P.O.V____

Me quedé helada, no sabía si mentirle o decirle la verdad, si le mentía estaría en un gran problema, si le decía la verdad podría enojarse conmigo... aunque no tendría porque. 

–Algo así– logré contestar –¿por qué?–. 

–El viernes es tu baile ¿no?–. 

Asentí –si, es el baile de bienvenida, no piensas ir ¿o si?–. 

–No, no, no, nos podemos arriesgar– respondió negado rápido con la cabeza –te quería ir a ver en cubierto pero es peligroso– volví a asentir –¿Zach?–. 

Di un suspiro y bajé la mirada a mis manos, comencé a jugar con ellas y luego volví a levantar mi vista hacia sus ojos. 

–Estoy esperando después del baile– contesté –no te vayas a enojar, en serio, ya estoy a nada de cortarlo– dije demasiado rápido. 

Joshua puso una de sus manos en mis hombros y con la otra tomó mi barbilla, hizo que lo mirara directamente a los ojos, tengo una cierta obsesión por sus ojos, no eran como cualquier ojos cafés, eran diferentes, eran más profundos y sentía que con su mirada podía decir miles de cosas, con tan solo verlos. 

–Tranquila– dijo mirándome –está bien, te entiendo, y no tienes porque pedirme perdón–. 

–¿Seguro?– pregunté dudosa. 

–Si– contestó con una sonrisa sincera –en serio–. 

Estuvimos en silencio durante unos segundos admirando nuestras miradas, no necesitábamos nada más, creo que había algo de este chico que comenzaba a hacer que me gustara... oh no. 

Pero algo me decía que no importaba eso. Su presencia me hacía olvidarme de todo, y me sentía tranquila con él, aunque podía salir suspendida si alguna vez alguien se enterara de esto, podía sentir estando con él que nada de eso importaba. 

–¿Podemos volver?– preguntó Joshua sin despegar sus ojos de los míos. 

–¿Ah qué?– pregunté yo ahora, con una sonrisa. 

–Mmmm, a eso de los besos– contestó. 

Sonreí aún más, Joshua se acercó a mí y comenzó a juntar más sus labios con los míos, haciendo que nuestras respiraciones se mezclaran. 

Una sonrisa de formó en sus labios, y sin más que decir o pensar, sus labios ya tocaban los míos. 

Cosquilleo, un cosquilleo por todo mi cuerpo, una sensación nueva, algo que jamás había pasado en mí, combinado con un sentimiento nuevo también, sus besos, su forma de ser, su sonrisa, sus ojos, su cabello... fuck, creo que me gusta Joshua Bassett. 

Después de unos minutos de besos y más besos decidimos que era hora de irnos. Joshua y yo caminábamos agarrados de la mano por la escuela, no había problema, ya no había nadie a esta hora, o al menos eso creo. 

–Te veo mañana– dijo Joshua cuando llegamos a la salida. 

–¿Misma hora?– pregunté. 

–Sip– contestó, tomó mis dos manos y se acercó hasta mí para darme un beso corto en los labios. 

Okay, amo sus labios, son tan suaves. 

–Nos vemos, ____– sonrió. 

–Adiós, Joshua– dije de la misma manera.

... 

Entré a mi casa cerrando la puerta detrás de mí, me recargué en esta y di un suspiro, junto con una sonrisa de embobada que se podía ver a kilómetros. Cualquiera que me viera sabría que estaba en un trance. 

Subí las escaleras y se escuchaba música de Queen a todo volumen, caminé hasta mi cuarto y... encontré a Katelyn y a Luke bailando sobre mi cama. 

Abrí los ojos, ellos voltearon a verme y Luke puso pausa a la música desde su celular. Los miré con cara de "en serio", ellos solo sonrieron. 

–Bien, ahora que llegaste– dijo Luke mientras se bajaba de la cama –mi novio me espera, te llamo al rato ¿okay? Te quiero–. 

Luke salió de mi cuarto dejándonos a Katelyn y a mí en mi cuarto solas. Volteé a verla y se encogió de hombros al igual que yo. Esta se bajó de la cama y se sentó en mi silla del escritorio que estaba ahí. 

–Detalles– comenzó a decir con una gran sonrisa. 

–Primero tú– me senté en mi cama –necesito hablar contigo, has estado muy diferente–. 

Katelyn desvaneció su sonrisa y comenzó a ponerse nerviosa. 

–Soy tu mejor amiga, puedes confiar en mí– completé. 

Ella me miró dudosa, bajó la mirada y tragó en seco. 

–No puedes decirle a nadie– respondió, yo negué –bien, todo comenzó...–.