener su primer beso. Le hubiera encantado tener ese beso con la primera persona que lo hacía sentir murciélagos en el estómago. Le encantaba sentir la rabia ardiente de esos vespertilios.

Se preguntaba si el oficial también se sentía así por lo cercanos que la investigación los volvió.

Pero no tuvo la oportunidad de preguntar, simplemente volvió a la casa.

...

Su mejor amigo Jeff escuchaba la historia del día, sentado en la cama. Feliz por él. —¿Ósea que te gusta el policía? — Preguntó en el móvil.

—Pues hasta ahora sí. Es una muy buena persona y aparte de ti y mis cercanos, siempre ha confiado en mí.

—Aunque... Él no sabe que eres...

—No. ¿Crees que cambie cuando lo sepa?

—Si realmente le gustas, le valdrá una mierda si eres brujo, lobo, vampiro... etc. Pero si ambos se gustan... es una buena noticia. ¿Sería tu primer beso?

—Sí.

—Amigo, deseo ver cómo resulta. Ya debo irme, hoy hay luna llena y me convertiré. Mañana es la cena, recuérdalo.

—Ni en mil lunas lo olvidaría, Jeff.

—Chao, buon amico.

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La madre de Jeff lo encadena en el sótano y ambos se sonríen una última vez, deseándose buenas noches con un beso en la frente. Tan pronto como ella se va, Jeff suspira pesado. Sus ojos convertidos en los de una bestia. Se convirtió, acostándose en el suelo. Triste, pero dispuesto a dormir.

Pasadas las horas, alguien entre las sombras abrió el sótano y desencadenó al lobo. La persona se fue como mismo entró, citando un hechizo de habitante prohibido. Despertando a la bestia de Cloan.

Mew fue a la Cacería Policial, uniéndose a la patrulla de Control Animal, dónde Ciize vigilaba los bosques. Todos abrigados del frío nocturno. —¿Aún nada de la bestia?

—Ugh, no. Sabe cómo esconderse. No entiendo cómo una bestia de esa magnitud desaparece por horas. Es extraño.

Mew ennegreció el ceño, notando algo enorme acercarse, pero seguir de largo. ¡Era la bestia! —CIIZE, AHÍ ESTÁ.

—VAMOS A POR ELLA. AGARRA UN RIFLE, MEW.

Un oficial le dio un rifle al policía entonces ambos corrieron por el bosque. Persiguiendo al temible monstruo de Cloan.

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Gulf despertó por rocas lanzadas a su ventana rota. Inhaló soñoliento antes de caminar a la ventana. Al quitarle los pedazos de madera que la cubrían, notó a la desesperada madre de Jeff en el patio. Ella estaba destruida. —¿Jeff está contigo?

—No. Se supone que estaría con usted, señora.

—¡No está! ¡No logro encontrarlo y hoy los policías están de caza!

El miedo alteró los ojos de Gulf, quién no tardó en agarrar un abrigo y salir corriendo. Al encontrarse con la madre de Jeff, preguntó cómo pasó todo. La madre únicamente sabía que las cadenas estaban abiertas como si alguien hubiera liberado a su hijo. En adición, —Sé que eres demasiado joven como para hacer algo, pero no sabía a quién más recurrir.

—No se preocupe, señora. Daré lo mejor de mí.

El bosque era sacudido por los fourtracks de los cazadores. Uno de ellos descalero al lado de Mew. La conductora siendo su supervisora. —Suban. Nosotros los llevamos. — Ambos policías sonrieron antes de montarse. La supervisora hundió el pie en el pedal, yendo a máxima velocidad. Ciize se asomó con la bestia en la mira y una sonrisa ganadora.

—Le daré al bastardo.

Gulf llegó a los bosques, apoyándose en el flanco de un árbol. Tranquilizó su respirar antes de ver a Mew en uno de los fourtracks. Decepcionado, pero consciente de que no es su culpa.

Ciize dispara.

Enterrando la bala en el brazo de su mejor amigo, haciendo a la bestia rodar por el terreno. Esa fue la gota que colmó el vaso. Todos los policías celebraron. Desaceleraron los vehículos con el fin de ver a la bestia de cerca. Cuando Gulf, cuya respiración contrajo, gritó enormemente. Quebrando el bosque en dos, partiéndolo a la mitad. Muchos fourtracks cayeron con gente en ellos y Mew fue uno.

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Cuando Spike regresó al salón principal, Luis estaba a un lado del trono, pensativo. Se podía contar con los dedos la cantidad de veces que se le veía así. —¿En qué piensas?

—Debes tener cuidado con Gulf. Es un buen chico, pero su poder sólo va en ascenso. Lo sentí en el abrazo. Sentí la magnitud de Conrad.

—No se habla de Conrad, no, no, no. — Spike ligeramente cantó, burlándose de Disney. Pero ante la seriedad de Luis, paró. —Dices Conrad, como, Conrad el brujo que desafío a la humanidad. El prisionero que lleva mil años aquí.

—Con descendientes en el exterior. Sí, ese Conrad. Su odio por los humanos era tan grande que no recordaba sus primeros homicidios.

Spike se preocupó. Guardó silencio durante segundos. Sí había notado la magnitud de Gulf desde pequeño. Un poder desconocido por su dueño. Como una mala ironía, Conrad mataba a los que despreciaba. Gulf despreciaba a Engora. —¿Crees que él sea descendiente de Conrad?

—La posibilidad es muy grande. 

NOTA DE AUTORITA: OMG, ¿Ustedes también lo creen? Y AHHH, tenemos muchas impresiones en el capítulo, PERO la escena del sofá :❥

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